La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

El octavo clásico en una final de la Copa del Rey aterrizará el 26 de abril en La Cartuja. 4-3 gana hasta ahora el Madrid, que le dio la vuelta al balance histórico venciendo en las dos últimas ocasiones: 0-1 en la de 2011, con aquel salto de Cristiano Ronaldo, y 1-2 en la de 2014, con la carrera de Gareth Bale por la banda de Mestalla para superar a Marc Bartra y marcar el tanto decisivo. Dos partidos en los que los galácticos de la pasada generación decidieron el duelo. Así son los clásicos, cruzan a los dos mejores equipos del país y comparan constantemente sus galaxias.

Dentro de tres semanas, Sevilla actuará como punto de inflexión en ese análisis entre ambas plantillas. Los títulos acumulados en los últimos tres años explican la superioridad manifiesta del Madrid, con dos Champions, dos Ligas y una Copa en el bolsillo en plena explosión de Vinicius, Rodrygo, Jude Bellingham y compañía. Pero en los últimos meses, coincidiendo con la llegada de Kylian Mbappé, el Barcelona ha demostrado que su nueva camada ha llegado para quedarse. Guiados por Lamine Yamal, han vencido en el clásico de octubre y en la final de la Supercopa de España, ambos con contundencia (0-4 en Liga y 2-5 en Arabia).

Dos bofetadas futbolísticas que han amenazado el trono del Madrid en el fútbol español, aunque la primavera dictará sentencia. Blancos y azulgranas se medirán el 26 en Sevilla, el 10 o el 11 de mayo en Montjuïc en una cita trascendental para la Liga y, quizás, en una hipotética final de Champions, el próximo 31 de mayo en Múnich. Sería la madre de todos los clásicos, el único que queda por disputarse en un gran evento tras tantas finales de Copa y Supercopa.

Trincheras en pleno apogeo

Lo que refleja la historia es que un clásico en una final siempre supone un antes y un después. Empezando por el primero, disputado apenas un mes antes de la sublevación militar que dio inicio a la Guerra Civil española. Fue el 21 de junio del 36, y fue en Mestalla. Ganó el Madrid 2-1 en el último partido de Ricardo Zamora. También ganó el Madrid en 1974, mientras que el Barça levantó el trofeo en 1968 y 1983. Y en 1990, el triunfo azulgrana salvó la cabeza de Johan Cruyff, dejando la Copa sin final 'clásica' hasta 2011.

Ese año, Mestalla fue testigo de una de las grandes batallas de la guerra Mourinho-Guardiola, unas trincheras en pleno apogeo en ese momento. El cabezazo de Cristiano en la prórroga dejó al Barça, que conquistó Liga y Champions, sin triplete. Fue un partido durísimo, con corrillos constantes sobre el árbitro, tensión en los banquillos y en la grada y duelos hasta el límite. Mourinho ganó la batalla, pero Guardiola contestaría unos días después en las semifinales continentales.

La de 2014 fue todavía más trascendental y confirmó la crisis de identidad del Barça tras la salida de Guardiola. El Tata Martino claudicó ante Ancelotti, Bartra ante Bale y la victoria madridista provocó la temporada en blanco de los azulgrana y la llegada de Luis Enrique al Camp Nou. Decisión de calado, porque con él llegaría el triplete de la 2014-2015.

Aquella visita a Valdebebas

Ahora, 11 y 14 años después de Mestalla, la Copa les vuelve a reunir en otro momento trascendental, con Yamal, Pedri, Raphinha, Mbappé, Vinicius y Bellingham sustituyendo a las estrellas de la pasada década. Lamine tenía tres años en la primera final de Mestalla y Mbappé estaba a punto de visitar Valdebebas con 12 años, regalo de sus padres e invitación de Zinedine Zidane para conocer a su ídolo Cristiano. El destino, caprichoso, les enfrenta ahora.

En el Bernabéu se observan estos dos próximos clásicos (Copa y Liga) como cruciales para el mandato de Ancelotti. Cuestionado en algunos momentos de la temporada por el nivel de juego del equipo, el italiano llega por primera vez a abril vivo en los tres torneos desde, precisamente, 2014. Aquel año terminó ganando Copa y Champions, pero hincó la rodilla en Liga, como el Barça, ante un Atlético que levantaría el título en el Camp Nou.

El desgaste de los clásicos influyó en la Liga, algo que intentará evitar Hansi Flick, obsesionado con mantener el nivel físico de su equipo para pelear el triplete y confirmar esa «nueva era» que se repite en la Ciudad Condal con cada victoria en los clásicos. De ello depende sostener la ventaja de tres puntos en Liga, con la Copa y la Champions como inyección mental hacia el vestuario.

Mbappé y Robert Lewandowski batallan por el pichichi liguero, Endrick y Ferran Torres por el copero. Ambos clubes, por todo. Un clásico.

El CSD permite seguir jugando a los futbolistas del Barcelona Dani Olmo y Pau Víctor

El CSD permite seguir jugando a los futbolistas del Barcelona Dani Olmo y Pau Víctor

Dani Olmo y Pau Víctor podrán terminar la temporada en el FC Barcelona. El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha estimado el recurso de alzada del club y de los futbolistas y permite que ambos puedan seguir jugando este año sin perjuicio de que el Barça esté sobrepasado en el límite salarial en lo que al control financiero de LaLiga se refiere.

El Gobierno considera incompetente a la Comisión de Seguimiento del Convenio de Coordinación compuesta por LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol y declara nulo de pleno derecho el acuerdo para la desinscripción de los dos futbolistas culés. Escribe el CSD que esa incompetencia "se ha constatado de un modo evidente e incontrovertido" durante el proceso.

En sus alegaciones, LaLiga y la RFEF defendieron que esta comisión no adoptó el acuerdo, sino que ratificó otros previos adoptados por los órganos competentes, algo que rechaza el CSD y recuerda que "en Derecho, tan importante es el fondo y la justificación material de las decisiones como las formas, los procedimientos y las competencias".

El organismo gubernamental ha dejado a un lado la parte reglamentaria de la patronal y se ha centrado en el mantenimiento del derecho al trabajo de los futbolistas, como ya esbozó en la cautelarísima que les concedió el pasado 8 de enero después de que LaLiga negara la inscripción de ambos por no cumplir el club en tiempo y forma el Fair Play financiero.

El departamento jurídico del CSD, tras estudiar el recurso de más de 52 páginas y 60 documentos así como las alegaciones tanto del club, como de LaLiga y la RFEF, ha decidido mantenerse en línea con su decisión cautelar.

El CSD disponía hasta el 7 de abril para resolver este recurso de alzada ya que el plazo máximo de respuesta es de tres meses. El organismo ha apurado la respuesta que llega poco después de las manifestaciones de varios de los implicados en la cuestión reglamentaria.

LaLiga ha afeado, a través de un comunicado, ese alargamiento de plazo por parte del organismo gubernamental y la celeridad que se dio para conceder la cautelarísima el pasado enero. También ha manifestado que la renovación de las licencias o su nueva inscripción es un acto que resulta de la "aplicación automática" de las normas y que es algo que realiza el sistema de LaLiga Manager.

Manifiestan también que las licencias de los futbolistas expiraron "de forma automática el día 31 de diciembre de 2024" y que no se produjo ningún acto federativo para ello. Así, explican que la nulidad de pleno derecho por incompetencia debe ser porque exista otro órgano expresamente competente para ello, algo que el CSD no menciona.

El Fair Play

LaLiga, que ya ha anunciado que recurrirá la decisión, había presionado de manera previa a este dictamen con un comunicado en el que anunciaba que desestimaba la palanca del FC Barcelona de la venta de los derechos de los palcos VIP por 100 millones de euros. La patronal comprobó que el propio club no computó ese ingreso en unos documentos posteriores sobre su estado económico con lo que procedió a reducir su Fair Play Financiero de nuevo al 1/4.

El Barça había conseguido volver al 1/1 el pasado 3 de enero cuando se presentó un informe de una auditoría, Abauding SL, en el que sí se incluía ese apunte económico. Pero una tercera compañía, Crowe Auditores, no contempló ese ingreso.

El máximo organismo del fútbol profesional anunció además que denunciaría al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) a Abauding SL, el auditor que fue nombrado por el club el 31 de diciembre de 2024, sustituyendo a Grant Thornton y que certificó la contabilización de la referida operación corporativa en la cuenta de la entidad.

En su dictamen, el CSD no entra a valorar el control económico ejercido por LaLiga pero recuerda que fue éste el que validó el Fair Play financiero del equipo el 3 de enero. Responde que si en fechas posteriores "el mismo órgano manifiesta una posición distinta sobre la misma operación, se trata de una cuestión de índole económica y de reglas internas que deberá ser tratada, en su caso, en el ámbito propio de LaLiga".

El Barça, en guerra

El presidente blaugrana, Joan Laporta, respondió que esta comunicación es un "intento de desestabilizar al equipo". "La sensación es de que como no nos pueden ganar en el campo lo intentan en los despachos. Como presidente del Barça no lo voy a permitir", declaró y aseguró que los servicios jurídicos de la entidad estaban revisando el escrito para responder de la "forma más contundente que sea necesaria".

El FC Barcelona alcanzó el pasado miércoles la final de la Copa del Rey tras vencer al Atlético de Madrid en el Metropolitano con gol de Ferran Torres. Dani Olmo no pudo estar en el choque puesto que se retiró lesionado en el duelo ante Osasuna por una dolencia miofascial en el aductor de la pierna derecha que le tendrá apartado de los terrenos de juego unas dos semanas más. Pau Víctor apenas ha jugado 26 minutos en todo lo que llevamos de 2025.

Las dos caras de la moneda de la Copa con el Barça "soñando" con el triplete y el Atlético fuera de todo en abril: "No hay reproches, los futbolistas lo están dando todo"

Las dos caras de la moneda de la Copa con el Barça “soñando” con el triplete y el Atlético fuera de todo en abril: “No hay reproches, los futbolistas lo están dando todo”

Quizás solo fueran detalles, quizás metaforas, pero ayer una moneda giró en el Metropolitano y sólo con ver a los entrenadores en rueda de prensa se podía imaginar a quién le salió cara. Hansi Flick salió fresco, despejado, como si se acabara de levantar, mientras que Simeone lo hizo como si hubiera jugado él los 90 minutos de la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. "Reproches no hay. Los futbolistas están dando todo. Creo que estamos dando el máximo y aspiro a seguir igual en liga", apuntó el Cholo en su comparecencia.

La Liga está casi imposible para los rojiblancos, a nueve puntos de un equipo que aún no ha perdido en 2025. La última derrota de los azulgrana fue, precisamente, ante el conjunto de Simeone antes del parón invernal y ese duelo levantó aún más el vuelo de los pupilos de Flick. "Después de la navidad mejoramos mucho, el equipo creció en su manera de cómo jugar, pero el partido contra el Atlético anterior ya había sido bueno y les había dicho a los chicos que estaba contento", reveló el entrenador alemán.

Un técnico que permite ahora ciertas licencias que no permitía al inicio de la temporada. Aún es pronto, dice, pero el camino lo tienen claro hacia el triplete. "Soñar está permitido, pero hay que trabajar muy duro", apuntó el técnico y le secundó poco después su jugador Jules Koundé en zona mixta. "Estamos metidos en todas las competiciones, el camino todavía es largo, pero sí soñamos", comentó el defensor.

El Atlético está en el lado contrario. Cruz total en la moneda del fútbol. Lejos en liga, eliminados de Champions ante el Real Madrid y ayer se rehicieron a un primer tiempo horrible para soñar con el partido de la Cartuja. "Nos disculpamos por no haber conseguido el pase a la final, que era la ilusión de todos", dijo Josema Giménez en zona mixta.

Pero la clave del cambio de actitud fue la charla del Cholo al descanso y los múltiples cambios que se hicieron desde la caseta tanto tácticos como de nombres. "Les dije que nos habian perdonado y dejado vivos y eso nos daba optimismo para enfrentar con mas valentía el segundo tiempo", explicó el argentino.

El optimismo y la valentía los puso Alexander Sorloth. El responsable del tanto que terminó con la derrota del Barça en Montjuic fue una pesadilla para la defensa blaugrana, pero le falto contundencia y eficacia. Pese a que disfrutó de varias ocasiones claras, el noruego no pudo rematarla con un sólo disparo a puerta. Todos terminaron fuera o anulados por fuera de juego.

El equipo, con los cambios, había conseguido inclinar el campo hacia sus intereses, pero fueron incapaces de remontar el tanto inicial de Ferran, en una primera parte de los blaugrana memorable. "El rival juega muy bien, me gusta como juega y lo he dicho muchas veces", alabó el Cholo y fue correspondido por Flick que calificó al Atlético como uno de los "mejores equipos no de España sino de Europa".

Maratón y final

El Barcelona afronta ahora una maratón de partidos hasta la final de La Cartuja en la que habrá un Clásico. "Mañana llegaremos a las 3 de la mañana, dormiremos no mucho y luego a entrenar otra vez, recuperarse y ver qué es posible contra el Betis. No es fácil", apuntó Flick sobre el calendario.

De hecho, el alemán avisó de que no quería responder a ninguna pregunta sobre la final del 26 de abril ante el Real Madrid porque "su foco está en el Betis" y quedan "muchos partidos antes". Aunque al final deslizó: "El Clásico está bien". Los dos que ha jugado, por cierto, los ha ganado tras marcar cuatro y cinco goles al rival.

El tercer golpe final a Simeone

El tercer golpe final a Simeone

Actualizado Jueves, 3 abril 2025 - 00:25

El Atlético perdió el último resquicio para alcanzar la Copa. Fue ante un Barcelona decepcionante, que acabó pidiendo la hora para defender un gol, sólo un gol, de Ferran Torres. No le valió al Atlético la rabiosa segunda parte.

El Barcelona ha creado un "matrix" especial, donde en cada partido a los rivales les convoca en inferioridad. No tuvo perdón desde el primer minuto para acosar y reducir al Atlético a un pobre equipo defensivo.

En esa primera parte, la máquina de goles solo fabricó uno, con un gran pase de Lamine Yamal al goleador de moda Ferran. ¿Qué hizo el Atlético? Defenderse con ocho jugadores detrás del balón, acongojados y laminados por un desquiciado Simeone, que incluso llegó a tirarse al suelo como protesta por las tarjetas a cuatro de sus jugadores.

Entre ellos, De Paul y Julián Álvarez, más la amenaza de un inseguro Azpilicueta, la más peligrosa porque tenía a Raphinha, siempre tan escurridizo. Aunque éste ha perdido un cuarenta por ciento de la ferocidad goleadora de hace unas semanas. Quizá le tiene desafinado un Brasil caótico.

Mágicamente, con Simeone con la soga en el cuello, decidió atacar, algo que se le olvida muchas veces. En vez de acurrucarse en su área salió con garra, frescura y ambición. Dejó al Barça como un equipo mediocre.

Tuvo Sorloth la gran ocasión de empatar , que hubiese sido la perdición barcelonista, porque ese "matrix" se pixelaba y ya no tenía ese mundo triunfal. Lamine Yamal perdió el toque milagroso y Raphinha tenía su cabeza perdida.

Me sorprendió el pavor de Flick, que renunció casi al contragolpe y, desde luego, a su presión de asfixia, y metió a dos defensas más, Eric García y Araujo, que desequilibraban más aún a su asustado equipo, nervioso ante la rabia increíble de un Atlético con un tono valiente.

Es decir, que la máquina goleadora, el supremo equipo de la temporada, llegó a perder toda su esencia. Flick renunció a atacar. Simeone había sido valiente, inconcebiblemente, porque llegó a jugar con tres delanteros, pero el caso es que Griezmann ya no está en el mundo de los grandes jugadores. Una pena.

Ha sido el tercer golpe final a un Simeone que cosecha un gran fracaso de temporada. Curiosamente todas sus posibilidades las quemó en su propio Metropolitano. Y eso es inexcusable.

Frente al Madrid fue culpa suya por ser tan defensivo. En liga, con el Barça pareció un muñeco, a pesar de llevar dos goles por delante, y finalmente hoy con este epílogo a su temporada, con una reacción demasiado tardía.

En fin, ha dejado al club, que hizo una gran inversión en jugadores para poder vender el equipo a lo grande, desnudo. Simeone lo ha abaratado aún más. Hace temporadas que el show de Simeone se ha acabado por repetitivo defensivo.

El Barcelona mostró que no es una máquina maravillosa de fútbol y que se le puede ganar siempre que corras y seas muy ofensivo.

La ofensa es la de Laporta, un tipo sin escrúpulos y tramposo, que ha dicho que a su Barça -habla como si fuera suyo- le quieren liquidar en los despachos. Todo cuando le han pillado en una estafa de cien millones de euros por decir que había vendido unos palcos inexistentes. Patético.

Ferran Torres se une a Endrick en la pelea por el Pichichi de la Copa del Rey: "No somos favoritos"

Ferran Torres se une a Endrick en la pelea por el Pichichi de la Copa del Rey: “No somos favoritos”

Actualizado Miércoles, 2 abril 2025 - 23:59

Ferran Torres se ha convertido en sinónimo de gol en las últimas fechas. Partiendo casi siempre como suplente, se ha convertido en el tercer máximo anotador del Barça. En total, el valenciano suma 16 tantos, tres más que un Lamine Yamal que dejó también destellos de su gran calidad en el Metropolitano. Y su rendimiento en la Copa está siendo más que destacable. Con cinco tantos en el zurrón, está en condiciones de pelear por alzarse como máximo anotador del torneo contra un Endrick que acumula la misma cantidad de tantos. Sin olvidar tampoco que Robert Lewandowski, el actual Pichichi de la Liga, suma tres goles y que su voracidad está decididamente fuera de toda duda.

«El partido era una guerra, había en juego una final y hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para llegar a jugarla», resumió nada más terminar el partido el delantero azulgrana, quien se congratuló por el particular idilio que está teniendo en estos momentos con el gol. «Se trata de constancia, trabajo y creérselo. También vendrán momentos malos, pero ahora mismo toca disfrutarlo», agregó el punta barcelonista, quien negó que los suyos lleguen a Sevilla con más opciones que el Real Madrid. «Favoritos no, lo seguro es que lo vamos a dar todo para ganar y, con la afición a nuestro lado, seguro que lo vamos a conseguir», sentenció.

El lado amargo, esta vez, le tocó a un Atlético que, según José María Giménez, tiró los primeros 45 minutos. «Estamos tristes y fastidiados, por nosotros y por nuestra gente. Los aficionados siempre nos acompañaron y tenemos que disculparnos por entregar el primer tiempo. Si hubiéramos salido con la mentalidad del segundo, habría sido otra cosa», sentenció.

El Tiburónmostró en el Metropolitano que su momento dulce ante la portería contraria sigue vigente. Fue el encargado de marcar el único tanto del duelo tras una gran asistencia de Lamine Yamal. Con ese tanto, Ferran suma ya 16. El nuevo año le ha dado confianza. No en vano, 11 de esos tantos los ha convertido en este 2025. En la Liga, a pesar de que el titular prácticamente indiscutible es Lewandowski, atesora nueve. Con dos de ellos, sentenció los triunfos de los suyos frente a Las Palmas y el propio Atlético de Madrid, un rival ante el que convirtió el momentáneo 2-2 del 2-4 liguero.

Las cosas, quizás, se le han dado un poco peor en la Champions. Allí, por el momento, suma únicamente dos tantos. Ambos, anotados a domicilio frente al Borussia Dortmund. En Alemania, de hecho, selló el triunfo azulgrana tras ser asistido también por un Lamine Yamal que, en el cómputo total de la temporada, acumula 19 asistencias, a las que se agregan a su vez un total de 13 tantos.

Pelear por el Pichichi en la Liga, tal y como están ahora mismo tanto Lewandowski como Mbappé, parece poco menos que una quimera para Ferran. Pelear por alzarse como máximo anotador de la Copa del Rey, en cambio, es un objetivo bastante más asequible. Con su gol en el Metropolitano, suma cinco en la competición del KO, los mismos que un Endrick con el que podría medir sus fuerzas el próximo 26 de abril en La Cartuja y que un Julián Álvarez cuyas estadísticas no podrán ir más allá tras la eliminación de los colchoneros.

El Barça y Ferran se citan con el Madrid en la final de la Copa del Rey

El Barça y Ferran se citan con el Madrid en la final de la Copa del Rey

¿Qué es el fracaso? El fracaso está en no intentarlo, claro. Pero a veces también aparece detrás del canto de una moneda. En que un disparo de Lamine roce el palo por fuera y no por dentro, en un mal o buen control de Julián ante Sczesny, en una picardía de Griezmann que sale o no, o en que Munuera decida desautorizar al VAR y mantenga la amarilla a Azpilicueta en lugar de la roja. [Narración y estadísticas, 0-1]

Se tiró una moneda al aire en el Metropolitano. Una moneda que giró durante los 90 minutos. Que pudo caer de cara para el Barcelona en la primera mitad o para el Atlético en la segunda. Que a veces necesita una brisa para que se vuelque de un lado y que Ferran fue el que la sopló sin que nadie quisiera contestar su soplido por mucho que lo intentara. Esa moneda compró el billete para La Cartuja al Barça, pero lo sudó hasta el final.

Los Atlético - Barcelona han recuperado el lustre de los 90, la calidad, las alternativas y la pierna fuerte. Los rojiblancos se ganaron dos amarillas en sus dos primeras faltas. Esa primera, como decimos, naranja. Y el Barça quiso el cuerpo a cuerpo, el vértigo. Cómo no quererlo con extremos como Raphinha o Lamine.

El canterano culé había dado una pase de la muerte que salvó Giménez con riesgo del autogol, tirado una porra de pisada al hijo de Simeone frente a su padre, asistido a Koundé para una ocasión clarísima y rozado el gol en el primer cuarto de hora. Los primeros cinco acercamientos del Barcelona fueron por su costado. Son conscientes de que Lamine, en trance, se parece a un argentino que emigró hace poco a las Américas, salvando las distancias.

En el Atlético la cosa empezó cambiada. Griezmann, rejuvenecido, robando dos balones peligrosos en un minuto y acertando en cada acción. Julián, en cambio, fallando dos controles fáciles para él y con los que podría haber generado peligro en la portería de Sczesny. El equipo buscó en sus salidas a De Paul, pero el argentino estaba más a defender que a crear. Y pasó lo que tiene que pasar con esto de la manta que te tapa la cabeza o los pies. Simeone cerró los caminos interiores, pero Pedri encontró a Lamine en un costado que vio perfecto el desmarque de Ferran. El Tiburón no perdonó. Se le caen los goles de los bolsillos juegue de titular o de suplente. Flick ha transformado esta Barça desde sus cimientos. No hay jugador que no haya mejorado su versión.

El tanto se sintió en ambos conjuntos, el Barça sacó el colmillo y el Atlético se desordenó. Simeone llamó a Griezmann en tres ocasiones en cinco minutos para mover el sistema pero, ante tanto cambio, los jugadores no supieron cómo colocarse ante el vendaval culé. Nueve disparos, el último un mano a mano que marró Raphinha, a uno en media hora. El resultado, apenas un gol, era quizás la mejor noticia.

Revolución sin premio

Entonces, Simeone tocó a rebato. Sacó a Sorloth en el descanso y el noruego tuvo la primera casi en el primer minuto. Fue fuera de juego, pero cambió algo el aire. El Atlético puso un uno contra uno a todo el campo y el Barcelona se vio sorprendido por este arranque rojiblanco aupado al 5-3-2 que tanto le gusta al Cholo. Repitió el noruego tras un gran pase de De Paul que le dejó solo ante Sczesny, pero su disparo no vio portería. El Barça aceptó el cambio de papeles esperando la contra y Raphinha pudo cerrar el partido, pero Musso respondió bien.

Es curioso cómo actúan los seres humanos ante la desesperación, el miedo o el fracaso. El Atlético se vio fuera de todo tras los primeros 45 minutos. Seguro que Simeone, muy activo en la banda, se lo recordó a los suyos en el descanso: Que el fracaso es no intentarlo, y el equipo acusó el recibo y se levantó para tutear al todopoderoso Barça, el imperio que no ha perdido en 2025. Solo un empate, pero éste lo consiguió la resistencia rojiblanca.

Los mapas de calor cambiaron completamente con un conjunto, el de Simeone, pisando constantemente el territorio culé. Flick sacó a Eric para ganar el medio, pero ese territorio estaba poblado de rojiblancos, que corrían y mordían como no lo habían hecho en los últimos partidos. Si habían llegado hasta aquí, había que morir matando. Y hubo más uy que ocasiones reales. El Barça aguantó y se pidió un Clásico en La Cartuja.

Un detenido en los enfrentamientos entre ultras del Atlético y la Policía tras la llegada del equipo al Metropolitano

Un detenido en los enfrentamientos entre ultras del Atlético y la Policía tras la llegada del equipo al Metropolitano

Decenas de radicales se han enfrentado a la Policía tras el paso del autobús del Atlético de Madrid camino del estadio Metropolitano para el duelo de Copa del Rey ante el FC Barcelona de esta noche.

Tras el paso del vehículo en el que viajaba la expedición rojiblanca, numerosos aficionados han tirado al suelo las vallas de control dispuestas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para mantener la seguridad.

Varias patrullas de antidisturbios y de Policía a caballo han acudido a contener a la masa, que se ha enfrentado a ellos con el lanzamiento de varios objetos entre los que había botellas de cristal, piedras y varias bengalas.

Ante el revuelo, han acudido varias unidades más de antidisturbios y han conseguido detener el conato de enfrentamiento dispersando a los seguidores más radicales.

Unas 3.000 personas habían acudido al llamamiento de la afición para recibir al Atlético de Madrid. Una convocatoria que habia circulado por redes sociales y detrás de la que estaba, entre otros, el Frente Atlético, grupo radical del conjunto rojiblanco.

El recibimiento al equipo antes de una cita importante es algo habitual para la parroquia rojiblanca. Las famosas busianas trasncurren, principalmente, por la Avenida Arcentales, una de las calles aledañas al estadio Metropolitano.

Los dos abrazos de Giuliano, la resiliencia tras la lesión y el coraje para ser el jugador más revalorizado del Atlético: "Es todo entrega"

Los dos abrazos de Giuliano, la resiliencia tras la lesión y el coraje para ser el jugador más revalorizado del Atlético: “Es todo entrega”

Acababa de terminar el partido ante Brasil cuando Giuliano Simeone (Roma, 2002) decidió cerrar el círculo de la única manera que podía: con un abrazo. Esta vez fue su madre, Carolina Baldini, la que lo recibió entre lágrimas para celebrar la victoria ante Brasil por 4-1 con el primer gol de su hijo con Argentina. "Llevaba 22 años preparándose para este momento", dijo la progenitora.

Ese círculo comenzó algo después, hace 10 años, y fue en Copa del Rey, pero el rival del Atlético de Madrid no era el FC Barcelona con el que se enfrentan hoy, sino el Real Madrid. Giuliano también estaba en el césped, pero como recogepelotas, y los rojiblancos también jugaban en casa, pero en aquel entonces era el Vicente Calderón. En aquella ocasión no fue su gol el que provocó el abrazo, esa vez con su padre, sino el de Raúl García. Y hoy el Cholo no sólo es su padre, también su técnico. "Su relación es muy buena, pero cuando se pone la camiseta la relación es profesional, no es su padre sino su técnico", cuentan desde el vestuario.

Cualquier padre querría ver a su hijo triunfar en el club de sus amores, pero Simeone quiso que Giuliano quemara las mismas etapas que cualquier canterano. "Sus grandes amigos, además de los argentinos, son Barrios y Riquelme, con los que coincidió en las categorías inferiores", apuntan fuentes rojiblancas.

El pequeño de los Simeone llegó al Atlético de Madrid en su etapa de juvenil procedente de River Plate. Nacido en Roma, cuando su padre jugaba para la Lazio, de pequeño vivió en Argentina con su madre, al estar ya sus padres separados. Pero aterrizó en Madrid y la rompió, hizo cinco goles en sus 10 primeros partidos, y eso le valió ser una de las joyas de la cantera rojibanca a pesar de llevar ese apellido.

El argentino celebra su primer tanto con argentina.

El argentino celebra su primer tanto con argentina.Luciano GonzálezEFE

Pese a ser un activo prometedor, desde el club decidieron foguearle con varias experiencias primero en Segunda y después en Primera. En Zaragoza volvió a demostrar su olfato goleador con nueve goles y tres asistencias y después llegó su primera experiencia real en la máxima categoría con el Alavés. Entonces, el drama. En un partido de pretemporada ante el Burgos, Giuliano sufrió una entrada criminal por detrás que le partió el peroné y le luxó el tobillo. "El primer pensamiento que me vino a la cabeza cuando vi el pie para otro lado es: 'No vuelvo a jugar al fútbol'", expresó el Cholito sobre su lesión.

Entonces el argentino dijo que llegó a una encrucijada en la que tuvo que decidir para pasar ese obstáculo si quería "hacerse peor" o "mejorarte y aprender". Obviamente, escogió la segunda opción. En el conjunto babazorro sólo pudo jugar 16 partidos, los primeros, pocos minutos, pero en los últimos seis, de los que fue titular en cinco, consiguió hacer un gol y dos asistencias. "Es un chico que es todo entrega", explican desde el banquillo rojiblanco.

Nunca rendirse

Esa entrega le valió volver al club el pasado verano. Un equipo en el que no tenía hueco puesto que la plantilla tenía muchos delanteros en nómina y llegaban, además, Julián Álvarez y Sorloth. Entonces, la salida de Samu Omorodion le brindó un resquicio que el chico quiso aprovechar desde el principio. "Ha aprovechado con calidad y entrega la mínima oportunidad que se le ha dado y ahora es titular indiscutible", apuntan desde el club.

Los tres primeros partidos suplente, luego seis minutitos contra el Athletic, 14 contra el Valencia, cinco contra el Rayo y primera titularidad ante el Celta. Pero su verdadera irrupción llegaría tras el varapalo ante el Betis. La primera derrota en Liga de la temporada y una imagen apática del equipo. Hacía falta energía y, si hay algo que caracterice precisamente al Cholito es eso, el coraje. "Lo que destaco de él es su energía. Su energía es diferencial, transmite algo que es muy difícil ir a comprarlo, eso lo tienes o no lo tienes", alabó su padre.

Explosión

Su titularidad con gol ante Las Palmas ya le valió un hueco en el once del que no saldría y este año ya suma cuatro tantos y siete asistencias en lo que va de curso. Es uno de los integrantes de la plantilla más queridos en el Metropolitano y también uno de los responsables del cambio del equipo hasta este bajón de marzo en el que se han perdido casi todas las opciones a dos de los tres grandes títulos.

El crecimiento del equipo ha ido en paralelo al del jugador. Giuliano partió al inicio de la temporada con un valor de 13 millones de euros y ahora su precio está en 25 millones según la plataforma Transfermarkt. En ese ranking, es el tercer jugador de LaLiga que más se ha revalorizado tras el madridista Asencio que ha pasado de 12 a 30 millones y de Pedri cuyo valor ha aumentado de 100 a 120 millones, el más alto de su carrera. Hay rumores de una oferta del Chelsea de 35 millones, pero en el club lo tienen claro: "Ni se plantea desprenderse de él".

Simeone rebaja la presión tras la eliminación de Champions y las derrotas en Liga: "Mañana no es una final"

Simeone rebaja la presión tras la eliminación de Champions y las derrotas en Liga: “Mañana no es una final”

La eliminación de la Champions sigue escociendo en un Atlético de Madrid que el pasado sábado pudo desertar de la pelea por la Liga. Ahora afrontan la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el peor de los rivales posibles para Diego Simeone. Podría ser la última gran ocasión para luchar por un título esta temporada, pero el entrenador quita presión a los suyos. "Mañana no es una final, es una semifinal que nos puede dar acceso a una final", puntualizó.

El técnico no quiso volver a entrar en la polémica jugada de la eliminación europea y esquivó las preguntas a su manera habitual: "Barcelona". No obstante, sí se refirió a la decepción que le supuso a él ese momento y que compartió en ruedas de prensa anteriores. "Hablé de mis sentimientos no de los demás", ha apuntado el entrenador y luego ha recordado que "el equipo está haciendo una temporada muy buena" para asegurar que la filosofía del Atlético debe de ser siempre el "partido a partido".

En el Atlético de Madrid se rehúye la palabra fracaso, "eso es cuando no lo intentas", ha explicado el Cholo y repitió los méritos del equipo durante este curso que pueden terminar en Copa el próximo miércoles en el Metropolitano ante un equipo al que no pretende presentarle novedades. "No habrá muchos cambios en la cabeza de su entrenador ni en la nuestra", ha mantenido.

Uno de ellos está en la portería. Para el duelo de mañana, el argentino confirmó a su compatriota Musso bajo palos pese a que es consciente de la fortaleza ofensiva del FC Barcelona que muestra "la misma intensidad todo el partido". "Intentaremos atravesar nosotros por mejores momentos para desviarles de su potencial", ha apuntado.

Hay que recordar que los rojiblancos, en los dos últimos choques, han recibido cuatro goles por parte del FC Barcelona, dos de ellos de RobertLewandowski. El delantero polaco está viviendo una segunda juventud y eso lo aprecia el técnico colchonero. "Hay que felicitarlo. Está haciendo unos números increibles. Admiro la perseverancia, el trabajo y el seguir luchando", ha valorado de la gran amenaza blaugrana.

La que debería ser una de las amenazas por la parte rojiblanca es Antoine Griezmann, del que Simeone admite que no está en su momento más alto. "Hay jugadores que cuando acostumbran a mostrar tanta jerarquia, talento y gol, luego queremos que aparezca siempre y espero que lo haga mañana", ha demandado el Cholo sobre su gran estrella.

Simeone es lo que es... y a veces no es suficiente

Simeone es lo que es… y a veces no es suficiente

Cualquier debate sobre Simeone nace viciado porque para los atléticos no es un entrenador sino un familiar y un héroe y para los madridistas, que aseguran que a ellos el Atleti les da igual pero plagan las redes y los medios de ataques al Cholo, no es un entrenador sino un pimpampum. Este segundo grupo refuerza la reacción siciliana del primero y a partir de ahí todo es elegir bando. La más leve crítica te hace anticholista y cualquier elogio, un devoto ciego.

Y no. O no debería porque limita el asunto a una ridícula pugna de máximos: hay que renovarle de por vida o despedirle hoy mismo. Dos bobadas de similar calibre. Simeone recogió un Atlético en derribo y con las piezas de un triciclo destrozado construyó un avión. Es uno de los trabajos más brillantes de un entrenador en este siglo y eso no se lo va a quitar nadie.

Tan cierto como que una primavera más, y van cuatro seguidas, apenas comienzan las alergias y el Atleti ya está a verlas venir, con un partidito a la semana para acabar tercero sin sudar y decir que ha cumplido objetivos (la baza de la Copa cambiaría el ánimo más que la evaluación). La justa indignación con el (supuesto) doble toque de Julián Álvarez llega hasta donde llega y ese lugar no debería ser la rueda de prensa del Cholo tras dar pena ante el Espanyol. Era día para la autocrítica y, como ha pasado demasiadas veces en los últimos años, no llegó.

El Atleti no se dejó la Liga en el 2-4 del Barça sino en los esperpentos en Getafe y Cornellà. Una escena, la dimisión fuera de casa cuando no se mide a colosos, que repite desde hace un lustro. No es casualidad. Si la sensación es mejor esta temporada que las pasadas es porque el Cholo ha vuelto a crear un equipo competitivo ante Madrid y Barça, ha ganado la arriesgada apuesta de Giuliano y ha captado para la causa a un fuera de serie como Julián. No es poco, pero no es suficiente.

Simeone es el entrenador que es, como Guardiola, como Ancelotti, como Flick, como todos. Ha evolucionado, claro, pero dentro de los parámetros del fútbol en el que cree (control, que ocurra lo menos posible, esperar el error...). Y cuando lo basas todo en resistir, tus futbolistas morirán por ti en el Bernabéu, pero se sentirán peces fuera del agua cuando no tengan molinos enfrente en Leganés o Vallecas. Ahí ni encontrarán un enemigo ante el que ser David ni sabrán ser Goliat. Serán la nada. Así lleva años el Atleti y le condena al limbo de la decepción. ¿Es capaz el Cholo de cambiarlo? A estas alturas, la duda es legítima y el tiempo para resolverla no puede ser eterno.