Del precioso gesto de las camisetas de los jugadores de la Real Sociedad a los cánticos de: "Griezmann, muérete"

Del precioso gesto de las camisetas de los jugadores de la Real Sociedad a los cánticos de: “Griezmann, muérete”

La última vez que unos aficionados desearon a un jugador la muerte, se montó un escándalo que trascendió al mundo del fútbol. Aquel, "Courtois, muérete", terminó con el derbi madrileño suspendido provisionalmente por el lanzamiento de varios mecheros y las consecuencias siguen coleando administrativa y mediáticamente.

En el partido entre la Real Sociedad y el Atlético de Madrid se volvió a oir ese cántico. En esta ocasión fue Antoine Griezmann el que tuvo que escuchar como unos aficionados de un sector de la grada del Reale Arena le deseaba la muerte. Y no es la primera vez que le ocurre al francés, que abandonó la Real en 2014.

Ocurrió en torno al minuto 14 se partido, y se escuchó nítidamente desde el césped, pero el árbitro, Isidro Díaz de Mera, pese a que la megafonía del estadio tuvo que pedir que cesaran ese tipo de proclamas, no lo ha reflejado en el acta oficial del encuentro. También se indicó desde las pantallas gigantes el mensaje: "No a los cánticos racistas, xenófobos e intolerantes, anima y apoya al equipo respetando al rival".

Parte de la afición no valora los 202 partidos y 53 tantos que el jugador galo hizo defendiendo los colores blanquiazules. Quizás escoció más la preciosa jugada que el francés se inventó para que Julián Álvarez abriera el marcador del encuentro.

Tampoco tuvieron un recuerdo para el delantero del Atlético de Madrid, Alexandre Sorloth. No bueno, al menos. El noruego, aunque la temporada pasada militó en el Villarreal, jugó dos años con la Real en diferentes etapas en los que hizo 16 goles. El nueve rojiblanco se llevó una sonora pitada cuando salió al campo.

Ya el recibimiento de la afición a la expedición rojiblanca no fue nada amistoso con varios insultos de por medio. Afortunadamente, no fue tan grave como el de 2022, en el que el autobús en el que viajaban los jugadores y el cuerpo técnico fue apedreado por varios radicales obligando al club y al propio Imanol Alguacil a pedir perdón y a recordar que fue una «minoría que no representa la afición realista».

Detalle con la grada familiar

Sin embargo, los jugadores txuriurdines sí quisieron tener un detalle con los aficionados que se sientan bajo el sector visitante en el Reale Arena, la grada familiar, y que fueron los que tuvieron que soportar otros incidentes violentos. Entre ellos hay muchos niños y menores de edad.

Hay que recordar que, el pasado jueves, tuvieron que soportar como los ultras belgas del Anderlecht les lanzaban trozos de silla y de metacrilato desde su anfiteatro pudiendo haber causado una desgracia. Hubo cinco detenidos por esos incidentes.

Así, al término del calentamiento del encuentro, los jugadores de la Real Sociedad se acercaron a ese lugar para entregar a sus ocupantes varias prendas de material deportivo: camisetas, jerseys y pantalones de entrenamiento.

Empate a golazos entre un Atlético rácano y una Real que mereció más

Empate a golazos entre un Atlético rácano y una Real que mereció más

Cuando Griezmann deje el Atlético de Madrid, el equipo perderá no sólo al mayor goleador de su historia sino también a su mejor director de orquesta. Lleva el francés unos años teniendo el mismo mapa de calor en el juego rojiblanco que el de un suelo radiante. Está en todas partes y, generalmente, en todas ellas lo hace bien. Solo un equipo acomplejado en ataque impidió que su genialidad valiera una victoria. Sucic igualó la maravilla con un zapatazo desde fuera del área. Empate a golazos. [Narración y Estadísticas, 1-1]

Lo del primer gol, en cambio, no es hacerlo bien, es dar la vuelta al mundo. Hay jugadores que necesitan manosear el balón para provocar algo, Griezmann, con dos toques, atrae, controla y deja solo de tacón a Julián Álvarez para inaugurar el marcador. Si no lo han visto, corran a Youtube, es uno de los goles de la temporada. Casi asiste con otra maravilla de pase para el segundo 10 minutos después al mismo protagonista, pero el argentino se cayó o le derribaron. Dependerá de los ojos del juez que lo mire.

El Principito fue la dulzura ante una semana violenta. Una semana marcada por el fenómeno ultra en los dos frentes. Siete días para olvidar. Y a ello se pusieron ambos contendientes en el césped desde el inicio. Se rehizo la Real a ese empuje rojiblanco inicial echando el balón al piso. Y pudo empatar en una doble oportunidad tras un córner si no es por Oblak. Ya son muchas crónicas citando al esloveno. Todas bien. Lo merece. No es que haya recuperado su nivel, es que vuelve a dar puntos a su equipo. En Lisboa, pese al cuatro a cero, fue el mejor.

Este duelo era de urgencias, con el Atlético a ocho puntos del Barcelona antes del pitido inicial y la Real solo dos por encima del descenso. Quizás unos tienen más puntos de los que merecen y otros menos, pero el fútbol no va de merecimientos sino de goles y el Atlético parece que encontró su goleador.

Julián Álvarez ha abierto la lata y la definición en el primer tanto evidencia que la confianza ha vuelto al segundo fichaje más caro de la historia del Atlético. Además, el argentino, pone trabajo, así que ya tiene ganado no solo a su público sino también a su entrenador. El problema es que, tras el tanto, estuvo desasistido porque el balón, que sólo se juega con uno, lo tenía la Real. Pero los Oyarzábal, Kubo y Becker son futbolistas técnicos, pero no potenciales pichichis. Seis goles en ocho partidos, los datos no les respaldan.

En una cueva

El Atlético se refugió cerca de Oblak en un 5-4-1 a esperar a una Real volcada y necesitada. El problema es que no amenazaba como debería salvo en algún error donostiarra en salida de balón que no pudieron aprovechar. La segunda mitad inició como la primera. Una Real agarrada a la profundidad de Kubo y con más presencia en ataque gracias a la salida de Brais Méndez mientras el Atlético achicando balones y un bloque bajísimo aprovechando la ventaja en el marcador. El japonés era un tormento para la defensa atlética percutiendo sobre Lenglet y Javi Galán tanto por dentro como por fuera.

A medida que avanzaba el partido, la Real perdía fuelle, minada por el resultado, y el Atlético asomaba más desde su cueva. Estirado, muchas veces, por Nahuel Molina, los rojiblancos tuvieron alguna oportunidad ante Remiro. Sin embargo, sin juego trenzado, sin tikitaka, llegó el empate de la Real con un gol de Sucic al primer toque desde fuera del área que se coló por la escuadra de Oblak. Aún pudo ganar la Real, lo necesitaba y lo mereció, pero todo quedó en empate. A golazos.

La caza del ultra si rostro en el Fondo Sur: bronca del Atlético a sus jugadores y tensión con la policía por la protección de datos

La caza del ultra si rostro en el Fondo Sur: bronca del Atlético a sus jugadores y tensión con la policía por la protección de datos

«¡A la primera, nos vamos!»

Mateu Busquets Ferrer es un árbitro joven, de 30 años, con una enorme proyección, y no está dispuesto a que el derbi la contamine.

«¡A la primera, para dentro!»

El Atlético toma nota y siente que el Madrid está en la misma línea, dispuesto a un estallido, por lo que sabe que debe jugar dos derbis en uno.

La «primera» no es un mechero, es un grito racista a Vinicius. Courtois no está en el guion. La lluvia de ira sobre el p

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El equipo del pueblo

El equipo del pueblo

El Atlético de Madrid experimentará en los próximos tres partidos en su estadio una mutilación: el cierre de siete sectores del Fondo Sur, ese gueto donde acampa una tribu de salvajes con denominación de origen que avergüenza a la mayoritariamente sensata grey rojiblanca.

Simeone, adulador demagógico, definió en una ocasión al Atleti como «el equipo del pueblo», dejando al barrial Rayo y a los periféricos Geta y Lega sin representación popular alg

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LaLiga denuncia al Frente Atlético a la Comisión Estatal contra la Violencia

LaLiga denuncia al Frente Atlético a la Comisión Estatal contra la Violencia

LaLiga presentó un escrito a la Comisión contra la Violencia contra el grupo radical "Frente Atlético" por considerarle responsable de los actos violentos que obligaron a suspender el derbi del 29 de septiembre entre Atlético y Real Madrid.

La máxima organización del fútbol profesional anuncia también que ejercitará las acciones penales que correspondan contra los sujetos que pertenezcan a este grupo radical responsable de 142 incidentes entre las temporadas 2015/16 y 2022/23.

A través de estas acciones penales, LaLiga pretende "responsabilizar individualmente a sus componentes así como la disolución del colectivo". Se trata de adoptar medidas cohercitivas como el cierre de locales y establecimientos donde se reúnen y prohibición de cualquier tipo de actividad desarrollada por este grupo. Por último, la prohibición permanente de asistir al Metropolitano.

La organización pretende añadir más presión judicial sobre un grupo que no se reconoce como peña del Atlético de Madrid desde 2014, año del fallecimiento del seguidor del Deportivo de la Coruña, Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, del que fueron responsables.

Además del apoyo de la Comisión Estatal contra la Violencia en el Deporte, LaLiga busca también el de la Abogacía del Estado para "garantizar que estos procedimientos judiciales se desarrollen con la máxima efectividad y que se tomen medidas firmes contra la violencia en el fútbol español".

De momento, tres han sido los identificados por parte del club y la Policía como responsables de los incidentes que obligaron a suspender el derbi durante 14 minutos por el lanzamiento de objetos al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois.

Estas tres personas, socias del Atlético de Madrid, han sido suspendidas permanentemente su condición de socio y se les ha prohibido el acceso de manera definitiva a cualquier instalación del club.

Una semana de violencia: Real Sociedad y Atlético se enfrentan en un duelo con ecos ultras

Una semana de violencia: Real Sociedad y Atlético se enfrentan en un duelo con ecos ultras

No habrá, de nuevo, aficionados rojiblancos en el Reale Arena. Ambas entidades acordaron hace unas semanas no venderse entradas de visitante esta temporada. Así, no se verán camisetas colchoneras ante la Real Sociedad, al menos, no en el cupo de entradas para el equipo de fuera.

La visita del Atlético de Madrid llega justo después de unos graves incidentes provocados por los aficionados ultras del Anderlecht en Europa League. Las imágenes que siguen circulando por redes sociales dan miedo y se trata de un milagro que no haya habido heridos de gravedad por el comportamiento de cierta parte de la afición belga.

El sábado se ponían en libertad a los últimos tres de los cinco detenidos que la Ertzaintza aprehendía tras lanzar sillas y trozos de metacrilato a los realistas que se sentaban en la grada de debajo de la afición visitante. El cuerpo policial se vio obligado a intervenir durante el partido para detener los incidentes provocados por los ultras. Las detenciones se produjeron todas en el estadio de la Real.

Sin embargo, la Ertzaintza ha comunicado a la coordinación de seguridad del Atlético de Madrid que no hay problema con la visita de los colchoneros al Reale Arena. No hay conocimiento de ningún desplazamiento, algo que viene siendo lo habitual desde el asesinato de Aitor Zabaleta a manos de Ricardo Guerra, seguidor del Frente Atlético en 1998. Son ya 26 años desde que se produjo el trágico suceso en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón. Este suceso alteró el status entre las aficiones y las diferencias entre las ideologías de los seguidores ultras hizo el resto.

El Frente Atlético es un grupo de pensamiento de ultraderecha mientras que los radicales realistas, bajo el nombre de Peña Mujika, hoy dentro de la Bultzada Taldea, son nacionalistas vascos de ultraizquierda. Controlados en la liga, el último encontronazo entre ambos se produjo en la Copa de la Reina en 2019 en los aledaños del estadio de Los Cármenes. Aunque, en 2022, varios radicales apedrearon el autobús del Atlético de Madrid obligando a Imanol Alguacil y al club a través de un comunicado a pedir perdón y a condenar los actos violentos de una «minoría que no representa la afición realista».

Esas diferencias entre aficiones ultras no supone distancia entre clubes que, a nivel deportivo, llevan varios movimientos entre ambos como el fichaje de Le Normand por los rojiblancos esta temporada y la cesión de Javi Galán a los txuri urdin el curso pasado.

Lucha contra los radicales

Además, ambas entidades llevan en común una semana de violencia en sus estadios causada por los ultras. A los incidentes ya mencionados de los radicales del Anderlecht, cabe recordar la paralización del derbi del pasado domingo por el lanzamiento de objetos al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois.

El Atlético de Madrid ya confirmó recientemente la identificación de otros dos responsables de estos incidentes a los que ha procedido a expulsar de manera permanente. Estas personas, dos de los encapuchados a los que se pudo ver departiendo con los jugadores rojiblancos durante la suspensión del juego, no podrán volver a pisar instalaciones del Atlético de Madrid y también han perdido definitivamente su condición de socio.

El Atlético identifica y expulsa a dos encapuchados como otros de los responsables de los incidentes del derbi

El Atlético identifica y expulsa a dos encapuchados como otros de los responsables de los incidentes del derbi

El Atlético de Madrid ha conseguido identificar a otros dos de los responsables de los incidentes del derbi a los que procederá a expulsar de manera permanente. Junto con el individuo localizado la noche del partido ya son tres los responsables aprehendidos.

Las dos personas, además de tener condición de socio, son dos de los que aparecen encapuchados hablando con los jugadores cuando el árbitro del encuentro, Mateu Busquets Ferrer, se vio obligado a suspender el partido por el reiterado lanzamiento de objetos al portero del Real Madrid, Thibaut Courtois.

La labor de identificación sigue su curso ya que el departamento de Seguridad del club y la Policía continúan revisando las imágenes de los altercados durante el encuentro del pasado domingo entre Atlético y Real Madrid que finalizó con empate a uno. Desde la entidad están revisando también los documentos y las fichas de socio para afinar la búsqueda de los responsables.

Según el club se lanzaron cinco mecheros al campo entre los minutos 64 y 67 como recoge el acta del encuentro. Por lo que no se descartan nuevas identificaciones y la entidad ya anuncia que procederá de la misma manera con los otros identificados: su expulsión permanente.

Los jugadores del Atlético hablan con miembros del Frente.

Los jugadores del Atlético hablan con miembros del Frente.Florencia Tan JunMUNDO

A las tres personas localizadas se les ha aplicado el código de conducta del club que recoge el lanzamiento de objetos en su artículo 37, apartado d. La sanción a aplicar viene descrita en el artículo 38, apartado C, y supone la "pérdida de la condición de socio y prohibición de acceso a sus instalaciones de forma definitiva".

El Atlético de Madrid, en un comunicado, reitera su condena de estos hechos injustificables, que han dañado gravemente la imagen del club. Pese al revuelo mediático de estos días reafirma su política de tolerancia cero contra la violencia e indica "que seguirá persiguiendo cualquier manifestación de esta índole y aplicando las sanciones previstas en nuestra normativa interna a los implicados".

Sanción

Estos lanzamientos, además de la suspensión provisional de 14 minutos del encuentro, también ha provocado una sanción para el club rojiblanco por parte del Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol.

El organismo procedió a cerrar parcialmente el Metropolitano, concretamente el fondo sur entre los sectores 127 y 133, durante tres partidos y le aplicó una multa económica de 45.000 euros. Cree el comité que el club tomó unas correctas medidas reactivas, pero no tuvo unas correctas medidas preventivas.

El momento de intranquilidad de Simeone: diferencias con el club, un meneo en Lisboa y el problema de Julián Álvarez

El momento de intranquilidad de Simeone: diferencias con el club, un meneo en Lisboa y el problema de Julián Álvarez

Se ajustaba el nudo de la negra corbata mientras apretaba el gesto. Cristiano acababa de dar al Real Madrid su undécima Champions League tras el fallo de Juanfran que estrelló su penalti en el poste de Milán. Luego Diego Simeone abrazaba a Gabi, que lloraba desconsolado en su hombro. Su cabeza era un bullir de emociones que salieron en rueda de prensa. "Es un momento para pensar", dijo y provocó un arqueo de cejas en la sala de prensa que obligó a preguntarle si dejaría el Atlético e insistió en lo de pensar.

Era un tiempo de "curarse las heridas en casa", pero también muy complicado para el mejor entrenador de la historia del Atlético de Madrid. Confesó en su reciente renovación hasta 2027, que fue el momento más difícil en el club y que sólo un viaje exprés de Miguel Ángel Gil Marín a Argentina en sus vacaciones consiguió sacarle del bache. Ahora va camino de ser el entrenador más longevo en el banquillo de un equipo español superando al madridista Miguel Muñoz, que hizo 14 años. Pero, aunque menos dramático, estos últimos cinco días no han sido un camino de rosas. El entrenador no estaba tan tranquilo como una semana normal aunque era consciente de que su única influencia está en el fútbol y no en el ruido mediático exterior.

Los incidentes del Metropolitano prendieron una mecha en el técnico que estalló en rueda de prensa. Apareció tras el partido con una vehemencia nada habitual en él e incluso elevó la voz en alguna ocasión. El técnico está más cómodo en el partido a partido, en la pelota y en el césped. Y, tras el domingo, quería que ese fuera el foco del Atlético de Madrid, club del que es principal portavoz.

Sin embargo, las reacciones políticas y la posterior sanción de tres partidos y 45.000 euros al club fueron desviando el foco del fútbol para disgusto del técnico, que tuvo que volver a explicar sus impresiones en la rueda de prensa previa al enfrentamiento con el Benfica. "No soy una heladera", argumentó sobre las sensaciones que vivía y que le obligaban a dar su opinión cuando la situación lo requería.

Su opinión, como repitió, siempre fue la misma: "Tuve tres entrevistas antes de la rueda de prensa y en todas anoté el rechazo a la violencia y a los agresores". Luego él añadió el tema de la provocación de los protagonistas del fútbol. Un tema, por cierto, en el que no entró el Atlético de Madrid en ninguno de sus comunicados. "Nos detenemos en posicionar solo una situación, el club hizo un comunicado perfecto", apuntó el argentino.

Mensajes diferentes

El Atlético de Madrid hizo dos comunicados tras los incidentes del derbi. En el primero, secundaban la primera parte del mensaje del Cholo, el rechazo a los violentos, pero obviaban la segunda y más polémica, la provocación de Courtois. El segundo se produjo para anunciar la identificación de uno de los agresores y para prohibir entrar con cualquier elemento que impida reconocer el rostro y se volvió a expresar su rechazo a la violencia. No obstante, la entidad tanto el del derbi como los posteriores estuvo apoyando al técnico y a Koke, capitán y segunda voz del club.

Con el ambiente enrarecido y con el club asegurando que "el equipo ha estado aislado de cualquier elemento extra deportivo y concentrado en preparar el partido" llega la debacle en Lisboa. El Cholo aseguró que "se jugó mal", pero recalcó que en absoluto se debió a una falta de intensidad. "No hubo falta de tensión ni de actitud. Cuando se juega mal se confunde con falta de actitud", comentó tras el 4-0 que les infligió el Benfica en la segunda jornada de la Champions League.

Los jugadores del Atlético, tras caer derrotados en el derbi.

Los jugadores del Atlético, tras caer derrotados en el derbi.FILIPE AMORIMAFP

En el plano de las ocupaciones del Cholo, la derrota del Benfica supera con creces al ruido mediático que escuchó en torno al derbi. No así la violencia en el fútbol, a la que se opone frontalmente pese a que haya tenido que repetir ese mensaje en varias comparecencias, cinco desde el derbi. El equipo no sólo estuvo mal sino que perdió una seña de identidad que parecía había recuperado esta temporada, la seguridad defensiva.

Además, tras un inicio de temporada que no se recuerda respecto al tono físico, comienzan a aperecer las lesiones. Una, fortuita, pero grave, la contusión craneal de Le Normand y otra en el muslo derecho de Llorente así como la que se produjo Barrios, en su caso con la selección.

Ahora, tras recibir muchas críticas en redes, comienza el debate de Julián Álvarez. Infrautilizado y mareado en el sistema del Cholo entre la punta y la izquierda. Pero el técnico, a lo suyo. Ni las redes, ni la prensa, él está centrado en el fútbol, en las buenas y en las malas.

Sanción, paliza y lesión, la pesadilla vuelve a Lisboa 10 años después: "No hay nada que llorar"

Sanción, paliza y lesión, la pesadilla vuelve a Lisboa 10 años después: “No hay nada que llorar”

"Hay dias que se juega mal". Lo más obvio suele ser la explicación más sencilla para las cosas y ante el Benfica no hubo otro motivo para que el Atlético de Madrid sufriera su primera derrota de la temporada, no por ello menos dolorosa y así lo explicó Diego Simeone en la rueda de prensa posterior al encuentro.

El técnico argentino no puso paños calientes y, además de recordar que el partido fue malo por parte de todos los jugadores, también se puso a sí mismo como principal culpable de lo ocurrido en Da Luz. "No busquemos excusas, el responsable es el entrenador", afirmó.

Fueron cuatro goles, como aquella noche hace 10 años. No hizo falta minuto 93. El partido se liquidó antes. Mucho antes. Definitivamente, Lisboa no es una ciudad amable con un Atlético de Madrid que en unas horas salía sancionado y derrotado de la capital portuguesa.

Tres partidos estará sin el fondo sur en liga y tendrá que pagar una sanción de 45.000 euros. Así valoraba el técnico argentino el dictamen del Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol que se hacía público apenas una hora y media antes del encuentro. "Aceptar lo que han dictado, es una gran oportunidad para el club para crecer como entidad", contó en la entrevista postpartido.

Todo eran malas noticias en el conjunto rojiblanco sin nada bueno que llevarse de Portugal. Marcos Llorente, en una carrera en la primera parte, cayó lesionado llevándose la mano al muslo de la pierna derecha. Pendiente de evolución. El único consuelo es que, sancionado con roja directa en el derbi madrileño, ya no iba a poder disputar el duelo ante la Real Sociedad y, con el parón de por medio, tendrá más tiempo para recuperarse.

La penúltima de las malas noticias es lo abultado del resultado. Parecía que Simeone había vuelto a encontrar la solidez defensiva de otras épocas, había recibido sólo cinco goles en nueve partidos, pero en el décimo llegó la sangría. Cuatro goles en 90 minutos.

Miradas al futuro

Sorprendió que Simeone hubiera hecho debutar esta temporada a Javi Serrano. El canterano solo había jugado en Primera RFEF y de repente se vio sustituyendo a su ídolo y capitán en el centro del campo. No fue él, el problema del Atlético, pero es verdad que cuesta ver a cateranos en encuntros cuesta arriba.

Había dos jugadores que volvían a enfrentarse a un equipo al que llegaron a defender su camiseta, pero con una participación completamente dispar. Mientras que Oblak es una de las leyendas del Benfica, Reinildo apenas disputó un amistoso con las águilas.

Ambos jugadores fueron igual de críticos que su entrenador. "Es fácil la explicación a nuestro partido, parece que no hemos estado aquí", explicó el esloveno. Por su parte el defensa mozambiqueño comentaba que "había sido un mal día" pero insistía en que el equipo "no tenía tiempo para llorar y había que seguir trabajando".

Miércoles negro para el Atlético de Madrid en Lisboa

Miércoles negro para el Atlético de Madrid en Lisboa

Tres minutos lamentables, cuatro horas terribles y cinco días de pesadilla es el resumen de la última semana del Atlético de Madrid. Desde los incidentes del derbi, los rojiblancos andan peleados con el mundo y, futbolística e institucionalmente, las malas noticias se concatenan. Sanción y derrota en un miércoles negro para el club colchonero. Y, además, esta Champions no espera nadie. Lisboa recupera viejos demonios para el conjunto colchonero. [Narración y Estadísticas, 4-0]

Salió el Benfica a cazar un equipo empequeñecido, como hacen las águilas con los pequeños roedores. Tres disparos en 10 minutos, dos de ellos muy peligrosos y, si no está Oblak, hubiera llegado el primer gol mucho antes. Lo hizo en el 12, Aktürkolu, un menudo delantero turco muy rápido y muy solo. Witsel le olvidó en el pico del área pequeña y el jugador del Benfica no perdonó.

No está el belga como el año pasado, quizás la edad y, sobre todo, la poca continuidad le empiecen a pesar al, antaño, bastión de Simeone. Ha pasado de ser uno de los jugadores de campo más utilizados la temporada pasada solo por detrás de Griezmann, al vigésimo puesto participando apenas en cinco de los primeros 10 partidos.

Hay un ejemplo en el lado contrario, una especie de futbolista con el síndrome de Benjamin Button por el que no parecen pasar los años, de hecho tiene uno más que el belga, 36. Di María no fue un niño, fue un demonio. Por dentro, por fuera. El Fideo se colaba por cualquier rendija de la defensa rojiblanca, esta temporada más férrea que la anterior, pero en Lisboa algo dubitativa tras perder a Le Normand por una seria contusión cerebral y, durante el partido, a Marcos Llorente tras lo que, pareció, una lesión muscular.

De hecho, la pudo liar el argentino en la última jugada de la primera parte. De juveniles que a la defensa del Atlético la cogieran descolocada en un saque de banda con Di María a su espalda. Disparó el argentino tras retar al propio Witsel y un rechace en el belga le cayó a Pavlidis que disparó cruzado al palo.

Había mejorado el Atlético justo antes de ese descuido, pero lo hacía con poca profundidad en ataque y un Griezmann errático. Muchos pases falló el francés para lo que en él es habitual. Esa mejoría pudo culminar tras un centro de Lino que se envenenó y pegó en el larguero para silenciar por un momento al ruidoso estadio Da Luz. Mala suerte.

Con una ventana menos por el obligado cambio de Llorente por Molina, parecería que Simeone iba a aguantar las sustituciones para más adelante, pero el equipo necesitaba un toque de atención, más allá de la charla en el vestuario al descanso. Salieron el nuevo ídolo rojiblanco, Gallagher y Sorloth acompañados de Javi Serrano para intentar poner orden en Lisboa. La infausta Lisboa en la que, en la segunda parte, volverían a situarse para defender la portería de aquel fatídico minuto 93. Imposible imaginar el sentimiento de Simeone una persona obsesionada con las cábalas y las supersticiones.

Sin reacción

Sorprendieron los sustituidos, ya decíamos sobre la imprecisión del delantero francés, pero Koke había descansado ante el Madrid en el derbi, salió en la segunda parte. Aunque, siempre se dice que los caminos del Cholo son inescrutables. Eso sí, las cosas no pudieron empezar peor. En el primer acercamiento del Benfica al área de Oblak, Pavlidis se tiró a tres defensas rojiblancos, le pisaron dos de tres. Llamó el VAR a Gözübüyük, penalti. Di María, claro, no perdonó y casi asiste para el tercero en dos ocasiones un minuto más tarde. En la primera Pavlidis no pudo concretar, en la segunda pecó de individualista. Lo dicho, un demonio.

Si esperaban una reacción rojiblanca no sigan leyendo. No la van a encontrar. Ni siquiera Simeone agitaba los brazos. Ni siquiera corría por la banda. Los cambios no provocaron la revolución deseada y el Atlético siguió pareciendo un equipo cansado y sin capacidad de respuesta. Quizás el calendario esté pasando más factura de lo debido. Empiezan a aparecer las lesiones y las derrotas. Miércoles negro para el Atlético que aún se oscureció más con el cuarto gol del Benfica, también de penalti y pudo caer alguno más. Sancionado y apaleado. Otros cuatro en Lisboa, lo que decíamos, las cábalas.