El Madrid no pierde en Liga desde su derrota en el Metropolitano, el 24 de septiembre de 2023. Una derrota en 31 jornadas y 78 puntos en total, los mismos, curiosamente, que en toda la temporada pasada. El conjunto de Carlo Ancelotti ha cogido velocidad de crucero en el torneo doméstico y el italiano, como con todo, tiene una reflexión sobre ello. En este caso sobre la calidad y el compromiso de su vestuario: “El equipo ha sido muy sólido y continuo. No siempre hemos jugado bien, pero siempre hemos competido. Esto es lo bueno. Todos hablan de la calidad, y es una verdad (sonríe)… Tenemos una plantilla con mucha calidad, pero a más calidad, más difícil es buscar el compromiso. Hasta ahora, lo hemos buscado”, comentó en la sala de prensa de Son Moix.
Como decía Tchouaméni en zona mixta, el cuadro madridista está ante el “sprint” final de la temporada, donde cada partido “es una final”. Dos tópicos que se repiten año a año pero que bien consumados, dan títulos. “Sabemos que hay un partido muy importante contra el City, pero teníamos que estar centrados en lo de hoy. No es fácil, porque hicimos un partido difícil ante el City y estamos algo cansados, pero al final sabemos que cuando jugamos para el Madrid, hay que ganar. Y ganamos”, explicó el goleador del encuentro.
Mientras Tchouaméni hacía un saludo militar en el córner donde celebró el gol, Vinicius y Camavinga, dos de sus mejores amigos en Valdebebas, lo repetían desde la banda, donde estaban calentando. A los jóvenes de la plantilla les une una amistad real y los resultados acompañan. “Tenemos una plantilla muy importante, me acuerdo del gol de Bellingham ante el Getafe en casa, o el de Modric ante el Sevilla, o el mío ante Las Palmas“, recordó el galo, que admitió que su tanto al Mallorca, desde 30 metros, es “calidad y entrenamiento”. “Sé que puedo chutar así. Lo entrenamos mucho y mira, hoy fue gol. Debo seguir así. Es calidad y es entrenamiento, creo que justo ayer lo entrené“, confesó.
En un día de rotaciones, Tchouaméni, que se perderá la vuelta contra el City, fue indiscutible. Ancelotti dejó en el banquillo a Carvajal, Camavinga, Kroos, Vinicius y Rodrygo, y todos terminaron teniendo minutos salvo el ex del Santos. “Llegamos bien. No he dado descanso por un aspecto físico, todos estaban bien. El único Rodrygo, que tenía un golpe y no quería problemas. No vamos a ganar el partido contra el City físicamente, sino por la actitud”.
El técnico también mencionó la suplencia de Militao, que parecía que podía recibir contra el Mallorca la primera titularidad de la temporada. “Era un partido muy exigente. Estaba Muriqi y preferí no empezar con Militao. Quería darle más minutos en la segunda parte, pero el encuentro estaba ahí. Le metimos al final para potenciar el juego aéreo”.
Después del 0-1, la entrada de Vinicius despertó la ira de parte de la afición local, que le recibió con una sonora pitada cuando saltó a calentar y cuando entró en el partido. Durante los últimos años, el brasileño ha recibido insultos racistas en dos de sus visitas al estadio mallorquín y las ha denunciado, obligando a su autor a comparecer ante la justicia.
Sobre el césped, Vinicius tuvo varias oportunidades para hacer el 0-2, pero no estuvo acertado hacia portería. En sala de prensa, Ancelotti valoró los abucheos a su futbolista. “Se sabía que era un ambiente especial para él, pero cuando ha entrado ha sido peligroso, ha encarado, estaba fresco… Los pitos son el éxito. Son normales“, declaró.
La confesión de Maffeo
Vinicius apenas coincidió unos minutos sobre el terreno de juego con Pablo Maffeo, con el que había tenido sus más y sus menos en los últimos enfrentamientos entre ambos equipos. En esta ocasión la situación no se tornó en polémica, no hubo gestos, faltas ni discusiones.
El lateral, eso sí, fue protagonista después del partido al confesar que ha tenido que cerrar sus redes sociales después de los comentarios recibidos tras la final de la Copa del Rey. “A mí que tres idiotas me digan cosas no me afecta. Ha afectado más a mi familia. Yo simplemente cerré las redes porque vi un comentario hacia mi hija y antes de entrar al trapo, calentarme y mandar a tomar por culo a alguien y luego ser yo el quinqui y el macarra y tal, me las cierro, mejor. Sólo las usaba para leer cosas, a mí no me afecta”.