El Atlético se lleva un derbi ‘de arcilla’ con autoridad ante un Real Madrid muy blando en defensa

El Atlético se lleva un derbi 'de arcilla' con autoridad ante un Real Madrid muy blando en defensa

LaLiga EA Sports 2023 – 2024


Atlético de Madrid- Real Madrid (3-1)

Actualizado

Los rojiblancos rompen la racha en Liga, solo una victoria en los últimos 14 duelos, ante su eterno rival y ganan con autoridad.

Morata anota un gol ante Kepa en el derbi madrileño.OSCAR DEL POZOAFP

Del derbi de cemento a la arcilla. De un partido cerrado a una locura. Parpadeabas y te perdías una ocasión de peligro. Lo que parecía una partida de entrenadores, se convirtió en un duelo de jugadores. El público acudía al Metropolitano a ver un partido de pocos goles y, solo en la primera parte, habían caído tres más uno anulado y alguna ocasión más para engrosar la cuenta. La segunda, también abierta, solo vio el segundo de Morata para cerrar ese 3-1 final.

Simeone no iba a cambiar su filosofía ni su estrategia. Los cinco de atrás son inamovibles y ahora parece haber encontrado en Lino lo que tenía con Carrasco: sacrificio y profundidad. El brasileño fue un puñal ante un desafortunado Lucas Vázquez que, a decir verdad, tampoco es que recibiera mucha ayuda. En su cara centró Lino sin oposición para que Morata abriera el marcador, también sin oposición. A Alaba no parece gustarle defender centros laterales.

Era el minuto tres y aún quedaban 15 minutos más de zozobra madridista. El equipo había salido en un extraño rombo de cinco medios, con un sólo delantero puro (Rodrygo) y sin eneryía, como le gusta decir a Carlo Ancelotti. El italiano había decidido sacar a Kroos y a Modric de inicio que, para la parroquia madridista, parecen un pack indisoluble por sus Champions compartidas y, la verdad, Kroos no sólo es más joven sino que juega con otro tranco.

Griezmann en un lance de juego con Bellingham.THOMAS COEXAFP

“Me puse a llorar tres o cuatro horas”, decía con ironía el entrenador Carlo Ancelotti sobre la posible baja de Bellingham para el derbi por unos problemas estomacales. Sin embargo, esas lágrimas bien podrían ser por Modric. El croata parecía jugar a otra velocidad. Siempre lo parece, pero normalmente es a una más que el resto no a una menos. A ciertas edades, sin la continuidad necesaria ni la juventud para paliarla, cuesta entrar en dinámica. Koke, sin embargo, no pareció notar su inactividad. En los 45 minutos que le dio el Cholo, el capitán rojiblanco estuvo muy activo. Los mismos, por cierto, que Ancelotti dio a Modric.

Mientras Modric no encontraba ni el ritmo ni el toque, el Atlético seguía a los suyo. Y lo suyo era explotar la espalda de los laterales. Obligados por el rombo a ser muy profundos, les cuesta llegar atrás y eso el Cholo lo vio desde la charla del vestuario. Un nuevo centro, este de Saúl, con Lucas superado, lo cabeceó Griezman en el corazón del área sin oposición. A Alaba no le gusta defender los centros laterales.

Con esa renta, el Atlético aculó aunque no tanto como para no exigir a Kepa una gran intervención tras un remate de Saúl. De nuevo la espalda de un lateral, esta vez de Fran García, había convertido el cemento madridista en arcilla.

Oblak, inédito

En el minuto 30, el Madrid homenajeó a Oblak por sus 300 partidos como rojiblanco y decidió tirarle a puerta. Más que nada por confirmar que el esloveno seguía bajo palos. Era la primera vez que lo hacía el equipo que más remate hace de LaLiga con 18 por partido. Los últimos 15 minutos de la primera mitad, en cambio, sí fueron blancos y en el 35 llegó el gol de Kroos que les acercaba en el marcador y dos minutos después pudieron empatar si Alberola no anula un gol en el que había fuera de juego posicional de Rudiger.

Paso por vestuarios y bucle de salida. Espalda de Lucas, centro lateral de Hermoso y cabezazo a la red de Morata. No nos gusta repetirnos, pero a Alaba no le gusta defender centros laterales. A partir de entonces, y con esa renta, el Atlético se refugió más cerca de Oblak y aguantó las embestidas blancas con alguna salida con peligro, incluido un larguero.

Los cambios del Madrid le dieron más dinamismo, pero no el suficiente para perforar la portería de Oblak. A fin de cuentas es de los equipos de LaLiga que más ocasiones necesita para marcar, casi ocho. El Atlético termina con una racha terrible ante su vecino, apenas una victoria en los últimos 14 enfrentamientos ligueros. La última, en 2016, fue sólo por 1-0 y marcó Griezmann, aquello sí era cemento.

kpd