Simeone, sin Griezmann, ante la mejor obra de Valverde: "Hizo un gran esfuerzo, pero tenemos la tranquilidad de que los compañeros responderán"

Simeone, sin Griezmann, ante la mejor obra de Valverde: “Hizo un gran esfuerzo, pero tenemos la tranquilidad de que los compañeros responderán”

Algunos creen que este cruce es la final anticipada de esta trepidante Copa del Rey. Son, posiblemente, los que también pensaban que la Real Sociedad estaría en La Cartuja el próximo 6 de abril. El fútbol es tan bonito como impredecible y este torneo ya ha visto muchas sorpresas a lo largo de su historia.

Hay algo, en cambio, que no sorprende ni al Atlético de Madrid ni al Cholo y es la fiabilidad de los equipos de Ernesto Valverde. El txingurri ha creado la mejor obra en su pasado como rojiblanco. El Athletic Club vuela este año. "Es un equipo que juega muy bien, que lleva una buena temporada y va a ser un rival dura", concedió el técnico argentino en la rueda de prensa previa a la eliminatoria de Copa.

Hablamos del mejor rendimiento de la plantilla de las ocho temporadas en las que Valverde ha estado sentado en el banquillo rojiblanco. El Athletic, en 32 partidos, acumula 20 victorias, 7 empates y sólo cinco derrotas. Hablamos de un redimiento de 69,8%, mientras que la mejor temporada hasta la actual había sido la 2015/16 en la que el equipo alcanzó un rendimiento de 58%. Hablamos de 32 victorias, 12 empates y 18 derrotas en 32 partidos.

A nivel goleador, el Athletic ha tenido temporadas más prolíficas con el txingurri en el banquillo, pero cabe destacar que este año, por ejemplo, el conjunto bilbaíno lleva los mismos tantos que la temporada pasada aunque ha jugado 13 partidos menos.

Simeone alabó las virtudes de una plantilla rival que cuenta con muchas armas para hacer daño, pero en la que destaca sobre todo a los jóvenes por su calidad y velocidad. "Si nosotros presionamos mucho y ellos salen con sus velocistas les saldrá el plan de ellos", declaró Simeone. Esta vez, se presume que los dos hermanos Williams podrán formar juntos frente a la escuadra colchonera.

Sin su leyenda

Con quien no podrá contar el Atlético de Madrid es con Antoine Griezmann, su mejor jugador. "Antoine no va a participar en el partido. Necesitamos que se recupere bien. Hizo un gran esfuerzo, pero tenemos la tranquilidad que los compañeros lo harán de la mejor manera", expresó Simeone.

Sin Griezmann, el Atlético pierde no solo goles, lleva 18 este curso sino asistencias, siete en todas las competiciones. Salvando el duelo ante Las Palmas, donde los colchoneros fueron un ciclón, el Atlético había bajado un poco la gran media goleadora que había exhibido en 2023.

El Mallorca de Aguirre, "un entrenador con mucha experiencia", según calificó el Cholo, ya espera a un equipo rojiblanco en la final del 6 de abril en La Cartuja. Para el argentino, los bilbaínos tienen una "ventaja importante" con el 0-1 de la ida, pero confía en "demostrar mañana todo lo bueno que nos imaginamos".

El Mallorca soprende a la Real en los penaltis de la mano de Greif y estará en La Cartuja

El Mallorca soprende a la Real en los penaltis de la mano de Greif y estará en La Cartuja

Se desbordaba por la mañana el río Orio a su paso por Zubieta. Pero la lluvia de Mónica, inclemente, aunque teñía el cielo de negro no podía con el césped de Anoeta, impecable. Sobre el verde, dos púgiles buscaban la historia con el balón corriendo de un bando a otro. Primera mitad de tanteo, con más arañazos que golpes. En la segunda los goles y la emoción que se prolongó hasta una prórroga frenética finiquitada con la lotería de los penaltis. La papeleta le tocó al Mallorca. [Narración y Estadísticas, 1-1]

Imanol Alguacil pedía infierno y lo que tuvo fue un diluvio. Pero el Mallorca, como buen equipo isleño, se maneja bien en fuertes marejadas. Más aguante que Rocky Balboa. El objetivo lo merecía y lo consiguió. Hablamos de la cuarta final para el Mallorca. Aguirre tenía un debe en su currículum español, aquella final perdida con Osasuna ante el Betis en 2005. Alguacil quería igualar a un ídolo blanquiazul, John Benjamin Toshack. El escocés ganó la de 1987 ante el Atlético y perdió la del 88 ante el Barcelona. El de Orio ya tiene la del primer derbi vasco en la buchaca y se quedó con ganas de disputar la segunda.

Pocas ocasiones en la primera parte, un tiro de Zakharyan que acabó manso a las manos de Greif y otro cruzado de Abdon Prats, el pichichi de la Copa, tras una jugada de patadón y tentetieso. Pero un error infantil del capitán del Mallorca pudo cambiar el signo del partido. Raíllo sacó una mano a pasear en un centro lateral de Zubimendi cuando moría la primera mitad. Sin embargo, Brais no aprovechó la oportunidad y lanzó al medio raso. Greif no picó y atajó con los pies negándole la suerte al centrocampista txuriurdin. 45 minutos menos, 135 sin goles.

Pero no se cumplieron los 140 porque los carrileros del Mallorca no quisieron dejar esta semifinal sin goles. Lanzó una banana Jaume Costa tras una descarga de Larin, habilitado por medio centímetro, y entró Gio González como un martillo para picar el cabezazo al segundo palo. Inapelable.

El escenario perfecto para el Mallorca, la situación perfecta para Javier Aguirre y el momento perfecto para sacar al pirata Muriqi, calentando en la banda. Y salió a falta de media hora por el pichichi de la Copa. Al minuto respondió Alguacil sacando a Oyarzábal, el Mr. Copa de la Real, el único que tiene solución a un conjunto sin apenas goles. El capitán que dio la Copa del Rey a Alguacil tras transformar un penalti en la Cartuja. Quién si no iba a empatar el partido en el minuto 70 después de una gran descarga de Brais. Fue, además, poco después de que Larin pudiera sentenciar para el Mallorca pero marró la oportunidad.

Milagro de Samu

Apretó la Real tras el gol de Oyarzábal con el apoyo de su público, pero Jaume Costa silenció Anoeta por unos instantes cuando remató solo desde el punto de penalti en una contra. El balón se fue alto y los donostiarras pudieron volver a meter aire en sus pulmones que sacó Gil Manzano al decretar el final del tiempo reglamentario. Volvieron a contenerlo los txuriurdines tras una doble ocasión que salvó bajo palos Samu a cabezazo de Merino y a zambombazo de Tierney. Dudó el espectador y dudó el VAR unos minutos, porque sin tecnología de gol, costaba saber si el balón del escocés traspasaba completamente la línea. La prórroga comenzaba tan frenética como terminaba la segunda mitad.

El que apretaba para decidir antes de los penaltis fue el Mallorca, más entero físicamente que los blanquiazules. No le dio tiempo. Tocaba lotería y Greif trucó el bombo y amargó a Oyarzábal. Un tirador infalible. Llovía en Anoeta, lloraba la Real.