El ‘supermiércoles’ que puede dar un gran impulso a España en el medallero

Actualizado Martes, 6 agosto 2024 - 20:44

Desde las 7.30 de la mañana en los alrededores de la Torre Eiffel hasta las 22:30 aproximadamente en Roland Garros, un supermiércoles olímpico para no levantarse del sofá. Un frenético cóctel de deportes, por tierra, mar y aire, en el que España podría conseguir de cuatro a seis medallas (a falta de cuatro jornadas, igualaría ya las logradas en Río y Tokio) y meterse en varias semifinales por equipos. Tomen nota.

MARCHA

En el Trocadero, bien temprano, dos parejas españolas para seguir ampliando la leyenda de la marcha atlética española. Se trata del novedoso relevo mixto en el que recorrerán la distancia de un maratón (42,195 kilómetros), en cuatro postas. Álvaro Martín y María Pérez, bicampeones del mundo en Budapest y medallistas olímpicos la semana pasada (bronce él, plata ella) en los 20 kilómetros, son claros favoritos. Miguel Ángel López y Cristina Montesinos (décima la catalana) también tienen mucho que decir.

TAEKWONDO

No muy lejos de allí, en el Grand Palais, desde por la mañana -con suerte, hasta las 21.19 de la final femenina y las 21:37 de la masculina-, dos madrileños, Adriana Cerezo (-49 kg, plata en Tokio) y Adrián Vicente (-58), pelearán en una especialidad también siempre propicia. Ella arranca en octavos contra la uruguaya Grippoli (11.11 h.); él, bronce mundial, contra un rival que llegará desde una ronda anterior (11:24).

EQUIPOS

Con el fútbol masculino en la final olímpica, el femenino buscando este martes el mismo lugar y la estupenda plata de las chicas del baloncesto 3x3, los equipos tienen por delante un miércoles decisivo. Por orden, seis citas de cuartos de final. A las 9:30 h., en Lille, el balonmano masculino se enfrenta a Egipto, rival al que ya derrotó hace tres años en los Juegos de Tokio por el bronce. Ya a mediodía (14:00 h.), los chicos de waterpolo se las verán con Croacia. Y, media hora más tarde, en la reedición de la pasada final del Eurobasket, las chicas de Miguel Méndez ante Bélgica en el Bercy Arena. Un poco después (17:00 h.) será el turno del voley playa: ellas, Daniela Álvarez y Tania Moreno, contra la pareja canadiense. Y ellos, ya a las 21:00 h., los legendarios Pablo Herrera y Adrián Gavira, ante los noruegos.

España, el lunes, durante la rutina técnica en Saint-Denis.

España, el lunes, durante la rutina técnica en Saint-Denis.EFE

NATACIÓN ARTÍSTICA

España se encuentra otra vez entre las favoritas, el sitio que le corresponde por tradición y palmarés. Después del escándalo que desmanteló al mejor equipo español de natación sincronizada de la historia, con Anna Tarrés al frente, hubo dos ediciones de vacío -los Juegos de Río 2016 y los Juegos de Tokio 2020-, pero ya está de vuelta. Con Mayuko Fujiki al frente, un nuevo grupo de nadadoras y otra filosofía de entrenamiento, España vuelve a estar en disposición de colgarse una medalla. Será en la rutina acrobática, a partir de las 19.30 horas, y con un riesgo alto. Con la China de la propia Tarrés como favorita al oro, las medallas se tendrán que discutir con Japón y Estados Unidos, que presentarán ejercicios con menor puntuación de dificultad, pero más seguros.

VELA

La clase 470 mixto, con Nora Brugman y Jordi Xammar, afronta la Medal Race hoy en la bahía de Marsella a partir de las 15:43 horas en inmejorable posición. Ayer sólo pudieron disputar dos de las tres últimas regatas previstas en la última jornada de la serie clasificatoria y siguen segundos en una general muy igualada. Son los números uno del ranking internacional y vigentes campeones de mundo. Ayer firmaron un tercero y un sexto puesto antes de que se quedaran sin viento. Fuera de las medallas quedaron ayer Tara Pacheco y Andrés Barrio en el Nacra 17. La pareja mixta, demasiado irregular durante las tres regatas del martes, se quedó a cuatro puntos de la Medal Race.

Ghadfa festeja su victoria de cuartos ante Chaloyan.

Ghadfa festeja su victoria de cuartos ante Chaloyan.AFP

BOXEO Y...

El último en entrar en acción será el marbellí Ayoub Ghadfa, quien, con su medalla asegurada, buscará silenciar Roland Garros a las 22:18 h. ante el local Djamili Aboudou y colarse en toda una final olímpica de los pesos pesados. No hay que perder ojo tampoco a Leslie Romero, con plaza y sueños en la final olímpica de escalada. Daniel Arce estará en la finalísima de los 3.000 obstáculos en el Stade France. Y, sin medallas en juego todavía, comienza el golf femenino (Carlota Ciganda y Azahara Muñoz) y se disputan varias eliminatorias de piragüismo.

Naia Laso y un diploma olímpico a los 15 años: calcetines de Yoda, una infiltración y “bastante dolor”

Actualizado Martes, 6 agosto 2024 - 19:37

Naia Laso lleva sus calcetines verdes de Yoda, el amuleto, y su perenne monopatín bajo el brazo. En su rostro, curtido por el sol, destacan dos bonitos ojos verdes. Tiene 15 años y habla como si los tuviera. Aunque un rato antes, en el skate park situado en La Concorde, se ha desenvuelto como si tuviera muchos más. No por su habilidad, que también. Lo ha hecho soportando un dolor intenso, apretando los dientes y consiguiendo un diploma olímpico que recordará toda la vida (fue séptima, con una puntuación en la ronda final de 86,28).

Naia es la deportista más joven de la delegación española, aunque en su disciplina, que se estrenó olímpicamente en Tokio hace tres años, eso no es llamativo. La australiana que consiguió el oro, Arisa Trew (93.18), tiene 14 (sorprendió a la británica Sky Brown, estrella mundial). La media de las ocho finalistas es de 16,5 y sólo había dos mayores de edad. En ronda clasificatoria fue eliminada la china Haohao Zheng, que cumple 12 en seis días, la deportista más precoz en París 2024.

Los calcetines de Naia Laso.

Los calcetines de Naia Laso.ODD ANDERSENAFP

La skater de Bermeo firmó una estupenda mañana en la que logró su clasificación para toda una final olímpica. Pero ahí estuvo su condena. Una caída de las tres que sufrió la dejó visiblemente tocada. Un pinzamiento en la espalda que le impedía hasta caminar. Y que lastró su tarde parisina. "Me dolía sí, bastante. Me infiltraron y entonces me dolía un poco menos", revelaba.

En la final apenas pudo desenvolverse. Tropezó en los dos primeros intentos, aunque pudo completar el tercero, menos de un minuto haciendo estupendo malabares que enardecían a las tribunas situadas en el corazón parisino. "He ido a asegurar, a por un puesto, a hacer una ronda para quedarme contenta", explicó la deportista vasca, que alcanzó París a pesar de haberse roto la clavícula en mayo.

Naia Laso, durante la sesión matinal en La Concorde.

Naia Laso, durante la sesión matinal en La Concorde.AFP

También que la dificultad para ella era mayor y no sólo por la lesión. "Al principio me ha costado un poco. [El park] Es más difícil que los que hemos hecho hasta ahora. Es complicado coger velocidad en todo el parque. Al final está muy alto y en España no tenemos parques así", contó Naia, tan tímida. Que, claro, tiene 15 años, acaba de terminar cuarto de la ESO y le quedan cuatro hasta Los Ángeles, donde seguirá siendo jovencísima. Todo ilusión.

Una plata callejera para la historia: el último tiro no entra y España pierde con Alemania la final del 3×3

Actualizado Lunes, 5 agosto 2024 - 22:35

Entre las cientos de páginas que el baloncesto español ha escrito para la historia, quizá ninguna aventura fue como la de esta noche de verano en el corazón de París, en la Plaza de la Concordia, donde Maria Antonieta pasó por la guillotina. Cuatro jugadoras ya para el recuerdo, talento, coraje y osadía para lograr una plata olímpica en una disciplina con tan poca tradición como espectáculo y garantía de porvenir. Sandra Ygueravide, Juana Camilión, Vega Gimeno y Gracia Alonso de Armiño son subcampeonas olímpicas tras perder en la final contra Alemania (17-16) en la agonía de un último tiro que no entró.

No puede ser más improbable una medalla que, en su génesis, tuvo una canasta de espaldas en el último segundo en el clasificatorio contra Canadá. Una de las acciones más asombrosas que vieron las canastas patrias jamás. "Le rebañé de las manos el rebote. En cuanto la cogí ni la bajé. La canasta estaba en horizontal a mi espalda y fue el tacto preciso, a conciencia. Alucino", relataba su heroicidad en EL MUNDO Gracia, "la esencia del 3x3", una enfermera de Bilbao que juega en el Estudiantes y que anoche en París no acertó a la desesperada. Aquello no podía ser nada más que el anticipo de algo extraordinario.

Para saber más

Bien entrada la noche, resultó una final vibrante. Fue un arranque de nervios. De nuevo a remolque, con tres canastas seguidas de una Alemania que ya había derrotado a las españolas en el último partido de la fase de grupos. Pero la reacción fue preciosa. Un parcial de 3-10 en el que la selección se adueñó de la pista, manejando las puertas atrás y los pick and rolls, especialmente acertada Gracia de Armiño.

Pero esa energía no la puedo mantener después la selección, pese a los dobles de Camilion. Fue otro triple de la gigante Brunckhorts el que iba a ser el mazazo, pese a que España tuvo 7,8 segundos para la oportunidad final que no fue.

Aun así, es el éxito del baloncesto español en su especialidad más callejera y novedosa, al que supo conectarse con un programa desde la Federación que no se vio interrumpido pese a quedarse dolorosamente a las puertas de la clasificación en Tokio, donde se estrenó en el programa olímpico. Con Anna Junyent a los mandos y jugadoras tan experimentas como Nuria Fernández, que se ha pasado cada madrugada viendo vídeos de las rivales en su hotel de París. Y con otras jugadoras que fueron clave por el camino, como Aitana Cuevas o Paula Palomares.

El camino al oro fue tan caprichoso como aquella canasta de Gracia en Debrecen. El cuarteto que maneja Junyent se había clasificado directo a semifinales tras una carambola. Después de una primera fase de vaivenes, en la que ganó cuatro partidos (entre ellos a la anfitriona Francia) y perdió tres (uno contra EEUU, 11-17), las españolas evitaron la ronda de cuartos de final y empezaron a soñar con una medalla que ya es realidad.

Felipe VI aplaude al equipo español tras perder ante Alemania en la final

Felipe VI aplaude al equipo español tras perder ante Alemania en la finalMiguel TonaEFE

Porque, con su majestad el Rey Felipe vibrando en primera fila de la cancha situada al comienzo de los Campos Elíseos -a su lado, Alejandro Blanco, la ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría y el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes (también Dirk Nowitzki, Jorge Garbajosa o Carmelo Anthony, las chicas de la selección 5x5 que este miércoles juegan su partido de cuartos)-, la selección dio la sorpresa (16-18) ante el USA Team en un partido eléctrico y emocionante. Puro rock and roll.

El dominio físico del equipo americano, que comenzó mandando (9-4), le permitió adueñarse del rebote. Pero también se cargó pronto de faltas, algo que en el 3x3, con sus reglas propias, es pecado mortal: a la sexta, la selección rival goza de dos tiros libres. Oro puro para España, que no tembló en ese abismo. Un triple (dos puntos) de Camilión fue clave para contrarrestar los tantos de Van Lith, la jugadora más pequeña del USA Team, un tormento con sus penetraciones. Entonces, en la hora de la verdad, Ygueravide tomó la responsabilidad. Iba a anotar las cuatro canastas finales de España, cuatro puntos para el recuerdo.

Primero, para empatar a 15 a falta de 32 segundos. Poco más tarde, a falta de cinco segundos, la del 16-16, precioso aro pasado, para llevar el duelo a la prórroga. Una especie de tie-break en el que gana quien mande por una ventaja de dos. Allí, la posesión inicial fue para España, que en vez de ir a por el triple, anotó con una penetración de Ygueravide. Falló después USA, que en la siguiente posesión empujó a la estrella española para condenarse. Una falta que dio dos oportunidades a la selección para acceder a la final. Sandra (nueve puntos en total, la mitad) no iba a fallar con el primero.

Ana Peleteiro: "Creo que este linchamiento está fuera de lugar"

Ana Peleteiro: “Creo que este linchamiento está fuera de lugar”

Actualizado Lunes, 5 agosto 2024 - 15:57

Ana Peleteiro, sexta en la final de triple salto de los Juegos Olímpicos de París, emitió un comunicado este lunes para denunciar el "linchamiento fuera de lugar" que está sufriendo los últimos días y pidió "respeto", sobre todo por su familia, sin entender "lo infeliz que puede llegar a ser alguien para promover el odio de esta manera".

La atleta gallega, que esta temporada se proclamó campeona de Europa y ganó el bronce en el Mundial de pista cubierta, desveló que durante los últimos días no para de recibir "mensajes de odio e insultos, ya que muchos medios están aprovechando el momento mediático para publicar declaraciones antiguas completamente sacadas de contexto".

Para saber más

"Me siento orgullosa de toda la temporada que he hecho y de mi trayectoria profesional y esto sólo ha sido un resultado en mi carrera que forma parte de otro sueño cumplido", comentó.

"Disculpas si alguien se ha sentido ofendido en algún momento, no ha sido mi intención. Siempre he intentado abogar por un deporte libre de racismo y desigualdades de género y es por lo que seguiré luchando día a día. Soy plenamente consciente de que muchas veces tiro de sarcasmo e ironía y eso puede jugarme una mala pasada, pero creo que este linchamiento está fuera de lugar", confesó.

"Quiero pedir respeto por mí pero sobre todo por mi familia. Nunca entenderé lo infeliz que puede llegar a ser alguien para promover el odio de esta manera. Y a las miles de personas que os alegráis por mí, os lo agradezco infinito, me siento una auténtica afortunada. ¡Al final del día el amor siempre vence!", concluyó.

Carolina Marín llega a Madrid, se somete a pruebas y se emociona con el gesto de su rival china: “Estoy destrozada”

Actualizado Lunes, 5 agosto 2024 - 14:11

En el entorno de Carolina Marín cuentan que no lo esperaba. La china He Bing Jiao, su rival en las fatídicas semifinales de los Juegos de París en las que volvió a romperse la rodilla, subió al podio a recoger su plata -perdió en la final-, con un pin de España. Un bonito homenaje. Una sorpresa porque Jiao no tenía mucha relación con Marín y porque la cultura china no es muy dada a este tipo de expresiones. "Podéis imaginar cómo está, pero ha visto la fotografía de Jiao y le ha emocionado", comentan quienes la conocen.

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La jugadora aterrizó este lunes en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, y allí la recibió un grupos de aficionados que le dedicó una ovación y la vitoreó: "¡Campeona, campeona!". "Todavía no he podido ver todo (refiriéndose a las muestras de cariño), pero quiero dar las gracias a todo el mundo. Estoy destrozada, no puedo decir otra cosa. Me voy ahora mismo al hospital y a ver qué sale. No sé si me tienen que operar, voy directamente al hospital y ahí tomaremos decisiones. Gracias por el apoyo", dijo ante los medios que la esperaban en la terminal.

Durante toda la mañana se estuvo haciendo pruebas en la Clínica CEMTRO, donde fue operada las dos veces anteriores, por el doctor Pedro Guillén. Las primeras exploraciones, realizadas en el centro médico de la Villa Olímpica, apuntaban a una rotura del ligamento cruzado de la pierna derecha, aunque no se hará oficial hasta que haya un diagnóstico seguro. Marín se rompió por primera vez ese ligamento de esa misma rodilla a principios de 2019, en Indonesia. Luego, dos meses antes de los Juegos de Tokio 2020 sufrió la misma lesión, pero está vez en la rodilla izquierda y con afectación también al menisco.

Desde el mismo entorno de Marín aseguraban que ni tan siquiera habían valorado la opción de recibir una medalla de bronce honorífica y que esa iniciativa, si realmente existía, no había salido de ellos.

Así es el 3×3, el baloncesto callejero donde España busca hoy una medalla

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 23:45

Khaled y Kevin acaban de salir del estadio, un poco decepcionados por la derrota de Francia, pero entusiasmados por el hecho de haber podido ver en directo y en competición el deporte al que juegan a diario en Aubervilliers, el barrio donde viven en la periferia parisina: "Queríamos ver esta competición, nos habían dicho que hay muy buen ambiente. Nosotros no vamos a nadar a las piscinas ni jugamos al tenis. En nuestro barrio es o el basket de ca

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Sorribes y Bucsa, la pareja que se unió “a ultimísima hora”, se cuelga el bronce en los Juegos de París

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 13:31

Quedaba menos de una hora para que cerraran las inscripciones del Mutua Madrid Open del pasado mayo cuando Sara Sorribes recibió una llamada de su habitual compañera de dobles, la checa Marie Bouzkova. Sufría problemas físicos, no podía jugar. Sorribes, que ya entonces aspiraba a compaginar individuales y dobles en los Juegos Olímpicos de París vería cómo se le complicaba el camino. Tenía que jugar, necesitaba dominar la especialidad, disputar cada torneo. Pero no tenía pareja.

Y así empezó a buscar un reemplazo por las instalaciones de la Caja Mágica, en el gimnasio de los tenistas, en el comedor, por todos los lados. Hasta que se encontró a Ion Bucsa, olímpico por Moldavia en biatlón en Nagano 1998 y Salt Lake City 2002, y padre de Cristina Bucsa. "¿Cristina puede jugar el dobles?", le preguntó Sorribes, la respuesta fue afirmativa, se apuntaron "a ultimísima hora" y ganaron el torneo. A partir de ahí, ya se sabía: iban a ser la pareja española en los Juegos, tenían posibilidades de medalla.

Y este domingo lo confirmaron. Después de ganar a la pareja checa formada por Karolina Muchova y Linda Noskova por 6-2 y 6-2 se colgaron el bronce, la sexta medalla de España en estos Juegos Olímpicos. Si en las semifinales habían sido dominadas por Mirra Andreeva y Diana Shnaider, la dupla rusa, en la lucha por el bronce mandaron ellas. Con el juego desde el fondo de Sorribes y la velocidad de Bucsa en la red, completaron un partido en el que no hubo competencia. Desde el primer juego, break para las españolas, el dominio fue absoluto. El encuentro, de hecho, sólo duró una hora y 12 minutos, un suspiro. Al acabar escalaron a las gradas para abrazar a su familia y unirse a Anabel Medina, la capitana del equipo femenino, eufórica. Felicidad suya y felicidad para dos tenistas que han pasado dificultades.

La lesión de Sorribes, la Psicología de Bucsa


Sorribes, de 27 años, nacida en Vall d'Uixò, en Castellón, se rompió hace dos años el escafoides y estuvo seis meses sin jugar. Currante del tenis -y amante de la escritura-, llegó a caer más allá del Top 100 del ranking WTA, pero el sufrimiento le cambió la mentalidad. A partir de entonces, más profesional, cosechó sus mejores resultados, como unos octavos de final en Roland Garros, ascendió en la lista -este año fue decimoséptima- y enfiló el camino para estos Juegos Olímpicos, donde ha vivido un sueño. Fan de David Ferrer desde pequeña, estos días han compartido entrenamientos y comidas con él, capitán del equipo masculino español. Esa convivencia y el bronce han sido sus recompensas a tanto trabajo.

La misma recompensa que ha recibido Bucsa. Nacida hace 26 años en Chisinau, en Moldavia, cuando era un bebé sus padres se mudaron a Torrelavega, desde pequeña tuvo a su padre como entrenador raqueta en mano y en los torneos pequeños fue creciendo, fue creciendo hasta alcanzar, también este año el Top 20 del ranking WTA -fue decimonovena-. Estudiante de Psicología a distancia, una de las pocas deportistas que no tiene redes sociales, todavía está construyendo su camino, para lo que le ayudará el bronce.

España entera llora la retirada por lesión de Carolina Marín: "Vamos a solicitar el bronce honorífico"

España entera llora la retirada por lesión de Carolina Marín: “Vamos a solicitar el bronce honorífico”

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 11:53

Lo que estaba siendo una mañana tranquila en París, en la que España iba a asegurarse otra medalla con una de sus grandes bazas, ha terminado convirtiéndose en un drama. Carolina Marín, que dominaba su partido de semifinales ante la china He Bing-Jao (21-14 y 10-5 en el segundo set), ha tenido que retirarse por una lesión en la rodilla derecha. Una lesión que ha dejado sin lugar a dudas uno de los momentos más trágicos de esta edición de los Juegos Olímpicos.

Marín, tras intentar volver a la pista con una rodillera, ha tenido que abandonar minutos después entre lágrimas y desistir en la lucha por recuperar ese ansiado oro que ya consiguió en Río de Janeiro en 2016. Tras la retirada, numerosas personalidades tanto del mundo del deporte como de otros ámbitos han tratado de enviar todo su apoyo a la atleta onubense.

Una de las primeras ha sido la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, que precisamente se encontraba en el pabellón. "Los gritos de dolor nos llevan a pensar que esto puede ser mucho más serio. Esperemos que, más allá de la pérdida de la medalla, no sea tan grave como parecía". Alegría ha declarado ante los medios que ha preferido no entrar al vestuario, ya que estos "son momentos para estar con la familia y el equipo". Eso sí, aprovechó su comparecencia ante los medios para ofrecerle el apoyo del Ministerio: "Con los deportistas hay que estar antes y durante la competición, pero también después, especialmente cuando ocurren desgracias como estas".

José Manuel Rodríguez Uribes y Pilar Alegría aplauden a Carolina Marín tras su retirada

José Manuel Rodríguez Uribes y Pilar Alegría aplauden a Carolina Marín tras su retiradaEP

Poco después, su entrenador, Fernando Rivas, ha compartido en zona mixta las amargas sensaciones de todo el equipo tras la lesión. "Carolina está hundida. No tenemos palabras. Me ha mirado y me ha dicho: 'Me he roto'. El momento de forma en el que llegaba, cómo estaba yendo de menos a más en la competición... ", se ha lamentado Rivas ante los medios. "Más que injusto, ha sido muy cruel":

También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado una publicación en sus redes sociales con la intención de animar a la atleta onubense. "Eres y serás una campeona. Toda España está contigo", se puede leer en el tweet del presidente.

Para saber más

En la misma línea, la Casa Real también se ha pronunciado a través de su cuenta de Twitter: "No hay metal que alcance el valor de la lección de pundonor y orgullo que has dado. La más digna representación del espíritu olímpico Volverás más fuerte, como siempre has hecho y mereces la ovación de toda España. Gracias, Caro".

Minutos más tarde, el presidente de la Federación Española de Bádminton, Andoni Azurmendi, aseguró que van a solicitar al COE y al COI el bronce honorífico para Marín. "Estamos moviendo esa gestión. Vamos a tratar de solicitarlo, creo que es un clamor. Lo vamos a intentar", aseguró. "Estamos todos tristes, la están trasladando a la Villa Olímpica y la decisión que tome ella será la que hagamos", añadió.

Entre los deportistas españoles, dos futbolistas del FC Barcelona, Pedri y Alexia Putellas, han sido de los primeros en reaccionar. "Eres una campeona, Carolina Marín", ha escrito el canario en su cuenta de Twitter.

Un histórico del deporte español ya retirado como Pau Gasol ha enviado todo su apoyo a Carolina Marín también a través de redes sociales. "Nos duele muchísimo verte retirarte por una lesión, pero nos has demostrado ser una auténtica CAMPEONA. Te queremos, Carolina Marín, Estoy seguro de que pronto te veremos sonriendo de nuevo. Siempre a tu lado", se puede leer en un tweet en el que el ex jugador de baloncesto ha insertado una foto suya junto a la atleta española.

Ana Peleteiro no encuentra su rebeldía en París para volver al podio olímpico

Ana Peleteiro no encuentra su rebeldía en París para volver al podio olímpico

Bajo el agua de París, Ana Peleteiro no se sintió como Taylor Swift, no esta vez. La atleta gallega necesitaba encontrar la rebeldía que forja su personalidad, esa irreverencia que está en su gen de gran competidora. Lo invocó señalando con el dedo frente al foso, gritándole. El podio esperaba en el triple salto a la Peleteiro de máximos, a la Peleteiro que reta a Peleteiro, a la Peleteiro que se cree Taylor Swift cuando avanza con la mirada fija hacia la arena. No la encontró.

Esa Peleteiro es que la que apareció en Tokio, pero no en París, adonde llegaba después de ser madre y de demostrar una recuperación ejemplar y exprés para gritar que es posible, que la maternidad no debe apartar para siempre de la alta competición. A los 28 años, había conseguido saltar este año en el mismo segmento que en 2021 (14,85 por 14,87). No lo hizo, sin embargo, en el lugar elegido en su mente. Sus piernas no pensaron lo mismo. El sexto puesto, un diploma, no colma a esta atleta voraz, en un concurso dominado por Thea LaFond, de Dominica, con 15,02. Esa es la barrera en la que piensa Peleteiro desde Tokio. Esa es la barrera de los sueños.

Buen nivel global

Peleteiro entró en el foso con una fuerza medida y un primer intento de 14,55. Una distancia que le garantizaba, prácticamente, estar en la mejora, y eso significaba tranquilidad. Sin embargo, el concurso iba a estar muy por encima desde el principio, algo que sabían la atleta y su entrenador, Iván Pedroso, en pie en la grada para intentar dar indicaciones a la española. Meticuloso y pausado en el día a día de los entrenamientos, ahora era el momento de la vehemencia. Necesitaba transmitir a la atleta toda su ciencia, mucha, y toda la energía. Gesticulaba, hablaba alto cuando Peleteiro se acercaba a la grada.

La ausencia de Yulimar Rojas, su compañera de entrenamiento en el grupo de Guadalajara, dejaba abierto el oro, algo que no está en duda con la venezolana en la pista. En pocas pruebas del atletismo actual existe un dominio tan incontestable, sobre el que ahora se abre un interrogante dada la rotura del tendón de Aquiles que sufrió Yulimar en abril. No es cualquier lesión. Es el muelle del triplista, sometido a una presión brutal en cada uno de los apoyos. No estaba, pues, la mejor, pero el concurso era, globalmente, de nivel, por lo que Peleteiro necesitaba estar en sus mejores marcas para llegar al podio. Es lo que hizo para alcanzar el bronce en Tokio, en una serie en la que se mejoró a sí misma salto tras salto para acabar en 14,87, su récord de España. En París la habría llevado de nuevo al podio. Fue la marca con la que Shanieka Ricketts logró la plata.

Más riesgos

Ese 14,55 mantuvo brevemente a la gallega en primera posición, pero sólo el tiempo de entrar en contacto con el foso para las saltadoras. Ricketts se fue a los 14,61, Leyanis Pérez a los 14,62, Jasmine Moore a los 14,67 y Thea LaFond a los 15,02. Peleteiro arriesgó en el segundo intento. Necesitaba apurar en la tabla para ganar centímetros. Fue nulo. Su rostro lo decía todo. No se encontraba. Pedroso la llamó. Movía las manos rápido, hablaba. La española escuchaba. Había algo dentro de sí que no encontraba. El salto son centímetros pero también son sensaciones. Cuando se dirigió a la recta del foso, habló consigo misma, se golpeó el pecho. No mejoró la marca (14,52), pero se dejó 12,5 centímetros en la batida, lo que quería decir que tenía un registro mejor en sus piernas si podía ajustar el salto.

Una de las grandes cualidades de Peleteiro es la velocidad que alcanza para impulsar el salto, dividido en tres partes: 'hop', 'step' y 'jump'. El tercero, que lleva al foso, es el que marca la diferencia. Pedroso es de la opinión que los dos primeros son los buenos. El cubano es un sabio del triple. En ocasiones, sin embargo, eso puede llevar al que el tercero tenga poco tiempo de contacto y, por tanto, menos fuerza.

Aparece la lluvia

La lluvia apareció para dificultar más el concurso de la española, puesto que en ese momento era la que debía sumar centímetros para alcanzar el podio. La intensidad hizo que los jueces devolvieran a las atletas dentro del estadio. La práctica era imposible. Hubieron de vestirse y desvestirse. De regreso, la española volvió a situarse en la recta. Pidió al público que la siguiera con las palmas, pero se levantó del foso seria. El salto había sido bueno, pero insuficiente (14,59). Continuaba quinta en la clasificación, a dos puestos del podio. En el quinto, sobre la arena, se llevó las manos a la cara. Se había quedao en 14,26. Era sexta, el puesto que ya no pudo mejorar en el último (14,31), incapaz de encontrar a su Taylor Swift en París.

La enmascarada Cata Coll detiene un penalti para mantener el sueño olímpico de España

Actualizado Sábado, 3 agosto 2024 - 20:20

La selección de moda sintió el frío del fracaso cerca, muy cerca. La parada de la enmascarada Cata Coll, en el primer penalti de la tanda ante Colombia, la alivió como antes lo hicieron los goles agonísticos de Jenni Hermoso e Irene Paredes, al límite de la eliminación. Aitana Bonmatí, su Balón de Oro, marcó el definitivo. Antes, fue el tanto de la capitana el que la devolvió al partido y a la fábula que empezó en Sidney, hace un año, y que continúa camino del sueño olímpico. Un camino, por ahora, épico pero espinoso. España pasa por lo peor, frente a una dura Colombia, que la llevó a agotar la prórroga (2-2), pero descubre la prueba de vida para intentar reencontrarse con lo mejor de sí misma, camino de las medallas. Las semifinales, como a los hombres, les esperan.

En la prórroga, España ya no sintió el mismo sufrimiento que durante un partido en el que fue por detrás en el marcador, por dos veces, y en el juego hasta el tanto de Jenni Hermoso, a un cuarto de hora del final. Mayra Ramírez y Linda Caicedo habían adelantado a Colombia gracias a un contraataque mortal frente a una España atascada, impotente. Irene Paredes le dio otra oportunidad, pero la prórroga no cambió el decorado. La capitana Catalina Usme, en cambio, no pudo ofrecer lo mismo a su selección, al fallar el primer lanzamiento, detenido por Cata Coll. Mariona, Eva, Salma y Aitana no fallaron.

Sufrir al contraataque

Mayra Ramírez está varios pasos por delante de su propia selección. Es vertical y poderosa, mortal a campo abierto. Ángelo, seleccionador de Colombia, sabe que es lo hay que hacer cuando se maneja semejante materia prima. La tropa combate, bien organizada; Mayra aguarda con la mirada afilada, mirada de águila. La presión es constante, con anticipación para poder robar o provocar pérdidas de balón, y buscar a su mejor delantera. De esa forma sufrió España lo inesperado, un gol que empezó con una pelota perdida por Alexia Putellas y la incapacidad de Paredes para impedir que Mayra llegara al mano a mano con Cata Coll. La máscara de la portera española, a lo Mbappé, no atemorizó a la colombiana. El gol premió al técnico que había impuesto su guion. El rostro de Montsé Tomé, en cambio, era el de quien no encuentra la salida del laberinto.

El gol llegó tan pronto, a los 12 minutos, que el mayor problema no era la desventaja frente a una selección inferior, clasificada como tercera de su grupo. No. El problema era que España no conseguía encontrar la fluidez de su juego y en el choque o la segunda jugada era peor que Colombia. La portera Tapia apenas tuvo que emplearse en todo el primer tiempo y lo más comprometido que detuvo fue un tiro de Bonmatí. La Balón de Oro apareció menos de lo deseado en los espacios, y eso dice mucho de lo que le ocurría a la selección, dominadora, pero demasiadas separas las líneas y sin que Salma Paralluelo pudiera ofrecer la referencia necesaria. Los movimientos de Salma pretendían arrastras a las centrales colombianas, muy seguras, y crear espacios para las llegadas de Alexia y Aitana.

Segundo gol de Colombia

Colombia no era una muralla. Era un equipo que supo jugar desde su inferioridad, pero sin negar lo ofensivo. Al contrario, cada robo era una acción de contraataque que exigió mucho a la defensa española, algo a lo que no está tan habituada, debido a sus altos niveles de posesión. El segundo gol, al poco de iniciarse el segundo tiempo, llegó también en una acción lanzada por la banda derecha. Athenea del Castillo no pudo impedir el centro y en el área a las españolas les faltó aplomo. Linda Caicedo se movió a sus anchas para girar sobre sí misma y batir de nuevo a Cata Coll. Se repetía la historia del inicio, con una España que buscó el gol sin éxito, pero lo sufrió con demasiada facilidad, pese a perder Colombia a Pavi, su segunda atacante. Se fue del campo entre lágrimas.

Tomé buscó más gol a toda costa cuando ya no había tiempo de volver al principio para buscar el juego que no ha encontrado en estos Juegos. Salieron Jenni Hermoso, lo que llevó a Salma a situarse en la banda, y Alba Redondo. Aceleró el ritmo de balón la selección frente a un rival que acusaba físicamente el esfuerzo, pero firme e impulsado por el público colombiano en la grada del estadio de Lyón. El gol de Jenni, en una segunda jugada finalmente aprovechada, dio esperanzas a una España volcada y con tiempo suficiente por delante. El remate de Paredes, en el tiempo añadido, fue la forma de que se sintieran de nuevo campeonas. Como tales fueron a la muerte súbita. Como tales no empezaron, pero ganaron. Ese es el camino.