Russell comanda un histórico triplete británico, con Alonso y Sainz atascados en el tráfico de Silverstone

Russell comanda un histórico triplete británico, con Alonso y Sainz atascados en el tráfico de Silverstone

Mercedes no colocaba a sus dos coches en la primera fila de parrilla desde el GP de Arabia Saudí 2021. De modo que el júbilo de Toto Wolff, jefe de las Flechas de Plata, después de que George Russell cerrase la pole en Silverstone (1:25.819) por delante de Lewis Hamilton, resultaba más que comprensible. Cuando anunciaron la noticia por megafonía, 120.000 aficionados bramaron en las tribunas, porque Lando Norris completaba un histórico triplete británico.

Seis días después de su victoria en Austria, Russell comandó las operaciones de Mercedes, cuyo paso adelante debería servir de ejemplo a sus rivales. De momento sigue en pugna con McLaren, a quien ya había sometido esta misma mañana, en condiciones de mojado. A la par con Red Bull, algo perdida en este legendario aeródromo, donde Max Verstappen partirá cuarto. Siempre por delante de Ferrari, con Carlos Sainz séptimo tras quedar atrapado en el tráfico de la Q3. Y demasiado lejos de Aston Martin, con Fernando Alonso décimo, dos puestos por detrás de Lance Stroll.

La lluvia había marcado la actividad desde primera hora, obligando incluso al aplazamiento de la carrera al sprint en la F3. Pese a que los partes meteorológicos aún daban un 60% de probabilidad de más precipitaciones, el sol empezó a abrirse camino entre las nubes. Ferrari fue el primero en aventurarse con los slicks en el coche de Charles Leclerc. Ya habían transcurrido ocho minutos de la Q1, así que Red Bull calcó el movimiento para Sergio Pérez.

Salir airoso de la grava

A su llegada a Copse, el mexicano perdió el control y dejó el RB20 clavado en la grava. Nadie podría tocar el coche para sacarle del atolladero, así que Checo partirá penúltimo, sólo por detrás de Pierre Gasly, relegado al fondo de la parrilla tras cambiar piezas de su motor. Curiosamente, el piloto de Alpine venía de protagonizar un trompo semejante en Vale durante la sesión libre de la mañana.

En Red Bull nadie se extrañó con el enésimo desatino de Pérez, aunque sí aguzaron las orejas un par de minutos después, cuando Verstappen dio otro paseo por esa misma curva 9. Sólo el pulso firme del tricampeón, buscando un carril de asfalto a centímetros de las protecciones, evitó la catástrofe para Christian Horner. Aun así, los desperfectos parecieron mermar el rendimiento del monoplaza de Mad Max.

Gran vuelta de Alonso en la Q2

Leclerc, con un triste punto en las tres últimas carreras, dio otro petardazo. Su segundo del año en la Q2, un mes después del GP de Canadá. A 15 centésimas del corte, marcado por Lance Stroll y superado por el Haas de Nico Hulkenberg y el Williams de Alexander Albon. Poco debieron de consolar a Fred Vasseur las quejas del monegasco sobre sus sensaciones con los neumáticos delanteros.

A mediodía, Alonso había asomado con un octavo puesto en la FP3, por detrás de Oscar Piastri. Aunque todos traen novedades aerodinámicas, Aston Martin ha acertado con los ajustes en el alerón delantero. Fernando acabó tercero en la Q2 (1:26.730), a 17 centésimas de Norris y a siete milésimas de Russell. Lástima que el equipo tardase más de la cuenta a la hora de enviar a sus coches de regreso al asfalto para su último intento en la Q3. Ofuscado por esa prisas, Alonso tuvo que abortar su vuelta en el primer sector. Aun mantiene un 7-5 frente a Stroll en las sesiones clasificatorias, pero su dominio no se parece en nada al del año pasado.

El amargo adiós de Toni Kroos: de la impunidad ante Pedri a la extrema fatiga de la prórroga

El amargo adiós de Toni Kroos: de la impunidad ante Pedri a la extrema fatiga de la prórroga

El último balón que jugó Toni Kroos como futbolista profesional iba a morir en los guantes de Unai Simón. Un envío de seda con la bota derecha, aunque demasiado sencillo para el portero del Athletic. Ya había tocado 101 veces el jerarca alemán, aunque sin desbrozar el camino para una Alemania que sólo generó peligro en el juego aéreo. Kroos capitalizó las acciones de estrategia y asumió el liderazgo de una selección lejos de su mejor fútbol, pero que sólo inclinó la rodilla en el quinto minuto del añadido. Tras el pitido final de Anthony Taylor, las cámaras registraron ese gesto de resignación, ese abrazo sincero con Álvaro Morata, el capitán español, donde se extinguía el fútbol para uno de los mejores centrocampistas de las últimas décadas. El homenaje postrero, a través de la megafonía, supuso el único consuelo para la hinchada local. Tras 114 internacionalidades con Alemania, Kroos tuvo que decir basta tras el inolvidable cabezazo de Mikel Merino.

La resolución de un agónico partido en el Stuttgart Arena, con la mayoría de protagonistas absolutamente extenuados. Medio roto por los calambres, Kroos también logró apurar hasta el minuto 125, aunque la tarde bien pudo cambiar mucho antes para él. Porque si en los 350 minutos previos había cometido apenas dos faltas, en solo seis ya igualó su registro con una contundencia inusitada. La que opuso la pierna sobre la rodilla de Pedri fue proporcional a la que aplicó en las protestas contra el árbitro. No conforme, un par de jugadas después, el pisotón sobre Lamine Yamal preludió el primer cambio de Luis de la Fuente. De nada sirvieron las quejas del seleccionador al cuarto árbitro, porque Anthony Taylor dejó sin amonestación dos acciones que hubiesen merecido amarilla.

A lo largo de la última década en el Real Madrid, Kroos no se había caracterizado por su agresividad en los balones divididos. De hecho, tras 457 partidos entre Liga y Champions sólo recibió 36 amarillas y una roja por doble amonestación. Tampoco por las airadas protestas. Sin embargo, en este torneo donde desde el inicio quedó clara la voluntad de castigar a quien se encarase con el árbitro, Taylor pasó de puntillas por los constantes quejas del mediocentro.

La precisión en el pase

Para disfrutar de la habitual influencia de Kroos sobre el juego hubo que esperar un rato más. El que tardó en volver a su posición en la izquierda. Durante el primer tiempo, nadie en Stuttgart entregó más pases buenos (39), ni dio mayor sensación de peligro en las acciones de estrategia. No obstante, la maquinaria de Julian Nagelsmann seguía atascada. Kroos, líder del torneo en pases para romper línea de presión (125), no encontaba manera de engrasar el ataque. Los únicos momentos de inquietud para Unai Simón llegaron con las incorporaciones por la derecha de Joshua Kimmich, que aprovechaba algún despiste de Nico Williams.

El dominio de Kroos durante las cuatro jornadas previas cabía en un dato. Su 95% de acierto en los pases suponía la mejor cifra en una Eurocopa desde 1980. Durante aquella final en el Olímpico de Roma, Alemania alzaría su segundo Trofeo Henri Delaunay y España sufriría su primera experiencia traumática ante un equipo anfitrión. El 0-0 frente a Italia en el Giuseppe Meazza supuso el primer capítulo de cinco partidos donde ni siquiera pudo marcar un gol frente a la selección local.

Un pisotón de Kroos a Lamine saldado sin tarjeta.

Un pisotón de Kroos a Lamine saldado sin tarjeta.EFE

El tercero también lo iba a vivir precisamente contra Alemania. Aquel 17 de junio de 1988, un doblete de Rudi Völler decidiría el 2-0 para la selección de Franz Beckenbauer, aunque también supondría el preámbulo de una fantástica racha para España, que no se dejó ni una sola derrota en los seis siguientes partidos. Incluida la semifinal del Mundial 2010 en Durban, cuando Kroos entró pasada la hora de juego en el puesto de Piotr Trochowski. Fue el séptimo de sus 113 partidos con la Nationalmannschaft. El primero de sus cinco ante España, a quien él mismo tumbó en noviembre de 2014. Su disparo lejano en el 89 decidiría el amistoso en Balaídos.

Ese preciso minuto resultó letal para La Roja en Stuttgart. El consabido bombardeo de balones aéreos hizo posible el enésimo milagro germano. A los 21 años y 63 días, Florian Wirtz se convirtió en el goleador más joven para Alemania en una eliminatoria del torneo. Kroos, con 34 años, seis meses y un día, ya acusaba el cansancio y el lastre de una amarilla por agarrón sobre Dani Olmo. La media hora de la prórroga se iba a hacer demasiado larga para él. Sentado sobre el césped, ante la impaciencia del rival, Kroos paró el juego en un par de ocasiones para realizar estiramientos. El peor augurio para Alemania. Su primera derrota como local ante España tras ocho partidos invicta.

El ambiente convulso de Países Bajos, entre los cónclaves y la falta de un líder: "Convendría hablar con el 'staff"

El ambiente convulso de Países Bajos, entre los cónclaves y la falta de un líder: “Convendría hablar con el ‘staff”

La última vez que Países Bajos ganó una eliminatoria en la fase final de una Eurocopa, nueve de los actuales futbolistas de Ronald Koeman ni siquiera habían nacido. Desde aquel 25 de junio de 2000 (6-1 ante Yugoslavia en Rotterdam), la selección Oranje acumula demasiadas frustraciones como para no afrontar el cruce de hoy frente a Rumanía como una final anticipada. Sin embargo, el ambiente de los últimos días en el cuartel general neerlandés no presagia nada bueno. La dificultad para encontrar un plan definido, la ausencia de un líder y los cruces de reproches vienen lastrando al equipo desde el comienzo del torneo.

"Ha sido una semana muy larga", admitió ayer Koeman en el Olímpico de Múnich. Desde la derrota ante Austria, durante estos siete días se han filtrado demasiadas críticas. No sólo periodísticas, sino también internas. "Los jugadores y el cuerpo técnico han sido abiertos entre sí. He visto una reacción en los entrenamientos", añadió el seleccionador sobre las reuniones a las que el domingo ya se había referido Memphis Depay. "Hemos discutido y nos hemos criticado mutuamente. Es lógico que haya roces si los resultados no se dan", explicó el delantero.

Los cónclaves en el Hotel Ritz-Carlton, sede de la Oranje en Wolfsburgo, escenifican el delicado momento de un vestuario sin líderes. Ni Virgil van Dijk - primer capitán- ni Daley Blind o Georginio Wijnaldum -los jugadores con más internacionalidades- han asumido la autoridad de su rango. De modo que el diario De Telegraaf, el más influyente del país, ya pedía el domingo un paso adelante a Depay, lo único rescatable de la debacle ante los austriacos. Más allá del acierto cara al gol, nadie podrá discutir el empeño del ariete rojiblanco. Durante la fase de grupos fue el segundo futbolista de la Eurocopa que más presionó en el último tercio rival (108 veces, más del doble que el segundo neerlandés).

"Remedios a corto plazo"

"El problema de Memphis es que su talento para liderar interfiere psicológicamente con su talento para atacar. Y que sólo lleva la voz cantante cuando se encuentra realmente relajado", comenta a EL MUNDO Joost van der Leij, profesor invitado en la Universidad Libre de Amsterdam. Filósofo de formación, Van der Leij cuenta con un notable prestigio en su país por su revolucionario enfoque del fútbol, donde combina la estadística con herramientas psicológicas de la Terapia Gestalt. "La cuestión con Depay puede solucionarse a corto plazo dejando claro que queda liberado de cualquier tarea de liderazgo", zanja.

Respecto a las opciones de alcanzar los cuartos, Van der Leij se muestra, cuanto menos, cauteloso. "En mi país tendemos a subestimar a rivales en teoría más débiles, pero hacerlo ahora frente a Rumanía supondría un riesgo demasiado grande. Por desgracia, debido a la falta de tiempo, será difícil hacer grandes cambios tácticos. Ahora se necesitan remedios a corto plazo. Sin que los jugadores lo sepan, convendría hablar seriamente con el staff, especialmente con sus analistas, que de alguna manera subestimaron a Austria y elaboraron un plan táctico equivocado".

Desde 1968, Rumanía sólo sumó una victoria y tres goles en los 14 precedentes. Pero si los hombres de Edward Iordanescu logran la heroica, Países Bajos se convertirá en la segunda selección de la historia -después de Yugoslavia (1968-2000)- que cae en cuatro eliminatorias consecutivas de la Eurocopa.

George Russell y Carlos Sainz cazan al vuelo en el Red Bull Ring

George Russell y Carlos Sainz cazan al vuelo en el Red Bull Ring

Sale airoso de cualquier calamidad. Suma puntos cuando Lando Norris acaba a cero. Max Verstappen gana incluso cuando George Russell festeja su primera victoria del año. El líder del Mundial fortalece su posición tras una alocada carrera en el Red Bull Ring, donde Carlos Sainz cazó al vuelo un podio que nadie esperaba en Ferrari. El quinto del curso para el madrileño, superado por la velocidad de Oscar Piastri, pero endurecido en la moral. Fernando Alonso estableció la vuelta rápida en el penúltimo giro (1:07.694) arrebatando el bonus a Verstappen, aunque sin poder sumarlo él, dado que cruzó decimoctavo la bandera a cuadros.

Verstappen fue quinto en la meta, tras una penalización de 10 segundos por su ilegalidad ante Norris. Ni siquiera eso le hizo perder el sitio ante Nico Hulkenberg, así que bien puede dar la maniobra por bien empleada. Norris había quedado fuera de combate. La estampa del joven británico, cabizbajo, saliendo del coche y digiriendo la catástrofe, no precisaba comentarios. Con la victoria casi en la mano, todo se había perdido tras un toque en la curva 3.

Verstappen, con la llanta trasera derecha al aire, pudo alcanzar los boxes mientras el virtual safety car ralentizaba a Russell, Sainz y Piastri. Carlos venía un buen tiempo tras el Mercedes, intentando un improbable undercut. Nunca había encontrado el ritmo suficiente. Bastante hacía con sostenerse frente al McLaren. Cuando ondearon las banderas verdes, Piastri no hizo prisioneros. Incluso llegó a soñar con la victoria. Ya nada cambió, claro, pero el sabor del champán supo a gloria al trío del podio. Russell no escuchaba el himno británico en su honor desde el GP de Brasil 2022, Piastri recuperaba el tono tras un fin de semana torcido desde el viernes y Sainz salvaba el domingo para la Scuderia.

Infortunio de Leclerc

Porque la hipotética remontada de Charles Leclerc se evaporó de forma abrupta en la salida cuando defendía su séptima plaza ante Piastri. El contacto con la rueda trasera derecha del McLaren le obligó a pasar por boxes para cambiar el alerón delantero. Igualmente crítico pudo considerarse el episodio entre Sainz y Lewis Hamilton, que aprovechó el exterior de la pista para ganar ventaja. Los comisarios ordenaron que el británico devolviese la cuarta plaza al Ferrari. No era el momento de jugar al gato y al ratón para Carlos.

Tampoco para Verstappen, fuera del alcance del DRS de Norris desde la segunda vuelta, dibujando una curva de progresión inalcanzable. Durante su primer relevo con los medios, el principal inconveniente para el tricampeón fue deshacerse de los doblados, Leclerc incluido. Al monegasco, el compuesto apenas le aguantó 15 vueltas, un dato más que interesante para el resto de favoritos.

Alonso se deshizo de su primer juego de medios en la undécima vuelta, intentando anticiparse a la competencia. Desde la decimoquinta plaza nada resulta sencillo. Ni siquiera una frenada en la curva 3 que casi destroza el Sauber de Guanyu Zhou. Los 10 segundos de castigo, cumplidos en boxes, relegaron al asturiano a la penúltima plaza. Otro domingo donde el único aliciente para Fernando fue asistir desde primera línea al rifirrafe entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, enemigos íntimos antes que compañeros en Alpine.

El buen nombre de los comisarios parecía a salvo con las sanciones de cinco segundos a Sergio Pérez, por exceder el límite de velocidad en el pit-lane, y a Hamilton, que había pisado la línea blanca entrando a boxes. Sin embargo, esos aciertos iban a quedar en entredicho al dejar sin castigo a Verstappen, liberado del pitstop en condiciones muy peligrosas para Piastri. Un prodigio como él no necesita de estas prebendas.

Durante más de una hora, Max venía gestionando los neumáticos y reforzando su ventaja, que llegaría a superar los ocho segundos. Antes de cumplir el ecuador se quejó de la caja de cambios porque no le provocaba dudas entre la séptima y octava velocidad, aunque ni el más cenizo podía sospechar lo que llegaría a continuación. A falta de 20 vueltas para la bandera a cuadros, finalizado su stint con los duros, un error con la pistola durante el pitstop, transformó el paisaje.

De pronto, el líder no sólo se veía acosado por Norris, sino que parecía indefenso, desvalido. "Algo va mal, no tengo agarre", gimió Verstappen, mientras el McLaren se adhería a su alerón trasero. Norris prefirió tomar aire, pensarlo un par de veces antes de lanzarse a sangre y fuego. Ni siquiera iba amedrentarse cuando los comisarios empezaron a valorar una sanción por superar los límites de pista. Primero movió ficha en la curva 4, mientras Verstappen se tambaleaba, hecho un manojo de nervios. Simplemente no parecía dispuesto a inclinarse ante nadie, como no cedió ante Hamilton en el GP de Abu Dhabi 2021. Si alguien trae al recuerdo hoy aquella épica de Yas Marina quizá no vaya desencaminado.

Verstappen multiplica y Aston Martin divide en el Red Bull Ring

Verstappen multiplica y Aston Martin divide en el Red Bull Ring

En el trazado más corto del Mundial, con una cuerda de 4.315 metros, Max Verstappen borró a sus rivales del mapa con una pole inapelable (1:04.314). Cuatro décimas de margen, nada menos, con las que multiplicaba por cuatro su ventaja del viernes ante Lando Norris. Nada pudo oponer el británico, algo disminuido por un proceso gripal. Tampoco George Russell, referente de Mercedes. Ni Carlos Sainz, que partirá cuarto en la parrilla, con opciones de podio en un GP de Austria donde la victoria parece adjudicada de antemano.

Las actualizaciones de Red Bull para su carrera de casa sitúan a Verstappen en un plano superior. A su victoria en la carrera al sprint, tras librar una singular batalla con los McLaren, hay que situar esta pole, la 40ª de su vida. Un directo en el mentón de Norris y Russell, que se habían apuntado las tres últimas. Demasiado lejos de estas disputas queda ya Charles Leclerc, protagonista de un doble error, en las curvas 6 y 9, que le relegaría a la sexta plaza. Y aún pueden dar gracias en Ferrari de que Oscar Piastri superase los límites de pista en su último intento.

Ni siquiera en McLaren encuentran el antídoto frente a Mad Max. Desde el viernes se viene sintiendo especialmente cómodo en el RB20, con el que aventajó a Sergio Pérez en 88 centésimas. Esta vez, su momento más inspirado se situó en el sector intermedio. Pero da igual. Sea en la subida hacia la curva 2, con una pendiente máxima del 12% o en la vertiginosa bajada camino de la meta, su dominio no admite parangón. En la Q2, justo cuando recurrió por primera vez a un neumático nuevo, ya había marcado un crono (1:04.577) inferior a la pole del viernes.

"Al menos probamos algo diferente"

Esa segunda criba suponía ya demasiado para Fernando Alonso, a 36 centésimas del corte, establecido por Esteban Ocon. El asturiano saldrá desde la decimoquinta posición, por detrás de los Alpine, los Visa Cash App RB y Nico Hulkenberg. "Al menos hemos probado algo diferente", admitió por radio el asturiano, antes de desfilar hacia el garaje entre el cariñoso aplauso de la tribuna. Incluso podía sentirse satisfecho tra haber evitado el desastre, con un doble susto en las curvas 7 y 10.

No hay soluciones al alcance para Aston Martin, que ya había perdido por el camino a Lance Stroll. Si Fernando pudo librarse en la Q1 fue por ocho centésimas ante Valtteri Bottas. Ahora mismo, la escudería capitaneada por Mike Krack sólo rinde con regularidad por delante de Williams y Sauber. Cada semana, Haas le roba una plaza en el top10 por obra y gracia de Hulkenberg. Pese a recibir dos avisos por intentar colarse en la salida al pit-lane, desobedeciendo incluso a uno de sus mecánicos, el ex piloto de Renault afinó más que nadie para colarse en la Q3 por quinta vez en 11 carreras.

Verstappen, sólo con 93 milésimas sobre Norris, mientras Alonso queda fuera del top-10

Verstappen, sólo con 93 milésimas sobre Norris, mientras Alonso queda fuera del top-10

La llegada al Red Bull Ring volvió a movilizar a miles de aficionados neerlandeses, volcados con Max Verstappen, protagonista de un duelo cada semana más fascinante con Lando Norris. El líder del Mundial se apuntó en Spielberg la pole de la carrera al sprint (1:04.686) con apenas 93 milésimas sobre el británico, con quien ya protagonizó un apasionante mano a mano el pasado domingo en Barcelona. El viernes no resultó propicio para Fernando Alonso, sin opciones de entrar en la SQ3, mientras Carlos Sainz tuvo que conformarse con la quinta posición, por detrás de Oscar Piastri y George Russell.

"Ha sido muy agradable pilotar el coche. Estaba bien equilibrado y tras unos pequeños ajustes todo ha funcionado realmente bien", aseguró Verstappen tras la sesión clasificatoria. Tras sus nueve victorias en las 14 carreras al sprint disputadas desde 2022, la décima se antoja al alcance de la mano para Mad Max.

Sobre un asfalto a 43ºC, Ferrari pareció recuperar algo del ritmo perdido en Montmeló, donde sus pilotos terminaron enfrascados en un agrio intercambio de reproches. Sin embargo, una avería de Charles Leclerc cuando se disponía a salir del pitlane para la SQ3 amargó la tarde a la gente de Maranello. El monegasco perdió demasiado tiempo intentando recuperar el motor de su SF-24, así que ni siquiera pudo marcar una vuelta válida, por lo que quedó relegado a la décima posición.

Susto para Hamilton

El resto de favoritos aguardó hasta el último momento para salir a pista con los neumáticos blandos, buscando las mejores óptimas de la pista. "No sé lo que ha pasado. Me saltó el sistema anti calado y se apagó todo. Los ingenieros me han dicho que hablaremos más tarde", reveló Leclerc, tras admitir que tampoco se habían mostrado "muy fuertes" hasta entonces.

El otro susto de la jornada se lo llevaría Lewis Hamilton, a quien anularon una vuelta durante la SQ1 por superar los límites de pista en la curva 6. En su regreso a pista, el heptacampeón se vio obstaculizado por el tráfico, aunque finalmente pudo superar la criba. De momento, Mercedes parece consolidada como tercera fuerza de la parrilla, aunque sus pilotos tendrán un duro pulso frente a Ferrari.

Mucho más atrás, para infortunio de Alonso, aparece Aston Martin, que volvió a verse superada por Alpine y el Haas de Nico Hulkenberg. Mientras Pierre Gasly y Esteban Ocon lograron colarse en el top-10, el asturiano acabó decimotercero, justo por detrás de Lance Stroll. El canadiense, cuya renovación fue anunciada en la previa, cedió 66 centésimas de la cabeza, aunque se impuso al bicampeón por 31 milésimas.

Fernando Alonso, superado por Alpine: "Debemos aceptar que no estamos para pelear por los puntos"

Fernando Alonso, superado por Alpine: “Debemos aceptar que no estamos para pelear por los puntos”

Alpine volvió a meter sus dos coches en la zona de puntos por segunda carrera consecutiva. Pese a la feroz guerra entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, el equipo francés se confirmó en Barcelona como la quinta fuerza de la parrilla. Mientras, Aston Martin se desfondaba sin matices, para desdicha de Fernando Alonso, decimosegundo en la meta, sin opciones de entrar en la lucha por los puntos.

"Este circuito no miente y te dice dónde estás. Si tienes ritmo, luego te puedes recuperar, pero no lo teníamos", admitió el bicampeón en los micrófonos de DAZN. Un par de semanas después del conato de recuperación en Montreal, Aston Martin volvía a ahogarse en zona de nadie. Han pasado apenas 15 días, pero su rendimiento en Canadá debe interpretarse como un hecho aislado, en lugar de una recuperación consistente.

Para saber más

Una temporada más, Montmeló se confirmó como el más exigente banco de pruebas. El único equipo que mejoró su rendimiento respecto a 2023 fue McLaren, mientras el peor parado en esa comparativa fue Aston Martin. Sin agarre, patinando en cada curva, al AMR-24 no sólo le faltaba velocidad, sino que devoraba los neumáticos.

123 puntos menos

El ritmo por vuelta del monoplaza verde se quedó a 1,4 segundos de la cabeza. El octavo peor registro de la parrilla, sólo por delante de Visa Cash App RB y Williams. Y si lo valoramos en comparación con 2023, cuando el asfalto ofrecía mejores condiciones, su déficit se cifra en ocho décimas por vuelta.

"Fue un fin de semana frustrante, pero no del todo inesperado", concedió Mike Krack. "Una carrera para olvidar en un trazado que evidenció nuestras debilidades", añadió el team principal del equipo británico, consciente de que los remedios "no llegarán de la noche a la mañana".

Después de 10 carreras, la escudería de Silverstone ocupa la quinta plaza del Mundial de Constructores con 58 puntos, 123 menos que a estas alturas en 2023. Aun siendo preocupante, lo más grave del caso es que la dinámica se antoja calcada. Tras arrancar el Mundial con unas prestaciones más que decentes, especialmente en las sesiones clasificatorias, Aston Martin se ha ido diluyendo.

"No podemos engañarnos"

Un mes después de su debacle en Imola, Alonso volvió a ser doblado por los líderes. No hubo forma de encontrar la velocidad mostrada en Montreal, donde las largas rectas y las fuertes frenadas le otorgaban cierto respiro. "Cuando comenzamos a entender y maximizar el nuevo paquete aerodinámico llega otro nuevo. De modo que el proceso se reinicia", explicó el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans.

"No podemos engañarnos. Debemos aceptar que no nos encontramos en una posición en la que podamos sumar puntos", subrayó Alonso poco después de cruzar la meta a 20 segundos de Nico Hulkenberg. A ese pesimismo se sumaba Lance Stroll, decimocuarto bajo la bandera a cuadros. "No entendí lo que le sucedía al coche. Fue una carrera bastante horrible", valoró el canadiense.

La preocupación se hace más acuciante a la luz de los resultados de Alpine, quien venía ofreciendo síntomas alentadores desde Mónaco.. En la qualy del sábado, Gasly ya se permitió el lujo de superar a Sergio Pérez, que sólo supo imponer la superioridad de su Red Bull con un adelantamiento al francés en la última vuelta. "Están mejorando cada vez más. Y probablemente nosotros estemos empeorando cada vez más", confesó el sábado Alonso.

Incluso sin actualizaciones, el ex equipo del asturiano supo optimizar sus recursos en Barcelona. El A524, visiblemente adelgazado, se antoja ahora un adversario muy serio en Spielberg y Silverstone. Aston Martin, por contra, precisa de un golpe de timón en Hungría para entrar en las quinielas una vez más. No hay una fórmula mágica, pero Alonso aún mantiene la esperanza. Al fin y al cabo, en Arabia Saudí, Australia y Japón cruzó la meta por delante de Mercedes. Si las evoluciones llegan a tiempo, aún cabría alguna sonrisa antes del inicio de las vacaciones.

Fuego cruzado entre Sainz y Leclerc tras su toque en Montmeló: "Son demasiadas quejas"

Fuego cruzado entre Sainz y Leclerc tras su toque en Montmeló: “Son demasiadas quejas”

El cuarto puesto se le había escapado por 38 centésimas, así que Charles Leclerc no quería escuchar ningún consuelo de su ingeniero de pista. "Sé muy bien dónde lo perdí", contó por radio sobre su déficit ante George Russell. De ese modo tan velado, el monegasco hacía referencia al toque, rueda con rueda, de la primera vuelta ante Carlos Sainz. Un incidente que amenaza con quebrar la paz en Ferrari antes de las vacaciones.

La primera parada de este triplete europeo, que se completará en Spielberg y Silverstone, dejó con el gesto torcido a la Scuderia. Sus pilotos cruzaron la bandera a cuadros en idéntico orden al que tomaron la salida y Lando Norris arrebató a Leclerc la segunda plaza del Mundial. En cualquier caso, lo peor del domingo para la gente de Maranello fue el intercambio de reproches entre sus pilotos.

"Frenamos al mismo tiempo y luego hizo la curva como si yo no estuviese allí. Sufrí daños en la rueda delantera izquierda y también alguno en el alerón delantero", comenzó Leclerc. "Antes de la salida acordamos que gestionaríamos al máximo los neumáticos. Sobre todo en la curva 14, pero Carlos aprovechó esa oportunidad para adelantarme", añadió.

"No era el momento de atacar"

No conforme, el monegasco recrudeció las críticas contra el piloto con quien viene compartiendo garaje desde 2021. "No era el momento de atacar. Supongo que quería impresionar a sus aficionados, teniendo en cuenta el momento que vive", deslizó Leclerc, en referencia al próximo destino del madrileño, que aún no ha decidido entre Williams y Audi.

Camino de la báscula, antes de cumplir con el pertinente pesaje de la FIA, Leclerc y Sainz comenzaron a discutir sobre lo sucedido. Las preguntas de Charles exasperaron a Carlos. Y las explicaciones de Carlos no convencieron a Charles.

"No sé lo que le pasaba en la primera vuelta, pero no podía seguir detrás toda mi vida. Le adelanté porque estaba gestionando demasiado. Después pasé a Lewis [Hamilton] y casi lo logro con George [Russell] en el pit-stop. Creo que estaba haciendo lo que se requería", analizó el madrileño. Cuando le trasladaron las quejas de Leclerc, lanzó la mayor andanada. "No sé de lo que se queja esta vez, pero ya son demasiadas carreras en las que lo hace".

La cordura de Vasseur

En mitad de la tormenta, Fred Vasseur debió imponer algo de cordura. "Charles se queja de haber perdido cinco décimas o un segundo en ese instante, aunque no hemos podido constatar los daños de los que habla", detalló el team principal de Ferrari.

Consciente de la gravedad de las acusaciones, con su habitual dosis de realismo, Vasseur intentaba restar importancia a lo sucedido. "Hubo otros 10 momentos en la carrera donde Charles perdió un segundo. Fue un contacto leve. Cuando cedimos más tiempo fue tras las paradas. Saliendo detrás de otros coches, se nos fueron dos o tres segundos", añadió.

"Nos faltó una vuelta para cazar a Russell. Comenzamos quinto y sexto y acabamos en esa misma posición, así que la enseñanza para nosotros pasa por hacer un mejor trabajo durante la qualy del sábado", zanjó Vasseur.

Verstappen aprovecha las facilidades en Montmeló

Verstappen aprovecha las facilidades en Montmeló

McLaren ya cuenta con un coche tan veloz como Red Bull, pero Max Verstappen sigue haciendo la diferencia. No hay modo de acabar con su supremacía. Ni siquiera en Montmeló, donde redondeó una fantástica actuación para disgusto de Lando Norris. En los momentos críticos, el líder del Mundial atacó sin miramientos. Ya en cabeza, controló impertérrito. Fue su cuarta victoria en Barcelona, con la que iguala el récord de Lewis Hamilton -tercer clasificado- y Michael Schumacher.

Cada semana, Verstappen se lleva por delante algún registro, como estos 106 podios, a la altura ya de Alain Prost y Fernando Alonso. Tras siete victorias en 10 carreras, su ventaja se extiende ya a 69 puntos sobre Norris, visiblemente abatido en el podio. Poco puede consolarle su premio de mejor piloto del día o su bonus de la vuelta rápida (1:17.115). El británico, aun con sus fantásticas cualidades, aún no parece preparado para desafiar a Mad Max en la lucha por el título.

Tampoco hubo consuelo para Carlos Sainz y Fernando Alonso, relegados a la intrascendencia ante su público más incondicional. La sexta posición del madrileño a 31 segundos del vencedor, no habla precisamente bien de las evoluciones de Ferrari. El bicampeón mundial, por su parte, ni siquiera se vio en condiciones de pelear por los puntos. Acabó decimosegundo, el primero de los doblados, en una tarde saldada sin un solo abandono ni safety car.

1,9 segundos en el 'pit-stop'

Norris, autor de la pole, reaccionó unas décimas tarde y quiso paliar los daños enviando a Verstappen a la hierba. Por el exterior, Russell avanzaba sin oposición para salir de la primera curva en cabeza. No hubo castigo alguno por parte de los comisarios, aunque tampoco parecía necesitarlo Verstappen, que a la primera oportunidad abrió sus fauces para devorar al Mercedes.

En una carrera tan estratégica, el cuidado de los neumáticos se convierte casi en una obsesión. Y el momento idóneo para cada pit-stop resulta tan crucial como las propias prestaciones. George Russell rompió la baraja en la decimoquinta vuelta, pero un error con la pistola casi le cuesta la posición ante Sainz. Tres giros más tarde, Red Bull sí cumplió puntualmente con Verstappen (1,9 segundos).

Ferrari había dividido su plan, quizá para evitar más rifirrafes como el de la salida, cuando Charles Leclerc rozó la rueda trasera derecha de Sainz. Bryan Bozzi pidió por radio al monegasco que gestionara los blandos, con los que pudo aguantar 24 vueltas. Llegaría a liderar, claro, pero sin el milagro del safety car poco cambiaría para él. Mientras, Sainz se las vio ante Hamilton en un durísimo cuerpo a cuerpo que no iba a merecer investigación. "No entiendo por qué hay una normativa, porque no la seguimos", espetó el madrileño.

Gran batalla frente a Russell

Tampoco comprendía Leclerc por qué sus ingenieros se habían decantado por el Plan A. En verdad, las dificultades de Ferrari se ceñían al ritmo, inferior al de Mercedes y McLaren. Con el primer relevo de medios, Norris dio un recital. Tras desembarazarse de Sainz y Hamilton, su batalla frente a Russell en la vuelta 35 pudo considerarse, de largo, lo mejor del domingo.

Lando exprimía el potencial del MCL38, con el que redujo a la mitad la desventaja. "Estos neumáticos son inconsistentes", lamentaba Max, con sólo cuatro segundos de ventaja. Para ese segundo pit-stop, Sainz y Russell habían optado por el duro, mientras Verstappen y Norris recurrieron al blando. Aún había margen para soñar con el triunfo, pero McLaren lo dilapidó con una parada a paso de tortuga (3,6 segundos).

Cuando Lando se reincorporó a pista, a falta de 19 giros, perdía siete segundos, así que Verstappen sólo tuvo que controlar desde la distancia. Poco a poco, todo se había recolocado también en Mercedes y Ferrari. Russell, con los duros, cedió paso a Hamilton y Sainz hizo lo propio frente a Leclerc, que volaba con los blandos.

De salida, Alonso quedó malparado por un toque que le hizo perder la posición ante Sergio Pérez y Nico Hulkenberg. Pese a que supo regresar al asfalto desde el otro lado de los bolardos, Aston Martin no encontraba modo de enderezar el rumbo y el asturiano aún cayó otros dos puestos.

A ocho vueltas para la bandera a cuadros, ondearon las banderas azules para el asturiano, el octavo de la parrilla doblado por los líderes. Mientras Pierre Gasly y Esteban Ocon, octavo y décimo, constataban la mejoría de Alpine, Alonso rodaba a casi 20 segundos del Haas de Nico Hulkenberg. Dos puestos por detrás del bicampeón, Lance Stroll confirmaba el desplome de Aston Martin.

El futuro de Carlos Sainz y lo que va de un Kimi a otro Kimi

El futuro de Carlos Sainz y lo que va de un Kimi a otro Kimi

Andrea Kimi Antonelli, de 17 años, tiene encandilado a Toto Wolff, aunque durante sus 11 primeras carreras en la Fórmula 2 aún no haya subido siquiera al podio. Ayer mismo, el piloto italiano acabó décimo la sprint race en Montmeló, con una penalización posterior de seis posiciones por superar reiteradamente los límites de pista. Al jefe de Mercedes, sin embargo, poco parecen importarle estas nimiedades. Ahora que se van a cumplir 150 días del anuncio de Lewis Hamilton, rumbo a Ferrari, Wolff tiene claro que apostará por Antonelli en detrimento de Carlos Sainz. Casi cinco meses después de que el heptacampeón le usurpara su asiento en Ferrari, Carlos deshoja una margarita de sólo dos pétalos: Williams y Audi.

Desde febrero, Sainz se perfiló como la indiscutible joya del mercado, pero la fe de Red Bull en Sergio Pérez y la citada irrupción de Antonelli en Mercedes terminaron por debilitar sus opciones. Ni Audi ni Williams podrán ofrecerle en 2025 un coche con el que pelear por los podios. El equipo alemán aterrizará con un ambicioso y mutimillonario proyecto, mientras los británicos seguirán presumiendo de su motor Mercedes. Poca cosa, en cualquier caso, para Carlos, que sigue evaluando sus ofertas con extremo cuidado. No quiere dar un paso en falso. Aunque quizá lo mejor que puede deparar el futuro no quede precisamente lejos de Maranello.

En 2001, cuando Kimi Raikkonen debutó en el Mundial al volante de un Sauber, Sainz era un niño de siete años fascinado por los coches de su padre. Dos décadas después, cuando el finlandés anunció su adiós a la Fórmula 1 tras 350 grandes premios, Sainz tributó a Iceman uno de los agradecimientos más afectuosos del paddock. "Sin Kimi, la Fórmula 1 hubiese sido algo diferente durante los últimos 20 años. Hay que felicitarle por su gran carrera", valoró el madrileño.

"el corcho que destapa la botella"

Su singular carácter y su fulgurante velocidad eran las señas distintivas de un piloto que ni siquiera esbozó una amplia sonrisa tras conquistar el Mundial 2007. Al igual que Sainz, él condujo para Ferrari, McLaren y Renault -aunque bajo el nombre de Lotus, que había heredado la estructura francesa y pudo competir con motores del rombo entre 2011 y 2014. Esa trayectoria común en tres de las escuderías con más solera de la historia suponen otro punto de conexión entre Carlos y Kimi. Aunque no el más decisivo.

El ejemplo de Raikkonen podría servir de ayuda a Sainz para resolver su futuro. Una decisión muy, muy peliaguda y por ende, muy, muy postergada. De hecho, sus consecuencias no afectarán tan sólo a las partes interesadas, sino también al resto de pilotos. Según la feliz definición de Kevin Magnussen, la decisión de Sainz ejercerá como "el corcho que destapa la botella" de la silly season.

En 2009, poco antes de cerrar su tercera temporada en Ferrari, en la que sólo pudo acabar sexto en el Mundial, KImi se quedó sin sitio. El fichaje de Fernando Alonso le cerraba las puertas, Michael Schumacher ya había firmado con Mercedes y Jenson Button se marchaba a McLaren. No había un asiento a la altura de su talento. Así que, recién cumplida la treintena, optó por tomarse un respiro.

Cerrar sin portazos

Dos años sabáticos en los que alternó los rallies con la pesca, antes de regresar en 2012 como buque insignia de Lotus. A las órdenes de Eric Boullier, con unas expectativas acordes a la leyenda de la marca británica, Kimi apenas pudo celebrar dos victorias y 13 podios. Desde tiempo atrás venía rumiando su regreso a Maranello. Y la salida de Felipe Massa, tras ocho temporadas de rojo, solventaría las últimas reticencias.

Hay notorias similitudes entre los casos de Sainz y Raikkonen, pero el que debiera recordar Carlos es el citado regreso del finés a Ferrari. Porque no faltan razones para pensar que la aventura de Lewis Hamilton, la primera lejos de suelo británico, podría no durar demasiado. Su paciencia para afrontar una hipotética falta de competitividad del coche se antoja más que limitada. Y Sainz, casi una década más joven que el heptacampeón, no debe perder ojo.

A diferencia de Fernando Alonso, la familia Sainz siempre ha sabido despedirse. Cerrando al salir. Sin portazos. O dejando la cancela entreabierta. Sucedió en Toro Rosso, Renault o McLaren. Ferrari no será una excepción, así que las opciones de un regreso en 2027 no deberían considerarse a la ligera. Hoy, Sainz partirá sexto en Montmeló, justo por detrás de Charles Leclerc. El podio, otra semana más, se antoja una quimera para Alonso, undécimo en la parrilla. El héroe del sábado fue Lando Norris, autor de la segunda pole de su vida (1:11.383), con dos centésimas de margen sobre Max Verstappen.