El ‘periodista’ Gabri Veiga, una irrupción “más fuerte que la de Aspas” en la ‘aldea gala’ del Celta

El 'periodista' Gabri Veiga, una irrupción "más fuerte que la de Aspas" en la 'aldea gala' del Celta

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A sus 20 años, sólo Musiala, del Bayern, mejora los números de la nueva estrella celeste, que estudia Periodismo. “La clave es su naturalidad”, destaca a EL MUNDO García Bayón, director de la cantera.

Gabri Veiga besa el escudo del Celta tras marcar ante el Valladolid.Salvador SasEFE

El 6 de junio de 2009, a falta de tres jornadas para terminar la temporada de la Segunda División, el Celta recibía al Alavés en Balaídos en un partido a vida o muerte. Nunca mejor dicho. Los vigueses, en plena Ley Concursal, navegaban en el filo de su propia supervivencia porque una derrota les podría enviar al pozo de la Segunda División B. Un lugar del que muy pocos vuelven. El conjunto victoriano, aprovechando el miedo celeste, dominó todo el encuentro hasta que Eusebio Sacristán llamó a un canterano que calentaba en la banda. Aquel día, Iago Aspas salvó la existencia del Celta.

Cómo será el asunto en Vigo que ahora, 14 años después y con Aspas convertido en el mejor futbolista de la historia del club, la ciudad celebra la llegada de un nuevo mesías. Un aterrizaje todavía más impresionante que el que protagonizó el de Moaña aquella tarde. «Es una irrupción mas fuerte que la de Iago», explica a EL MUNDO Carlos Hugo García Bayón, director de la cantera del Celta, sobre Gabri Veiga (Porriño, 2002), el heredero de las bateas.

A sus 20 años, el joven centrocampista pontevedrés está siendo el futbolista revelación de la temporada en LaLiga. Acumula ocho goles, dos de ellos en su último partido contra el Valladolid, y tres asistencias en los 22 partidos que ha disputado, su valor de mercado se ha disparado hasta los 10 millones y algunos ya le reclaman para la próxima convocatoria de la selección española. Es lo que tiene pelear el Trofeo Zarra que su ídolo Aspas ganó cuatro veces. Junto a él batallan otros cuatro gallegos, todos salidos de la cantera viguesa (Joselu, Borja Iglesias, Aspas y Brais Méndez), la «aldea gala» del norte de La Liga.

La “intimidad” de Vigo

Sólo así, desde la intimidad de la Ciudad Deportiva Afouteza, se explica el constante hervidero de talento que es la academia celeste, con Veiga como último diamante. «Somos como una aldea gala», bromea García Bayón: «Tenemos la suerte de estar en el norte y tener algo más de intimidad, alejados del ruido mediático y de los ojeadores. Hay, pero menos», detalla sobre una situación que también ha conseguido minimizar el runrun alrededor de Veiga, que mantiene sobre el césped vigués la misma naturalidad que le ha llevado a explotar en LaLiga.

«La clave de todo es esa naturalidad, que haya poco ruido alrededor. Muchas jóvenes promesas se han perdido porque el otro fútbol llega antes incluso que el fútbol real», argumenta García Bayón. «Gabri no ha tenido eso. Ha tenido una infancia y una adolescencia normal con sus padres y su familia, sin todo ese ruido de agentes, marcas o selecciones nacionales llamando a su puerta. Ha tenido una vida normal».

Veiga sólo tuvo que jugar algunos partidos con el Santa Mariña, el mismo equipo del que salió Brais Méndez, para que el Celta echara sus redes sobre él. Tenía todavía edad benjamín y ya hizo las maletas a la antigua ciudad deportiva de A Madroa. Allí creció, «sin destacar demasiado», lo justo, categoría a categoría hasta que hace unos meses llegó su oportunidad. Debutó con el filial celeste a los 17 años y con el primer equipo el 19 de septiembre de 2020, a los 18. Ha estado dos temporadas compaginando el Celta B con los mayores y esta temporada, ante el «adiós» de Brais Méndez, ha tirado la puerta del primer equipo. «Si en vez de destacar con 18, hubiera destacado con 13, se le hubiera complicado todo mucho. El fútbol, por desgracia, es así», reflexiona García Bayón.

Los que mejor le conocen hablan de un chico «educado» y «estudiante de Periodismo» que ha cumplido todo lo el Celta espera de un futbolista «de la casa». «Un buen ejemplo de lo que es Gabri como persona es que cada año hacemos un 11 de oro de la cantera, hasta juveniles, teniendo en cuenta lo que han hecho los jugadores a nivel deportivo, académico y personal y él ha estado en esos ránkings antes incluso de debutar con el primer equipo», resume el director de la cantera.

Con contrato hasta 2026, el conjunto olívico ya trabaja en revisar una cláusula de rescisión que ahora mismo no llega a los 50 millones de euros y que ya ha levantado interés fuera de nuestras fronteras.

Él, mientras, marca estadísticas sólo comparables a estrellas juveniles de los grandes de Europa e ilusiona a una ciudad y un club que observan el inicio del ocaso de su mayor leyenda. Los 8 goles y 3 asistencias a sus 20 años sólo son comparables a los 11 tantos y 8 pases de gol de Jamal Musiala, estrella juvenil del Bayern de su misma edad. Los dos, junto a Jude Bellingham (20 años, 4 goles y 4 pases de gol), el deseado por el Real Madrid, son los mejores sub’21 de la temporada en Europa. Palabras mayores.

kpd