Los seguidores del Barcelona sufrieron este miércoles un buen susto en el partido de Champions contra el Estrella Roja. Corría el minuto 65 cuando Pau Cubarsi recibió una patada en el rostro que hizo temer lo peor tanto a jugadores como cuerpo técnico del club catalán.
La sangre manaba abundantemente de la cara del jugador, que en una disputa de balón con el delantero Spajic se llevó un brutal puntapié que hizo que se desplomara sobre el terreno de juego.
Rápidamente, jugadores de ambos equipos hicieron gestos ostensibles para que las asistencias entraran a atender al defensa con toda la celeridad que fuera posible y tras una primera revisión sobre el césped se pidió el cambio. Su plaza en el eje de la zaga la ocupó Sergi Domínguez.
Pau Cubarsí, ensangrentado durante el duelo con el Estrella Roja.PEDJA MILOSAVLJEVICAFP
El entrenador del Barcelona, el alemán Hansi Flick, ha confirmado que Cubarsí “está bien”. “Le han puesto unos puntos, pero es joven”, dijo Flick sobre el estado del central azulgrana a la conclusión del encuentro de la cuarta jornada de la Liga de Campeones.
Tres semanas después de su triunfo en Montjuïc, el PSG se exhibió de nuevo en Leverkusen (2-7). El vigente campeón de la Champions aprovechó las dudas defensivas del Bayer para imponer la calidad de Désiré Doué y Khvicha Kvaratskhelia. La primera se vio agitada también por las expulsiones de Illya Zabarnyi y Robert Andrich, aunque los parisinos no notaron la ausencia de su central. El encargado de hacer olvidar al ucraniano fue Nuno Mendes, que no sólo controló la situación desde el eje de la defensa, sino que firmó un gol y una asistencia. Cumplida la hora de juego, Luis Enrique dio paso a Ousmane Dembélé, que volvía tras siete semanas de baja. El ganador del Balón de Oro anotó el 2-6 y Vitinha cerró el resultado en el añadido.
Casi cinco meses después de su espectacular final en Múnich, Doué coronó su regreso a la máxima competición de la forma más espectacular posible. En su primer partido de Champions, el joven delantero mostró su colosal talento con una secuencia rapidísima de control con la derecha y disparo con la zurda para poner el balón fuera del alcance de Mark Flekken en el minuto 41. Tres después, dio el pase inicial tras la recuperación de Achraf Hakimi para Kvaratskhelia, cuyo disparo cruzó la línea tras chocar dos veces en la madera.
Y justo antes del descanso, con un magnífico disparo con efecto, Doué sentenció el triunfo, dando a su equipo una segunda parte de 10 contra 10 llena de dominio y control. El protagonismo pasó entonces a Dembélé, al fin restablecido de su problema en el muslo derecho. "Entré un poco como de puntillas porque cuando uno regresa de lesión no está aún al 100%. Quería haber entrado ya ante el Estrasburgo, pero el entrenador me dijo que esperase un poco más. Me he sentido muy bien", declaró el ex delantero del Barça.
Destacó también el primer gol con la camiseta parisina de Willian Pacho, autor de un bonito cabezazo picado a centro de Nuno Mendes. Ante los 1.800 aficionados desplazados a Leverkusen, los jugadores de Luis Enrique enviaron un mensaje nítido a Europa: quieren conservar su corona.
El Nápoles cae a plomo en Eindhoven
El otro foco de interés de la jornada llegó en Eindhoven, donde el PSV arrasó sin piedad al Nápoles (6-2), que volvió a añorar al lesionado Romelu Lukaku. Los locales se repusieron al madrugador 0-1 de Scott McTominay. Pero el conjunto de Peter Bosz encontró los recursos para remontar ante el vigente campeón de la Serie A.
En dos minutos, el PSV niveló con un autogol de Alessandro Buongiorno y luego se adelantó por medio de Ismael Saibari (minuto 37). A partir de entonces llegó el festival holandés, con los tantos de Dennis Man (54, 80), Ricardo Pepi (87) y Couhaib Driouech (89). Un terrible golpe para los partenopeos, apenas suavizado por otro gol de McTominay en el tramo final.
Ya conocemos las eliminatorias de cuartos de final de la Champions League. Real Madrid - Manchester City, PSG - Barcelona, Atlético - Dortmund y Arsenal - Bayern. Aquí desgranamos las virtudes y defectos de los rivales de los españoles.
Madrid-City: un ogro casi inmejorable
El pasado verano, feliz tras el éxtasis de su primera Liga de Campeones, el Manchester City salió al mercado y se gastó 241 millones. Así, como si necesitara darle la vuelta a un equipo en reconstrucción, como si no tuviera ya la mejor, o una de las dos mejores, plantillas de toda Europa. Llegaron el defensa croata Josko Gvardiol por 90 millones, el delantero portugués Matheus Nunes por 62, el centrocampista belga Jeremy Doku por 60 y el centrocampista croata Mateo Kovacic por 29. Y ahora, ya en marzo, ninguno de ellos está entre los diez futbolistas con más minutos de la plantilla de Pep Guardiola esta temporada.
Ese resumen de los fichajes, su coste y su utilización habla a la perfección sobre los escasos ajustes que ha necesitado hacer el técnico de Santpedor en los últimos meses. Su Manchester City, el mismo Manchester City que le metió cuatro goles al Real Madrid en la vuelta de las semifinales del año pasado, sigue siendo una máquina de jugar al fútbol con las mismas piezas.
Ahí está Erling Haaland, con 29 goles en 33 partidos, en un curso lejos de números históricos pero cerca de la voracidad anotadora que ha mostrado siempre. Ahí está Kevin De Bruyne, de vuelta de una lesión que sólo le ha permitido disputar 700 minutos, pero que le hace llegar fresco al cruce con el Madrid, al que ya marcó en el Bernabéu el año pasado. Y ahí está Rodri, eje del campeón, con más de 3.000 minutos, y 7 goles, esta campaña.
Todo pasa por las botas del español, quizás más que nunca, en un equipo que sufrió un pequeño bache en la Premier al inicio de curso y ahora se jugará la liga en primavera contra el Arsenal y el Liverpool, de los que les separa un sólo punto. Puede ser que ahí, en la necesidad de seguir compitiendo el torneo doméstico, surja una pequeña ventaja para el Madrid, líder de la Liga con siete puntos de ventaja sobre el Girona.
Pero la realidad es que este City tiene argumentos de sobra para competir en todas las competiciones. Prueba de ello es el triplete del curso pasado: Champions, Premier y FA Cup. De momento, y a pesar de las dificultades, este año sigue vivo en las tres. Y lo hace, en parte, gracias a un fondo de armario que asusta. El portero Ederson se lesionó ante el Liverpool y es duda para la eliminatoria, siendo el único lunar de cara a la lista contra el Madrid. Mientras, en defensa Walker, Dias, Aké, Akanji, Gvardiol y Stones se reparten los tres puestos defensivos que está usando Guardiola en sus alineaciones. Sí, sólo tres. El técnico está metiendo ahora a Stones como segundo mediocentro, al lado de Rodri, pero sus laterales ya son centrocampistas, no defensas.
Foden, Julián Álvarez y Doku, además de Grealish, ahora lesionado, comparten rol en las bandas, dejando dos puestos en la mediapunta que siempre, salvo lesión o rotaciones, son para De Bruyne y Bernardo Silva. El belga marcó en la ida contra el Madrid y el portugués anotó el primero de la vuelta, iniciando la goleada. Son los creadores del miedo: las arrancadas y remates de Haaland, que viene de marcar 5 goles en un partido de FA Cup ante el Luton y acumula 7 en los últimos cuatro encuentros. Estuvo un mes fuera por una lesión en el pie, pero ya está de nuevo en forma.
Así es el club que suma mayor valor de mercado en su plantilla: 1.270 millones. Un ogro casi inmejorable que volverá a medir el nivel del Real Madrid.
PSG-Barça: los jóvenes y Luis Enrique
YOAN VALATEFE
Hablar del PSG, hasta el próximo 30 de junio, es hablar, cómo no, de Kylian Mbappé. Pero el conjunto que entrena Luis Enrique es también mucho más que el talentoso delantero francés. El ex seleccionador y ex técnico del Barça ha sabido apostar por la incorporación de talentos jóvenes y ha encontrado también en otro ex azulgrana, Ousmane Dembélé, al mejor escudero para su gran estrella. El Mosquito parece haberse librado por fin de la plaga de lesiones que minaron su etapa barcelonista y acumula 12 asistencias en los 32 partidos que ha jugado esta temporada.
Menos presencia, en cambio, ha tenido un Marco Asensio que no acaba de convencer al asturiano y que, tras estar dos meses y medio de baja por una lesión en el pie, ha vuelto ahora al dique seco por unos problemas musculares.
En la zaga, el brasileño Lucas Beraldo, quien llegó al club en el pasado mercado de invierno, se ha convertido en una pieza fundamental a pesar de que sólo tiene 20 años. Su progresión ha sido fulgurante desde que debutó en 2022 con el Sao Paulo. En la banda derecha, mientras, cuenta con la presencia de un Achraf Hakimi que combina sus cualidades defensivas con una nada desdeñable aportación en ataque. Bajo los palos, cómo no, el titular indiscutible es el italiano Gianluigi Donnarumma, a pesar de que su juego con los pies no es en absoluto todo lo bueno que desearía su técnico.
De ahí, precisamente, que apostara por incorporar al ex azulgrana Arnau Tenas el verano pasado, pero el arquero, formado en las categorías inferiores del Barça, sólo ha jugado tres partidos este curso. Está en periodo de aprendizaje.
En el centro del campo, mientras, el equipo parisino cuenta también con otro talento joven que ha firmado un rápido ascenso hacia la élite: Warren Zaïre-Emery. Este futbolista, que prácticamente acaba de cumplir los 18 años, fue el debutante más joven en la historia de la entidad al estrenarse con el PSG con tan sólo 16 años y cinco meses y ya ha jugado también con la selección francesa. En cuanto a otro centrocampista bien conocido por la afición española, Fabián Ruiz, su presencia en la medular ha sido un tanto intermitente y, en los dos últimos duelos del equipo francés en la Ligue1, ni siquiera ha tenido minutos.
Un Dortmund a la deriva
INA FASSBENDERAFP
Desde 2015, durante la última temporada de Jürgen Klopp, el Borussia Dortmund no vivía una situación tan convulsa. No sólo sobre la hierba, donde el equipo muestra una irregularidad desesperante, sino también en los despachos. Con el entrenador y el director ejecutivo en la puerta de salida, aquel Dortmund modélico de hace una década navega hoy a la deriva. A 20 puntos del liderato en la Bundesliga, el único objetivo plausible hasta fin de curso será conseguir un billete para la próxima Champions. Y asegurar así la supervivencia económica. Si no cumple con esta premisa, el peligro de convertirse en un equipo de la zona media parece más que real en la cuenca del Ruhr.
Ayer, tras definir al Atlético como "un pequeño monstruo de las eliminatorias", Edin Terzic tuvo que hacer frente a alguna pregunta maliciosa en torno a la ausencia de sus mejores futbolistas en la selección alemana. Julian Brandt, Mats Hummels, Niklas Süle, Emre Can y Nico Schlotterbeck no cuentan para Julian Nagelsmann, que sólo ha convocado a Niclas Füllkrug de cara a los amistosos ante Francia y Países Bajos. En realidad, los periodistas no sólo pretendían analizar la decadencia de este Borussia, sino abordar otra cuestión de fondo. ¿Cómo es posible que el Dortmund quiera contratar a Nagelsmann como relevo de Terzic si ni él mismo confía en estos jugadores para la Eurocopa?
A esa cuestión debería responder Hans-Joachim Watzke, uno de los CEO más longevos del fútbol europeo, con 23 temporadas en el cargo. Sin embargo, el ejecutivo que hizo explotar a Erling Haaland o Jude Bellingham ya ha anunciado su marcha en 2025. Lo más probable, que a su baja se sume la de Matthias Sammer -histórico capitán del equipo campeón en 1997- que venía ejerciendo como consejero durante desde 2018. Sin ellos, la reconstrucción se antoja aún más incierta.
Casi 10 meses después de aquel 2-2 ante el Mainz, que le apartó del título de la Bundesliga en la última jornada, las críticas contra Terzic siguen marcando el día a día del Dortmund. Al mal juego del equipo ha habido que sumar dos notorias decepciones. Gio Reyna, llamado a liderar el proyecto, tuvo que salir cedido hace un mes al Nottingham Forest. Y el goleador Sebastian Haller sólo disputó cuatro partidos como titular en verano antes de perderse los dos últimos meses por una lesión de tobillo.
Las derrotas ligueras ante Bayern, Stuttgart o Leipzig y la eliminación copera frente al conjunto de Sebastian Hoeness mermaron la ilusión de la ruidosa Südtribüne. La llegada en enero de Jadon Sancho, sumado a las pinceladas de calidad de Hummels y Brandt, bastaron ante el PSV. Pero este Dortmund, donde el único futbolista que ha brillado por encima de la media es Gregor Kobel, su portero, tiene aún demasiadas cosas que mejorar para sorprender al Atlético.