Alcaraz se sacude las abejas de encima para barrer a Zverev
Carlos Alcaraz superó a un rival incómodo como Alexander Zverev para alcanzar las semifinales de Indian Wells en un partido que difícilmente podrán olvidar. Una invasión de abejas, pegadas a una de las cámaras panorámicas, obligó a suspender el partido durante casi dos horas, dejando escenas insólitas sobre la pista central del desierto californiano. Alcaraz se vio rodeado por una nube de insectos y tuvo que salir corriendo de la pista, sacudiéndoselas de encima con la raqueta. Una de ellas le picó cerca de la frente.
Tuvo que salir un apicultor para solucionar una crisis inédita en el circuito profesional de tenis. Acabó convertido en héroe, sin ningún tipo de protección y aspirando las abejas con mucha tranquilidad, fumigando la pista después, haciéndose selfies con la grada y dando lecciones sobre la plaga de insectos voladores a los jugadores en pista. Por suerte, el asunto tuvo final feliz para el español. Arrasó a Zverev por un contundente 6-3 y 6-1, su verdugo en los cuartos de final del Open de Australia, citándose con el italiano Jannik Sinner en semifinales.
No hay duda de que Indian Wells es un torneo que se le da bien a Alcaraz. Las condiciones de calor y poca humedad favorecen su juego y como prueba, los resultados favorables de los últimos años. Ya tiene un título en el zurrón tras superar con claridad manifiesta a Medvedev en la final del año pasado, y con estas ya son sus terceras semifinales consecutivas.
Solo las abejas le hicieron sentir incómodo al murciano en pista. El resto fue una exhibición de tenis ofensivo. Zverev sintió como nadie las picaduras de un Alcaraz disparado hacia su segundo título en Indian Wells, con sensaciones similares a las que dejó tras vencer a Novak Djokovic en Wimbledon el año pasado.
Solo se habían disputado dos juegos (1-1) cuando las abejas se le echaron encima a Alcaraz. Tardaron dos horas en volver y el de El Palmar no parecía convencido, aún preocupado por los insectos. Fue una distracción pasajera. El parón, claramente, le sentó mucho mejor al español que al alemán. Se llevó los siguientes tres juegos y ya no cedió la ventaja en toda la manga, desplegando un nivel de juego notable.
Alcaraz hizo un trabajo impecable a la hora de controlar el servicio del teutón, probablemente su arma más letal. Zverev acostumbra a ganar el 75% de sus puntos sobre el primer servicio. El español estuvo fino al resto y fue superior en los intercambios de golpes, mucho más fresco de ideas que su rival. Ya en la segunda manga subió un peldaño más el nivel y barrió de la pista al gigante alemán, que no encontró respuesta para el vendaval de juego del número dos del mundo.
Por delante, el que se antoja como el choque más duro que le queda, contra Sinner, un rival que ha perdido un solo partido en toda la temporada. Lleva 16 victorias consecutivas, incluyendo las siete del Open de Australia, el torneo de Rotterdam y un camino sin sobresaltos hasta ahora en Indian Wells.
Será el octavo choque entre dos tenistas que hacen presagiar una rivalidad histórica entre ambos. Las últimas dos cayeron del lado del italiano, pero el vigente campeón en este torneo es Alcaraz. Las espadas, en todo lo alto.