El piloto italiano de MotoGP Luca Marini sufrió graves lesiones, especialmente preocupante un neumotórax, tras una dura caída durante los ensayos previos a las 8 Horas de Suzuka, anunció su escudería, Honda, el jueves.
Marini, que debe mantenerse en el país nipón en observación hasta que tenga luz verde para viajar, sufre una luxación de cadera, lesiones en los ligamentos de una rodilla, fracturas del esternón y ligamentos de una clavícula y un neumotórax, indicó Honda.
Actual 13º clasificado del Mundial de MotoGP, Marini estaba participando en su segunda jornada de ensayos para las 8 Horas de Suzuka, una carrera de resistencia que se celebra en el trazado que también acoge el Gran Premio de Japón de Fórmula 1.
El italiano de 27 años publicó una foto en su cuenta de Instagram en la que aparece tumbado en una cama de hospital haciendo el símbolo de la victoria con los dedos y la acompañó de un mensaje en italiano: "¡Gracias a todos por el apoyo! Os mantendré informados".
"Honda HRC y el equipo Honda HRC Castrol apoyarán plenamente a Marini en su recuperación", declaró la escudería en un comunicado.
El domingo en Silverstone, Marini terminó 15º en el Gran Premio de Gran Bretaña, séptima prueba de la temporada.
Los Oklahoma City Thunder ganaron este miércoles por 124-94 a los Minnesota Timberwolves y cerraron 4-1 las finales del Oeste para convertirse en el primer equipo en sellar el billete para las Finales NBA.
Los Thunder, el mejor equipo de la temporada regular con un balance de 68-14, esperan en las Finales al ganador de la serie entre los Indiana Pacers y los New York Knicks, con los primeros arriba 3-1. Las Finales NBA empezarán el próximo 5 de junio en Oklahoma City.
OKC disputará sus primeras Finales desde 2012 tras una temporada de ensueño en el que lograron la quinta mejor marca de siempre en la temporada regular y en la que eliminaron a los Memphis Grizzlies (4-0) y a los Denver Nuggets (4-3) antes de su dominio frente a los Wolves (4-1).
En estos 'playoffs', los Thunder lograron cuatro veces victorias por más de treinta puntos de diferencia y llegan a las Finales como favoritos para el anillo.
El MVP Gilgeous-Alexander volvió a dominar con 34 puntos (14 de 25 en tiros), siete rebotes y ocho asistencias. Chet Holmgren consiguió 22 puntos y siete rebotes y Jalen Williams aportó 19 puntos, ocho rebotes y cinco asistencias.
Gilgeous-Alexander recibió el premio Earvin 'Magic' Johnson al MVP de las finales de la Conferencia Oeste.
Los Thunder ya ganaban por 33 puntos al descanso frente a unos Wolves en los que Julius Randle metió 24 puntos y Anthony Edwards 19, con siete de 18 en tiros de campo y uno de siete desde la línea de tres. El 41 % de acierto en tiros a nivel grupal dejó sin opciones a Minnesota.
El francés Rudy Gobert apenas metió dos puntos, Jaden McDaniels anotó cinco, mientras que Mike Conley, otro titular en el quinteto de Chris Finch, no aportó punto alguno.
El dominio de OKC
Fue un monólogo de los Thunder de principio a fin. Los Thunder tomaron 17 puntos de ventaja en un primer período en el que apenas concedieron nueve puntos a los Wolves.
Minnesota tuvo más pérdidas de balón (4) que tiros de campo conectados (3) y solo Edwards y Randle anotaron puntos para los visitantes, superados en todas las facetas del juego por OKC. Fue ejemplar el compromiso de Alex Caruso, que blindó la defensa de los Thunder y compitió con encomiable agresividad.
Un triple de Cason Wallace sobre la bocina del primer cuarto puso 17 puntos de por medio entre las dos franquicias, y un parcial de 15-6 en el arranque del segundo cuarto elevó la renta hasta el 41-15.
Jalen Williams rozó la perfección con trece puntos en el secundo segmento, Gilgeous-Alexander y Holmgren siguieron anotando con facilidad y OKC regresó a los vestuarios con una espectacular ventaja de 33 puntos tras un parcial final de 14-5.
Gilgeous-Alexander jugó los doce minutos del tercer período y los Thunder 'doblaron' a los Wolves en el 71-34. Ya era demasiado tarde cuando Randle y Edwards dieron un paso al frente en Minnesota, con trece y diez puntos, respectivamente.
En el cuarto período, la ventaja de los Thunder alcanzó los 39 puntos en el 122-83 y el técnico Mike Daigneault pudo sacar de la pista a sus titulares y disfrutar de la fiesta en la grada hasta el definitivo 124-94 que valió el billete para las Finales.
Resultaba difícil eclipsar a un jugador que nunca había perdido una final europea, que acumulaba cinco Champions en su palmarés y que vivía una segunda juventud en un renacido Betis. Isco fue el futbolista que todo el mundo esperaba que fuera en Breslavia, el problema es que sus compañeros no le acompañaron, especialmente un Antony ausente y desconectado del juego, principalmente por la estrecha vigilancia de Cucurella, sobresaliente toda la noche. "La primera parte muy bien, tuvimos opciones de ir con algún gol más, de la segunda nos han sobrado 30 minutos", apuntó el malagueño.
Pero la final de la Conference resultó más un escenario de un mérito que de una debacle, aunque tras el descanso el Betis, especialmente a nivel defensivo, dejó mucho que desear. "En la segunda han empezado a hacer daño en el lado donde hemos tenido que hacer dos cambios por lesión y no es fácil entrar y mantener el nivel", reflexionó Bartra. Los sevillanos recibieron cuatro tantos en media hora y la gran mayoría por obra y gracia de un futbolista sobresaliente y que quiere coger el testigo del duende del malagueño.
Cole Palmer demostró que es la estrella emergente de este Chelsea y quizás más rutilante que emergente. El británico no había terminado esta temporada como la empezó, pero en este partido quiso demostrar con dos jugadas la calidad que tiene. "El mal momento de palmer le hará mejor jugador. Sabemos que es top, hay que ayudarle a estar en el mejor posición en el mejor momento", concedió su técnico Enzo Maresca. Lo peor es que Jesús Rodríguez salió en ambas fotos. El canterano bético se comió un triple recorte que dio espacio a poner el centro del primer tanto Blue y también la pisadita que dio origen al segundo. El tercero y el cuarto ya fueron contras con el Betis volcado. De hecho el último fue obra de Caicedo, que tiene un secreto para anotar. "Cada vez que me tiño el pelo marco", confesó el ecuatoriano.
Los británicos se agarraron a la magia del dorsal 20 que terminó siendo elegido como MVP de la final. Esas dos asistencias no solo remontaron el choque sino que hundieron psicológicamente a un Betis que ya venía con una mochila llena de 118 años de historia. "Se le ha notado la calidad y la capacidad de hacer daño", le alabó Bartra.
La desgracia para el Betis es que, con la derrota de ayer, rompe una racha de 24 años sin perder una final que acumulaban equipos españoles. Habían sido 19 finales consecutivas ganadas ante rivales no españoles. Una efeméride triste que se ha encontrado además con la felicitación del Sevilla, el eterno rival, a Maresca, ex jugador hispalense de principios de siglo. "Ganar un trofeo es un punto de partida. Da mentalidad ganadora. Y nos hará mejores", explicó el técnico italiano.
El técnico del Chelsea confesó que había hablado con Pellegrini en la víspera y tanto antes como después del partido. Le tiene mucho que agradecer en lo que a aprendizaje táctico se refiere, le llama su 'padre' futbolístico, ya que fue su segundo en la aventura británica del chileno en el West Ham. "Coincidimos que él quería ganar por un lado yo por el otro. El que ha perdido está contento por el otro. Por suerte hemos ganado nosotros", explicó el técnico blue sobre las conversaciones entre ambos.
Padre e hijo
El del Betis, en cambio, se mostró muy triste por el encuentro. "Es una de las noches más duras para mí, claro, pero nos enfrentábamos al Chelsea, no es un rival menor. Me deja peor que les superamos en el primer tiempo", lamentó un técnico con grandes logros en campeonatos nacionales, pero ningún éxito europeo. Villarreal, City, Málaga y Real Madrid, en todos ha caído antes del último partido. En esta ocasión el destino ha querido ser más cruel. "El segundo tiempo fue condicionado por las lesiones, de Ricardo y Abde, nos hicieron más daño por la izquierda y con esos goles le dieron la vuelta en pocos minutos", detalló.
Mientras el Chelsea afronta en un par de semanas el Mundial de Clubes del que su técnico aún no quiere ni hablar, el Betis comienza desde ya sus vacaciones con ganas de volver más fuerte el curso que viene. "Tenemos que partir de cero la próxima temporada, hacer un plantel lo más competitivo posible para Europa League y Liga. Creo que llegar a esta final fue meritorio y también llegar a Europa. Nos queda la amargura de este partido", concluyó Pellegrini.
Un castigo excesivo malogró el gran sueño del bético. Fue una derrota criminal, porque el primer tiempo del Betis de Pellegrini fue una exhibición táctica, técnica y maravillosa. Quizá el solitario tanto de Abde fue precario dado el mérito del Betis.
¿Por qué perdió por cuatro goles a cero en el segundo período? Mi opinión es que fue que el desgaste físico y psíquico de la primera parte. A falta de pulso rítmico y juego para seguir imponiéndose, no tuvo más remedio que replegarse y doblegarse.
El Chelsea tardó, porque el sistema de Enzo Maresca es excesivamente fijo posicionalmente , con jugadores como de futbolín. Los futbolistas parecen castigar a una unidad de juego que precisamente no tiene mucha imaginación goleadora.
Tuvo que ser el talento de Palmer el que abrió la imaginación. Su centro sobre Enzo fue magistral. Era sólo el empate, pero para el equipo de Pellegrini fue como una losa .
Tiró la toalla psíquicamente. Se vio ya perdido. Los cambios vitales del poderío millonario del Chelsea hicieron el resto, con una goleada final absolutamente humillante, donde marcó hasta Caicedo.
Por cierto, vaya bendición de jugador. Es técnico, no se cansa nunca. Me recordaba al estilo de Makelele y encima casi nunca se equivoca. Él y Palmer fueron los dos jugadores fundamentales para la exagerada goleada del Chelsea.
¿Qué decir de Isco? Que es maravilloso y único hasta que le fallan las fuerzas, pierde físico como fue costumbre en toda su carrera. Él sólo no puede con todo el peso del equipo cuando el centro del campo no le ayuda y encima Antony no apareció en todo el partido.
Y sin Antony no hay oasis goleador. Es cierto que Cucurella tuvo gran culpa de que el brasileño no fuera lo que es.
En fin, da rabia y tristeza que el Betis haya casi besado su gran sueño y el beso fuera borrado abruptamente por el poderío y el dinero del Chelsea.
En cualquier caso, jugar una final de una competición europea ya es una hazaña de por sí. Y el primer tiempo del Betis en Polonia quedará inscrito en mayúsculas en la historia del Betis.
A veces la historia pesa como una losa. El Betis tuvo 118 a sus espaldas, apretándole, ahogándole, impidiéndole desarrollar el arte, el duende que este equipo ha mostrado especialmente en esta última parte del año gracias a la sociedad Isco - Antony. Murió el equipo sevillano en la orilla ante el dolor de 12.000 almas que nunca pararon de animar, que siempre creyeron, pero cuyo aliento no sirvió para doblegar al todopoderoso Chelsea, que se repuso al tanto inicial de Abde con una exhibición de Cole Palmer y tantos de Enzo, Jackson y Sancho. [Narración y estadísticas, 1-4]
No es un equipo, sino un ejército lo que tiene Maresca a su disposición. Casi 30 jugadores ha utilizado en esta competición en la que se han paseado con puño de hierro. Apenas una vacía derrota ante el Legia en cuartos de final. El dinero, la diferencia que exhibía Isco con sorna en la previa se ha impuesto a la ilusión. Y eso que el malagueño no fue un cualquiera en este duelo, fue el general que planificó la guerra, pero resultó Leónidas ante los persas.
En la primera batalla, ambos equipos quisieron incomodar al rival desde el inicio. Presiones altas y forzando a los porteros de tal manera que Adrián fue el jugador que recibió la primera falta. En unos primeros cinco minutos frenéticos, el balón transitaba de área a área en apenas segundos en busca de un fallo, de un error. Y éste llegó pronto.
Adivinó Johnny un pase de Gusto y cedió el estadounidense a Isco que atrajo a la defensa tanto que olvidaron a Abde solo en un costado. El malagueño cedió en el momento justo para que el extremo cruzara el disparo ante Jorgensen. El sueño estaba más cerca y Johnny casi lo abraza cinco minutos después con otro robo y un disparo desde 40 metros que a punto estuvo de sorprender al portero sueco. Si Pellegrini había pedido a los chicos que siguieran fieles a sí mismos, éstos acusaron el recibo.
Y entonces Isco agarró el balón, lo domó, lo mimó, lo recuperó, lo pasó y los del Chelsea miraban, pero no podían quitárselo. Antony, Johnny, Abde, Bartra todos buscaban al malagueño, al hombre de las finales y este respondía. En otro desplazamiento que terminó en la banda del hispanomarroquí, éste ganó la porfía a Gusto, recortó a Caicedo y cedió a Johnny sin vigilancia en el punto de penalti. Su disparo se fue alto porque desvió ligeramente Badiashile. A los puntos el Betis estaba siendo muy superior al Chelsea, pero el fútbol va de tumbar al rival y los ingleses seguían de pie.
Lideraba la resistencia Cole Palmer. El joven británico ha bajado el nivel mostrado en el último curso. Llevaba tiempo sin dar escalofríos, 15 tantos y 9 asistencias en ésta frente a los 22/11 que firmó la anterior. Cada vez que la cogía y encaraba, la grada bética parecía silenciarse. Está claro que la calidad y el duende habitan en Sevilla y en el oeste de Londres.
Segunda parte horrible
Y cuando parecía que nada estaba pasando, con el partido adormilado el inglés se inventó un triple recorte sobre Jesús, la puso al corazón del área y apareció Enzo para cabecear a la red. Las armas volvían a estar en alto, pero con menos tiempo, menos energía y peor dinámica para los chicos de Pellegrini. De hecho, el británico quiso decir a Isco y a Polonia que él también estaba aquí, y de qué manera, realizó una pisadita de nuevo sobre Jesús y lanzó un centro milimétrico a Jackson, que empujó con el pecho. La cuesta se empinaba y los miedos aparecían.
El Betis tenía a Isco, pero necesitaba a Antony, bien vigilado por Cucurella durante todo el encuentro. Los de Pellegrini debían recuperar el duende de la primera mitad, pero el Chelsea amenazaba a la contra. Y terminó por sentenciar el partido a través de ella. Dos fogonazos de Sancho y Caicedo pusieron ya imposible el duelo y silenciaron el fondo norte del estadio de Breslavia. El sueño se escurría entre los dedos y la historia se convertía en interminable. La realización se centraba en las lágrimas de los béticos. De dolor, de impotencia, de ilusión perdida. Ganó el dinero.
En su debut en Roland Garros, Novak Djokovic hace una dejada y el juez de línea grita: «¡Out!». La bola se ha ido fuera. El juez de silla advierte la marca de la pelota sobre la tierra batida, baja a asegurarse y rectifica a su colega: ha botado sobre la lateral, ha entrado dentro. El rival afectado, Mackenzie McDonald, se queja, el árbitro da explicaciones, Djokovic interviene y se desata una discusión. ¿Fuera o dentro? La escena es tan típica que los aficionados ni atienden, pero en realidad debería sacar todos sus cámaras e inmortalizar el momento: quizá nunca más vuelva a ocurrir.
Roland Garros es el último torneo grande que renuncia a la tecnología de arbitraje y mantiene sus jueces de línea, aunque no por mucho tiempo. La Galia está acorralada. El Grand Slam francés recibe presiones para adaptarse a los tiempos y entregarse al llamado Electronic Line Calling Live (ELC Live), la evolución del Ojo de Halcón. 18 cámaras que siguen la bola y, en sólo una décima de segundo, generan con Inteligencia Artificial una imagen en 3D para avisar si va fuera. ¿Cómo resistir al avance? Pues hay motivos. Y de todo tipo.
La petición de Djokovic
«Nuestra voluntad es mantener a los jueces de línea el mayor tiempo posible. Pero son los jugadores los que deciden. Si mañana vienen y nos dicen por unanimidad que no jugarán sin la tecnología tendremos que ceder a sus exigencias», reconocía el presidente de la Federación Francesa de Tenis (FFT), Gilles Moretton, que remataba: «Pero, de momento, eso no pasa. Los jugadores no han expresado una única opinión».
Algunos como Djokovic han pedido que Roland Garros dé el paso que dieron el US Open y el Open de Australia en 2020 y que dará Wimbledon este mismo 2025. «Estoy a favor de la tecnología. Es más precisa y ahorra tiempo. Ha habido muchas ocasiones en las que los jugadores han chocado con un juez de línea» comentaba sin especificar que varias de esas ocasiones las protagonizó él, como aquel pelotazo en el US Open de 2020. Pero otros tenistas han defendido que se mantenga la presencia de los árbitros en las pistas del Bois de Boulogne. «Las dos opciones son buenas, pero en tierra batida prefiero que haya jueces porque se puede valorar el bote de la bola, dialogar con el árbitro», respondía Alcaraz este miércoles a pregunta de EL MUNDO. «La precisión de la tecnología no es la misma en tierra batida. No estoy seguro de que esté totalmente perfeccionada en esta superficie, añadía el francés Ugo Humbert y abría el debate.
DIMITAR DILKOFFAFP
En raras ocasiones el ELC Live ha recibido quejas en los torneos de pista dura en los que se utiliza -la primera prueba fue en las Next Gen ATP Finals de 2017-, pero sobre arcilla ha generado malestar. El hecho de que la pelota deje una marca visible sobre la superficie siempre invita a la reclamación. Pero hay más razones. En tierra batida, la pelota se mancha, eso dificulta la correcta calibración del sistema, y hay más errores.
La foto de Zverev
En el Mutua Madrid Open, en su partido ante Alejandro Davidovich, Alexander Zverev protestó por un bote que el sistema señaló como dentro mientras la marca estaba claramente fuera. Para mostrarlo al mundo, llegó a sacar su teléfono, hacerle una foto y colgarla en Instagram. Ante el evidente fallo, la ATP se vio obligada a investigar lo ocurrido y aceptar que el ELC Live tiene «un margen de un milímetro de error». «Un mismo tiro puede dejar marcas diferentes dependiendo de las condiciones de la superficie, como la humedad, la densidad del suelo y cuándo se barrió la cancha por última vez», reconoció entonces Ali Nili, responsable de los árbitros del circuito, que luego sacó pecho: «Este año se ha utilizado el ELC Live en seis torneos de tierra batida, con 486 partidos, más de 75 000 puntos y más de 300.000 botes. Sólo en 76 casos un jugador cuestionó la marca, con pocas controversias».
En la eliminación de los jueces de línea también hay que contar con un posible fallo del sistema, que obligaría a cancelar los partidos, y con los puestos de trabajo que se perderían. En este Roland Garros hay 320 jueces, la amplía mayoría locales. La FFT defiende que muchos se convertirán en jueces de silla y que, sin ese paso intermedio, es posible que el tenis se quede sin árbitros. De momento Roland Garros resiste, pero el avance de la tecnología, con todo lo que conlleva, parece imparable.
Giro sin tregua en las cumbres de los Dolomitas. Después del hundimiento de Juan Ayuso en Santa Bárbara y de las debilidades mostradas por Isaac del Toro en el ascenso a San Valentino, este miércoles continuó un nuevo y electrizante capítulo de esta espléndida Corsa Rosa. El mexicano, vestido de rosa (como Pogacar hace un año), se anotó su primer triunfo en un enorme ejercicio de coraje. Memorable su descenso en el puerto de Le Motte, donde derrotó a todos los enemigos que pretenden desbancarle de la primera plaza del podio.
Una victoria en una etapa en la que se ascendieron Tonale y Mortirolo, dos icónicos escenarios, en otra jornada de desgaste y eliminación. El italiano Antonio Tiberi fue el principal damnificado del día.
La nueva cita alpina, como era previsible, arrancó con otra macro fuga de 25 integrantes, entre ellos se colaron nombres de primer nivel, como Pello Bilbao, Dani Martínez, McNulty, Vacek, Bardet y lo que era más relevante, la presencia de tres corredores del Visma del Simon Yates: Kelderman, Kruijswijk y Lemmen. Una planificada escapada bidón para que Yates enlazara con ellos.
En el Passo Tonale, la ventaja de los fugados era de 3.40 sobre un pelotón en el que UAE no gobernó como en anteriores citas. Juan Ayuso, a su ritmo, se desentendió del grupo desde la misma salida de la etapa, Jay Vine abandonó. Con ese panorama, el Ineos de Egan Bernal asumió la responsabilidad de caza. En las primeras rampas del Mortirolo, Antonio Tiberi perdió contacto con el grupo de los mejores.
Por delante, apretaba el portugués Eulálio, que tuvo el honor de coronar primero el Mortirolo, puerto en el que Richard Carapaz volvió a desafiar al Del Toro con un ataque a falta de dos kilómetros para la cima y lograr una renta de 12 segundos, a 2.38 de los escapados. Todos iban con las orejas tiesas en el peligroso descenso camino de Bormio.
El ecuatoriano contactó con su compañero Steinhauser en el llano y intentó estirar la ventaja antes del último puerto de la jornada, Le Motte, de tercera categoría. Esfuerzo inútil del líder del grupo EF Education, con 1.50 para los escapados. A dos kilómetros de la cima saltó de Del Toro y tras él apareció Carapaz, ambos a la captura de Bardet, el único superviviente de la fuga.
En la cima, el líder logró un puñado de segundos, que aumentaron en el descenso, con unas trazadas soberbias, ganando segundos en cada curva. En el último kilómetro, el líder volvió a acelerar para desprenderse del ecuatoriano y del francés, que llegaron tres segundos después a la meta. A 15 segundos entró Simon Yates. El líder no ganó mucho tiempo, lo importante es el mensaje de confianza lanzado a todos aquellos que dudaban de sus condiciones.
"Quería imaginarme esto. Es realmente bueno. Este Giro está siendo increíble. Nunca me rendí, traté de estar un paso por delante. Siempre corro sin tener nada que perder. Hoy no fue más fácil que ayer, pero tuve una gran mentalidad", comentó el mexicano, más líder, después.
Este jueves, prosigue la ronda con una etapa de 140 kilómetros entre Morbegno y Cesano Maderno, con una primera parte con toboganes y una segunda de descenso. Día propicio para las escapadas.
El día después del desengaño de un chico de 22 años con la ambición y el talento de ser la ilusión tan esperada del ciclismo español, camino de los autobuses de los equipos, en la soleada San Michele all'Adige, marcha su familia al completo, incluida su perrita Trufa, a la que lleva y atiende su novia. El día después del Giro de Italia perdido, Juan Ayuso ya olvida el cabreo y la frustración, sonríe a medias e intenta aprender la lección. El día después acude el Mortirolo y a Juan le sigue doliendo mucho la rodilla y piensa, ya más optimista, «hoy voy a experimentar lo que es ir en una etapa de montaña con los sprinters». Y así sucede. Tiene un edema, inflamación y líquido en su rodilla, lo que no ha querido que se sepa porque no pretende excusas, y lo que parecía iba a ser una recuperación rápida y progresiva han sido pasos atrás: «Es que iba a rueda de Igor Arrieta, íbamos parados y le tenía que decir que bajara el ritmo. Cuando ves que te van pasando los coches es un palo duro».
Todo se torció para Ayuso el maldito día del sterrato, camino de Siena, donde seguía tan pleno. Pero la caída, el golpe en la rodilla, el corte, los puntos... Entrenando el día siguiente se le volvieron a abrir. En la crono también se resintió. Pero contaba con el paso de los días y la mejora. Y fue todo lo contrario. "Toda la segunda semana no me he encontrado nunca a mi nivel. Todos los días he ido sufriendo. No quiero decir que me lo esperaba, pero me lo veía venir. El (segundo) día de descanso casi ni entrené porque estaba reventado. En ciclismo son cosas que pasan", contaba ayer, hablando sin prisa en el control de firmas, con su maillot abierto y su cadena dorada con la virgen al cuello.
El día después de que se escape el sueño de ganar su primera grande no es sencillo para nadie, pero Ayuso muestra una madurez sorprendente para su edad. No va a abandonar, como sí hizo Roglic, y en el entorno del ciclista comparan ambos casos. Pero Primoz tiene el Tour de Francia a la vuelta de la esquina y Juan no. Y eso, la falta de objetivos claros en carreras de varias semanas, donde él sabe que su cuerpo responde mejor (pese a los infortunios de las últimas veces), le hace torcer el gesto ante los tres periodistas españoles que le preguntan. "Si no corro ninguna gran vuelta, queda San Sebastián y enfocarme mucho en el Mundial. En estas carreras te lo juegas a un día, que es una pena", pronuncia.
Ayuso, en el pelotón, camino del Mortirolo.LUCA BETTINIAFP
El día después de una 'pájara' como no recordaba, Juan ya sabe que lo que se le ha escapado es la oportunidad de una vida. En su entorno cuenta que "lo tenía en las piernas". "Con el nivel que había tenido en Tirreno, sin duda estaría por lo menos disputándolo. No quiero decir que lo estaría ganando, pero sin duda estaría disputándolo. En las dos vueltas de España que he corrido y en el Tour hasta que me retiré, siempre, con el paso de los días, siempre iba a mejor. Y en cambio aquí ha sido todo lo contrario. Nadie somos adivinos. Por un lado me da rabia, pero al fin y al cabo tengo un compañero ahí. Sé los datos que se están moviendo. Entonces sé que en condiciones normales se hubiera podido mínimamente estar ahí, luego ya ganar o no depende de muchos factores", explica.
Y es que tardará tiempo en presentarse otra. La competencia en el UAE es feroz. Es el mejor equipo del mundo y tiene al mejor ciclista del mundo. Pero Ayuso no desespera. Quiere demostrar que también es un tipo solidario. Quiere recuperar sensaciones (ayer se dejó llevar y perdió 35 minutos, hoy llega una etapa menos exigente camino de Cesano Maderno). Quiere ayudar a Isaac del Toro, que, pese a las suspicacias, es buen amigo y ayer se rehízo en Bormio, ganó y volvió a sacar algo de tiempo ante Richard Carapaz, Simon Yates y todos los que optan a arrebatarle el rosa. También le gustaría ganar otra etapa a Juan, como en Tagliacozzo. Hace mucho que un español no alza los brazos por dos veces en el Giro, desde el 2019 (Pello Bilbao, antes Mikel Landa en 2025).
El día después, en fin, es también hora de aprender. Pese a que Juan tenga 22 años, una edad a la que ahora parece normal ser un campeón, pero que hace no tanto los grandes ciclistas no habían ni pasado a profesionales. «Creo que sí que es un palo que me vendrá bien para el futuro, saber que incluso cuando gané en Tirreno o cuando perdí en la Volta a Catalunya, hay que seguir trabajando y seguir luchando porque esto es un deporte que no es nada agradecido en ese sentido y hay que seguir dando lo mejor», concluye. Y comienza la etapa.
En una esquina de la segunda grada de la pista Philippe Chatrier, arriba del todo, hay una clase de segundo o tercero de Primaria. Son unos 20 niños y niñas y todos llevan petos fosforitos para no perderse: unos van de naranja y otros, de amarillo. Llegaron andando a primera hora desde una escuela cercana, la Denfert-Rochereau, y aprovechan que mañana es festivo en Francia, Jueves de Ascensión. No paran. Es lo que les toca, no paran.
Hay uno rubio que después de cada punto de Alcaraz levanta los dos brazos y grita "¡Allez, Carlos!" y en todo el partido Alcaraz suma muchos, muchos puntos, concretamente 121. Ocupan toda una fila y los dos del final, los que están más lejos del profesor, no paran de empujarse. De vez en cuando incluso cae un puñetazo. El caso es que todos alucinan. Hay algunos concentrados en el juego, otros sólo miran de vez en cuando, pero todos flipan con Alcaraz y su magia.
A mediados del tercer set, el español, ya vencido, llega a una bola imposible, conecta un pasante paralelo por fuera de la red y los críos no pueden más que abrir la boca. "¡Oh!", entonan todos. Luego preguntan: "¿Eso vale?". El público francés se ha quedado tan anonadado que no lo celebra hasta que el propio Alcaraz mira al tendido, levanta los brazos y reclama su aplauso. Desde el primer punto hasta el último, los niños parisinos disfrutan de la Carlos Alcaraz Experience; cuando se van a casa, ya tienen un nuevo ídolo.
Alcaraz también canta
Este miércoles en un ambiente de verbena en París, con mucha juventud en las gradas de la Chatier, Alcaraz venció en segunda ronda al húngaro Fabian Marozsan por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-2 y la victoria fue casi lo de menos. De hecho, quien observe el marcador e incluso lea alguna estadística, como sus nueve bolas de break no convertidas, podrá pensar que fue un partido peliagudo para él, pero todo lo contrario.
En su regreso a la central después de debutar en la Suzanne Lenglen, el español sintió la bola como propia, disfrutó con la raqueta, dibujó golpes de artista. Marozsan ayudó con su gusto por la dejada, un recurso que utilizó hasta en 24 ocasiones, pero Alcaraz puso mucho de lo suyo. Hubo algunos despistes, como esa ruptura inicial que le costó el segundo set, y alguna tarea pendiente, como rematar esas opciones de 'break', pero pelillos a la mar. Para las siguientes rondas, como la próxima, ante el ganador del duelo entre Giovanni Mpetshi-Perricard y Damir Dumhur, ya hay que contar con el Alcaraz más jugón.
"¡Popopopopopopo!", cantó Alcaraz antes de abandonar la pista, después del partido, sabiendo leyendo el ambiente. "¡Olé!", le respondieron, como no podía ser de otra manera. "Me encanta jugar aquí", aseguró después de analizar el partido: "En el primer set me he encontrado genial, con mucha confianza, pero en el segundo Fabian ha empezado a jugar muy agresivo, tomando muchos riesgos. Me ha costado volver a mi juego, pero en el tercer y cuarto set lo he conseguido".
Alejandro Blanco ha sido reelegido para afrontar su sexto mandato al frente del Comité Olímpico Español (COE), después de recibir el apoyo en forma de avales de 35 de las 36 federaciones olímpicas y 23 no olímpicas. En la votación finalmente realizada en la sede del organismo, de 165 votos a favor, ha obtenido 157, con ocho abstenciones. Es decir, ningún "no". Como en anteriores elecciones, salvo las primeras, en las que derrotó a Mercedes Coghen, en septiembre de 2005, no ha tenido opositor, al no presentarse otras candidaturas, hecho que habla de Blanco como uno de los dirigentes del deporte con mayor consenso.
A los 74 años, afronta, esta vez sí, su último mandato, que debe concluir después de los Juegos de Los Ángeles'28, aunque las elecciones en las que tomará el cargo su sucesor serán en el primer semestre de 2029.
"Gracias a todos por confiar en mí una vez más. Es un honor y una responsabilidad seguir liderando la casa del deporte y de los deportistas. Vamos a continuar trabajando con la misma ilusión, esfuerzo y dedicación para que nuestros deportistas y nuestras federaciones cuenten con todo el apoyo necesario para seguir dejando el nombre de España en lo más alto del panorama internacional", manifestó Blanco tras la votación.
Entre sus objetivos para este nuevo ciclo, al margen del desarrollo y apoyo a los deportistas españoles, está el de proponer un modelo nuevo para el deporte español, algo que deberá consensuar con el Consejo Superior de Deportes (CSD), y la puesta en marcha de la Universidad del Deporte, en Madrid, en colaboración con la UCAM, convertida desde hace años en uno de los grandes patrocinadores del deporte olímpico, de la mano del fallecido José Luis Mendoza.
Blanco anunció tras su cuarto mandato que dejaría paso a un relevo, pero reconsideró su posición por la puesta en marcha de la candidatura Barcelona-Pirineos a los Juegos de invierno. Malograda en los caladeros políticos, la puesta en marcha de otros intentos, entre los que se encuentra el viejo anhelo de Madrid, deberá esperar a tiempos nuevos, ya sin el dirigente gallego al frente del COE. El objetivo de superar las 22 medallas de Barcelona'92, que Blanco creía posible en París, deberá esperar a Los Ángeles'28, pero puede formar parte de su legado final.