Una España para unirnos (un rato) a todos: lo que va de Lamine y Nico Williams a Carvajal y De la Fuente

Una España para unirnos (un rato) a todos: lo que va de Lamine y Nico Williams a Carvajal y De la Fuente

La selección ha sido históricamente un foco de discrepancia nacional, algo con lo que enfadarse y discutir cuando la verdadera pasión del futbolero español, los clubes, dejaba un vacío que no se puede llenar sólo con la vaquilla del Grand Prix y tintos de verano. Incluso en la época gloriosa nos peleábamos. En 2008, el madridismo no perdonaba a Luis Aragonés que hubiera jubilado a Raúl; en 2010, el antimadridismo no perdonaba a Del Bosque que hub

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A estropearle la fiesta a Alemania

A estropearle la fiesta a Alemania

Visto lo visto en las elecciones francesas parece que la llamada de los deportistas galos para no votar a la ultraderecha tendrá el mismo efecto que la influencia de Taylor Swift para que los jóvenes eviten la reelección de Trump. O sea: ninguno. A veces los medios nos subimos a carros averiados tirados por mulas ciegas y sostenemos tesis falsas de mano de expertos de la farfolla y sociólogos de la nada. La cuestión es que el pronunciamiento de l

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Nico y Lamine no se quieren ir a la cama

Nico y Lamine no se quieren ir a la cama

Todavía no había arrancado la Eurocopa, y Joselu ya estaba adelantando en una entrevista en La Sexta, todo lo que iba a ocurrir. A la inocente pregunta de qué jugador llegaba siempre tarde, Joselu respondió que Nico y Lamine. Y a la de quién era el más empanado, respondió también que Nico y Lamine. Algo que se estaba gestando en la concentración de la selección española que amenazaba con asaltar el campeonato. Algo que no se entrena, que no se puede predecir al hacer la convocatoria, y que tampoco te va a resolver un software de inteligencia artificial.

Ahí el trabajo de Luis de la Fuente no di

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44 años para ver al jugador ‘total’: Nico Williams marca, asiste y no falla un pase, “pero no soy el mejor del torneo”

Actualizado Lunes, 1 julio 2024 - 11:40

"Con su edad yo jugaba al fútbol", confesaba Dani Olmo en las entrañas del estadio de Colonia, como si lo que habían hecho con 21 y 16 años Nico Williams y Lamine Yamal para derrotar a Georgia y llevar a España a cuartos de final fuera otra cosa.

Él había marcado un gol, como también Rodrigo, MVP del partido, y Fabián, pero las miradas no podían separarse de los chavales de España, capaces de jugar a 'piedra, papel o tijera' un segundo después de volver a hacer historia. La selección ha ganado los cuatro primeros partidos por primera vez en una Eurocopa. Lo colectivo se impone a lo individual en esta selección, se encargan de repetir todos los jugadores, pero el protagonismo es de los dos endiablados extremos. Son un arma diferencial que, además, pulveriza registros.

Desde 1980 no había habido un futbolista 'total' en el campeonato de Europa, capaz de marcar, asistir y no errar ni un sólo pase. 44 años hasta que apareció Nico Williams para asistir a Rodrigo en el gol del empate, marcar el tercer tanto que sellaba el billete a Stuttgart y acertar cada uno de los 46 pases que intentó. Aún así, no quiere halagos.

"Vengo del barro y esto es un sueño hecho realidad. ¿Quién es el mejor jugador del torneo? No lo sé, pero yo no soy", aseguraba al acabar un partido en el que se retó con su amigo Lamine Yamal. "Me va a tener que aguantar toda la semana, pero espero que él marque pronto", deseó el jugador, que tuvo el respaldo de toda su familia en la grada y el detalle de regalarle su camiseta a un aficionado con la camiseta del Athletic.

Nico bailó con su amigo Lamine y ambos retan con descaro juvenil a otra pareja de alas que está volando en este campeonato: los alemanes Musiala y Wirtz. "Sin duda me quedo con Nico y Lamine", reconocía Dani Olmo, que conoce bien a los germanos.

De los 35 disparos a la portería de Mamardashvili, el mayor registro de una Eurocopa, un puñado fueron del joven jugador del Barça, que busca el gol que le convierta en el jugador más joven en marcar. "Me lo guardo para cuartos ante Alemania", bromeaba en la zona mixta. Y es que, como admitía Dani Olmo, con la pelota y sin ella, Nico y Lamine "son un espectáculo".

Nico, sexo y 'rock and roll'

Nico, sexo y ‘rock and roll’

La forma en la que se afronta la adversidad establece la condición competitiva. Es difícil, pues, saber qué se puede esperar de un equipo hasta que no va por detrás en el marcador. España no lo había estado en toda la primera fase, por lo que se trataba de una prueba por la de que debía pasar. Georgia no es uno de los adversarios que la llevan al extremo, pero en esas situaciones, importa el trance, no el rival. Le sucedió también a Inglaterra frente a Eslovaquia. La selección reaccionó mucho antes que los pross, gracias al disparo de Rodri, pero es evidente que la presión lastra la velocidad

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España suda antes de golear a Georgia y se cita con Alemania en cuartos

España suda antes de golear a Georgia y se cita con Alemania en cuartos

Conviene, en estos torneos, romper a sudar. Y España todavía no había roto a sudar desde que llegó a Alemania. Un poquito contra Croacia, si acaso, y otro porquito contra Italia, pero paren de contar. Ayer sudó, y sudó bien sudado, pues pese a la holgura final, España pasó un mal rato ante Georgia, a la que sólo doblegó a falta de un cuarto de hora después de tener que remar contra la corriente durante 75 minutos para terminar, sí, goleando y con la sensación de que el torneo, por fin, ha empezado. El viernes, a las seis de la tarde, espera Alemania en Stuttgart en los cuartos de final, y allí llegará España sudada, que es como hay que llegar a esas citas. [Narración y estadísticas (4-1)]

Georgia es una selección menor. Con el veneno de quien juega por algo más que una victoria, con el vigor nacido en un sentimiento nacional de rebeldía, con el brío de quien lucha por su gente, que no por su Gobierno. Con la sensación, en fin, de poder lograr mucho más que un estúpido acceso a los cuartos de final de una Eurocopa, de lograr, por qué no, cambiar la historia de su país. Con todo eso, sí, pero Georgia es una selección menor.

De hecho, de no ser por la parafernalia que acompaña a los partidos en un gran torneo, con sus controles de seguridad, sus perímetros exagerados, su colorido en las calles por la mañana y sus 52 tipos calentando en el campo, podría pasar por cualquiera de esos choques que juega España contra un rival inferior en cualquier capital de provincia un sábado de octubre camino de alguna fase final como esta. Georgia es una selección menor, pero hizo sudar a España la gota gorda porque, llegados a este punto del torneo, la ausencia de red provoca vértigo, y durante mucho tiempo España temió caerse y perder contra una selección menor.

De repente, el caos

De la Fuente no tocó el once, para qué, y en la primera jugada Nico Williams encaró a Kakabadze y sacó un centro. En la segunda Carvajal centró también tras una conducción de Lamine. Los dos primeros intentos de contragolpe de Georgia murieron en su propio campo y el primer balón que le llegó a Unai Simón lo paró y lo jugó sin riesgos para Rodrigo. Eran los primeros cinco minutos y todo tenía muy buena pinta, una de esas noches en las que lo único por lo que se puede apostar es en por el minuto en el que llegará el primer gol. En este caso fue en el 17 y fue de Le Normand, pero como fue en propia puerta, lo cambió todo. En el primer pasillo que encontró Georgia, el lateral derecho, de nuevo Kakabadze, llegó al lateral del área y su centro, muy tenso, golpeó en el central español para meterse en la portería.

Y de repente, el caos. Pedri no era capaz de domar un balón, Carvajal se resbalaba, Rodrigo entregaba melones en lugar de balones, los contragolpes de Georgia salían bien a dos o tres toques... Era el momento de medir el cuajo de la selección española, a la que de momento en este torneo le había ido todo de cara, jugando bien como contra Italia, regular como contra Croacia y regular también como contra Albania con los suplentes. Era el momento de calibrar esas otras cosas que no son exactamente fútbol: saber controlar la ansiedad, no dejarse atrapar por los nervios, jugar con la presión de quedarse fuera... Y durante unos minutos España no dio sensación de sobreponerse al gol.

El zurdazo de Rodri para el 1-1 en Colonia.

El zurdazo de Rodri para el 1-1 en Colonia.AFP

Había rematado Fabián, y el propio Pedri, los dos por arriba, pero el balón ya no fluía, las piernas pesaban y los ojos no veían bien. Conforme pasaba el tiempo, peor pinta tenía. La sombra del partido de Inglaterra, disputado antes, empezó a sobrevolar Colonia. Por suerte para España lo evitó Rodrigo, ayer más impreciso de lo habitual, pero quirúrjico en un disparo con la zurda desde la frontal (hasta ahí permitía controles Georgia, aculada sobre Mamardashvili en eso que los modernos llaman bloque bajo y que en realidad se llama poner el autobús). La posición de Morata, en fuera de juego y en la trayectoria del balón, dejó alguna duda, pero el VAR dio el visto bueno y España llegó aliviada al descanso. Que no era poco.

Dani Olmo por Pedri

A la vuelta del refrigerio no hubo tiempo para demasiadas cosas. En una jugada de esas que definen las diferencias entre esta España y otras recientes, Lamine tiró una diagonal, y eso terminó con una falta en la frontal que él mismo lanzó. El paradón de Mamardashvili dio origen a una segunda jugada en la que, de nuevo Lamine, puso un centro maravilloso de fuera a dentro que Fabián, metido a delantero centro, remató para poner por delante a la selección, a la que Luis de la Fuente le metió una alternativa: quitó a Pedri, bastante oscuro toda la noche, y metió a Dani Olmo. Había más de media hora por delante, y aunque el equipo ya mandaba en el marcador, ni de lejos tenía el partido solventado.

En esos minutos perdonó Lamine el tercero, y De la Fuente quitó a Morata para meter a Oyarzabal y a Cucurella para meter a Grimaldo. El cansancio de los georgianos, un equipo bastante veterano en su estructura, también ayudó lo suyo. El árbitro anuló el tercero a Lamine por un fuera de juego bastante claro, pero justo después se activó la otra motocicleta de la que dispone España. Fue Fabián el que, nada más recuperar la pelota en un ataque nada benévolo del rival, lanzó un balón largo a la carrera de Nico Williams. El extremo todavía del Athletic arrancó desde su campo, se plantó en la frontal, regateó y la puso arriba, imposible para Mamardashvili.

Quedaba un cuarto de hora y, ahí sí, respiró España, definitivamente en calma con el cuarto, obra de Dani Olmo. Vivió plácido el final la selección, mirándose la camiseta y sabiendo que, ahora sí, una vez que empiezas a sudar, las cosas van mejor. Un susto, si se solventa, ayuda en el futuro.

Sin tensión en la guarida de Georgia: una Eurocopa “hecha”, jabón a España y el temor de Mamardashvili

Actualizado Viernes, 28 junio 2024 - 22:52

Georgia fue la última selección que consiguió billete a la Eurocopa y para su cuartel general se tuvo que conformar con lo que había disponible en la zona donde más sedes se concentran. Ni la idílica Selva Negra ni el castillo de Inglaterra ni la elegante Paderborn de Francia. Su guarida está en Velbert, en la cuenca minera, a medio camino entre Düsseldorf y Dortmund, en las pequeñas pero coquetas instalaciones del Sport Und Spielvereinigung, un equipo de la quinta división alemana.

Eso sí, las vistas no son paradisiacas: una fábrica y el aparcamiento de camiones de una cantera cercana. Nada importaba ayer cuando volvió al trabajo el equipo de Willy Sagnol tras un día con sus familias. «Ya hemos hecho una buena Eurocopa, ahora toca disfrutar. Vamos a competir porque, aunque somos un país pequeño, tenemos un corazón grande». Fue el mensaje que lanzó Giorgi Mamardashvili, uno de los tres mosqueteros que han impulsado la proeza de la selección debutante.

El guardameta del Valencia tenía un valor doble como protagonista: es el mejor portero del torneo, la revelación, y es, además, él único que habla castellano, junto a Kochorashvili, centrocampista del Levante que lleva años en España. La decena de periodistas que acompaña a los georgianos se multiplicó por tres. La clasificación y, sobre todo, el rival, les han puesto en un foco que no esperaban. Por eso su mensaje estaba muy claro: «España es la gran favorita para ganar el torneo. Los conocemos, sabemos de la calidad de los goleadores, de sus asistencias, y tienen en mejor portero de esta temporada en LaLiga», confesó Mamardashvili, que admira a Unai Simón. A quien más teme es a Lamine Yamal. Como diría cualquier equipo. Y eso que quien le batió en la fase de clasificación fue Nico Williams.

La parada a Dalot

Una vez puesta la piel de cordero, comenzaron a lanzar órdagos. «En el 7-1 hubo mala suerte. Nosotros tenemos que estar concentrados, defender muy bien y salir al ataque», advertía el portero. «Debemos estar muy juntos y muy atentos. Somos pequeños, pero no tenemos miedo», subrayaba el central Luka Lochoshvili.

Han interiorizado que son todos para uno, Khvicha Kvaratskhelia, y tres para todos: el jugador del Nápoles, Mamardashvili y Georges Mikautadze. El líder conocido y los dos inesperados, que siguen dejando que el peso recaiga sobre el veloz extremo. «Kvaratskhelia es mejor que toda España junta», se despachó el arquero, que aseguro haberse «preparado todo el año para llegar aquí en estas condiciones». Se ha convertido en estrella por sus paradas, de las que se queda como la mejor con la que le hizo al portugués Diogo Dalot. «Aunque no sirviera porque pitó el penalti», se lamenta.

Tranquilo está el portero y también el máximo goleador de la Eurocopa que, como otros compañeros titulares, saltó al césped en zapatillas y mantuvo una larga charla con uno de los ayudantes de Sagnol. Quizá fuera sobre el reparto de la prima de 10 millones que Mamardashvili confirmó que les ha ofrecido el oligarca Bidzina Ivanivishvili si eliminan a España. O quizá su fichaje por el Mónaco, que le libra de jugar en la segunda división francesa tras el descenso del Metz.

Los futbolistas de Georgia, el viernes en Velbert.

Los futbolistas de Georgia, el viernes en Velbert.EFE

Menos claro está el futuro de Mamardashvili. Peter Lim le tiene en el escaparate con la etiqueta de 35 millones de euros. Ha pulido un diamante que cobró en su primer año 70.000 euros de ficha y 7.000 por partido con el primer equipo. Jugó 21 en total y se embolsó más del doble que su sueldo bruto.

No había presión alguna en el ambiente del equipo georgiano. Los titulares corretearon por el campo, dejando muy claro que Sagnol no prepara cambios, y los suplentes aumentaron el ritmo. Nada reflejaba que las tímidas quejas del técnico francés por contar con menos descanso que España hubieran acelerado sus planes. Lo tienen claro. «Es en el césped donde ha de ejecutarse lo planeado», advertía Lochoshvili, mientras Mamardashvili se colocaba los guantes y Kvaratskhelia, con tres saltitos sobre el pie izquierdo y santiguándose, saltaba al césped.

Cosas que sabemos después de una semana

Cosas que sabemos después de una semana

Después de una semana, ya tenemos algunas certezas:

1ª. España está entre las cuatro favoritas. Para qué negarlo: no hay nadie mejor. Ni Inglaterra, ni Francia, ni Portugal. Al mismo nivel, acaso Alemania. Mejor, nadie.

2ª. La certeza número uno tiene mucho más mérito si tenemos en cuenta un detalle: no ha habido selección que se haya enfrentado a dos rivales así. Croacia quedó tercera en el último Mundial e Italia ganó la última Eurocopa.

3ª. Luis

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La gran noche de Nico Williams: un audio eufórico, el trofeo para su madre y un reto para ‘padrear’ a Lamine Yamal

Actualizado Viernes, 21 junio 2024 - 13:11

"Volando bajito se vive mejor". No quiere Nico Williams despegar los pies del suelo, ni siquiera para rematar de cabeza, "que es algo que no se me da bien". Ante Italia, destrozó a Di Lorenzo, encaró sin piedad a Bastoni y se convirtió en el mejor jugador del mejor partido de España. "Puro cine Jr.", le escribía en redes sociales su hermano Iñaki.

Para saber más

Todas las miradas estaban puestas en él, hasta la de Felipe VI, que no salió del vestuario hasta saludarle. Como ya no estaba en el césped cuando acabó el partido y el cuerpo técnico hizo pasillo a los futbolistas, se llevó la ovación en el vestuario. Llegó con el trofeo de MVP en la mano, que tiene destinataria: "Eso es para mi madre, que se lo ha ganado durante muchos años". María Arthuer lleva años recibiendo alegrías de sus hijos, pero ayer Nico ante Italia, la campeona de Europa, dio un paso más. Eso es lo que le dijo su hermano Iñaki en un audio que se encontró en el móvil nada más agarrarlo en el vestuario. "Me ha dicho que he llevado el apellido de los Williams al mundo del fútbol", admitía el jugador sujetando un trofeo ligero de peso pero muy valioso.

Nico reconoció que había cuajado "el partido más completo" con la selección desde su debut en septiembre de 2022 ante Portugal, con Luis Enrique en el banquillo. Un año antes, Luis de la Fuente ya lo había enrolado en su Sub-21. "Una de mis virtudes es que conozco mucho a los jugadores y sé darles lo que necesitan", explicaba el seleccionador tras la victoria. Nadie puede negarle que así es. Les exprime y les lleva a cumplir sueños. "Me pide que encare, y eso hago. Hace unos años sólo soñaba con jugar una Eurocopa y ser el mejor jugador", confesaba Nico, que tiene un reto.

De la Fuente: "No hay ninguna selección superior a nosotros"© UEFA 2024

Bautizar el nuevo estilo

Pese al descaro juvenil, no se atreve Nico a bautizar el juego de España más allá de con la palabra "verticalidad", pero promete que lo pensará: "Hemos variado un poco, no todo es jugar con posesiones muy largas, porque estamos jugadores como yo, Lamine, Ferran o Ayoze, que nos gusta encarar y driblar y está muy bien este nuevo estilo".

Se lleva muy bien con Cucurella como socio de banda -"nos entendemos a la perfección", puntualiza- para repartir ataques y repliegues. Se ampara en la veteranía de Navas pero, sobre todo, conecta de una manera generacional con Lamine Yamal, que ayer enloqueció también a Di Marco y a Pellegrini. No marcó, pese a que tuvo algún disparo endiablado y eso le hace tener que cumplir el reto que le lanzó Nico. "Le he picado con el trofeo. Ya le he dicho que tiene que aprender de su padre, que disfrute de esto y ojalá pueda conseguir uno, que se lo merece". Son los deberes de Yamal en esta Euro. Nico, ya se ha puesto al día.

Del tiqui-taca al toma y daca

Del tiqui-taca al toma y daca

A esta nueva selección le ha acompañado hasta Alemania una máxima: la muerte del 'tiqui-taca'. Se ha dicho con algo de hastío, incluso desprecio. Lo primero que hay que decir es que el tiqui-taca dio mucho a España, el mejor periodo de su historia, una trilogía única: Euro-Mundial-Euro. Respeto, pues. Esta selección está a otra cosa, porque cambian los futbolistas y cambian las tendencias, ya que el fútbol no es ajeno a la 'Ley del péndulo', pero

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