Xavi mantiene la duda de Ter Stegen, que no termina de recuperarse de la espalda.
La crisis de juego del FC Barcelona ha llegado en el peor momento posible. Justo cuando parecía que este año, por fin, meterse en los octavos de final de la Champions iba a ser una misión aparentemente sencilla, se planta en un duelo frente al Oporto en Montjuïc absolutamente trascendental para el equipo y también para su entrenador, que no acaba de encontrar el buen juego.
Los barcelonistas están obligados a ganar para evitar caer en el vértigo de unas matemáticas que, en el peor de los casos, podrían volver a condenarlos a verse abocados a la Europa League. Una victoria, en cambio, sellaría de manera matemática su pase a la siguiente fase de la máxima competición europea. E, incluso, podría asegurarles el primer puesto del grupo, en función de lo que ocurra también en el encuentro que jugarán el Amberes, el colista del grupo, y el Shakhtar, en un partido en el que los belgas apurarán sus escasísimas opciones de seguir en competición europea.
Los de Xavi, además, corren también el riesgo de afrontar este partido contra el Oporto sin su red de seguridad habitual. En la portería, Marc-André ter Stegen, quien ya se perdió el encuentro frente al Rayo Vallecano el pasado sábado, sigue sin superar del todo las molestias en la espalda que ya le obligaron a abandonar la última concentración de la selección alemana. Aunque hará una última prueba este mismo martes para saber si puede estar o no bajo los palos, todo invita a pensar que Iñaki Peña deberá tomarle otra vez el relevo.
«Se probará en la misma mañana»
En Vallecas, canterano dio la sensación de que podría haber hecho más para evitar que los locales se adelantaran en el marcador, pero no hay que olvidar tampoco que Europa ya fue su gran escaparate en 2022. Entonces, durante su cesión por medio curso al Galatasaray y en la ida de octavos de la Europa League en el que el equipo turco se midió al Barça, firmó una actuación sencillamente estelar.
«Ter Stegen se probará en la misma mañana del partido, para ver cómo anda de dolor. Prácticamente, no ha podido entrenarse con el grupo, pero es uno de los capitanes y siempre está para sumar», deslizó un Xavi que parece muy consciente de que, salvo casi un milagro, el alemán tendrá que ver el choque con el Oporto como mínimo desde el banquillo. El entrenador, desde luego, sabe muy bien de la importancia de este encuentro con vistas al futuro.
«desde el primer minuto»
«Para nosotros es un partido importantísimo, vital, porque tenemos las opciones intactas de quedar primeros de grupo. En caso de victoria, nos aseguraríamos el primer puesto después de dos años sin clasificarnos para los octavos. Por eso, lo afrontamos con mucha ilusión y esperamos a nuestra afición. Les necesitamos más que nunca y ojalá salga una noche mágica», arengó el egarense.
«Hay que ir a por los partidos desde el primer minuto, eso es lo que nos está faltando. Sólo reaccionamos cuando hay una urgencia, en los últimos minutos. Hay que darle la vuelta, es parte del proceso. Sabemos cuál es el camino, hay que competir y el partido con el Oporto puede ser un punto de inflexión», reflexionó el entrenador. «Esto es el Barça y nos jugamos muchísimo. Los resultados marcarán el devenir de la temporada. En un mes, llegará la Supercopa, y volveréis a preguntarme lo mismo. No cambia nada. Estar aquí implica mucha presión y queremos competir de la mejor manera posible», sentenció en la rueda de prensa previa al encuentro de esta noche ante los portugueses.
