Courtois, diez paradas hacia Wembley: "Soy el mismo Courtois o incluso mejor"

Courtois, diez paradas hacia Wembley: “Soy el mismo Courtois o incluso mejor”

Carlo Ancelotti ya piensa en la final de la Liga de Campeones. Algo lógico para el Real Madrid, con la Liga española ganada y celebrada en Cibeles este pasado domingo, y con sólo un par de semanas para enfrentarse al Borussia Dortmund en Wembley. Ahora todo son pruebas tácticas, puestas a punto musculares y partidos para no perder ritmo ni toque. Y ante el Alavés fue uno importante porque el italiano alineó, casi en su totalidad, a su once ideal. Y ese incluye a Thibaut Courtois.

Antes del pitido inicial, el Madrid presentó su Liga número 36 al Santiago Bernabéu. El club situó las 35 anteriores sobre el círculo central y el Alavés tuvo el detalle de realizar el pasillo al campeón de Liga, algo ovacionado por el público. «¡Campeones, campeones!», cantó la afición de Chamartín, que aunque llenó el estadio estuvo más relajada, normal, que ante el Bayern o en Cibeles. La celebración era pasado.

Ya en el partido, Ancelotti inició el choque con Courtois en la portería. Un detalle interesante porque es la segunda titularidad consecutiva del belga en apenas cuatro días. No recibió ningún gol contra el Cádiz, tampoco contra el Granada y ante el Alavés demostró un nivel extraordinario: portería a cero, otra más, y diez paradas, cinco de ellas en disparos realizados dentro del área. Es el primer portero del Madrid en sumar diez paradas sin recibir gol desde Casillas en 2008.

Acumula ya 270 minutos en mayo, todos en Liga, mientras que Lunin sólo ha disputado los 90 contra el Bayern en Champions. El técnico insiste en que la decisión no está tomada, pero sus elecciones de los últimos días apuntan en una sola dirección: Courtois como titular el 1 de junio en Wembley. «Courtois lo ha hecho muy bien, como Militao. Estamos convencidos de que vamos a llegar al día 1 a tope, la plantilla está bien, motivada y tenemos una buena dinámica», aseguró Ancelotti, que insistió en que para el cuerpo técnico y la plantilla «está todo claro». «De los dos partidos que quedan, uno lo jugará Lunin y otro Courtois», añadió.

Si algo busca estos días Ancelotti es que Courtois responda a su idea. Y así lo hizo el belga. En el primer minuto detuvo una doble ocasión clarísima de Samu, dos disparos a menos de un metro de su cuerpo, haciéndose gigante, y recibió los aplausos y los cánticos de la grada, deseosa de verle a buen nivel a pesar del cariño mostrado a Lunin durante todo el año.

«Entiendo que haya gente que pudiera dudar, pero yo sabía que iba a volver fuerte. Soy el mismo Courtois o incluso mejor», admitió el belga. «Me hacía falta un partido como hoy, con muchos disparos. Necesitaba esos tiros cercanos, rápidos, reflejos, en esa parada abajo a la izquierda me he sentido orgulloso. Lo que he entrenado tanto tiempo sale ahora en el campo. El equipo tiene ahora unos días libres, pero yo seguiré entrenando con Llopis. Estoy contento de poder jugar partidos, estoy muy feliz».

Al lado del guardameta, Carvajal, Militao, Nacho, Mendy, Camavinga, Kroos, Valverde, Bellingham, Vinicius y Rodrygo. O lo que es lo mismo: la alineación titular para la final continental con la única ausencia de Rüdiger, al que Ancelotti dio descanso tras jugar de inicio en Granada. Militao y Nacho se disputan acompañarle en el centro de la zaga, con el brasileño recibiendo minutos para testar su nivel futbolístico y físico. Ha sido titular en las últimas cuatro jornadas de Liga: Real Sociedad, Cádiz, Granada y Alavés. Como con Courtois, los datos explican la idea de Ancelotti: quiere ver si puede salir de inicio ante el Dortmund.

En el centro del campo la lesión de Tchouaméni, duda hasta los días previos a la final por un problema de estrés en el pie izquierdo, deja las cosas muy claras sobre los seis jugadores restantes.

El gol de Bellingham le eleva en la lucha por el Pichichi, algo que «no es importante», según Ancelotti, pero que sí pondría la guinda a una temporada liguera extraordinaria del inglés en su estreno. De momento suma 19, empatado con Sorloth y a uno de Dovbyk. 15 lleva Vinicius, que reconoció estar «en mi mejor versión». «Bellingham y yo tenemos una gran conexión».

La premonición de Vinicius a Brahim y el aviso de Ancelotti para Cibeles: "Puro y gafas, como en 2022"

La premonición de Vinicius a Brahim y el aviso de Ancelotti para Cibeles: “Puro y gafas, como en 2022”

Entre agosto, septiembre y octubre, Brahim Díaz disputó un partido como titular. Uno de catorce posibles. No contaba para Carlo Ancelotti, es la realidad. Pero poco a poco, el futbolista que explotó en el Milán y llegó en verano para sustituir a Marco Asensio en el rol de revulsivo ha terminado siendo importante. Tan importante como cualquiera. «Se ha ganado un papel importante», le elogió el técnico después de su exhibición en Granada, donde anotó dos goles y asistió en uno.

Uno de esos tantos lo adivinó Vinicius en el vestuario. Ese zigzag de Brahim entre varios defensas del Granada para marcar el 0-3. «Vini me dijo en el vestuario que metería un gol así. Y luego el segundo la verdad que fue una jugada de todos. Todos teníamos ganas de demostrar, de que queremos llegar a los máximos puntos en Liga», explicó tras el duelo.

Esa ambición de los reservas del Madrid ha sido clave para la cifra de puntos que ahora mismo hay en su tabla clasificatoria: 90 puntos, 15 más que el Girona y 17 más que el Barça, que juega mañana ante la Real. «Todos somos importantes. Ya no somos amigos, somos familia. Son mis hermanos. Es increíble el grupo. Lo hacemos todo muy fácil. Cualquier jugador está al nivel de exigencia del Madrid. Hoy quería decirle a Luka, que ha salido ovacionado y me ha dado la asistencia, que es un maestro», resumió Brahim.

El andaluz suma 12 goles y 7 asistencias, por los 17 y 3 de Joselu, dos futbolistas clave en el fondo de armario. «Joselu y Brahim, en cuanto a goles, han sido fundamentales para tener este nivel en este momento», comentó el técnico, que hoy liderará las celebraciones del Madrid en el Ayuntamiento de la capital, en la Comunidad y en Cibeles. «Un puro y las gafas, igual que en 2022», bromeó Carletto. Un día que será especial para Brahim, que no pudo celebrar la Liga de 2020 por la pandemia. «Se me pone la piel de gallina sólo de pensarlo. Lo he visto mucho desde la televisión: Cibeles, el bus... Gané aquí una Liga, pero con el Covid no se pudo celebrar... Así que muchas ganas», admitió Brahim.

Güler y Fran García, goleadores, fueron los otros elogiados por Ancelotti. «Arda es muy joven, pero está mostrando un talento fantástico. Tiene mucha efectividad y atesora velocidad. No sé cuál es su techo, es difícil decirlo a día de hoy, pero posee un talento natural y lo está haciendo muy bien», dijo sobre el turco. «Fran ha llegado este año y lo ha hecho verdaderamente bien», añadió.

El otro nombre del partido fue el de Kylian Mbappé, que el viernes anunció su adiós definitivo al PSG y ahora se espera que en las próximas semanas el Madrid haga oficial su fichaje. Mientras tanto, permanece el silencio, también el de Ancelotti, que no se quiso mojar: «No es algo que tenga en cuenta. Tenemos muchas cosas por delante de aquí al 1 de junio. Es en eso en lo que estamos centrados», dijo, y tampoco quiso comentar las palabras de Macron, que pidió a los blancos que permitan al delantero disputar los Juegos Olímpicos: «Pfff... No puedo comentar lo que dice el presidente de Francia, no tengo derecho a hacerlo».

Brahim brilla en la tristeza del Granada

Brahim brilla en la tristeza del Granada

La tarde empezó con lágrimas en Los Cármenes. El Granada conoció su descenso a Segunda División un par de horas antes de enfrentarse al Real Madrid porque la victoria del Mallorca ante Las Palmas le condenó a volver al infierno. Poco valor tenía ya su duelo contra los blancos, sin salvación ni Liga en juego. Sobre el césped, el orgullo de la afición andaluza y la ambición de la unidad B del Madrid, que brilló mientras los locales competían contra su dolor. Fran García y Güler sentenciaron el choque en la primera parte y Brahim culminó con dos goles una actuación extraordinaria. Otra más.

Ancelotti realizó diez cambios con respecto al equipo que ganó al Bayern en Champions y sólo repitió Rüdiger. A su lado, Courtois, Lucas, Militao, Fran, Camavinga, Modric, Ceballos, Güler, Brahim y Joselu. Premio y oportunidad para todos en el inicio del sprint final hacia Wembley. La mayoría, salvo Rüdiger, Camavinga y veremos si Courtois, saben que no habrá sitio para ellos en el once de la final continental.

El Granada, a pesar de la tristeza, tuvo el honor de homenajear al campeón con un pasillo que fue aplaudido en la grada antes de iniciar los cánticos de crítica contra la directiva del club. Con sólo 21 puntos, los nazaríes han pagado una horrible primera parte de la temporada.

El partido tardó en coger ritmo. La tristeza local y la relajación visitante dejaron unos primeros minutos de siesta hasta que el Madrid empezó a hilar posesiones a través de los pies de Modric, Brahim y Güler. El turco tuvo la primera buena opción del duelo al robarle un balón a Piatkowski y arrancar hacia portería, pero decidió mal y su pase no encontró a Joselu.

El lastre futbolístico del Granada es evidente y se notó cuando el Madrid aceleró marchas y Brahim se hizo dueño del partido. Los andaluces realizaron una primera media hora decente, más por orgullo que por talento, y se hundieron cuando Fran García puso el 0-1 en el 37. Lucas encontró a Brahim en el pico derecho del área grande, el malagueño se internó en el área, esperó al desmarque de sus compañeros y cedió atrás para que Fran llegara en carrera y definiera de primeras.

Güler, de nuevo gol

Por si fuera poco, justo antes del descanso, el Madrid sentenció un duelo que ya se había iniciado con demasiadas diferencias. Brahim volvió a arrancar, cedió a la carrera de Fran García, el lateral vio atras a Güler y el turco marcó su tercer gol de la temporada con un disparo cruzado raso. Dos buenas combinaciones, dos goles. El curso desastroso del Granada se explica desde una defensa demasiado débil, mentalmente hundida desde el inicio.

Tras el intermedio, el partido se mantuvo en las botas de Brahim. En el 49, el andaluz se inventó un zigzag extraordinario para superar a varios defensas, adentrarse en zona de peligro, volver a recortar a Gumbau y anotar con la derecha ante la estirada de Batalla. Y no se quedó ahí el ex del Milán.

La goleada madridista no tuvo respuesta por parte del Granada, incapaz de crear peligro o de contener el caudal ofensivo de los blancos, siempre liderado por Brahim. Si ya era una tarde mentalmente dolorosa para los andaluces, enfrentarse al campeón no ayudó.

En el 59, Brahim concluyó una eterna posesión del Madrid para anotar el 0-4. Sin acelerar demasiado el ritmo y combinando con pases cortos, entre Güler y Modric se plantaron en el área andaluza. El croata vio a Brahim y éste, a la media vuelta, anotó ante Batalla su segundo tanto de la tarde. Dos goles y una asistencia que le hacen acumular 12 y 7 en la temporada. Un fichaje soberbio.

El Granada despertó un poco tras el cuarto gol y tuvo varias oportunidades para marcar el gol del honor, pero no acertó, para desesperación de su afición. Mientras, Ancelotti movió su banquillo pensando en el futuro y en dar algo de ritmo a sus titulares. Kroos entró por Modric, que se fue ovacionado de Los Cármenes, y Nacho por Rüdiger. Cambios hombre por hombre tras el esfuerzo contra el Bayern.

Se quedaron sin saltar al césped Carvajal, Mendy, Bellingham, Vinicius, Rodrygo y Valverde, columna vertebral para el técnico italiano. Una desconexión necesaria después de la Champions. El martes, ante el Alavés en el Bernabéu, podrán reconectarse. Joselu pudo marcar su gol pero falló, no como ante el Bayern, y el duelo murió entre las lágrimas del Granada.

El plan mental y físico del Madrid hacia Wembley: "Hay que desconectar, pero no son vacaciones"

El plan mental y físico del Madrid hacia Wembley: “Hay que desconectar, pero no son vacaciones”

Cuando Szymon Marciniak pitó el final del partido entre el Real Madrid y el Bayern comenzó la cuenta atrás hasta la final de la Champions, que se celebrará el próximo 1 de junio en Wembley. 23 días en los que el conjunto blanco disputará cuatro partidos de una Liga ya conquistada, celebrará con su afición el título doméstico y la presencia en Londres, descansará lo corrido y lo sufrido y se volverá a reconectar a tiempo para afrontar el gran duelo de la temporada ante el Borussia Dortmund. Pero, ¿cómo realizar todo ese proceso mental y físico? ¿Cuánto se debe desconectar? ¿Cuándo hay que empezar a centrar la mente y el cuerpo en ese sábado continental?

El Madrid tiene una extraordinaria ventaja sobre los alemanes en este sentido: los blancos van a repetir exactamente la misma situación vivida en 2022. Ese año, el cuadro de Ancelotti ganó la Liga el sábado 30 de abril, a falta de cuatro jornadas, disputó y ganó la vuelta de semis de Champions contra el City el 4 de mayo y tuvo que esperar hasta el 28 de ese mes para enfrentarse al Liverpool en París. 23 días sin un partido 'importante' en el calendario.

Este curso, lo mismo: el Madrid consumó su título nacional el 4 de mayo, venció al Bayern el día 8 y debe aguardar al 1 de junio para medirse al Dortmund. De nuevo, 23 días sin un compromiso clave.

«La ventaja que tiene el Madrid es que esa situación mental la gestiona muy bien, empezando por el entrenador y siguiendo por los jugadores. Porque hay que saber ajustar bien los tiempos», analiza a este periódico David Peris, psicólogo experto en Psicología del Deporte que detalla lo que debería ser la correcta preparación del conjunto blanco hacia la final de la Champions.

«Tiene margen y puede jugar con eso. Permites que el equipo baje revoluciones, que los futbolistas que han jugado más se recuperen física y mentalmente, le das minutos a los que menos han participado y luego les vuelves a meter», resume, insistiendo en la importancia de desconectar, pero no en exceso. «Cuando consigues un objetivo tan importante puedes bajar los brazos, especialmente si el otro objetivo que tienes es lejano. Te mata el saber que ya has conseguido lo que necesitabas, sobre todo a nivel motivacional. Habría que bajar revoluciones para desconectar, pero no demasiado porque no son unas vacaciones, bajas intensidad y enseguida te vuelves a meter mentalmente».

El plan madridista

El Madrid viaja hoy a Granada, celebrará mañana la Liga y la final de Champions en Cibeles, se enfrentará al Alavés en el Bernabéu el martes, visitará Villarreal el domingo 19 y recibirá al Betis el sábado 25. El plan de Ancelotti está claro: rotar mucho en los dos primeros duelos y comenzar a probar a su columna vertebral a partir del encuentro ante el Villarreal, dejando la cita ante el Betis como test definitivo. Así lo confirmó el técnico ayer: «Tenemos varios partidos antes de la final que nos van ayudar a preparlo bien. Habrá rotaciones. Necesitamos descansar. Daré unos días de descanso tras los partidos», explicó.

¿Las dudas? Pocas. Una, de hecho, la única posible, la portería, con el cuerpo técnico pendiente del nivel de Courtois. Más allá de eso, la lesión de Tchouaméni, que apurará sus opciones de estar en Londres, deja vía libre a una alineación con Carvajal, Nacho, Rüdiger, Mendy, Kroos, Valverde, Camavinga, Bellingham, Vinicius y Rodrygo.

A nivel físico, los expertos aconsejan jugar antes que descansar, con el lógico reposo posterior a un partido como el del Bayern. «Tener 23 días sin un partido importante sólo tiene ventajas. Puede ser difícil mantener la motivación porque si tienes malas sensaciones dudas, pero es un mes para recuperar, para hacer recordatorios de fuerza y de trabajo aeróbico. Yo no innovaría demasiado porque en un mes no te da tiempo a transformar el físico de un equipo», explica David Antona, preparador físico de deportistas de elite.

Y volvemos a lo mismo, a lo especial que es el Madrid a nivel mental. Su éxito deportivo lo contagia todo, pero la «autoconfianza» es clave. La cabeza. «El Madrid maneja como nadie las variables psicológicas del deporte. Tienen muy fortalecida la autoconfianza y eso está totalmente relacionado con la motivación, la calidad y el trabajo físico», añade Peris. Ancelotti, mientras,

Kylian Mbappé anuncia su adiós al PSG: "Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes este domingo"

Kylian Mbappé anuncia su adiós al PSG: “Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes este domingo”

El primer paso está dado. Kylian Mbappé ha anunciado este viernes su adiós definitivo al PSG. Lo ha hecho con un vídeo publicado en todas sus redes sociales, un relato a viva voz, serio, explicando los motivos que le llevan a abandonar la que ha sido su casa durante las últimas siete temporadas.

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"Quería hablar con ustedes. Siempre había dicho que iba a hablar con ustedes cuando fuera el momento adecuado. Quería decirles a todos que este es mi último año en el PSG. No voy a renovar. Terminaré mi aventura dentro de unas semanas. Jugaré mi último partido en el Parque de los Príncipes el domingo", comenzaba el delantero y capitán del PSG.

Sus tiempos son lógicos. El PSG disputará este domingo ante el Toulouse su último partido de la temporada en casa, el último momento para que la afición pueda despedir al que ha sido la gran estrella del club estos años. "Son muchas emociones. Tuve la oportunidad y el inmenso honor de formar parte del club más grande de Francia, uno de los mejores del mundo".

El vídeo, además, llega después de la eliminación del PSG de la Liga de Campeones a manos del Borussia Dortmund, la última gran prueba de fuego de la temporada. Le queda la Copa, pieza menor para un equipo que aspiraba a todo.

Mbappé acaba contrato el 30 de junio y ha decidido no hacer efectiva la cláusula que le permitía renovar por una temporada más, una decisión de la que informó a Nasser Al-Khelaifi el pasado junio de 2023. Recibió numerosas presiones y fue descartado de la gira por Japón que realizó el PSG, pero se mantuvo firme en su decisión.

Una decisión que está clara: firmar por el Real Madrid, el club que le lleva intentando fichar desde 2018, cumpliendo así su palabra, por fin, con Florentino Pérez, al que rechazó hace un par de años y al que ahora regresa, veremos si convertido el Madrid en campeón de Europa.

Wembley

Esa final de Wembley retrasará los acontecimientos, aunque no es algo que preocupe a ninguna de las partes. Después de caer eliminado en Europa, Mbappé quería anunciarlo antes de su último partido en casa. Si hubiera llegado a la final de la Champions, hubiera mantenido su silencio.

Y el Madrid, por su parte, le deja moverse como quiera, sin mencionar el nombre del club en el mensaje de despedida. Mbappé ha dicho que deja el PSG y Francia por "un nuevo desafío", pero no ha anunciado cuál.

El Madrid quiere centrar sus esfuerzos en el Dortmund y no anunciará nada hasta la semana del 3 de junio. Esos días, y antes de que se concentre con Francia para la Eurocopa, el conjunto blanco oficializará su llegada.

"Es duro, y no pensé que sería tan difícil anunciar que dejaba mi país y la Ligue 1. Pero necesito un nuevo desafío después de siete años. Sé que no soy el jugador más demostrativo pero doy las gracias a la afición por todo el cariño que me han brindado durante siete años. El PSG es un club que no te deja indiferente, o lo amas o lo odias. No me arrepiento, es un club que recordaré toda mi vida. No jugaré más aquí pero seguiré viendo todos los partidos. Intenté dar lo mejor de mí, agradezco a la vida todas las emociones que viví. Ahora nos toca levantar el último trofeo. Ici c'est Paris, adiós", finalizó.

Joselu, de la final de París con su padre a héroe inesperado ante el Bayern: "El destino me lo tenía preparado"

Joselu, de la final de París con su padre a héroe inesperado ante el Bayern: “El destino me lo tenía preparado”

"¿Alguien me puede dar un link bueno para ver el Madrid?". En agosto de 2012, Joselu Mato (Stuttgart, 1990) pedía a través de su cuenta de Twitter un enlace pirata para poder ver un partido del Madrid. El Hoffenheim acababa de pagar 6 millones de euros por él al conjunto blanco tras haber destacado en el Castilla y no tenía forma, legal, de animar a su equipo desde Alemania. Diez años después, en 2022, el delantero, en ese momento en el Espanyol, acudió con su padre a la final de la Champions en París. Dos más tarde, en 2024, el hombre que buscaba partidos en internet y que se cogió un vuelo para asistir como público a la Decimocuarta es el héroe del madridismo ante el Bayern.

"Eso es sentimiento. Eso es ser madridista. El destino me lo tenía preparado", admitió el atacante en zona mixta, donde fue el gran protagonista. "En 2022 fui como un aficionado más, fui a apoyar a Carvajal y al Madrid porque era importante en mi casa también. Así que estuve muy feliz por él y por el club. Ahora estoy yo en la siguiente final, me ha tocado... Feliz por mí y la plantilla", resumía, todavía con la respiración acelerada por una noche de éxtasis.

Joselu tardó 163 segundos en marcar los goles que enviaron al Madrid a Wembley. Dos minutos y 43 segundos. Un rechace de un disparo de Vinicius y una asistencia de Rüdiger. "Valen igual en 163 segundos, ¿no?", bromeó. "Uno se hace futbolista para vivir esto y también para vivir todo lo que viví en mi pasado. El trabajo me ha traído hasta aquí".

Dos zarpazos de un delantero de 34 años cedido por el Espanyol, un equipo que ahora mismo está en Segunda División. Un préstamo que le costó 500.000 euros al conjunto blanco y que fue la única manera, junto al cambio de posición de Bellingham, que encontró la directiva de sustituir a Benzema mientras esperaba a Mbappé.

Joselu dejó en la cuneta al Bayern de Harry Kane, el nueve de la temporada y el hombre que también sonó para ser el recambio de Benzema. Al final el Madrid decidió aguardar a Mbappé, que llegará este verano junto a Endrick, y optó por pagar medio millón de euros al Espanyol para contar una temporada con Joselu. Unos meses después, la final de la Champions no ha podido salir más barata. "Hay gente que dudaría a principio de temporada, pero con el trabajo y la confianza del míster y los compañeros... El trabajo da sus frutos", declaró el futbolista, que a lo largo de su carrera ha pasado por 10 equipos y tres Ligas. Celta, Real Madrid, Deportivo, Alavés y Espanyol en LaLiga, Hoffenheim, Eintracht y Hannover en la Bundesliga y Stoke y Newcastle en la Premier.

Ahora el conjunto blanco debe decidir qué hacer con la opción de compra sobre el futbolista gallego. Puede pagar 1,5 millones para que siga en la plantilla y parece que lo hará, aprovechándose de un perfil que no existe en la plantilla. El hueco con Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Endrick será pequeño, pero ninguno aporta lo que es capaz de dar Joselu. "Joselu es el reflejo de lo que es esta plantilla. Todo compromiso, todo trabajo", le elogiaba Carlo Ancelotti.

El técnico italiano ha confiado de manera constante en el ariete, a veces como titular por la lesión de Vinicius y otras como solución de emergencia en el tramo final de los partidos. Y Joselu ha respondido. Acumula 9 goles y 2 asistencias en Liga, 2 en Copa, uno en la Supercopa de España y 5 en la Champions. 17 goles. "Ancelotti nos dijo antes del partido que hay partidos que se ganan con el corazón. Me abracé con él y lo que nos dijimos queda entre él y yo. Ha confiado en mí y solo tengo palabras de agradecimiento".

Su llegada no fue del todo fácil y ni siquiera él confiaba demasiado en volver al Madrid. "Yo estoy muy feliz en el Espanyol y esa etapa ya pasó. Al final tengo que mirar por mí aquí y luchar por nuestros objetivos", contestó en abril de 2023 preguntado por el interés de los blancos. Se equivocó, porque el descenso de su equipo activó una cláusula que fue 'calderilla' para el Madrid. Unos meses después regresaría a la que había sido su casa y no ha parado de hacer goles: uno cada 112 minutos.

De los penaltis de 2012 a la agonía de 2024: un Bernabéu agónico olvida su drama contra el Bayern

De los penaltis de 2012 a la agonía de 2024: un Bernabéu agónico olvida su drama contra el Bayern

«Son parecidos a nosotros». Carlo Ancelotti clavó el perfil de la eliminatoria justo antes de que empezara. En Múnich dominó el Bayern, en el Bernabéu lo hizo el Madrid. Ambos, quizás, más cómodos en el rol del que tiene que esperar y no en la piel del que debe proponer. Lo sufrieron los alemanes en el Allianz, condenados a no acertar ante Lunin y a una arrancada de Vinicius cuando casi nadie lo esperaba. Y lo vivieron los blancos en Chamartín, perdonando ocasiones muy claras durante una hora de partido, dejando vivo a un equipo al que, como el Madrid, hay que matar varias veces para tumbar en la arena.

Los 0,71 goles esperados del cuadro de Ancelotti al descanso, esa estadística que sacó a relucir Luis Enrique tras caer ante el Dortmund, hablaban de la superioridad madridista en las sensaciones, pero no en el marcador. Y los tópicos del fútbol siempre dicen que eso se paga. Ocho remates, dos de ellos a puerta, uno al palo... Vinicius, en una actuación colosal, acumuló regates sin parar, se convirtió en el mejor futbolista del duelo e inició todos los ataques del Madrid, que no pudo concretar ni uno frente a un Neuer gigante.

Y de repente, el chispazo. Como el de Rodrygo en Manchester ante el asedio del City, como el de Vinicius en Múnich... Una contra de Musiala, un pase en largo de Kane, una arrancada de Davies y un derechazo impecable del canadiense para destrozar el Bernabéu.

El lateral es, curiosamente, uno de los nombres que suenan para reforzar la plantilla del Madrid. Termina contrato en 2025 y el conjunto blanco le quiere, quizás más tras un gol que celebró con rabia, sin guardarse nada. Lógico.

El exorcismo de Joselu

Tras el gol, Ancelotti sentó a Kroos y apostó por Modric, norma no escrita de esta Champions en la que el italiano no jugado ni un sólo minuto sin alguno de los dos sobre el césped. El Madrid reaccionó, pero se encontró con el VAR.

Szymon Marciniak anuló el empate de Nacho por un manotazo y parecía que la decisión había hundido al psicológicamente al Madrid, centrado en las ocasiones falladas. Pero quién va a hundir al Madrid.

Los blancos olvidaron el 25 de abril de 2012 y aquellos penaltis dramáticos contra el Bayern. Aquel Mourinho de rodillas en el césped, aquel disparo de Ramos a las nubes y aquel Cristiano llorando a mares. Una de las noches más tristes de la historia reciente del madridismo desapareció ayer, fundida a negro tras otra remontada histórica.

El doblete de Joselu evitó la primera eliminación europea del Madrid en casa desde 2019 contra el Ajax y continuó la serie de inexplicables triunfos ante la orilla de la Champions. PSG, City y Chelsea en 2022, Bayern en 2024, otro gigante de Europa que se vio triunfando en el Bernabéu y que murió sin saber cómo.

La fórmula mágica del Madrid desde 2014: Kroos o Modric y diez más

La fórmula mágica del Madrid desde 2014: Kroos o Modric y diez más

Hay un denominador común en las cinco Ligas de Campeones ganadas por el Real Madrid en la última década. Una constante que se ha repetido pasara lo que pasara en el partido y fuera como fuera el marcador: Luka Modric o Toni Kroos estaban en el campo durante cada uno de los minutos de la final. Uno u otro. Pero siempre ellos. Carlo Ancelotti parece haber estudiado bien la estadística, o simplemente se ha dejado llevar por la experiencia de quien recurre a lo más sencillo en situaciones límite y resume todo problema en «pon a los buenos», pero durante la Champions de este año el italiano no ha disputado ni un solo minuto sin uno de sus dos grandes centrocampistas. Uno u otro. Pero siempre, otra vez, ellos.

En su camino hacia la final de Wembley y en pleno proceso de transición entre la vieja y gloriosa guardia y la galaxia de jóvenes estrellas que acaban de explotar en Chamartín, Ancelotti ha tenido claro que pese a la fuerza, el talento, la verticalidad y el famoso «fútbol moderno» que proponen Tchouaméni, Camavinga, Valverde o Bellingham, en su centro del campo siempre tiene que haber un jugador de toque, organizador, con una calidad futbolística extraordinaria y con una inteligencia para la pelota superior a la media. Un futbolista de época. Eso son Kroos y Modric. Indispensables.

La dirección técnica del Madrid tendrá que decidir a final de temporada qué hace con las renovaciones del alemán y el croata. Ambos terminan contrato. Uno, Kroos, con 34 años y después de una de las mejores campañas de su vida. Otro, Modric, con 38, asumida, por obligación, su suplencia y compitiendo a cuentagotas. Curiosamente, casi siempre por el centrocampista germano.

«Están aquí y están bien»

Veamos los partidos de Champions de este curso. Primera jornada ante el Unión Berlín: Modric fue titular y Kroos entró en el minuto 66. En Nápoles, Kroos de inicio y Modric entró por él en el 65. En Braga el alemán no jugó, pero Modric disputó los 90 minutos. Ante los portugueses en el Bernabéu, partido completo para Kroos, igual que en la vuelta ante el Nápoles. Y en Berlín, 90 minutos para Modric.

En las eliminatorias la situación no sólo no ha cambiado, sino que ha sido todavía más clara. Ancelotti ha sustituido a Kroos en cuatro de los cinco encuentros y en todos su recambio ha sido Modric. «Los demás pueden jugar sin ellos. Pueden y podrán», contestó ayer Ancelotti sobre el futuro del centro del campo. «Pero de momento Kroos y Modric están aquí y están bien», insistió.

Cinco finales y una Copa de Europa entera en la que ni Ancelotti ni Zidane han vivido sin el alemán ni el croata. Es un dato tan importante que no se necesita mucho más para valorar la importancia de los dos en el proceso madridista de los últimos años, pero hay más. «Dan imaginación e ideas al centro del campo», explican desde Valdebebas, donde preocupan sus salidas, no tanto por su edad y sus contratos, que ya entran en la lógica de la reconstrucción madridista, sino por su estilo de juego y su nivel. «No hay ese perfil en el mercado», añaden.

261 minutos de 4.410 posibles

Modric lanzando el córner del cabezazo de Ramos en Lisboa 2014, Kroos sacando la falta del empate de Ramos en Milán 2016, Modric asistiendo a Cristiano en el 1-3 de Cardiff 2017 y Kroos saliendo del campo aplaudiendo a la grada, Kiev 2018, París 2022... Han dominado Europa de tal manera que esta noche, ganen o pierdan, el miedo a que sea su último partido continental en Chamartín estará en el ambiente. «Para algunos será el último», recordaba Carvajal.

Esta temporada Ancelotti ha conseguido cuadrar sus roles todavía más que el curso anterior. Aprovechándose del nivel de Kroos, el Madrid sólo ha vivido sin ellos durante el 6% de los minutos de la temporada, contando Liga, Copa (quitando Arandina), Champions y Supercopa. 261 minutos de 4.410 posibles en 48 encuentros.

De inicio, Carletto sólo ha querido sentar a ambos en el banquillo en tres encuentros, los tres en Liga. En la jornada 1 contra el Athletic Club, en la tercera ante el Celta y en la jornada 7 contra Las Palmas. En su lugar, el técnico apostó por Camavinga, Tchouaméni, Valverde y Bellingham en ese famoso rombo que se inventó en verano. El equipo ganó los tres partidos, pero el italiano no volvió a confiar en una alineación sin alguno de sus hombres de máxima confianza.

Menos que el año pasado

Una situación, la de esta temporada, un tanto sorprendente si tomamos como referencia la anterior. En las eliminatorias de la pasada Champions, el Madrid terminó 5 de los 8 encuentros sin ambos, incluidos los dos contra el City. Y en Liga el número de partidos sin ninguno de los dos en el once inicial ascendió a ocho, casi el triple que este curso.

Llama la atención en estos datos que en la Liga anterior, todavía sin Bellingham, el hombre elegido para realizar ese rol de creador era Dani Ceballos, titular cuando ni el alemán ni el croata eran de la partido. Pero el bajón del andaluz y la poca confianza del técnico en él han terminado por recuperar la fórmula mágica de Ancelotti y del Madrid: Kroos o Modric y diez más. La fórmula de las cinco (o seis) Copas de Europa.

El "miedo" de Ancelotti y la "ilusión" de Carvajal: "El míster cada vez está más miedoso"

El “miedo” de Ancelotti y la “ilusión” de Carvajal: “El míster cada vez está más miedoso”

Carlo Ancelotti puede llegar mañana a su tercera final de Champions como entrenador del Real Madrid. Sería la sexta para Dani Carvajal. Los dos, técnico y tercer capitán del conjunto blanco, se mostraron ilusionados un día antes del duelo ante el Bayern de Múnich, aunque con el freno echado por la dificultad del encuentro de ida.

"Hoy es un día que merece la pena vivir. Antes de una final, con toda la ilusión del mundo... Es una motivación ser protagonista de esto", valoró Carletto, que reconoció que "mañana será más complicado de vivir". "Antes del partido llegan la preocupación y el miedo. Pero tenemos mucha motivación", declaró.

Eso sí, el italiano mantuvo los pies en el suelo: "Puede ser otra noche mágica, pero optimismo no hay, hay conciencia de las dificultades, que son muchas. El Bayern fue mejor que nosotros en la ida", recordó.

Ancelotti admitió que "el Bayern es parecido a nosotros", en referencia al estilo y la historia del cuadro alemán. "Tienen gran tradición, gran historia y mucho éxito en Champions. Creo que nos respetamos y es justo que sea así", y reflexionó sobre la táctica del partido: "Nos conviene más un partido con intensidad y ritmo, en la ida a nivel defensivo se podía hacer más. Así que queremos un partido intenso", explicó, añadiendo que "no quiero un equipo con una sola identidad".

Sobre la plantilla, confirmó de nuevo la titularidad de Lunin en la portería y dejó la única incógnita abierta de quién acompañará a Rüdiger en el centro de la zaga. A 24 horas del partido, parece que el italiano apostará por repetir el once de la ida, con Nacho al lado del alemán, Tchouaméni como eje del centro del campo y Camavinga en el banquillo.

"Confío porque es el Madrid y creo que voy a estar en el lado bueno de la historia mañana, pero seguro que Tuchel también lo cree", finalizó.

Segundos más tarde, Carvajal se mostró más confiado que su entrenador. "El míster cada vez está más miedoso", bromeó. "Yo intento disfrutar cada momento, cada entreno... Estoy deseando ver con los compañeros la otra semifinal, cenar con ellos, el cosquilleo de mañana... Liberarme y no gastar energía en los nervios", reflexionó.

El defensa recordó que "sólo hemos perdido dos partidos esta temporada, así que estamos ilusionados". "Cuando salimos a la calle nos felicitan por la temporada... Y por qué no soñar con la 15ª", dijo, antes de elogiar al cuerpo técnico: "Tanto el míster como su staff han sido culpables de nuestro éxito, Con las salidas de Benzema y Asensio hemos tenido llegadas muy buenas, luego lesiones... Y los datos ahí están, sólo dos partidos perdidos. A dos partidos de ganar la Champions. Nos tiene a todos con los ojos abiertos".

El mayor abismo entre Madrid y Barça: títulos, imagen, millones, valor de mercado, patrocinios...

El mayor abismo entre Madrid y Barça: títulos, imagen, millones, valor de mercado, patrocinios…

Los 14 puntos que separan a Madrid y Barça en la clasificación liguera explican la realidad que viven ambos equipos. La realidad deportiva, institucional y social de dos organizaciones que se han comparado sin parar durante las últimas décadas y que ahora se observan desde lejos, distanciadas por los títulos que acumulan en sus vitrinas en las últimas cinco temporadas, por su éxito en Europa, por los millones que valen en el mercado sus futbolistas y por las diferencias de imagen que muestran hacia el exterior.

El Barcelona, enfangado en una crisis institucional eterna, con problemas económicos y sainetes en su banquillo. El Madrid, cómodo en el acorazado blindado por Florentino y Ancelotti, empujado al éxito por jóvenes jugadores convertidos en estrellas mundiales y con Kylian Mbappé amenazando en el horizonte.

El conjunto blanco va camino de poner una distancia de puntos histórica sobre el segundo. El Barça de Vilanova ganó la Liga 2012-13 con 15 de ventaja sobre el Madrid, cifra récord, y ahora los blancos aventajan al Girona en 13 y a los azulgrana en 14. En la mente madridista, los 19 que el Barça les sacó en 2019, cuando el cuadro del Bernabéu terminó tercero. Una motivación para las últimas jornadas.

10 títulos del Madrid desde 2020

Más allá de los puntos de este curso, el resumen de la realidad deportiva de los dos equipos en las últimas cinco temporadas habla también de ese abismo. El Madrid ha ganado los últimos cuatro clásicos, pero a nivel global, desde la campaña 2019-20, los blancos han ganado tres Ligas, una Copa, tres Supercopas de España, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. 10 títulos a la espera de esta Copa de Europa.

Enfrente, el Barça celebró una Liga, una Copa y una Supercopa de España. Tres trofeos para una entidad sumida en el caos que ve cómo desde Chamartín triplican su éxito.

Quiten ahora los títulos, si quieren, y analicen la competitividad en Europa. Mientras el Madrid acumula cuatro semifinales consecutivas y una orejona, los azulgrana cuentan con una derrota en octavos, dos en grupos y una en cuartos, ante el PSG.

Y la situación es todavía peor si se observa el éxito europeo durante la última década. Desde la 2013-14, los del Camp Nou han ganado una Champions, se han quedado una vez en semifinales, seis en cuartos, una en octavos y dos en la fase de grupos. En el Bernabéu la regularidad ha sido única: cinco Copas de Europa, tres semifinales y dos octavos.

La situación deja una superioridad competitiva pocas veces vista en las últimas décadas. Entre 2005 y 2014 el Barça ganó tres Champions y alcanzó cuatro semifinales mientras el Madrid sufría antes de José Mourinho con cinco octavos seguidos. Con Mou, tres semifinales consecutivas previas a la Décima de Ancelotti.

1.040 millones frente a 839

En el vestuario la realidad tampoco mejora para los azulgrana, que durante los últimos años han ido perdiendo talento y devaluando su plantilla hasta el punto de estar por detrás del Madrid en valor de mercado las tres últimas temporadas, dejando una diferencia histórica en este sentido: los futbolistas de Ancelotti suman un valor de 1.040 millones, según Transfermarkt, por los 839 del Barcelona. Cuatro del Madrid en el Top 15 mundial (Bellingham, Vinicius, Rodrygo y Valverde) y ninguno azulgrana. Sus esperanzas se llaman Cubarsí y Yamal, que han bajado la media de edad de la plantilla para pelear en ese sentido contra un Madrid liderado por jóvenes: 26 años de media tienen los más utilizados por Ancelotti y Xavi.

Pero el futuro avisa: Endrick aterrizará en la capital con 18 años recién cumplidos y en un vestuario del que parece saldrán Modric (38) y Nacho (34). Y Mbappé, la guinda del proyecto de Florentino, tiene 25 años, cinco más que Bellingham, que llegó con 19. La directiva madridista tiene claro su plan de fichajes. Al otro lado del puente aéreo, el Barça suspira por soltar a Lewandowski para poder inscribir a los que lleguen, pero asume que sus compras no serán adolescentes y sí jugadores de presente que eleven el nivel del equipo. El verano pasado, su único traspaso fue el de Oriol Romeu por tres millones. En invierno llegó el joven Roque por 40, pero no ha contado para Xavi. Gündogan e Iñigo, treinteañeros, Joao Félix y Joao Cancelo aterrizaron a coste cero o cedidos.

Los patrocinios

La salud económica de ambas organizaciones es causa central de la diferencia. El Madrid acaba de terminar el Bernabéu y goza del mayor Límite de Coste de Plantilla de LaLiga (727 millones). Una cantidad resultante de los ingresos presupuestados y los gastos. Mientras, el Barça busca fórmulas para compensar las pérdidas derivadas de su mudanza a Montjuic por las obras del Camp Nou, cuyo naming tuvo que vender a Spotify a cambio de 60 millones. El club intenta capear sus 400 millones de masa salarial, que le dejan un LCP de 204 millones, y mantiene el conflicto con Nike, cuyo patrocinio le aporta 85 anuales, por la preocupación de la marca por sus resultados.

Mientras, el Madrid ha llegado a los 120 por temporada con Adidas, récord en el sector, a los 80 de Fly Emirates por su frontal y a los 60 de la tecnológica HP por el logo en el lateral, haciendo que su camiseta valga más de250 millones de euros.

En el banquillo, más diferencias. La margarita de Xavi, que se iba, se quedaba, se iba y se queda ratificado por un Laporta al que le han dimitido 11 directivos, dista de la calma de Ancelotti, renovado hasta 2026 por un Florentino sin problemas institucionales.