No hay semana sin polémica arbitral. No hay partido donde propios o extraños cuestionen las decisiones no sólo de los colegiados de campo, también del videoarbitraje. En este mundo hiperconectado y en una liga en la que la señal se transmite con entre 18 y 32 cámaras, no hay acción que se escape a este Gran Hermano.
El Real Madrid, envuelto en un gran debate arbitral después de su partido contra el Almería, se encontró con otra jugada polémica en su último partido en Las Palmas. Rodrygo y Álvaro Vallés tienen un encontronazo en los primeros minutos del choque y el brasileño termina golpeando en la cara del portero amarillo. La jugada fue resuelta por una tarjeta amarilla por el colegiado de campo, Soto Grado y no fue rejuzgada por el VAR.
En el día de hoy, DAZN había aireado unas imágenes en las que parecía en que el trencilla admitía a Nacho que se había equivocado en esa decisión y le respondía que la acción del brasileño era: “clarísima, es roja”. Lo hacía en los subtítulos, puesto que el audio era bastante defectuoso especialmente cuando el que hablaba era Soto Grado.
Unas horas después, el CTA ha salido con un comunicado para responder a este vídeo que la cadena ha cometido un error al transcribir la supuesta conversación y que lo que el árbitro dijo al defensa madridista fue: “Si fuera al revés, dirías que es roja clarísima”. A lo que el propio Nacho responde: “¿Cómo va a ser roja? ¿pero cómo va a ser roja?”, le comenta el defensa.
En la conversación también entra Dani Carvajal que hace la misma pregunta al colegiado y le explica: “Rodrygo cae en la provocación cuando el otro le empuja, así que vale que dices, ‘es que el otro está al límite’, ya, pero el otro es el que inicia el conflicto, ¿no?” A lo que el Soto Grado responde afirmativamente.
El partido terminó con victoria por la mínima del Real Madrid por 1-2, tras haberse adelantado el conjunto canario en el marcador. La posible expulsión de Rodrygo podría haber cambiado el duelo, ya que se produjo en los primeros minutos, por lo que la afición amarilla está indignada no sólo por la resolución de la jugada, también por las revelaciones presuntamente erróneas de Dazn.
Los árbitros en la diana
El CTA ha invitado a los jugadores de ambos clubes presentes en la conversación para que confirmen, en honor a la verdad, la versión correcta. El propio estamento ataca lo que considera “una nueva maniobra con el único fin de poner al estamento arbitral en la diana y vuelve a emplazar a un ejercicio de reflexión a todas las partes activas del fútbol”.
Es difícil enfrentarse a un mito, a un bucle o, en este caso, a una pesadilla. Es difícil planificar cómo afrontar un enemigo inexpugnable. Incluso, aunque ese enemigo haya vivido épocas mejores. Pero lo que le pasa al Atlético con el Barcelona desde la llegada de Xavi ya tiene tintes esotéricos.
No ha podido ganarle ninguno de los cinco duelos que han disputado en Liga. Da igual las maneras que haya planteado Diego Simeone para enfrentarles, el final siempre es el mismo. derrota. Este domingo, además, inapelable, "dura", calificó Koke, en la rueda de prensa postpartido.
Contaba el Atlético este año con un as en la manga, un Metropolitano que era un fortín. En casa, el equipo tenía otra piel, más dura y fuerte, más efectiva. Esa piel se deshizo con los picotazos del conjunto de Xavi. Dio igual la buena presión inicial rojiblanca, el segundo gol tiró todo el castillo de naipes. "El segundo gol nos sacó la energía para seguir compitiendo", declaró Simeone en la rueda de prensa posterior al partido.
La última derrota del Atlético en Liga en el Metropolitano también fue por obra y gracia del equipo que entrena Xavi. Fue el 8 de enero de 2023, donde los blaugrana vencieron por 0-1 con un gol de Dembelé en la jornada 16 de la pasada temporada. Antes un 4-2 en la cita 23 de la 21/22 y después dos 1-0 en la jornada 30 de la pasada temporada y en la 15 de esta, gol marcado por Joao Félix. "Defendimos ordenadamente hasta que vino la suya. Ellos fueron contundentes", apuntó el Cholo.
Si el Barcelona es una pesadilla, el coco es Joao Félix. Es increíble la racha del portugués ante su ex equipo, o equipo, ya que todavía pertenece a la disciplina rojiblanca. Esta temporada, el 33% de sus goles en LaLiga han sido al Atlético de Madrid. Lleva seis y dos de ellos, uno en Montjuic y otro en el Metropolitano, han servido para las victorias blaugranas frente a los colchoneros.
Escuchó el portugués música de viento durante todas sus intervenciones a lo largo del encuentro, pero eso no le sacó del partido. "Ha hecho un partido muy bueno, muy importante, sobre todo cuando no tenemos el balón. Era un partido para él. Nos ha marcado otra vez diferencias", alabó a su pupilo Xavi Hernández, que terminó expulsado por protestar al árbitro al final de la primera mitad.
Fuera de Champions
Esta derrota, va directa a la línea de flotación no solo del equipo colchonero, también del club. En estos momentos, el Atlético de Madrid está fuera de los puestos Champions, quinto, con Real Madrid, Barcelona, Girona y Athletic de Bilbao por delante. "Después de ganar Laliga, los años posteriores nos fueron costando. Cuando compites en los tres torneos no es tan fácil. Proceso de tener que mejorar, lo vamos a hacer.
Koke se mostraba confiado en el grupo para revertir la situación y tenía la fórmula para hacerlo. "Tenemos que ser conscientes de lo que nos estamos jugando. A apretar el culo todos porque tenemos que sacarlo", manifestó el capitán rojiblanco.
Con un rival asequible en Champions, los rojiblancos se pueden permitir soñar con la máxima competición continental, que les enfrentaría de nuevo al Barcelona si ambos consiguieran pasar a semifinales ante Borussia Dortmund y PSG. Pero los sueños, sueños son. Y estos con el Barcelona, podrían convertirse en pesadilla y Joao en el hombre del saco.
Fue una de las imágenes del Metropolitano en la mágica noche ante el Inter, aunque hoy el equipo esté fuera de la Champions. Medio estadio comiéndose las uñas, los jugadores abrazados y Simeone agazapado en la entrada del túnel de vestuarios sin mirar hacia los penaltis y perdiéndose el milagro de Oblak. "Se me vino el partido del Bayer Leverkusen. Vi los dos primeros penales y los anotaron, el segundo no lo vi y lo paró Jan. Si te están marcando el camino, sigue ese camino", confesó el técnico entre risas.
"Simeone es la persona más maniática que me he encontrado". El que habla es el exfutbolista y expupilo del argentino en el Atlético de Madrid, Guilherme Siqueira. El brasileño militó temporada y media con los rojiblancos (2014/15 y la mitad de la 15/16) y no se olvida de las numerosas manías no sólo del Cholo, también del Profe Ortega. "Una vez se paró el altavoz donde suenan siempre las mismas canciones 10 minutos antes de calentar y el Profe se volvió loco: '¿Qué está pasando?', gritaba y era como si ya fuéramos perdiendo 0-1", reveló Siqueira.
El lateral izquierdo también recuerda las idas en bus desde el hotel de concentración con las mismas canciones de rock a todo trapo que no le dejaban ni oír su propia música y la respuesta que le dio su compatriota Joao Miranda cuando le preguntó a ese respecto en uno de esos viajes. "¿No te has dado cuenta? Es todo superstición, Sique".
Y es que el Atlético venía de ganar LaLiga el año anterior, la 2013/14, con aquel empate en el Camp Nou con gol de Godín por lo que el cuerpo técnico rojiblanco decidió repetir las rutinas que, creían, les hicieron campeones. "Cuando vovíamos del calentamiento, Gabi cogía un balón, se lo pasaba al Cholo y este empezaba a botarlo sin parar... todo igual, siempre lo mismo", confiesa Guilherme.
Si el deporte es un compendio de talento, trabajo y suerte, en el fútbol este último factor es el que menos se intenta dejar al azar. Son incontables los jugadores o entrenadores que tienen sus propias rutinas para concentrarse en el juego. "Al hacer siempre lo mismo, me siento más seguro. Es importante para la percepción de control. Tengo la sensación de que controlo, fortalece la autoconfianza, reduce el estrés y mantiene mi foco atencional donde yo quiero que esté", explica David Peris, presidente de la Federación de Psicología en el Deporte.
Si nos fijamos bien en cada partido podemos ver algunas de ellas. Las más habituales son, por ejemplo, jugadores que siempre pisan primero el césped con el pie derecho, los que tienen prendas fetiche o amuletos a la hora de afrontar los encuentros o los que siempre entran al campo al final de sus equipos.
El Arsenal jugó unos minutos la ida de los octavos de Liga de Campeones en 2009 ante la Roma con nueve jugadores porque Kolo Touré, cuya obsesión era entrar el último al terreno de juego, quiso esperar a que los servicios médicos del club atendieran a su compañero William Gallas en el descanso del partido. Encima, el central marfileño fue amonestado por entrar al campo sin permiso. Afortunadamente para él, su equipo avanzó de ronda y llegó hasta semifinales donde fue apeado por el Manchester United.
"La línea es si tú controlas tus rutinas y te ayudan. Cuando tu no las controlas y son una obligación o te produce ansiedad no hacerlas es el límite", define Peris la diferencia entre rutinas y lo que podrían considerarse enfermedades mentales, como las que describe el ex futbolista de la Real Sociedad, Zuhaitz Gurrutxaga en Subcampeón, el libro que coescribe con Ander Izagirre. El jugador llegaba a disputar partidos intentando cruzar las líneas del terreno de juego con el pie derecho, algo parecido a Jack Nicholson en la película Mejor Imposible.
Pepe Reina tiene un ritual antes del inicio del partido que le lleva un minuto y consiste en saludar a sus defensas en cierto orden, tocar los dos palos de la portería y avanzar desde ella hasta el borde del área y vuelta en tramos de seis pasos. Pero si hay una manía curiosa del portero es la de llenar el depósito del coche antes de los partidos porque una vez lo había hecho y le había ido bien. "Asocias un recuerdo positivo y lo quieres recuperar, pero hay que evitar que sea una obsesión", comenta Peris.
"Las supersticiones vienen de estar mucho tiempo solo. No paras de pensar. Tienes hábitos, pelis, música, llamadas a la familia, zapatillas... Piensas: 'si la cosa va bien, hago lo mismo", revela Siqueira y confirma la teoría de Peris de que cada uno genera sus propias rutinas para sentirte "conectado al fútbol".
Es al dejar el fútbol, cuando muchos futbolistas son más conscientes de las obsesiones que tenían cuando jugaban. El toquecito en el larguero de Casillas cuando marcaba su equipo, las botas de medio número menos de Aitor Ocio por incrementar las "sensaciones" o el no disparar a puerta en el calentamiento de Hugo Sánchez para "no gastar goles". "Siempre tienen más supersticiones los futbolistas que los cuerpos técnicos", apunta Siqueira.
No es el caso de Simeone, que supera con creces a todos sus jugadores y sus manías llegan también a afectar al departamento de viajes del club, que tiene que cambiar de hotel cuando el resultado es adverso, o los horarios de desplazamientos del equipo, o los jugadores que dan la rueda de prensa. Aunque que Witsel hablara en la previa ante el Dortmund por tercera vez en Champions, no terminó igual de bien que las dos anteriores. "Lo que te ayuda hay que mantenerlo y lo que no, evitarlo", concluye Peris.