Las claves de la España campeona: un ‘big bang’ sincronizado de talento

Actualizado Martes, 16 julio 2024 - 00:27

Nadie les hubiera puesto en el once de mejores jugadores de la Eurocopa el 14 junio. Quizá sólo Rodri hubiera podido hacerse hueco. Del resto de futbolistas españoles podía esperarse un buen rendimiento, pero no que salieran de Alemania convertidos en estrellas. Y menos todos a la vez. Una de las claves del éxito de España es, precisamente, un big bang sincronizado de talentos que han ido repartiéndose el galardón de MVP en los siete partidos del torneo.

Alguno, como Lamine Yamal con 16 años, ha sido absolutamente inesperado. También Marc Cucurella, pese a los años de experiencia. De otros se venía esperando un paso al frente para convertirse en estrellas y saltar al mercado con una etiqueta con muchos ceros. Es el caso de Nico Williams, Dani Olmo o Fabián Ruiz. Los tres han desempeñado un papel indiscutible en sus clubes, pero han asombrado al continente con la camiseta roja. De hecho, el futuro del navarro y del catalán está por definirse, porque todo apunta a que cambiarán de aires.

Todos han dado su mejor rendimiento en el momento oportuno y en un escaparate que, en lugar de pesar, les ha impulsado. Ha ocurrido con veteranos como Laporte, cuestionado desde su marcha a Arabia Saudí, Carvajal, incombustible, o Nacho. Los tres se han hecho mejores en este campeonato. También Rodri, si es que eso era posible.

Un eje llamado Rodri

El mejor pivote del mundo, en palabras de Pep Guardiola, aún no había tenido su momento con España. Eclipsado por Sergio Busquets, vio cómo era reconvertido a central en el Mundial de Qatar porque nadie dudaba que había que hacer hueco en el once. El problema era dónde. Luis de la Fuente lo ha tenido claro desde el principio: eje fundamental en la medular. El resultado es que se ha visto al mejor Rodri y se ha activado el runrún de si debería ser Balón de Oro.

Junto a él, otro que ha subido del notable al sobresaliente. Fabián ha catalizado el juego, marcado goles y siendo una figura más esencial que en sus buenos momentos en el Nápoles o esta temporada, a pesar de ser un fijo de Luis Enrique. Con España se ha convertido en indetectable para los rivales, dejando imágenes como el regate a tres alemanes con un solo movimiento. Su futuro está en el PSG, certeza que no tiene Dani Olmo.

El Bota de Oro del torneo con tres tantos -galardón compartido con Harry Kane y otros cuatro trigoleadores- no va a continuar en Leipzig. Su brillante campeonato, en el que partió como suplente, ha marcado goles decisivos e incluso los ha salvado bajo palos, hace que su cláusula de salida, fijada hasta el 30 de junio en 60 millones, se considere muy ajustada a mercado. A su agente, el ex internacional Juanma López, se le vio el domingo en la grada de Berlín meditando ya sobre el futuro. Puede ser el Bayern, el Barça o incluso el City, pero Olmo saldrá de su actual equipo.

Una amenaza determinante

Quien también tendrá que definir su porvenir es Nico Williams. No le gustó al presidente del Athletic, Jon Uriarte, que le preguntaran al jugador por el Barça y la posibilidad de continuar junto a Lamine, pero su protagonismo en el mercado se antoja inevitable. Su temporada en San Mamés, con la Copa del Rey, ha sido brillante, aunque sólo ha descorchado en la élite durante la Eurocopa.

Eso mismo le ha sucedido a Cucurella, que será mirado de manera diferente en el Chelsea. Llegó a esta Eurocopa por las lesiones de Alejandro Balde y José Luis Gayà, encontrando el foco tras años en el Getafe y un fugaz paso por el Brighton. Menos horas de vuelo traía Lamine. Vio su talento Xavi Hernández y lo convirtió en titular indiscutible, como De la Fuente. Así se explica por qué su padre buscó al seleccionador durante las celebraciones para fundirse en un abrazo. En el Barça Lamine ayudó, pero en la selección se ha convertido en una amenaza determinante. Y aún no se le ve el techo. Es el diamante sobre el que Hansi Flick tratará de construir.

Hay actores más secundarios que también han desempeñado un papel imprescindible y ambos comparten equipo. Mikel Oyarzabal ha ejercido como relevo de Morata en una posición en la que le educó Imanol Alguacil y que le ha llevado a marcar un gol histórico. Su compromiso como capitán de la Real Sociedad le mantendrá en el club, algo que hay dudas de que ocurra con Robin Le Normand e incluso Mikel Merino, otro jugador que deja el histórico tanto en prórroga ante Alemania. El rendimiento ha sido tan perfecto que nadie ha perdido su momento de gloria.

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Luis de la Fuente ha liderado a un grupo de jugadores en los que tenía fe ciega y que ya son parte de la historia del fútbol español. Los focos se los han llevado apariciones estelares como la de Lamine Yamal, pero ha brillado el espectacular rendimiento de jugadores cuyo talento estaba más oculto y que se han volcado en un equipo con larga vida.

  • 1 DAVID RAYA. Consciente de su papel, el portero del Arsenal ha sido uno de los principales apoyos de Unai Simón en esta Eurocopa. El seleccionador le dio la titularidad ante Albania, con la clasificación a octavos en el bolsillo, y demostró una vez más que sus condiciones le podrían convertir en titular en cualquier momento.
  • 2 CARVAJAL. Ha sido uno de los pilares de la defensa en una Eurocopa en la que continuó con su racha goleadora cerrando la goleada en el primer partido ante Croacia. Su inteligencia táctica en los cuartos de final ante Alemania, con un falta en los últimos instantes que le costó la expulsión, le llevó a perderse el duelo ante Francia.
  • 3 LE NORMAND. Ha formado pareja con Laporte y con Nacho y, salvo el lunar del gol en propia puerta ante Georgia que complicó los octavos de final, ha demostrado la fiabilidad que Luis de la Fuente esperaba de él.
  • 4 NACHO. Como en la Nations League que España ganó hace un año, fue de los últimos en colarse en la lista del seleccionador y ha acabado jugando más de lo esperado, bien por Laporte en los primeros partidos o por la sanción de Le Normand. Del foco de España no le ha apartado ni su fichaje por el Al Qadisiyah de Arabia Saudí.
  • 5 VIVIAN. El joven central del Athletic ha mostrado su fiabilidad. Fue titular ante Albania, pero acabó teniendo minutos ante Alemania y Francia con un rendimiento notable que le augura futuro en esta selección.
  • 6 MERINO. Para siempre recordado por el gol en la prórroga ante Alemania, en Stuttgart, que celebró como lo hizo su padre en el mismo estadio con Osasuna. Su vuelo para cabecear el centro de Dani Olmo es historia. Es uno de los irreductibles del seleccionador, que no renuncia a él desde hace años, y una baza en el banquillo porque siempre aporta.
  • 7 MORATA. El gran capitán, alabado en el vestuario y demasiado criticado fuera. Abrió el camino del gol a España en el primer partido, pero se plantó en la final sin haber marcado más. Responsabilizado en su papel de líder del grupo, su trabajo más gris ha sido imprescindible.
  • 8 FABIÁN. El sevillano ha emergido como uno de los mejores centrocampistas de la Eurocopa. Indetectable para los rivales, ha marcado y catalizado el juego de España, una explosión de su talento del que ya dio destellos en la pasada Eurocopa pero que ha sabido potenciar Luis de la Fuente.
  • 9 JOSELU. Apenas ha tenido oportunidades en esta Eurocopa, pero el delantero gallego siempre ha estado dispuesto a sumar. A los 34 años, esta Eurocopa ha sido el cierre a una temporada brillante como campeón de Liga y de la Champions. Desde Alemania anunció que su futuro está en Qatar.
  • 10 DANI OLMO. De suplente a determinante. Es el jugador que ha derribado todas las puertas en esta Eurocopa, aunque tuvo que ser la lesión de Pedri lo que le diera una titularidad indiscutible. Ha hecho goles y asistencias para demostrar que es uno de los mejores futbolistas del campeonato y aumentar su cotización. En la final sacó sobre la línea el empate inglés en el tramo final.
  • 11 FERRAN. El Tiburón ha tenido su dosis de protagonismo en un equipo en el que se puso muy caro jugar a media que avanzaba el campeonato. Si hubo dudas sobre su presencia en la lista, se marcha con un MVP y el gol anotado ante Albania.
  • 12 GRIMALDO. La aparición de Cucurella ha dejado al valenciano del Leverkusen con menos minutos a pesar de su espectacular temporada. Lo ha asumido, ha sumado al grupo y ha cumplido con su papel de amenaza cada vez que ha saltado al césped.
  • 13 REMIRO. Es el único jugador que acaba la Eurocopa sin disputar un solo minuto, sin embargo ha sido una pieza clave en el vestuario, no sólo con los porteros. Esa imagen rescatando a Pedri en brazos para la foto del pase a semifinales quedará en el álbum de esta Eurocopa.
  • 14 LAPORTE. Se ha erigido como uno de los centrales del torneo a pesar de las dudas con las que arrancó. No había confianza en él tras su marcha a Arabia el pasado verano, pero ha sido esencial en el eje de la defensa. Ha dado seguridad a Le Normand, Nacho o Vivian, con los tres ha formado pareja, y en él empezaba el ataque de España.
  • 15 ÁLEX BAENA. Apenas ha tenido minutos en un ataque que ha funcionado de una manera espectacular. Ha asumido su rol y espera a los Juegos Olímpicos, donde tendrá más presencia.
  • 16 RODRI. Líder dentro y fuera del campo y merecido MVP del torneo a pesar de su lesión en el descanso de la final. Se eleva más en el plano futbolístico y mediático mundial. La España que vibra con Lamine y Nico ya tenía una estrella y era él, aunque quizás no nos habíamos dado cuenta. A sus 28 años, la selección se construye sobre su cerebro y sus pies.
  • 17 NICO WILLIAMS. Sus características adivinaban una importancia suprema en el plan de De la Fuente durante toda esta temporada, pero quizás nadie esperaba esta explosión. Primero en el Athletic y luego en la selección, se ha convertido en uno de los extremos más desequilibrantes del mundo y está para dar el salto a un grande. Salió de la final como MVP del duelo y con un gol que acercó el sueño del título. No paró de intentarlo y volvió loco a Walker.
  • 18 ZUBIMENDI. Ser el relevo de Rodri no es fácil, pero el centrocampista de la Real Sociedad ha sabido aportar cuando ha tenido que hacerlo, como en la segunda parte de la final. Ha disputado cuatro partidos, algunos con más minutos que otros, y ha ayudado a mantener la posesión cuando había que tener el balón. Seguirá creciendo a nivel de club y selección.
  • 19 LAMINE YAMAL. En 20 años todos recordaremos qué estábamos haciendo el día del golazo de ese adolescente contra Francia. Alemania ha sido su patio de recreo, con un gol y cuatro asistencias sublimes, la última en una final en la que cedió el 1-0 a Nico y donde se ha transformado en estrella mundial. Juega como un hombre y es sólo un niño, un niño tranquilo al que no le pesa la historia. ¿Lo mejor? Que en el próximo Mundial tendrá 18 años y en la siguiente Eurocopa, 20. España sonríe porque tiene a la gran promesa del planeta. Físico y cabeza para estar arriba durante mucho tiempo.
  • 20 PEDRI. La lesión tras la entrada de Kroos le dejó fuera de combate en el momento más importante del torneo, pero se mantuvo al lado de sus compañeros para sumar en lo que podía. Su primera fase prometió, con instantes de buen juego que recordaron a su mejor versión. Sólo tiene 21 años, si consigue mantener la regularidad, España respirará.
  • 21 OYARZABAL. Ha sido el delantero suplente de Morata durante todo el campeonato. La primera opción de De la Fuente cuando ha querido sustituir al capitán. Y Mikel ha rendido, aunque se dejó lo mejor para la final. Entró por el capitán cuando éste no pudo más y anotó el gol del triunfo, de la cuarta Eurocopa de España. Un gol histórico que hace justicia a una carrera extraordinaria que ahora es todavía más brillante.
  • 22 JESÚS NAVAS. Otro torneo histórico para el único futbolista capaz de ganar Mundial, Eurocopa y Liga de Naciones. Se va a retirar en diciembre y después de cada partido el cuerpo le duele horrores, pero se ha dejado la piel cuando la selección le ha necesitado. La primera media hora de la semifinal contra Francia aguantó las arrancadas de Mbappé y se llevó el homenaje de representar al grupo ante la prensa antes de la gran final. Historia de España.
  • 23 UNAI SIMÓN. El muro de España, especialmente en el tramo final del duelo de cuartos contra Alemania y los intentos ingleses en la final. Otro jugador que se ha erigido en líder de un vestuario que necesitaba nuevas voces. Realizó una primera fase perfecta, con tres porterías a cero, y en las eliminatorias siempre ha dejado alguna acción de mérito.
  • 24 CUCURELLA. La gran revelación española en el torneo. De Lamine y Nico conocíamos sus virtudes y las posibilidades que tenían de explotar, pero el catalán ha sido un descubrimiento. Después de unos meses complicados en el Chelsea, la lesión de Baldé le abrió las puertas de la selección y en la concentración le ganó el puesto a Grimaldo, mejor lateral de la Bundesliga. Sus cualidades defensivas, su garra, su capacidad física y el carisma de una melena adorada por la grada le han convertido en estrella para la afición y para el vestuario. En la final, su pase medido terminó en gol de Oyarzabal. Un peinado para la historia.
  • 25 FERMÍN. Parecía que podría tener un rol similar al que ha disfrutado en el Barça, un suplente que aporta en cada partido, pero ha terminado jugando sólo un partido. De la Fuente no le ha encontrado hueco en un centro del campo con mucho tráfico y su lugar ideal estaba reservado a Pedri y Dani Olmo. Irá a los Juegos Olímpicos, así que su carrera en la selección sólo acaba de empezar.
  • 26 AYOZE. Llegó sobre la bocina a la Eurocopa, siendo la gran sorpresa de la lista de De la Fuente, y sólo una lesión le ha impedido tener muchos más minutos. Fue titular en el amistoso contra Andorra y dejó un gol y una asistencia, y tuvo su momento en el tramo final del duelo contra Italia. Hubiera sido un recambio seguro para el técnico, pero el físico no le ha dejado.
La fiesta de España con las gafas de sol de DJ Lamine, la piña de los De la Fuente y el 'show' de Cucurella: "Habrá un 'boom' de natalidad"

La fiesta de España con las gafas de sol de DJ Lamine, la piña de los De la Fuente y el ‘show’ de Cucurella: “Habrá un ‘boom’ de natalidad”

A España no sólo la ha encaminado hacia la cuarta Eurocopa de su historia el desparpajo de chavales en el campo, también fueron ellos los que dirigieron los festejos. En el césped hubo lágrimas, abrazos, manteos a De la Fuente y fotos, muchas fotos, pero pareció una celebración contenida hasta que estalló en el vestuario. Música y baile bajo la batuta de, cómo no, de Nico y sobre todo Lamine Yamal. Fue el DJ, contagió a Álvaro Morata en calzoncillos e hizo bailar no sólo a su hermano Williams, MVP de la final, sino a los lesionados Rodri, Pedri, Ferran y hasta Gavi y Navas, que movió su dolorida cadera. No se quedaba atrás tampoco Fermín, otro del clan salvaje.

A sus 17 años, Lamine tuvo un momento de tranquilidad sobre el césped, jugando con su hermano pequeño, pero luego dio rienda suelta al festejo, primero con un sombrero y después con gafas de sol camino del autobús. "Es increíble poder estar aquí. ¿A Cibeles? No, a Madrid". Antes, una foto con la copa y dos checks: "La ESO. Campeón de Europa". La fiesta acababa de comenzar.

Ya había sonado Raphael, la Potra Salvaje y toda la playlist que ha acompañado las previas de los siete partidos y había quien empezaba a desesperarse. "¡Creo que ya me están llamando!". Cucurella no dejaba de apretar el claxon del autobús, rápidamente personalizado con la pegatina de campeones de Europa, mientras Rodri se emocionaba recordando su lesión, su MVP y su primera Eurocopa. "Cuando ha marcado Mikel, me he puesto a correr como un loco y se me ha olvidado la lesión hasta que el médico me ha dicho '¡eh, ojo!'. Estaba muy triste, pero chapeau por estos chavales".

A su lado, Nico Williams casi soltaba una lágrima recordando a su familia. "He hablado con mi hermano a través del móvil de mi madre porque yo no he podido ver el mío todavía. Me ha dicho que me quería y que está muy orgulloso, que el nombre de los Williams está en el cima del fútbol mundial", y casi se rompe al hablar de su madre: "Mis padres lo han pasado muy mal, especialmente mi madre. Esto es para ellos".

La fiesta en la zona mixta la puso Álvaro Morata, capitán y convertido en DJ de la selección por un ratito. Con un altavoz gigante en la mano con la bandera de España, el grupo caminó con por el pasillo de medios con una cerveza en la mano y al ritmo de una versión tecno del Viva España de Manolo Escobar. "Esto es tremendo", admitía Le Normand. "Algo único", reconocía Navas. "Dentro de nueve meses va a haber un boom de natalidad", vacilaba Cucurella. El lateral, uno de los hombres de esta Eurocopa que aún ayer escuchó pitos, tendrá que pensar si se tiñe la melena de rojo, como prometió. Antes pagó otro peaje: en la cena de los campeones, ya en el hotel con las familias, Morata le hizo subirse a la mesa, agarrar el micrófono y cantar la canción que le dedican en Inglaterra. "Cucurella se come una paella, se bebe una Estrella. Tiembla Haaland, que viene Cucurella", interpretó entre el júbilo de sus compañeros.

También tuvo tiempo el lateral del Chelsea para enviarle un recadito a Gary Neville en sus redes sociales. El comentarista de Sky Sport había dudado de él. "Pienso que Cucurella es una de las razones por las que España no puede llegar a la final", dijo. "Llegamos a la final. Gracias por tu apoyo", le contestó el catalán son sorna.

Era el momento de las risas, aunque a Oyarzabal, autor de un gol para la historia, le costó desatarse. "Lo primero que pensé al marcar fue en si había sido fuera de juego, porque era muy justo. Luego ya sólo escuchaba gritos", bromeaba. Alguno eran de Álex Remiro, el único jugador que no ha disputado un minuto en esta Eurocopa, pero que predijo el gol de su compañero en la Real. "En la merienda me dijo que hoy marcaba", confesó el vasco. No fue el único. "Le dije 'cómo te huele el pie a gol, niño', y he acertado. Igual me tengo que dedicar a eso", bromeaba Morata.

No salió el capitán con un balón bajo el brazo, pero sí Ferran, Pedri y Fabián. "Nos los vamos a llevar todos", decía el andaluz entre los gritos de Viva España del canario, enfundado en su bandera. A todos les costó anoche hacerse fotos en el césped con sus amigos y familiares. La seguridad del estadio impedía que bajaran al césped y Laporte o Dani Olmo tuvieron que acercarse a negociar.

Lamine juega con su hermano pequeño.

Lamine juega con su hermano pequeño.F. VOGELEFE

Lo consiguieron Zubimendi, cuyos familiares llevaban la camiseta de la Real Sociedad, los de Ferran y los hijos de Morata, que lloraron de emoción tanto como su padre antes de comenzar a jugar con un balón en el césped ajenos al jolgorio en el que Lamine se había puesto un sombrero con los colores de la bandera y Luis de la Fuente volaba por los aires manteado.

Guardó el seleccionador un discreto segundo plano. Eso sí, se hizo una foto con sus sobrinos y la bandera de La Rioja con el nombre de Haro e hizo una piña con sus seres queridos, como si el partido fuera a comenzar. Quien fue corriendo a abrazarle fue el padre de Lamine, consciente de lo que la apuesta del seleccionador ha supuesto para su hijo. Lo llevaba en la mano: el trofeo de mejor joven. Apareció poco más De la Fuente, por los compromisos federativos y por su perfil. Salió del vestuario casi por la puerta de atrás y con la camiseta de Reyes de Europa en la mano.

La Copa fue del vestuario al autobús en un arcón, pero era imposible que permaneciera guardada. La sacó Morata, que le cantó el 'No puedo vivir sin ti' de Coque Malla y la manosearon todos. Hasta el Rey Felipe la alzó sobre el césped como si fuera un jugador más.

A la celebración sólo le faltó una traca, esa que el delegado Fernando Giner, valenciano, se quedó con ganas de tirar a las puertas del Olímpico.

La locura de España en el césped del Olímpico de Berlín: “Dijimos desde el principio que éramos un equipazo”

Actualizado Domingo, 14 julio 2024 - 23:27

No podían aguantarse en el banquillo. Álvaro Morata no quería mirar al campo. Se llevaba las manos a la cabeza, se abrazada con el utillero, lloraba, miraba a su familia... No había manera de contener la tensión mientras llegaba el pitido final. Entonces estalló todo. «Nadie daba un duro por nosotros y lo hemos logrado», decía Le Normand sin poder contener el llanto. «Dijimos desde el principio que éramos un equipazo y no nos creían», decía Nico Williams, que abrió el marcador para avanzar a España en sociedad con su bro Lamine Yamal, que se lo regaló.

El navarro fue el MVP de la final y el catalán el mejor joven del torneo. Olmo la Bota de Oro a pesar de haber rescatado ese remate bajo palos de Inglaterra. Ellos han hecho historia, pero también otros secundarios como Mikel Oyarzabal, a quien buscó Remiro tras el gol al filo del pitido final. Su compañero sabe lo que ha sufrido. «Han sido meses muy difíciles por la lesión, por todo lo que he pasado», explicaba entre lágrimas el donostiarra. Mientras, Gavi saltaba con Lamine y Williams, que se habían marcado otro bailecito. Ambos se han regalado una Eurocopa, la cuarta para España, por su cumpleaños.

Mientras buscaban las camisetas con el 4 de cuatricampeones a la espalda, Morata se preparaba para su momento. Salió del campo el minuto 67, después de vaciarse, como en cada partido, y Luis de la Fuente buscó la frescura de Oyarzabal. Otro acierto del seleccionador. Morata pudo haber jugado sus últimos minutos con la camiseta de España, pero el destino le iba a deparar el mejor premio: recoger la copa del campeón. También fue justo con Rodri, que fue proclamado mejor jugador del campeonato. España era campeona después de masticar el hueso inglés y reponerse de golpes futbolísticos y anímicos.

En una de las últimas jugadas del primer tiempo, Rodri buscó un despeje y arrolló a Laporte. Se temió por la rodilla del central, pero la lesión la sufrió el pivote. Se llevó las manos a los isquios de la pierna izquierda, advirtió a Unai Simón de que no iba a poder seguir y, cuando el colegiado señaló el descanso, encaró el túnel de vestuarios con lágrimas en los ojos y diciéndole a sus familiares que se había roto. Un contratiempo fue perder a la pieza que da equilibrio a España, perseguida por Foden todo el partido. Saltó Zubimendi y, antes de que lo ubicaran los ingleses en el campo, las dudas las solventó Nico Williams. Luego hubo que afrontar el zurdazo de Cole Palmer hasta que apareció la contra que remató Oyarzabal para batir a Pickford. Las lágrimas de Rodri lo decían todo.

El Rey y la Infanta, felices

Si en el césped se sufrió, en el palco también. Presidiendo el partido junto a Alexander Ceferin estuvieron Felipe VI, acompañado de la futbolera Infanta Sofía, y el Príncipe Guillermo, que acudió a Berlín con su hijo George. Las confidencias entre ambos acabaron en cuanto arrancó el partido. Mientras el monarca español ha visto a la selección campeona de Europa dos veces y campeona del Mundo, la Casa de Windsor se tiene que conformar con las imágenes en blanco y negro del Mundial de 1966, cuyo trofeo entregó la fallecida Reina Isabel en Wembley.

«Es un partido muy igualado, estamos dominando el juego, ahora tiene que haber ocasiones y que las aprovechen. Pero tengo fe», confesaba Felipe VI al descanso. Acertó y tanto él como la Infanta Sofía posaron con los campeones.

Stones abatido, ante la piña de los españoles.

Stones abatido, ante la piña de los españoles.AFP

Estuvieron en el palco representadas las dos coronas, pero también los jefes de Gobierno. Pedro Sánchez, junto a la ministra Pilar Alegría, compartió un saludo con el recién estrenado Primer Ministro británico, el laborista Keir Starmer, y departió durante con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier. Pedro Rocha, como la presidenta de la Federación inglesa Debbie Hewitt, estuvieron en la primera fila, pero esta vez les tocó guardar un discreto segundo plano.

A los poderes fácticos se unieron también los futbolísticos, con muchos quilates. Estaban campeones de la Eurocopa 2008 y 2012, algunos también campeones del Mundo. Estaba Andrés Iniesta, David Villa y Xavi Hernández. Imposible de igualar la calidad en un palco donde los británicos más reconocibles eran Ashley Cole y el galés Gareth Bale. Al partidazo se apuntaron neutrales como Patrick Kluivert o Giorgio Chiellini, encargado de entregar la Copa Henri Delaunay.

La catarsis para los demonios de Álvaro Morata

Actualizado Domingo, 14 julio 2024 - 00:06

El 29 de junio de 2008, Álvaro Morata vio a Iker Casillas recoger el trofeo que reconocía a España como campeona de la Eurocopa a través de una pantalla gigante instalada en su barrio. Tenía 15 años y acababa de salir de la cantera del Getafe para firmar por el Juvenil B del Real Madrid. Por entonces, el mero hecho de imaginar que él podría alcanzar algún día ese privilegio suponía casi una quimera. Igual que el 1 de julio de 2012, cuando La Roja conquistó su tercera corona continental en Kiev. Morata jugaba ya en el Castilla y José Mourinho lo había hecho debutar con el Real Madrid. Dos años después, en noviembre de 2014, Vicente del Bosque le hizo vestirse por primera vez la camiseta nacional. Liderar a la selección y recoger como capitán la Copa Henri Delaunay seguía siendo una aspiración casi inalcanzable. Esta noche, en el Olímpico de Berlín, Morata podrá hacerla realidad para, quién sabe, completar un círculo y decir adiós. Ese es, a día de hoy, su plan.

La despedida supondría la catarsis que Álvaro necesita. Su condición de capitán la ha asumido con una responsabilidad que le ha hecho ganarse al vestuario. Ejerce como padre de los jóvenes y se sabe el centro de las críticas que evita a los demás. Eso fuera del campo, porque dentro tiene más galones. Es el cuarto goleador histórico de la selección, con mejor promedio que Raúl y Fernando Torres. Suyo fue el primer tanto de España en el torneo. Ante Croacia, en el minuto 29. Y aunque no ha vuelto a marcar, sigue siendo vital para Luis de la Fuente. En él empieza el trabajo defensivo del grupo, en sus recuperaciones y en su presión.

«Corre por los tres», admitía Dani Olmo. Esos tres son él mismo, Nico Williams y Lamine Yamal. Al tridente de ataque les hace las coberturas, les arrastra defensas y les abre espacios. Ese trabajo se lo reconoce hasta una leyenda inglesa: Gary Lineker. «Son demasiadas críticas. Es muy difícil jugar de '9'. La gente no lo entiende, porque hay que trabajar mucho, jugar para el equipo... Creo que Morata es importante para este equipo. Quizá no marca goles, pero hace un gran trabajo», puntualiza. De nuevo, como diría el propio Morata, se le respeta más fuera que en España.

«prácticamente entre lágrimas»

Permeable a la crítica que le acompaña casi en toda su carrera en LaLiga y con la selección, arrastra en esta Eurocopa el peso de una responsabilidad autoimpuesta. No concibe el fútbol, ni la vida, de otra manera. «Acaba el partido prácticamente entre lágrimas. Más comprometido no puede estar», revelaba hace unos días Dani Vivian. Dos muestras de ello fueron el temor de perderse la semifinal ante Francia, por una tarjeta amarilla que no registró el árbitro en el acta, y la mismísima final, tras el golpe involuntario de un miembro del staff. A este compromiso, su verdadera motivación sobre la hierba, se suma otro factor: la emoción.

Hace unos días, Morata confesó en EL MUNDO que medita dejar la selección. Una reflexión que le ha generado infinidad de críticas. Enésima prueba de que vive permanentemente en el ojo del huracán. Intentarán convencerle de que no lo haga, empezando por los compañeros, pero vive todo como si fuera la última vez. De ahí nacen las lágrimas.

«Prestar atención a muchas cosas»

«Es pura emoción. Cuando me sustituyen soy un aficionado más, como los padres de los jugadores que lo ven desde la grada», asegura en una entrevista a la UEFA. Durante esa misma charla admite también que aún no ha tenido tiempo de «disfrutar» del torneo. Y eso que ha llegado a la final y puede ser el hombre que alce el título, otra foto para la historia del fútbol español. Él lo puntualiza: «Tienes que prestar atención a muchas cosas. Ya habrá tiempo para divertirse y ser feliz».

Por eso, para Morata la final puede tener un efecto catártico, liberador de los demonios que ha ido acumulando durante años. Cuando ha sentido más el puyazo de la crítica que el reconocimiento. Con su futuro pendiente de resolver, Morata quiere meditar su adiós a España con una copa que nadie cuestione.

Rodri, en la justa pelea por un Balón de Oro (casi) imposible

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 23:55

El «ordenador perfecto», el «mejor centrocampista del mundo», la «clave de España», «el jugador que manda en los partidos»... La lista de elogios de entrenadores, compañeros y rivales hacia Rodri Hernández se antoja interminable. Es el centrocampista total, que ha trasladado su brillo desde el Manchester City a la selección. Y hay quienes le ven como el mejor situado en la carrera hacia el Balón de Oro. No es algo fácil para un jugador clásico, alejado de las redes sociales, sin un gran perfil comercial y que nunca se muerde la lengua ante los periodistas.

Hace un año fue el mejor español en la lista de candidatos. El Balón de Oro volvió a manos de Leo Messi, por delante de Erling Haaland y Kylian Mbappé tras su éxito en el Mundial de Qatar. Cuarto fue Kevin de Bruyne y quinto, Rodri. Era su primera nominación. Se había acercado al podio y desbancado a Vinicius, que acabaría sexto. ¿Puede escalar ahora? Por números, sí, aunque sus principales adversarios (Jude Bellingham y Vinicius) lleguen avalados por una Champions y una Liga con el Real Madrid. Además, el inglés aún podría aumentar hoy su cuenta en la final de Berlín.

Rodri no presume esta temporada de una Champions, aunque sí de una Premier League y un récord que habla por sí mismo. Se trata del futbolista que más partidos consecutivos ha disputado sin perder. Desde marzo de 2023 jugó 80, con un balance de 63 victorias, 16 empates y sólo una derrota. La del derbi de la final de la FA Cup ante el United. Aunque detrás de esa cifras ya había quedado claro que, cuando no pudo jugar, el City tampoco carburaba.

Revisando vídeos

A las órdenes de Pep Guardiola, con quien disputó 257 partidos en cinco temporadas, ha superado dos desafíos: el de la adaptación al físico y la velocidad de la Premier y a lo que el técnico de Santpedor siempre requiere de un pivote. Un listón más elevado que en el Villarreal y el Atlético.

Rodri representa la calma para la selección. La seguridad, la interpretación del juego y el análisis. Su titularidad es indudable desde la marcha de Sergio Busquets, aunque nunca ha rechistado por comenzar como suplente o como central. Durante el Mundial 2022, Luis Enrique le retrasó a la zaga y él se preparó para cumplir revisando vídeos sobre su nueva posición.

En Alemania, vuelve a visualizar cada partido en vídeo, analiza su juego y el de sus compañeros. «Sin esa visión de Rodri, España no sacaría tanto rédito a la verticalidad de Nico y Lamine», cuentan desde el vestuario. Por eso todos lo quieren al lado, incluso Dani Carvajal lo ficharía para el Madrid. Desde Luka Modric en 2018, el Balón de Oro no ha vuelto a recaer en un centrocampista. Por eso Rodri no lo espera: «Si me quieren reconocer, bienvenido. Pero no me molesta».

Juan Mata, el último goleador en una final: “aquella generación éramos en el campo lo que queríamos ser y estos jugadores, también”

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 19:27

El último gol de España en una final de una Eurocopa lo marcó Juan Mata y, doce años después, sigue reconocimiento que se lo debe a Fernando Torres. "Aquel gol fue felicidad extrema porque cerraba un círculo de Eurocopa, Mundial y Eurocopa. Me lo regaló Fernando, porque podía haberlo marcado él", admite con una sonrisa y brillo en los ojos a pocos metros de la Puerta de Brandemburgo en Berlín, donde dentro de unas horas España volverá a jugar una final frente a Inglaterra, una selección que Mata conoce muy bien porque ha convivido con muchos de sus jugadores.

Sin embargo, ve a España favorita en casi todas las posiciones. Duda algo en el caso de Bellingham y Foden, pero ve a los españoles favoritos. "Desde el primer partido ya tuve la sensación de que el equipo estaba jugando muy bien y que había una buena energía entre ellos y con el cuerpo técnico. Todos sentimos que las cosas podían ir muy bien y lo han refrendado", explica a El Mundo.

Son sensaciones que ve equiparables a las que sintió en 2012, cuando llegó aquel titulo ante Italia. "Veo similitudes en la idea de dominar a través de la pelota. En aquella generación, los jugadores éramos lo que queríamos ser y en esta creo que también. La sensación es la misma: que pueden ganar. Aquella vez veníamos de ganar un Mundial, y éramos más favoritos al inicio del torneo que ahora, pero creo que ha sido positivo que todo el mundo pensara que Francia o Inglaterra lo eran más. Creo que España ha sido la selección que más ha merecido ganar cada partido que ha jugado y con más diferencia que el resto", analiza.

Clave fue entonces Vicente Del Bosque como ahora se considera a Luis de la Fuente. "Nunca he estado en un vestuario con él. Vicente sabía gestionar personas como pocos. Podía motivarte, calmarte... y si De la Fuente lo hace igual, tiene una gran virtud. La gestión de grupo es fundamental", apunta este jugador que no fue indiscutible en el once, pero sí imprescindible en el grupo. "Estos torneos los entrenadores dicen que no los ganan 11 sino todo el grupo. Y esa fue una de nuestras mayores virtudes, que como grupo todos sabíamos nuestro papel y tratábamos de dar lo mejor en cada momento. En esta selección veo a Olmo, a Merino, Oyarzabal, Le Normand o Navas, gente que ha jugado más o menos, pero que siempre aportan y eso les ha llevado a donde están".

Rodri y Lamine

En este grupo hay dos jugadores casi imprescindibles. Uno es Rodri, que bien podría ser Balón de Oro. "Si fuera por mí, seguro. Es el mejor del mundo en su puesto y capital para el City y la selección. Como persona, le conocí en Manchester, y es fantástico, muy cercano y un gran ejemplo para los jóvenes. Estoy seguro de que su influencia es diferencial en el campo pero también en el vestuario", advierte. Y es que el otro es un chaval de 16 años, Lamine Yamal, cuyo padre tiene la edad de Mata. "Siempre tienen la intención de generar cosas, Por eso me gusta verle jugar con esa zurda fantástica. Ojalá mantenga todo esto porque no va a ser fácil. Ha creado unas expectativas muy altas, por eso hay que dejarle que disfrute".

Lamine ya transmite valores que van más allá del fútbol y que encajan con los de la organización que fundó Mata, Common Goals, para sumar a los futbolistas en proyectos sociales. "Sería fantástico involucrarlo. Este tipo de jugadores de las nuevas generaciones entienden muy bien el rol del fútbol en la sociedad y de los futbolistas. Y gente como él, que va a tener tanta influencia, sería muy bueno que sean conscientes de lo que pueden aportar", advirtió el jugador que tras dejar la Premier por Turquía y Japón busca nuevos retos.

Conoce perfectamente al rival en esta final y hasta defiende el trabajo de Southgate. "No es fácil, lo que han logrado. Tenían grandes expectativas generadas por los grandes jugadores que tienen y porque fueron finalistas en la anterior edición. Es cierto que han tenido dificultades, pero otras grandes selecciones no han conseguido llegar a la final. Hay que valorar el trabajo de Southgate, un entrenador que transmite unos valores muy positivos", interpreta Mata. "Ha sido muy criticado por la forma de juego, pero lleva dos finales de Eurocopa consecutivas y eso no hay muchos entrenadores que lo puedan decir con un grupo de jugadores jóvenes. Hay que darle su mérito", insiste, eso sí, que sea como subcampeón.

Pedro Rocha, firme bajo el huracán: resiste al ninguneo de Sánchez con los galones de la UEFA y pendiente de la ‘sentencia’ del TAD

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 00:07

España no sólo ha tenido que superar obstáculos deportivos para alcanzar la final de la Eurocopa, sino que lo ha logrado inmersa en el huracán institucional que sacude a la RFEF de forma periódica desde hace 11 meses. Nada se ha tambaleado en Alemania, a pesar de que se trata de una calma tensa que precede a la enésima tormenta: la posibilidad de que el presidente Pedro Rocha sea inhabilitado por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) la próxima semana y la Federación vuelva a cambiar de cara.

Para saber más

Las intrigas entre el ente federativo y el Gobierno no han traspasado las puertas del cuartel general en Donaueschingen, donde Rocha no se ha dejado ver. El jefe de la expedición ha sido su vicepresidente, Alejandro Morales Mansito. El extremeño, eso sí, ha acompañado al equipo en todos los partidos pese a las reticencias del Gobierno, que creó a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación y colocó a Vicente del Bosque a la cabeza. «Será la cara del fútbol español», anunció la ministra Pilar Alegría. El ex seleccionador, campeón del Mundial 2010 y la Eurocopa 2012, debía ejercer como la máxima figura institucional en este torneo y en los Juegos de París, pero en Alemania ha sido así. De hecho, sólo ha acudido al partido frente a Albania, con la fase de grupos resuelta, y la semifinal ante Francia. El respeto que genera se debe a sus logros deportivos, no a su condición de «cara» del fútbol español. En eso, la UEFA es estricta y sólo reconoce a quienes son autoridad federativa.

Rocha ha ido ganando foco con el avance del torneo. Ha encabezado la delegación en cada partido, se ha sentado en la primera fila del autobús junto a Luis de la Fuente, ha bajado al césped a felicitar a los jugadores y hasta ha cantado en las celebraciones. Tampoco, y por primera vez, ha tenido reparos ante la prensa, de la que hasta hace muy poco huía.

A la espera de Sánchez

Todo con el respaldo de la UEFA, que no ha dudado en colocarle en el palco, junto a su presidente, Aleksander Ceferin, y la máxima autoridad nacional. En el caso del duelo ante Italia, Felipe VI. En el resto, la ministra Alegría, pero no el secretario de Estado y presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes que, aunque lo quiso, no pudo ocupar el lugar de honor, provocando un baile de sillones.

Es el protocolo de la organización, que sólo cede la presidencia a los jefes de Estado y de Gobierno. Sin embargo, Pedro Sánchez no quiso la foto con Rocha y prefirió compartir palco en los cuartos de final con el canciller alemán Olaf Scholz. A las semifinales ante Francia no acudió, pero se le espera el domingo, de nuevo junto al Rey. Esta vez puede que le resulte difícil sortear al presidente de la RFEF, que aún lo es a pesar de la amenaza de inhabilitación que pesa sobre él.

Las opciones de García Chaves

El próximo jueves, el TAD podría pronunciarse sobre la solicitud de inhabilitación a Rocha durante seis años por tres infracciones graves: cesar al secretario general Andreu Camps, rescindir la relación con el asesor Tomás González Cueto y firmar la personación de la RFEF en el caso Supercopa. Rocha, que también está imputado en el caso Brody, recusó a los miembros del TAD que deben tomar la decisión, pero su escrito fue rechazado. En unos días puede darse la situación de que el presidente tenga que dejar el cargo por decisiones que su entorno defiende como necesarias y hasta exigidas por el propio Gobierno.

En el caso de que esa inhabilitación se produjera, y como las elecciones se deben convocar en menos de seis meses -podría ser el 10 de septiembre- las riendas de la RFEF quedarían en manos de la vicepresidenta María Ángeles García Chaves. De esta forma, y durante unos meses, una mujer se convertiría, por primera vez, en presidenta del fútbol español.

España se une al club de las selecciones de 1.000 millones impulsada por Rodri y Lamine Yamal

Actualizado Viernes, 12 julio 2024 - 00:44

¿Cuánto vale Lamine Yamal? ¿Y Nico Williams, Dani Olmo o Rodri? La respuesta la tiene el mercado pero no es equivocado decir que más que hace un año y medio cuando se disputó el Mundial de Qatar y aún más que el 14 de junio cuando arrancó la Eurocopa. Los jugadores de la selección se han revalorizado en una línea ascendente que comenzó antes de la llegada al banquillo de Luis de la Fuente pero que se ha acelerado en el último mes.

España rozaba en junio un valor de 1.000 millones de euros y se acerca a Inglaterra y Francia, los equipos nacionales que tienen en sus filas a los jugadores más cotizados. La lista de Southgate vale 1.520 millones y la de Deschamps, que ya está de vacaciones, 1.230.

En concreto los internacionales españoles tenían un valor en el mercado al comienzo de la Eurocopa de 965,50 millones de euros, con una media por jugador de 37,13 , según el portal Transfermarkt. Eso son 112,5 millones más que el grupo que lideró Luis Enrique en la última Campeonato del Mundo.

La figura de Rodri

España ha crecido y no sólo lo ha hecho desde las botas de los jugadores que han asombrado a Europa. El jugador con más valor de España es Rodri, uno de los líderes del conjunto español cuyo valor se estima en 120 millones. En el Mundial su cotización se fijaba en 80 millones y ha ido aumentando en diez en cada ventana de mercado. En los últimos dos años, el incremento ha sido de 70 millones y si España se proclama campeona tras el brillante torneo del jugador del City, la cifra aumentará. Es el pivote más valorado junto a Declan Rice y está el sexto en todas las posiciones tras Mbappé y Bellingham (180), Foden (150), Saka (140) y el alemán Florian Wirtz (130). Tras la Eurocopa, y pese a sus 28 años, escalará.

El siguiente en la lista es, cómo no, Lamine Yamal. El Barça le firmó la renovación hasta 2026 y le colocó una cláusula disuasoria de 1.000 millones, y es que su valor ya está en 90 millones cuando hace un año era de 25. Sin que haya traspaso de por medio y con la Premier como único mercado que mueve grandes cifras, Yamal romperá el techo de los jugadores españoles en breve.

Eso parecían que harían Pedri y Gavi. El canario llegó a Qatar con la máxima valoración de todo el equipo nacional: 100 millones y le seguía el andaluz con 90. Las lesiones han bajado su caché, que en el caso del canario está en 80. Estas cifras son simbólicas cuando los clubes, como es el caso del Barça, no piensan en sacar a sus figuras al mercado.

Caso distinto es el de dos futbolistas que también está brillando en esta Eurocopa. Nico Williams ha pasado de 25 millones en noviembre de 2022 a 60 cuando llegó a Alemania, una cifra muy próxima a la cláusula que pactó con el Athletic en su reciente renovación. De ahí que existan rumores que enfadan al Athletic y que le colocan otra camiseta, en concreto la del FC Barcelona.

En el RB Leipzig no se lo toman a mal, pero saben que la cláusula de salida de existe en el contrato de Dani Olmo por 60 millones ya no es disuasoria sino que se acerca a su valor real, que ya estaba en 50 millones antes de que marcara tres goles en momentos clave para España en este torneo, donde otros futbolistas se han colocado en el escaparate que les hará aumentar su valor.

Es el caso de Cucurella, que partía con 25 millones, Fabián Ruiz, que lo hacía con 30 como Fermín, que ha pasado en un año de 300.000 euros a otros 30 millones. En su caso y en el de Álex Baena, que apenas han tenido minutos, la presencia en los Juegos de París también ayudará.

La aparición de estos jugadores ha provocado que la demarcación más cotizada en España sea el centro del campo. Ficharlos supondría un desembolso de 450 millones de euros. Algo más de la mitad, 253 millones, valen los atacantes, sobre todo arrastrados por el valor de los extremos, y 172,5 millones la defensa. Donde España gana claramente es en la portería: Unai Simón, David Raya y Álex Remiro valen 90 millones de euros, frente a los 63 de los guardametas de Francia y los 59 de los ingleses.

Como en el mercado pesan mucho los años, España tiene a la cola con menos de diez millones de valoración a Ayoze (7), Joselu ( 5), Nacho (3) y, sobre todo, Jesús Navas, con 2,5 millones y un pie en la retirada. Antes puede ser el jugador más veterano en jugar en una final.

¿Qué hacían las leyendas del fútbol con 16 años? Lamine Yamal, a la altura de la precocidad de Pelé

Actualizado Miércoles, 10 julio 2024 - 23:07

No tiene edad para trabajar sin el consentimiento de sus padres, ni para conducir ni para votar. Lamine Yamal acaba de aprobar cuarto de la ESO y se ha convertido en estrella del fútbol con 16 años y 362 días antes de poder hacer todo lo demás, una precocidad superior a la de las grandes leyendas de la historia del fútbol mundial. Ni Maradona, ni Cruyff ni Di Stéfano, ni siquiera Pelé brillaron en un gran torneo tan pronto como el español.

Al brasileño es al que más se acerca. Con 15 años lo sacó el Santos de una fábrica de zapatos donde cobraba dos dólares la hora mientras jugaba en el Baquinho, un club de barrio de Bauru, en el interior de Sao Paulo. Lo hizo debutar un mes antes de cumplir los 16 en un amistoso ante el Corinthians, pero su primer partido oficial lo jugó el 26 de abril de 1957 con 16 años, 6 meses y tres días. Unos meses después, el 7 de julio, jugó su primer partido con Brasil: la Copa Roca y ante Argentina en Maracaná. Perdieron 2-1, pero suyo fue el gol. Su explosión llegó un año después en Suecia. El 15 de junio, ante la URSS, con 17 años, siete meses y 20 días marcó su primer gol para conducir a Brasil a la Copa de Mundo y empezar a fraguar su camino de leyenda.

A Cruyff, del que seguro Lamine Yamal ha escuchado mil y una historias en La Masía, también le costó algo más acaparar las miradas. A los 12 años, y tras el repentino fallecimiento de su padre, entró en el Ajax, donde debutó en la élite con 17 años, seis meses y 21 días. Sin embargo, para vestir la 'orange' tuvo que esperar hasta los 19 años, en septiembre de 1966 con un 2-2 ante Hungría con un gol suyo. Ese año también ganó la Liga. Su liderazgo con Holanda se fraguó en los 70, tras recibir el Balón de Oro con 24 años.

El fútbol de Cruyff le queda lejos hasta al padre de Lamine, que apenas tiene 36 años, pero seguro que recuerda a Diego Armando Maradona y su talento puro. El argentino también fue precoz. Con 15 años, once meses y 20 días debutó con la camiseta de Argentinos Juniors, cuando ya habría brillado en su equipo infantil, que apodaban Cebollitas. Menotti le llamó para debutar con Argentina con 16 años y 119 días, pero no contó con él para el Mundial del 78, uno de los momentos más amargos de la carrera de Maradona, que se convertiría en icono del fútbol mundial a mediados de los 80, pasados los 20 años.

Con 16 años, Alfredo di Stefáno estaba ayudando a su padre con en el campo y con la ganadería. Había abandonado los estudios para contribuir a la economía familiar pero no la pelota. Aprovechaba cualquier momento para jugar allá donde fuera y su talento llegó a oídos de River Plate. A los 17 años le fichó River Plate, que no le hizo debutar hasta dos años después, luego lo cedió a Huracán para recuperarlo en 1947 y proclamarse campeón de Liga, máximo goleador con 27 goles y campeón con Argentina del Sudamericano, en el que marcó cinco goles en seis encuentros. Esa misma temporada, el 4 de diciembre de 1947, jugó por primera vez con Argentina. Tenía 21 años y 147 días. Fue en Ecuador con una goleada 7-0 a Bolivia en la que marcó.

Lamine Yamal.

Lamine Yamal.MIGUEL MEDINAAFP

De Zinedine Zidane hay poco que explicarle a Yamal, aunque recuerde más su faceta de entrenador del Real Madrid que de jugador. También llegó rápido al profesionalismo, pero le costó más entrar en la selección francesa. El 18 de mayo de 1989, con 16 años y 329 días, firmó su contrato con el Cannes para debutar en la Ligue 1, pero no fue hasta cinco años después, en agosto de 1994, tras el Mundial de Estados Unidos al que no fueron los bleus y tras cumplir los 22, cuando la absoluta le llamó para un amistoso contra la República Checa en Burdeos, ciudad y club para el que jugaba. El marcó los dos goles que hicieron empatar a Francia.

El 'padrino' Leo Messi

A Lamine nadie le tiene que explicar qué hacía Leo Messi a los 16 años, porque en La Masía convive con quienes le conocieron. De hecho, el argentino le 'apadrinó' sin saberlo en un calendario solidario en el que el joven jugador de 20 años del Barça sostiene a un bebé de Mataró que se había inscrito para participar en esa acción solidaria en la que se volcó el club. Con la edad de Yamal, el argentino ya asombraba, pero fue Rijkaard quien lo llevó al primer equipo el 16 de noviembre de 2003, con 16 años y 145 días, en un amistoso ante el Oporto de Mourinho. Su debut en Liga fue el derbi ante el Espanyol en Montjuic un año después. No tardó en vestirse la albiceleste. Fue en Budapest en el verano de 2005, con 18 años y 55 días. A Lamine aún le faltaban dos años para nacer.

A Cristiano y a Mbappé también se les puso el foco muy rápido. Con 16 años, el portugués daba su primera entrevista después cuatro años en la cantera del Sporting de Portugal. Su familia había cambiado Funchal, en Madeira, por la capital buscando la progresión, que llegó con el debut en Primera con el 29 de septiembre de 2002, con 17 años y 233. La Eurocopa de Portugal en 2004 le abrió las puertas de la selección un año antes e hizo su debut recién cumplida la mayoría de edad.

Kylian Mbappé no es de la misma generación, pero Yamal se va a cruzar con él muchas veces. En la primera, ya le derrotó. El francés tiene el récord de precocidad en la Ligue 1 al debutar con el Mónaco en 2015 con 16 años y 347 días, de manera que superaba a Thierry Henry. Su primer gol lo marcó con 17 años y 62 días, pero la internacionalidad absoluta no le llegó hasta 2017 con 19 años, lo que convierte en más extraordinaria la precocidad del joven español.