El detalle que empareja a Jon Rahm con Tiger Woods: “Lo importante son los momentos clave”

El detalle que empareja a Jon Rahm con Tiger Woods: "Lo importante son los momentos clave"

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En el mejor momento de su carrera, el español firma unos números que recuerdan, siquiera en la lejanía, a los del mejor jugador de la historia.

Woods, junto a Rahm, el pasado domingo.GETTY

La mera presencia de Tiger Woods fue un acicate más para Jon Rahm. Su victoria en el Genesis Invitational del domingo es especial, y no sólo porque le lleva al número uno del mundo o le pone por delante de Seve Ballesteros (suma 10 torneos del PGA, por nueve del cántabro). Es especial también porque ganó un torneo auspiciado por el propio Tiger, que supuso, además, la reaparición de la leyenda norteamericana en un campo.

El español le sacó 16 golpes al final y, de paso, sumó todo esto: ganó el tercer torneo de esta temporada (en cinco participaciones), acumula cinco victorias en sus últimas nueve apariciones, lidera el ranking mundial, la FedEx Cup, la clasificación para la Ryder Cup, es el deportista de moda… Pero pone los pies en la tierra y reconoce que sus números son ínfimos en comparación con la carrera del ganador de 15 majors, con quien inevitablemente todo el mundo le compara. Su inspiración es precisamente el hombre que le entregó el trofeo este domingo. «¿Admirar a Tiger? Admiro todo de él. Cada simple aspecto de su juego y de su mentalidad», respondía, rotundo, cuando recogió la copa de campeón, con Tiger a su lado.

No es un secreto que parte del éxito que acompaña al español viene de su cabeza, de esa fortaleza mental que, unida a la ambición sin límites, le ha hecho lograr todo lo que ha conseguido en algo más de seis años de carrera. «Quiero ganar 19 majors y ser el mejor de la historia». La frase que pronunció con 19 años, siendo todavía amateur, y que muchos vieron como una bravuconada de un adolescente de Bilbao, seguramente era un mantra que el joven Rahm tenía en su cabeza. La experiencia le ha enseñado a controlar ese espíritu ganador y dejar que hable sólo dentro del recorrido.

Con el triunfo, Rahm se asienta en lo más alto del golf mundial, una cima en la que Woods estuvo instalado 679 semanas (algo más de 13 años). Rahm logró su décima victoria en el PGA Tour, 19 contando todo (un major), y estos éxitos con sólo 28 años y algo más de 6 como profesional de golf. Tiger, a los 28, ya había ganado 34 torneos (y ocho majors), 27 de ellos conseguidos en sus primeros seis años como profesional.

Números brutales

«Los números de Tiger con 28 años son bsolutamente increíbles. Creo que pudo ganar tres torneos seguidos 14 veces, si no me equivoco. Tuvo unas cuantas temporadas con más de cinco victorias. Entre 1999 y el 2000 creo que tuvo 17 victorias, y cuatro majors. Solo esos dos años son mejores que el 99.9% de la carrera de cualquier profesional», analizaba Rahm ayer en rueda de prensa cuando le ponían en comparación con Tiger Woods. «Yo sólo he podido acercarme a una mínima parte y sólo espero poder seguir haciendo muchas cosas geniales este año para poner mi nombre cerca del suyo, pero el hecho de que Tiger lo hiciera año tras año durante tanto tiempo, incluyendo épocas de cambios de swing o en su estilo de golf, es bastante notable».

Rahm dice que ahora que ha conseguido esta racha es plenamente consciente de lo difícil que es lo que Tiger Woods logró. «He podido apreciar y admirar a Tiger durante mucho tiempo. Pero después de lograr lo que he logrado tras seis años como profesional y ver lo que él logró en tampoco tiempo, lo hace aún más admirable».

Rahm continuaba analizando los regisros de Woods: «Si alguna vez te sientas y comienzas a ver las estadísticas que este hombre ha podido lograr, te sorprenderías de todas las cosas que ha hecho. Es increíble ver esa carrera. Pero creo que el atributo de número 1 tiene que ver con la capacidad de meter los putts que necesitaba en el momento culminante. Justo cuando tenía que pegar ese tiro, Tiger Woods era capaz de hacerlo». Rahm cree que esa es la mayor seña de identidad que diferencia a jugadores buenos de los números uno.

Jon Rahm, durante el Genesis Invitational.EFE

«Es la misma habilidad que otros grandes atletas han podido tener. Michel Jordan pasó a ser leyenda por los últimos tiros, él asumía la responsabilidad y no fallaba. Lo mismo con Kobe, igual que con LeBron, o con Brady y muchos otros atletas. Eso es lo que creo que diferencia a los mejores de los jugadores buenos. Es simplemente la capacidad de poder hacer lo que necesitas en esos momentos clave».

Precisamente el salto de calidad de los resultados que el golfista español está cosechando esta temporada tiene dos culpables. El primero, la mejoría con sus hierros. Rahm ya era muy sólido en este segmento, pero ahora está cogiendo más greeens en regularidad, y sobre todo deja la bola más cerca desde distancias clave para un golfista profesional. Y la segunda y más importante, el putt: Jon ocupó el puesto 121º en 2022 en media de putts y el puesto 182º en número de putts por vuelta, estadística que este año ha mejorado hasta ser el tercer mejor jugador del circuito en 2023, promediando casi dos golpes menos por ronda sobre los greens.

kpd