La revolución de Luis Enrique sin Mbappé seduce a París: "Es provocador y soberbio, y eso, unido al éxito, encaja bien con esta ciudad"

La revolución de Luis Enrique sin Mbappé seduce a París: “Es provocador y soberbio, y eso, unido al éxito, encaja bien con esta ciudad”

Luis es nombre de reyes en el país que sublima la república. Los Luises de Francia fueron prácticamente una veintena, incluido Luis Felipe I, de la Casa de Orleans, que reinó durante un breve periodo, conocido como la Monarquía de Julio, antes de abdicar y dar paso, en 1848, a la creación de la Segunda República Francesa. Desde Luis I el Piadoso, los franceses tuvieron de todo: Luis II el Tartamudo, Luis V el Holgazán, Luis VI el Gordo, Luis XI el Prudente o Luis XII del Pueblo hasta el gran Luis XIV o Rey Sol, cuyo reinado, de 72 años, fue el más largo de la historia y marcó un tiempo de esplendor militar, además de reorganizar administrativamente el país y aplacar a la nobleza en favor de la política. También llevó el centralismo y el absolutismo al extremo, con el lujo de Versalles como metáfora. Luis XV, su nieto, fue su némesis, un desastre, y Luis XVI acabó por pagar los desmanes heredados y propios en la guillotina. La restauración trajo a otro Luis, un Borbón, pero la fascinación por la Revolución había cambiado a Francia para siempre. El país de todas las revoluciones, la burguesa, la estudiantil y hasta la sexual, vive otra en el fútbol de la mano de un Luis que no llega de Versalles. Es un sans-culotte del fútbol y la Champions, su Bastilla.

La seducción que produce Luis Enrique en Francia no tiene que ver únicamente con su trabajo en el PSG, a un paso de clasificarse para la finalísima de Múnich, si es capaz de hacer valer su ventaja sobre el Arsenal (0-1)m en la vuelta de las semifinales. Los resultados provocan crítica o reconocimiento, pero con el asturiano existe identificación merced a su personalidad en un país que ama la rebeldía, la irreverencia. Más que un país, una ciudad: París. «Luis Enrique es perfecto, porque es provocador y soberbio, y eso, unido al éxito, encaja bien con la ciudad», dice el filósofo y editor Thibaud Leplat, profesor en el Liceo Internacional de Madrid.

Luis Enrique da instrucciones, junto a Arteta, en Londres.

Luis Enrique da instrucciones, junto a Arteta, en Londres.NEIL HALLEFE

«Existe una fascinación entre la intelectualidad francesa por los personajes irreverentes, provocadores, y Luis Enrique lo es», añade Leplat. Es patente en la literatura, desde Simone de Beauvoir a Michel Houellebecq, pero también en el cine y hasta en el fútbol. Uno de los jugadores más contraculturales y antisistema de la historia fue el francés Éric Cantona, nieto de un exiliado de la Guerra Civil española. Cantonà era la revolución en carne y hueso contra cualquier forma de poder, incluidos los del propio fútbol que adoraba y le encolerizaba.

Cantonà acabó por pasarse al cine, aunque jamás jugó en el PSG, en cuyo origen se implicaron muchos personajes de la farándula, humoristas y actores como Jean-Paul Belmondo, uno de los canallas de la ficción. El entrenador Luis Fernández o David Ginola fueron en el campo fieles a esa condición que encaja con el carácter del español. "Es un club latino, mediterráneo, en el París que buena parte de Francia mira con desdén por el centralismo, porque para todo hay que pasar por la capital. Eso también contribuye a ser un club más odiado y a convertir cada partido en Estrasburgo, Lille, Niza o Marsella en choques con mucha tensión, algo a lo que se adapta bien un carácter frontal como el de Luis Enrique", continúa el profesor de filosofía afincado en España.

«Cualquiera que represente la revolución es, asimismo, adorado, porque la Revolución no es únicamente un periodo de nuestra historia, sino parte de la idiosincrasia de Francia. Hasta Emmanuel Macron título su autobiografía Révolution, aunque realmente su revolución no sea tal. En cambio, Luis Enrique, de alguna forma, ha impuesto la suya en un club sometido al dictado y los caprichos de las grandes estrellas», prosigue Leplat.

Mbappé, en un partido con el Madrid en el Bernabéu.

Mbappé, en un partido con el Madrid en el Bernabéu.BallesterosEFE

El PSG al que llegó era, en realidad, un Versalles de futbolistas siempre adocenados por el lujo, desde Ibrahimovic hasta Messi, y donde sólo existía un Rey Sol: Kylian Mbappé. Cuando se marchó, Luis Enrique dijo que el PSG jugaría mejor sin el actual delantero del Madrid. Una declaración más que provocadora, temeraria. El tiempo ha demostrado que tenía razón. «Se ha producido un efecto liberador con su marcha de París. Liberador para todos, el entrenador, el resto de jugadores, la hinchada y hasta los propietarios qataríes, que ahora están encantados con Luis Enrique, aunque los inicios fueron difíciles», recuerda Leplat.

Broncas a Mbappé, Dembélé o Asensio

El asturiano mantuvo su dialéctica habitual con los periodistas, una frontalidad que, unida a la irregularidad inicial del equipo, generó muchas críticas en su contra. A pesar de alcanzar las semifinales de la Champions, la temporada pasada, la forma de caer ante el Borussia Dortmund aumentó la sensación de impotencia en un momento de depresión por la pérdida de Mbappé, que meses atrás había comunicado al club su decisión. El documental No tenéis ni puta idea, sobre la figura del asturiano y su método de trabajo, realizado el pasado año por Movistar, no tenía inicialmente compradores en Francia, al contrario que en otros países. Esas voces críticas volvieron a arreciar ante las dificultades en la fase previa de esta edición de la Champions, pero a partir de noviembre, con el despegue del equipo, todo cambió y el documental, finalmente estrenado, arrasó.

«Michael Jordan cogía de los huevos a sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de puta. Te vas a pegar todo el partido presionando a Cubarsí, a Ter Stegen y volviendo rápido... Para ser un líder», dice Luis Enrique a Mbappé en una escena recogida por el documental. Hiperactuada o no, ha habido muchas broncas más. Mbappé se marchó a un lugar donde presionar no es una obligación, no por ahora, y también lo hizo Asensio, pese a pedir al asturiano discutir el problema en grupo. De eso nada.

Ni siquiera Dembélé, al que llamó personalmente para que dejara el Barcelona y fichara por el PSG, se libró de sus medidas disciplinarias por no respetar normas que el técnico considera claves para el crecimiento del equipo. Dembélé fue una petición expresa que Luis Enrique hizo a NasserAl-Khelaifi al llegar al club, la temporada pasada. Un futbolista de una verticalidad tan mortal como incomprensible, algo que conecta con el pasado como jugador del asturiano, delantero en el Sporting, lateral en el Madrid y prácticamente extremo en el Barcelona, pero siempre en vertical.

Dembélé celebra su gol en Londres.

Dembélé celebra su gol en Londres.NEIL HALLEFE

La salida de Mbappé tras las de Neymar o Messi, convertía al ex azulgrana en la gran referencia. Por ello, su caída de la convocatoria antes de jugar en el Emirates, durante la primera fase de esta Champions, desató una crisis. «Lo volvería a hacer», dijo Luis Enrique, pese a caer (2-0). «Ousmane no tiene un problema conmigo, es un problema de sus obligaciones con el equipo», añadió. El delantero acudió a pedir disculpas al técnico. Meses después, en el mismo escenario, el titularísimo Dembélé cobraba la valiosa ventaja de la semifinal.

El técnico ha conseguido optimizar las cualidades de Dembélé, al que suele llevar al centro para dejar las bandas a Barcola o Doué, el gran talento que viene. El crecimiento individual de todos los jugadores ha sido enorme, y la prueba está en el mediocentro Vitinha o hasta en la renovada confianza del gigante Donnarumma. Hay equipo y hay juego, "el mejor de la historia del PSG", según concluye en Francia, claro, pero lo que verdaderamente hay es un liderazgo desconocido, que asombra e inquieta a los dueños qataríes, y enamora a los parisinos. C'est la révolution.

La evolución de Arda Güler y la gestión de Ancelotti: "Ha chupado banquillo muy bien"

La evolución de Arda Güler y la gestión de Ancelotti: “Ha chupado banquillo muy bien”

Arda Güler lleva cuatro goles y ocho asistencias en 1.478 minutos. Es decir, produce un tanto cada partido y medio. Eso teniendo en cuenta que ha sido titular sólo en 16 ocasiones, que muchas de ellas (5) han sido en Copa del Rey y que otras se han dado en cuatro de las últimas seis jornadas de Liga. Y ha sido ahí, en el momento de la temporada más complicado para el Madrid tras la eliminación en Champions contra el Arsenal, donde no disputó ni un minuto, cuando el turco ha dado un paso adelante, coronado con el gol, segundo seguido, y la asistencia de ayer ante el Celta.

«El Güler de septiembre no es el mismo que el de hoy», admitía Carlo Ancelotti en sala de prensa. El nombre del turco ha sido una constante durante las comparecencias del italiano esta temporada. El público quería más minutos, los periodistas preguntaban por sus minutos y el entorno del futbolista, algo desesperado por momentos, dejaba caer directa o indirectamente que el técnico estaba siendo injusto con el joven centrocampista.

Entre septiembre y octubre se quedó en el banquillo sin jugar en cuatro encuentros, lo que provocó el nerviosismo de Arda, que intentaba brillar con Turquía en los parones internacionales. Quería más después de un primer curso en el que había anotado seis goles con el Madrid y había terminado siendo una de las revelaciones de la Eurocopa.

Pero Ancelotti no lo veía claro. No disputó ni un minuto en ninguna de las eliminatorias de Champions, tampoco en los dos duelos de la Supercopa de Arabia, y en febrero enlazó cuatro jornadas seguidas sin jugar y varias en las que apenas contó. Se desesperó y en Turquía se desesperaron con él, mientras Ancelotti pedía «paciencia» públicamente al futbolista y a su entorno.

El "palo" al entorno

Ahora la situación es diferente. Ancelotti le ha dado minutos y el turco ha respondido. «Hace dos meses le di un palo a su entorno y ahora les tengo que felicitar porque han hecho un buen trabajo», dijo ayer el italiano, contento por la «progresión natural» de su joven talento, aunque con mensajes hacia aquellos que dudan sobre cómo ha gestionado este curso del turco y también el del brasileño Endrick, otro de los futbolistas por los que ha recibido comentarios sobre su gestión.

«Yo tengo la responsabilidad de manejar la plantilla, no el individuo. A veces el no tener minutos afecta más a unos jugadores que a otros, es normal. Son jugadores jóvenes (Endrick y Güler) y lo he dicho ya antes, hay que chupar banquillo para ser titular indiscutible en el Madrid», declaró el entrenador transalpino.

«Arda lo hizo bien en el pasado, lo ha hecho bien este año y lo hará bien los próximos años. Tiene el perfil de un jugador importante para el Madrid, pero creo que el banquillo lo ha chupado muy bien, no le ha molestado, lo ha chupado bien», insistió, centrándose en el trabajo físico que ha hecho el futbolista.

«Tiene mucha calidad y ha trabajado mucho, nunca ha perdido la confianza. Es evidente que el Güler de septiembre no es el Güler de hoy, ha cambiado mucho, también su perfil físico, donde es más contundente y mantiene la calidad. Es la progresión normal de un joven en el Real Madrid», añadió.

La evolución del turco le da muchas papeletas para ser titular en el clásico de Montjuic ante el Barça, donde el Madrid, a cuatro puntos de los azulgrana, se juega la Liga. «Tengo el equipo claro. Rodrygo tenía fiebre para este partido, pero se recuperará y tenemos tiempo para preparar el encuentro. Güler va a competir por estar en el once titular», finalizó Ancelotti.

Contrastes

Contrastes

La Liga ofreció el sábado el máximo contraste posible. El primero de la clasificación contra el último. El casi campeón contra el ya descendido. Ese tipo de contraste se llama desigualdad. Pero el Barça lo pasó mal y, difuminado el abismo diferencial, elevó el contraste a, casi, contradicción. Salvó la papeleta en la contrastada distancia que media entre la unidad B y la A, que acudió al rescate.

Unos días antes, el martes, habían coincidido, en expresivo contraste, el ejemplo de modestia de un hombre que lleva fallecido 86 años y el de engreimiento de un mozalbete que aún no ha cumplido los 18. En la Real Academia de la Lengua, José Sacristán leía, como si fuera Antonio Machado, el discurso de ingreso que el poeta, elegido miembro de la Docta Casa en 1927, no leyó nunca, a pesar de haberlo prácticamente acabado en 1931.

En Barcelona, en rueda de prensa, Lamine Yamal se pavoneaba, desenvuelto, exhibiendo, en contraste con el torpe aliño indumentario machadiano, un extravagante aliño capilar, teñido de un dorado chillón que ofendía a la vista. Nadie del club le ha aconsejado u ordenado que sea más natural, en beneficio de la propia imagen de la entidad. Ni mucho menos, claro, reprendido por presentarse de modo impropio ante el Rey tras la final de Copa. Desinhibido hasta lo irrespetuoso, el chaval dio, desafinada, la nota

Leía Machado con la voz de Sacristán: "No creo poseer las dotes del académico. No soy humanista, ni filólogo, ni erudito". Se iba arriba Lamine: "¿Crecido? Mientras gane, no pueden decirme nada. Con 17 años, el nivel al que juego no lo hace (sic) cualquiera". Para aficionados y periodistas no es incompatible la admiración por el juego de la criatura con la censura a esa forma de arrogancia que es el excesivo desparpajo. Sería recomendable que el muchacho, en lugar de ponerse ante su narcisista espejo a ver cómo le queda el "Flequillo de Oro", se mire en el discreto de Messi, con el que algunos ya le comparan.

Al día siguiente, contra el Inter, contraste del Barça entre su ataque y su defensa. El 3-3, a pesar de su paridad aritmética, reflejó desequilibrio. Expresó fortaleza ofensiva y debilidad defensiva. Así es el Barça de toda la temporada, en un contraste que equivale a descompensación.

Destaca, aunque no extraña, que, centrado en la figura de Ancelotti, que lleva en el Madrid desde 2021, se hable de fin de ciclo, y ni siquiera se roce el tema en la de Simeone, que aterrizó en el Atleti 11 años antes. Los ciclos, poco más que episodios, del Madrid son los de sus entrenadores. Los del Atleti no existen desde que está Simeone. Cuando se vaya, si es que eso ocurre alguna vez, no acabará un ciclo, sino una época. Más aún: una era. El contraste entre el Madrid y el Atleti en este campo es sinónimo de disparidad. Y se explica por la devoradora exigencia de máximos del Madrid frente a la resignación de secundario del Atleti a causa del contraste, dígase abismo, presupuestario.

No cabe mayor contraste que el del Madrid consigo mismo ante el Celta. De un 3-0 a un 3-2, y gracias. El equipo se aferra al clavo ardiendo del próximo "clásico". No será un duelo de detalles. Será de contrastes.

Güler y Mbappé aceleran hacia el clásico, el Madrid termina sufriendo ante el Celta y Montjuic decidirá la Liga

Güler y Mbappé aceleran hacia el clásico, el Madrid termina sufriendo ante el Celta y Montjuic decidirá la Liga

La Liga sigue en cuatro puntos antes del clásico de Montjuic gracias a Arda Güler, a Kylian Mbappé... y a Thibaut Courtois. El turco, que no disputó ni un minuto en la eliminatoria de Champions ante el Arsenal, brilló ante el Celta, abrió el marcador con un golazo y fue de nuevo el faro del Madrid en esta parte del curso, con el equipo tocado anímicamente. El galo marcó dos tantos y el belga salvó a su equipo en el tramo final, donde los blancos sufrieron con los dos goles de los gallegos, pero se mantienen a la sombra del Barça siete días antes del clásico.

Con una defensa de entreguerras, Carlo Ancelotti apostó a lo seguro. Retrasó a Tchouaméni y le acompañó por los tres únicos zagueros del primer equipo con salud: Lucas, Asencio y Fran. A partir de ahí, este final de temporada madridista parece dejar una cosa clara: el equipo es Arda Güler y diez más. El turco, que ya marcó en Getafe, se ha hecho con el centro del campo del Madrid y ha despegado cuando el técnico italiano le ha dejado. Es el único capaz de mezclar líneas en el 4-4-2 de Carletto, tiene visión, calma con balón y un disparo extraordinario, como demostró ante el Celta.

Y eso que el 2-0 del descanso fue un tanto engañoso. El cuadro de Claudio Giráldez fue valiente con balón y puso a prueba a Courtois en varias ocasiones, pero el belga voló para salvar a sus compañeros.

A los cinco minutos, Marcos Alonso ya acumulaba dos ocasiones claras en dos centros. Un cabezazo alto y otro que obligó a estirarse a Courtois para evitar el 0-1, todo bajo el runrún del Bernabéu.

El Madrid, lento con balón, algo que no es casualidad, se sintió más cómodo en el contragolpe, al espacio. Así llegaron sus mejores ocasiones, casi siempre desde los pies de un Vinicius irregular pero con capacidad para romper las líneas defensivas del Celta.

Por momentos, a los blancos les faltaba una pizca más de intensidad, como si el título de Liga no estuviera en juego. Ancelotti, tranquilo, pedía a Ceballos que moviera más al equipo con la pelota. Y en estas, a la media hora, el gol. El golazo.

Güler sacó un córner, se apoyó en Lucas, que se la devolvió, y desde el pico del área el turco se inventó un zurdazo con música que se coló en la escuadra de Guaita. El Madrid, sin juego, encontró el premio gracias al talento individual de un futbolista al que le ha costado tener minutos este curso, pero que le está salvando la pelea por la Liga en los últimos días.

El tanto golpeó a un Celta que era consciente de las ocasiones que había perdonado, y a los cinco minutos sufrió otro mazazo. De nuevo, con Courtois como protagonista.

Borja Iglesias recibió al espacio, remató, el disparo tocó en un defensa e hizo volar de nuevo a Courtois, que salvó la acción. En esa misma contra, el Madrid ejecutó a su rival. Vinicius, Bellingham y balón largo a Mbappé, que aceleró hasta la frontal y se sacó un misil a la escuadra de Guaita.

Tras el descanso, el guion fue el mismo. Un Madrid cómodo entregando el balón al Celta y esperando el error del joven equipo vigués. Y llegó pronto. En el 47, Güler recibió en el centro del campo, tuvo tiempo para pensar y vio el desmarque de Mbappé al espacio, entre los dos centrales gallegos. Diagonal al hueco y definición tranquila del francés para ponerse a un gol de Lewandowski en la lucha por el Pichichi.

El Celta mantuvo la posesión, pero aumentó demasiado sus propios errores. Pérdidas innecesarias que el Madrid convirtió en espacio para su mayor placer: correr en vertical hacia la portería. Así lo hizo Bellingham en el 55, tras una cabalgada extraordinaria y un disparo que se le fue alto, o Güler, al minuto siguiente, combinando con Mbappé para que Guaita salvara el cuarto.

El Madrid se gustó y se relajó mientras el Celta no le perdió la cara al partido. Los de Giráldez, que pelean por Europa este año, anotaron el primero tras un córner y se pusieron a uno tras un pase extraordinario de Aspas, que acababa de entrar, a Swedberg. Quedaban 15 largos minutos, los blancos perdonaron varias contras ante Guaita y Aspas tuvo el empate en el 87.

Examen de final de curso para los canteranos: Jacobo Ramón, Yusi, Lorenzo, Joan y el casting del Madrid para el Mundial de Clubes

Examen de final de curso para los canteranos: Jacobo Ramón, Yusi, Lorenzo, Joan y el casting del Madrid para el Mundial de Clubes

El Madrid se va a jugar la Liga, hoy (14 horas) ante el Celta y el próximo domingo contra el Barcelona, con Lucas, Tchouaméni, Asencio y Fran García como únicos defensas del primer equipo. No hay más después de una plaga de lesiones que ha dejado en la enfermería a Carvajal, Militao, Rüdiger, Alaba, Mendy y Camavinga. Configurar una zaga a la altura del desafío es casi misión imposible para Ancelotti, al que no le ha quedado más opción que 'pescar' en el Castilla de Raúl. Jacobo Ramón, central, y Youssef, Yusi, lateral izquierdo, estarán ante el conjunto vigués e iniciarán así el examen de final de curso de La Fábrica, un casting para las últimas semanas de Liga y para el Mundial de Clubes en el que participarán varios canteranos, todos con papeletas para viajar a EE.UU.

Mendy y Camavinga no estarán en el torneo estadounidense, que comienza el próximo 15 de junio en Miami, Rüdiger podría llegar, igual que Alaba, mientras que Carvajal y Militao, con lesiones de larga duración, siguen el proceso de recuperación sin prisa. Así que Ancelotti mira al Castilla. Contra el Celta ha llamado a Jacobo Ramón y a Yusi.

El primero ya debutó como titular en Copa del Rey contra el Leganés, donde sufrió por la presión del momento, pero tiene la plena confianza de Ancelotti. «Jacobo no es lo que hemos visto hoy», dijo el italiano en la rueda de prensa de aquel día. A los 20 años, sus 195 centímetros le convierten en un buen defensor aéreo y sólo las lesiones han evitado que tuviera más minutos con el primer equipo. De hecho, partía por delante de Asencio en las quinielas para dar el salto, pero un inoportuno problema muscular le dejó fuera unas semanas y Ancelotti terminó llamando a su compañero, que ha terminado siendo la gran sorpresa del curso. Jacobo es indiscutible en el filial, donde Raúl no conoce la derrota cuando puede contar con él

En cuanto a Yusi, a sus 19 años es uno de los mayores proyectos del carril izquierdo de La Fábrica. Nacido en Madrid, jugó por España en categorías inferiores, pero finalmente eligió la selección de Marruecos, el país de su madre, y ya ha sido citado por la absoluta, como Brahim. Es vital para Raúl en el filial, con el que suma 2.626 minutos, un gol y cuatro asistencias este año. Las puertas del primer equipo parecen cerradas a medio plazo, con la presencia de Fran y de Mendy y el interés del Madrid en fichar a un nuevo lateral izquierdo, pero Yusi ya ha recibido llamadas de equipos de la Liga y se espera que salga cedido en el futuro.

Lorenzo y Joan, en la recámara

Ambos estarán en el banquillo ante el Celta, pero Ancelotti, y el club, a la espera de decidir qué entrenador dirige al equipo durante el Mundial, también cuentan con Lorenzo Aguado, lateral derecho del filial.

Además, la directiva sigue esperando a Joan Martínez, joven central de 17 años que se lesionó de gravedad en la rodilla en la pasada pretemporada, cuando brilló con el primer equipo, y vuelve ahora a los entrenamientos con el Juvenil A. Tampoco hay prisa con él, pero como el Mundial actuará también de pretemporada, se cuenta con su presencia en Estados Unidos junto a canteranos de otras posiciones como Chema, mediocentro, o Gonzalo, delantero.

El Atlético y el Alavés firman una siesta en Mendizorroza

El Atlético y el Alavés firman una siesta en Mendizorroza

Sería la hora, sería el hambre, pero lo cierto es que el partido en Mendizorroza fue para masticarlo. La primera parte se pareció a un bocadillo de polvorones y la segunda tuvo algo más de picante, pero sin echar cohetes. Densidad, equipos juntos y pocas ocasiones. El mediocampo era una batalla entre guerrillas. Se contaron más duelos que disparos y la imaginación y las rupturas brillaron por su ausencia. Resultado: empate a cero. [Narración y estadísticas, 0-0]

Sólo De Paul y un sorprendentemente ágil Griezmann parecieron querer salirse de la norma. A través de conducciones y de algún que otro pase con más filo, intentaron romper la monotonía futbolera a la hora de la comida. Lo que pasa es que el argentino, en ocasiones, arriesgaba demasiado ante un conjunto babazorro muy mordedor. Y al Cholo le llevaban los demonios cuando el balón cambiaba de posesión más cerca de su portería que de la contraria.

El Alavés está en otra guerra. Una más importante a luchar por la segunda plaza y asegurar la Champions, algo ya casi hecho. Los babazorros pelean por mantener la categoría. La victoria ante la Real Sociedad fue un gran paso, el de depender de uno mismo y un empate ante el tercero de LaLiga puede valer oro al final.

En mitad del primer tiempo hubo una especie de tiempo muerto causado por un desvanecimiento sin consecuencias en la grada de Mendizorroza. Ambos técnicos aprovecharon para corregir cosas, siendo el Cholo, bastante más intenso en sus explicaciones que el Chacho Coudet. No porque el Atlético tuviera un título a mano, es simplemente como vive el fútbol el argentino.

No pareció cambiar mucho el ritmo del encuentro. El único que mostraba otra velocidad era Giuliano. Como siempre. No le hace falta al argentino volver a un equipo especial para él para motivarse a la hora de salir al césped. Allí vivió las dos caras del fútbol, la de las lesiones y la de convertirse en futbolista de Primera.

Sólo una roja en un lance entre Julián y Garcés provocó la emoción que no estaba brindando el fútbol. Fue una disputa en la que el argentino llegó tarde y terminó golpeando al defensor con los tacos de manera fortuita. Munuera desenfundó demasiado rápido y el VAR le tuvo que corregir para bajarle el color a la amonestación.

Y no fue una pérdida de De Paul, sino de Barrios, la que marcó la primera gran ocasión del partido en el inicio de la segunda parte. Antonio Blanco robó, corrió al espacio y asistió a Kike García al primer palo, pero Le Normand estuvo muy atento para obstaculizar al rejuvenecido delantero babazorro. Doce tantos este curso que están contribuyendo, y mucho, a la salvación del Glorioso, aunque el equipo lleva solo dos derrotas en los últimos ocho encuentros.

Justo antes del 60, como en él es habitual, Simeone movió el banquillo. Salió Sorloth para dar más presencia en ataque que un Griezmann que apareció más en la construcción que en el remate. También Lino, un puñal el curso pasado y éste un cuchillo de sierra, partidos incisivo, otros, intrascendente.

Descontrol final

Una diagonal del brasileño terminó con la primera gran ocasión rojiblanca. Fue en el minuto 63, aunque parezca mentira. El balón terminó en las botas de De Paul, que filtró a Julián y éste puso un pase al corazón del área pequeña que obligó a Guevara a despejar en uno de esos lances que tienen más probabilidades de acabar dentro que fuera.

Devolvió el golpe por el Alavés el de siempre. Kike García aprovechó una siesta de Le Normand y Molina, que había salido por Barrios, y les encontró el espacio a la espalda para meter la puntera y obligar a Oblak a meter una soberbia mano abajo. Y la tarde estaba de devoluciones porque un minuto después fue Sivera el que desbarató una doble ocasión rojiblanca con otra manopla de dibujos a un remate de Lenglet.

Los últimos minutos hubo algo más de descontrol que apunto estuvo de aprovechar Kike García por un lado y Correa por el otro. El vitoriano definió bien, pero respondió igual Oblak, mientras que el argentino se durmió y permitió llegar a Tenaglia. Una siesta es la que se echó seguro el espectador ante este duelo.

Identificados y devueltos a Madrid 118 ultras del Atlético que habían lanzado botellas y mobiliario en una zona de bares de Vitoria

Identificados y devueltos a Madrid 118 ultras del Atlético que habían lanzado botellas y mobiliario en una zona de bares de Vitoria

Actualizado Sábado, 3 mayo 2025 - 14:11

Un total de 118 ultras del Atlético de Madrid han sido identificados este sábado en Vitoria y devueltos en autobús a la capital española tras lanzar botellas y mobiliario de un establecimiento hostelero. A estos aficionados radicales, supuestamente del denominado Frente Atlético, se les ha incautado numeroso "material para provocar altercados" como guantes con rodamientos metálicos o palos, según ha informado el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco.

En un comunicado, Seguridad ha señalado que el despliegue de seguridad establecido por la Ertzaintza con motivo del partido previsto este sábado entre el Alavés y el Atlético de Madrid en Vitoria para evitar posibles incidentes en la capital alavesa es el que ha permitido interceptar a un grupo numeroso de personas hacia las 08.30 horas de esta mañana.

Seguridad ha indicado que se trataba de aficionados radicales, supuestamente del denominado Frente Atlético, que se han acercado a una zona de bares donde se suele concentrar la afición local del Alavés y han realizado lanzamiento de botellas y mobiliario de un establecimiento hostelero, en un primer conato de altercados, donde no se han registrado heridos.

La Ertzaintza ha intervenido para evitar cualquier enfrentamiento y ha identificado a los 118 ultras visitantes, a los que ha incautado el material que llevaban entre sus pertenencias, como banderas con palos de PVC, palos de madera, pasamontañas, sprays, guantes con nudillos reforzados y rodamientos metálicos introducidos en calcetines, entre otros objetos peligrosos, además de diversa simbología ultra.

La Policía Autónoma se ha coordinado con los responsables de seguridad del equipo visitante y con el resto de policías. Ante estas actitudes violentas, se ha procedido al acompañamiento de los dos autobuses en los que habían llegado estas personas para su vuelta al lugar de origen, Madrid. Una vez han salido de Álava, la Guardia Civil se ha encargado de los dos autobuses mencionados.

Seguridad ha indicado que a todas las personas identificadas se les abrirán actas y propuestas para sanción por la Ley del Deporte y ha añadido que el dispositivo de la Ertzaintza continúa desplegado durante la jornada de este sábado, debido al partido de fútbol de la Liga, entre el Deportivo Alavés y el Atlético de Madrid en el campo de fútbol de Mendizorroza.

Por su parte, personal del bar de Vitoria al que se ha dirigido este grupo de ultras ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que cuando han llegado para abrir el local estaba tirado el mobiliario de la terraza y habían ensuciado la zona.

Las mismas fuentes han señalado que, al parecer, estos ultras estaban esperando a los aficionados del Alavés y vecinos de la zona les han explicado que, posteriormente, la Ertzaintza se los ha llevado a una plaza donde han permanecido un tiempo, hasta que finalmente han sido devueltos a Madrid en autobús.

Marián Mouriño, la única presidenta de la Liga: "Otros presidentes me han preguntado '¿pero te gusta el fútbol?'. Hombre, cómo no me va a gustar"

Marián Mouriño, la única presidenta de la Liga: “Otros presidentes me han preguntado ‘¿pero te gusta el fútbol?’. Hombre, cómo no me va a gustar”

La única mujer al mando de un equipo de la Liga recibe a EL MUNDO en uno de los despachos de 'Afouteza', palabra gallega para definir 'valentía' y nombre de la nueva ciudad deportiva del Celta. Estrenamos el mes de mayo, hace sol y Marián Mouriño (Madrid, 1975) está feliz porque su equipo, que entrena a través de la ventana mientras hablamos, es una de las revelaciones de esta temporada, gana, divierte y engancha. Hoy visita el Bernabéu para seguir peleando por Europa, pero la lucha de Vigo se da también en los despachos para conseguir ser sede del Mundial 2030.

Cumple dos años al frente del club tras suceder a su padre.
Han sido muy movidos. Mucho trabajo y mucha intensidad. El primero, especialmente, fue muy difícil a nivel corporativo, deportivo, anímico y familiar. Fue como un tsunami, pero bueno, las cosas socialmente fueron bien desde el principio y eso me dio mucha fuerza y tranquilidad.
El Celta es el equipo revelación de la temporada. ¿Qué ha cambiado?
Se han alineado muchas cosas. La apuesta por Claudio, alguien de casa que conocía perfectamente a los jugadores, a la cantera y a la afición; y la incorporación de Marco Garcés como director de fútbol, una persona de fuera pero con mucha experiencia y que entendió desde el principio nuestra identidad, lo que necesitaba el equipo y que tocó esas piezas clave para armar el equipo que hoy Claudio lidera.
No es fácil apostar por un entrenador del filial. ¿Qué veía en Giráldez?
Veía pasión, valentía, ambición y cariño por el club. Cuando le preguntaba '¿Qué harías tú?' lo tenía todo clarísimo. Con eso, con los resultados del filial, con su relación con los capitanes de la casa... Todo funcionaba.
¿Ese '¿Tú qué harías?' que le preguntaba a Giráldez, también se lo preguntó su padre a usted?
Mi padre me decía "¿Te ves preparada?", "¿Quieres?" o "no te sientas obligada, es algo que tienes que sentir". Entonces con esa libertad dije que "sí".

MIGUEL RIOPAAraba

Es usted la única mujer presidiendo un club de la Liga. ¿Lo considera anecdótico o especial?
Lo veo con naturalidad. Me encantaría que hubiese más, sí, si hay más mujeres preparadas y a las que les guste. El fútbol te requiere una dedicación máxima a nivel familiar, de preparación, de muchas cosas... Y tienes que estar dispuesta. Yo llevo vinculada al fútbol toda la vida y es un mundo al que si no te sientes cómoda es muy difícil dar el paso. Pero creo que las que han estado, las que estamos y las que estarán lo harán muy bien, igual o mejor que cualquier otro.
De puertas para dentro, ¿el fútbol sigue siendo un deporte de hombres?
Yo me siento con todos los presidentes y son muy respetuosos, hablan de fútbol y como ven que hablas de fútbol ya no se cuestionan, creo yo, si eres hombre o mujer. A lo mejor al principio sí que pueden verte como... A mí me han preguntado directamente, "¿te gusta el fútbol?". Hombre, cómo no me va a gustar.
¿Se lo han preguntado siendo usted presidenta del Celta?
Siendo ya presidenta. "¿Y ves muchos partidos?", me preguntaban. Entonces claro, al principio puedes notar que tienen esa duda de si estaré ahí porque me gusta, porque soy la hija o porque me tocó, pero después de una charla con normalidad, cuando hablas de cómo gestionas, de tu implicación y de lo que sabes, esa visión cambia.
Esa parte de 'es hija de', 'no sabe'... ¿molesta?
Yo no le sueldo dar importancia. Siempre he sido 'hija de' y me ha tocado liderar proyectos empresariales. Siempre llevas eso, ¿no? Además de ser mujer, eres la hija, siempre hay esa duda. Pero creo que el trabajo y los resultados te quitan las etiquetas.
Decía Teresa Rivero, histórica presidenta del Rayo Vallecano, que la mujer no hacía nada en un vestuario de hombres. ¿Esto ha cambiado?
Primero te voy a contar una anécdota de Teresa Rivero. Me hace mucha gracia que decían si le gustaba el fútbol o no... Yo estuve con ella en el campo de Barreiro, donde juega el Celta B, en un partido contra el Rayo Vallecano. En Segunda B, un día lluvioso en Vigo... Y ella estaba ahí. Lo pongo en valor porque parece fácil pero hay que venir en bus y estar ahí con frío y lluvia apoyando a tu equipo. Ella fue una de las que abrió el camino, estaba ahí y acompañaba a sus jugadores. Y luego, yo creo que no tienes que entrar dentro de un vestuario para sentirte parte de él. Yo tengo una relación cercana y profesional con los jugadores, me ven en momentos difíciles y alegres, viajo, les acompaño, firmo contratos con ellos, me alegro cuando son papás... Y no por ello entro a los vestuarios ni siento que por entrar soy más o menos parte.

MIGUEL RIOPAAraba

Si hay dos cosas transversales en Vigo son Abel Caballero y el Celta. Club y alcaldía estaban enfrentados, pero ya no. ¿Fue fácil recuperar esa relación con él y la paz social?
Creo que él tenía ganas, la ciudad tenía ganas y yo tenía ganas. Él es muy celtista, muy futbolero y le gusta ir al estadio, y para él tener una mala relación también era una situación incómoda. Vio y entendió mi proyecto y vio que yo cumplía con lo que le iba diciendo, y para un alcalde ver a su ciudad volcada en un estadio creo que es un orgullo.
El alcalde está peleando con la Federación tras la exclusiva de este periódico sobre los cambios en las notas de las sedes del Mundial para dejar fuera a Vigo. ¿Le parece injusta esa lista?
Nosotros apoyamos la candidatura como club y a partir de ahí estamos expectantes a ver lo que pasa. Entendemos que el alcalde pelee para que Vigo sea sede, y nosotros encantados. Y sería una decepción si no lo fuésemos. Pero en ese tema sólo participamos como espectadores.
¿Ha intentado mediar entre Louzán y Caballero durante las últimas semanas?
A ver, yo tengo buena relación tanto con Rafael como con el alcalde, pero me mantengo desde fuera viendo que es una guerra en la que no participo. Saben que estoy ahí y que puedo mediar en cualquier momento.
La reforma de Balaídos se va a quedar en casi 28.000 espectadores. ¿Al Celta le parece suficiente?
Bueno, la situación del Celta ha cambiado mucho. Antes podría parecer suficiente, pero estamos agotando entradas, tenemos 4.000 personas en lista de espera para tener un abono... Se nos empieza a quedar pequeño. El estadio es del Ayuntamiento y son ellos los que tendrían que tener la iniciativa de afrontar algo más.

MIGUEL RIOPAAraba

¿Europa viene bien o mal a un club de la zona media?
Europa siempre es un premio y una ilusión. Y para la cantera sería espectacular, chicos que vienen de Primera RFEF y que han demostrado ese punto de ganas y valentía. Un premio a una temporada redonda de un entrenador valiente.
En los últimos años hay una constante en el fútbol español: equipos que tienen que vender cada verano para subsistir, incluido el Celta. ¿Cómo se soluciona esto?
En el sector del fútbol, como en todos, necesitas vender para seguir operando. Generar jugadores que sean interesantes para otros equipos que puedan pagarles mejor. Ellos, como jugadores, también se preparan para tener oportunidades en otros equipos más grandes. Que se mueva el mercado no es malo. Un mercado en el que nadie vendiera no tendría gracia. Nosotros venimos de una apuesta de invertir en jugadores importantes porque veníamos de años muy buenos económicamente, y llevamos dos años dando pérdidas y tenemos que reconducir esa situación. Luego, que los canteranos se vayan y tengan oportunidades en Europa... A mí me da mucho orgullo ver a niños de A Madroa que no tienen minutos aquí y creen que pueden triunfar en Europa, adelante. Siempre van a tener ese 'Efecto Morriña', siempre pueden volver.
¿Gabri Veiga puede tener ese 'Efecto Morriña'?
Gabri cuando puede nos visita, es súper cariñoso, sigue al club y a todos, habla con Claudio, con Marco, conmigo... Es uno más, con su situación y sus decisiones. Sabe que tiene las puertas abiertas para volver cuando quiera.
Hablemos de esas reuniones de LaLiga. ¿Madrid y Barça van de la mano del resto?
Yo creo que en general sí, pero luego cada uno tiene sus condiciones, su gestión, su dimensión, su presión...

MIGUEL RIOPAAraba

¿El fútbol español necesita un cambio en el sistema arbitral?
Yo creo que necesita retoques. Creo que los árbitros son grandes profesionales, que hay que respetarles y apoyarles, pero creo que esta tecnología, como el VAR, necesita unos criterios más claros. Si dependiese de mí, tendría árbitros específicos de VAR, ya lo he dicho cuando se me ha consultado. Creo que los árbitros de VAR deberían ser los mismos siempre, que deberían estar específicamente preparados y tener muy claros los criterios sobre cuándo aplicar la tecnología y cuándo no. Dicho esto, también creo que estamos haciendo de cualquier cosa un problema muy grande que perjudica a la competición.
Iago Aspas, ¿hasta cuándo?
Hasta que él quiera. Iago es mi debilidad. Yo antes que presidenta soy celtista y es el mejor jugador de la historia del club, va a ser muy difícil superarle. Lo que aporta dentro y fuera, lesionado o no lesionado... Siempre está. Es una maravilla contar con él.
¿Tiene un despacho reservado aquí?
Donde quiera. No sé si se sentará mucho, no le veo de sentarse (risas). A lo mejor viendo fútbol sí, todo el día viendo fútbol, ya decidirá él.
¿Qué ha significado para el club 'Oliveira dos Cen Anos', el himno que compuso C.Tangana?
Mira, cuando 'Pucho' nos vino a presentar el himno, nos decía 'esto va a ganar premios y se escuchará en todo el mundo'. A mí me impresionó, era un genio, lo tenía todo en la cabeza. Lo que nos contó ese día fue lo que después salió. Nos decía que iba a tener repercusión internacional, pero yo en eso era más escéptica. Y nos ha llevado a los Grammys, a Cannes, a premios nacionales e internacionales.
Otro de sus grandes proyectos es As Celtas, el equipo femenino que ha empezado en Tercera RFEF.
No te puedes imaginar... Tenemos un promedio de asistencia por encima del de la Liga F. Entre la marca, sus redes sociales, la comunicación... Nos lo creemos de verdad. Son autosuficientes, tienen su propia financiación, su cantera para ir creciendo, que cada vez hay más niñas jugando... Y eso se traslada al masculino. Tenemos la asistencia de mujeres más alta de toda LaLiga, más del 30%. La mujer gallega va contra viento y marea.
Santi Mouriño, un futbolista enamorado en lo personal y en lo profesional: "A mi mujer le gusta ver fútbol más que a mí"

Santi Mouriño, un futbolista enamorado en lo personal y en lo profesional: “A mi mujer le gusta ver fútbol más que a mí”

Fue un 13 de julio de 2023 cuando Santiago Mouriño (Montevideo, 2002) pisaba por primera vez una sala de prensa europea. Era un chaval desgarbado de 76 kilos y mucha timidez. "Tenía miedo de decir una cagada", revela entre risas el futbolista a EL MUNDO. Su novia, ahora mujer, Delfi, estaba entre el público y los periodistas esperaban entre los asientos del Metropolitano escuchar al chaval que debía continuar la saga de aguerridos centrales uruguayos en el equipo rojiblanco con Godín y Giménez como principales bastiones. "Ella me dijo que me vio muy nervioso", ríe de nuevo.

La llamada había llegado tras varios años en Nacional y uno en Racing, que le rescató de una lesión de menisco en la que le hizo clic la cabeza. En su caso no fue para desanimarse en su sueño de ser futbolista, sino todo lo contrario, aumentar el convencimiento de que ése era exactamente y su camino. Un camino para el que quemó todos sus puentes. "Dejar los estudios fue una decisión mía ya que vi que tenía oportunidades de llegar a Primera división. Obviamente, hoy mirando de otro lado salió bien, pero también pudo salir mal... cuando uno es más chico tiene otra cabeza", reflexiona.

Si alguna vez te lo dicen tus hijos, ¿cómo te lo tomarías?
Yo no los dejo (risas).

Así Santiago Mouriño dejaba Montevideo, con la ilusión y el miedo, dejaba a sus padres llorando en casa para coger el vuelo que le llevaría a Europa, el dorado para muchos futbolistas uruguayos. "Sabía que el fútbol europeo era muy difícil, que iba a un campeonato grande y que los jugadores se cuidan mucho más que en Sudamérica, que haciendo las cosas como allí, no te da, tienes que elevar el nivel", apostilla. Lo hacía, además, a un equipo que llevaba seis temporadas seguidas jugando Champions y, en una de ellas, ganando también la competición doméstica. "Que un equipo así se interese por ti y te quiera comprar, fue algo muy lindo y que voy a recordar siempre", rememora el defensor.

Entrenamiento del futbolista uruguayo.

Entrenamiento del futbolista uruguayo.Alavés

Pero el sueño no fue tan dulce. A los entrenamientos durísimos que le esperaban en los Ángeles de San Rafael siguió un mes de convivencia en un hotel donde a él y a su chica le comían las paredes. Y todo, además, con la certeza de que, pese a su ilusión, tendría que buscar minutos lejos del Metropolitano. "No me dolió, porque también yo tenía ganas de salir para jugar", explica Mouriño.

Entonces llegó lo que para el central fue "esa mili que dicen es muy necesaria" tras salir cedido al Zaragoza, donde se despidió encima marcando, y en una ciudad en la que dejó grandes amigos a los que visitó recientemente. Y luego le compró el Alavés, que le seguía desde su etapa en Uruguay, aunque el Atlético se guardó una opción de recompra. "No le reprocho nada al Cholo, al contrario, desde que llegué al club me trató igual que a todos y me ha enseñado muchas cosas", admite el futbolista.

Tras salir de Uruguay hacia un equipo que vivía en Champions y aspiraba a títulos a otro cuyos objetivos son mantenerse en Primera y jugar con esa presión. "Cuando juegas por el descenso, sabes que un error te condena, es un cúmulo de cosas juega mucho con la cabeza y que si no estás fuerte, te puede pasar factura", explica el futbolista. Afortunadamente, su último triunfo ante la Real Sociedad les hace depender de sí mismos, aunque las cosas podrían cambiar este sábado ante, precisamente, el Atlético de Madrid. "Van a buscar quedar los más arriba posible y no van a venir como si no se jugaran nada", apunta el defensa que, promete, no está pensando en volver a la disciplina rojiblanca aunque "sería lindo" sino puramente en salvarse con el Alavés.

El defensa camino de una concentración.

El defensa camino de una concentración.Alavés

De bajar volvería a una categoría "más aguerrida" como comprobó con el conjunto maño y en la que apenas hay tiempo para girarse porque es un fútbol más físico donde siempre "tienes a alguien encima" y donde pudo comprobar, de primera mano, donde la igualdad es tal que no es raro que el último gane al primero, "algo que no ocurre en Primera".

Lo cierto es que al futbolista uruguayo, ya de por sí disciplinado y con la cabeza bien amueblada, se toma muy en serio su profesión. Ha ganado seis kilos de músculo, se ha esmerado en mejorar táctica y técnicamente y hoy es uno de los bastiones del Chacho Coudet en la zaga del Alavés. Ha jugado completos ocho de los últimos nueve partidos de los babazorros y el noveno no pudo por acumulación de amarillas.

Cuando termine la Liga, Santiago Mouriño espera tener dos cosas que celebrar, la permanencia con el Glorioso y su aniversario de boda. Un año ya casado, con 22 se juró amor eterno, con la persona "que le aguanta todos los malos pensamientos", que lo dejço todo por él y con la que lleva cinco felices años juntos disfrutando y viendo fútbol, uruguayo o el que toque. "A mi mujer le gusta más ver el fútbol que a mí", cuenta el jugador entre risas.

Test rápido

Mouriño es una metralleta ante preguntas rápidas. Entre Messi y Kike García no duda en elegir a su compañero, aunque le cuesta más escoger el mate antes que las milanesas. Es un acérrimo jugador de Playstation antes que ver el móvil, que se le olvida constantemente. Preferiría tener un niño a una niña, porque ya tiene una sobrina y, aunque haya hecho sus pinitos en el baloncesto, el fútbol es su profesión, su sueño y su primera prioridad.

Ter Stegen vuelve a la portería del Barcelona siete meses después

Ter Stegen vuelve a la portería del Barcelona siete meses después

Actualizado Viernes, 2 mayo 2025 - 15:47

Siete meses después de lesionarse gravemente en la rodilla derecha, ante el Villarreal en La Cerámica, Marc-André ter Stegen volverá a estar bajo los palos en un partido de Liga. Así lo confirmó el técnico barcelonista, Hansi Flick, en la rueda de prensa previa al duelo frente al Valladolid de este sábado. El alemán, además, también admitió que va a introducir múltiples rotaciones en su equipo titular para este encuentro. Tanto por el cansancio que acumulan algunas de sus piezas clave como, también, y seguramente sobre todo, para tener a esas piezas en plena forma con vistas a una vuelta de las semifinales de la Champions frente al Inter en San Siro que serán a vida o muerte.

«Es bueno para Szczesny poder descansar y Ter Stegen está muy bien, ha mostrado un gran rendimiento en los entrenamientos. No pienso, de momento, en cambiar más cosas en este sentido de cara al final de temporada. El partido de Valladolid es para él y luego ya veremos qué pasa», recalcó el técnico, quien es muy consciente de que no solo el polaco necesita tomarse un respiro. «Yo creo que el partido contra el Inter nos demuestra que jugadores como Koundé estaban ya muy cargados y por eso acabó lesionándose. Miraremos los datos, hablaremos con los médicos para ver quién necesita descansar o tener menos minutos. Vamos a hacer rotaciones, por supuesto», adelantó un Flick que quiso recalcar que eso no significa, en absoluto, que no se tomen el encuentro frente al Valladolid muy en serio, por mucho que ya esté descendido.

«Tienes que jugar siempre al máximo nivel. Da igual dónde esté el Valladolid la próxima temporada, ahora está en Primera. Puedes perder el título en estos partidos. Sufrimos mucho contra el Leganés o Las Palmas y el equipo lo sabe», señaló un Flick que dejó caer que, frente al Inter, por mucho que quizás ni siquiera entre en la lista para este sábado, tal vez Robert Lewandowski sí podrá estar sobre el césped. «Está progresando muy bien, mejor de lo que esperábamos, pero quedan algunos días. Es muy profesional, trabaja duro y quizá tenga la oportunidad de volver el martes», deslizó el técnico, quien es consciente de que su equipo debe mejorar en defensa. Eso sí, sin renunciar nunca a su estilo. «Hay veces que puede resultar arriesgado, pero me encanta», sentenció.