La liberación de Mbappé y el "altruismo" de Vinicius: "Tres partidos para otra persona es poco, pero para mí es mucho"

La liberación de Mbappé y el “altruismo” de Vinicius: “Tres partidos para otra persona es poco, pero para mí es mucho”

Repetía Ancelotti en sala de prensa que "no había ansiedad ni frustración", pero las sensaciones en el Real Madrid decían lo contrario. El conjunto blanco empató en Mallorca y Gran Canaria, donde dejó muestras de su mal momento, y venció al Valladolid después de una primera parte de nervios en el Bernabéu. Ante el Betis mejoró, pero se fue al descanso 0-0 entre el runrún de la grada. Tras el paso por vestuarios, ahí sí, fue un ciclón hacia la portería de Rui Silva. Marcó dos Mbappé y la plantilla de Ancelotti respiró hacia un parón de selecciones que "no viene bien".

"El parón no viene bien, nunca viene bien porque te quita a los jugadores, sobre todo a los que viajan a Sudamérica, a los que les cuesta regresar y descansar. Cuando hay parón, lo que pido es que no tengamos lesiones, este es el peligro más grande. Sólo pido que vuelvan todos bien", rezaba Ancelotti ante los medios.

Sin Camavinga ni Bellingham, ambos lesionados, otro percance físico dejaría al Madrid muy tocado. Aunque esas serán reflexiones para dentro de unos días. Ahora mismo la sensación en Chamartín es de alivio. El conjunto blanco está a cuatro puntos del Barça, pero camina hacia estos 15 días de pausa con un 2-0 ante un rival de la zona alta, con dos goles de su nueva estrella, con la portería a cero y la química renovada. El primero, él, Kylian Mbappé.

"Tres partidos para otra persona es poco, pero para mí es mucho", reconocía en la zona mixta del Bernabéu, en la primera vez que hablaba ante los medios de comunicación desde su presentación de julio. En perfecto español, como siempre, el delantero galo mostró discurso y argumentos de futbolista capaz de controlar las cosas, dentro y fuera del campo. "Sé que cuando un jugador como yo llega a un equipo como este cambian muchas cosas, no estoy loco, pero de verdad creo que desde los primeros partidos estamos mejorando. Mejoramos y me siento bien, sé que yo lo puedo hacer mejor y como equipo también", declaró.

La sombra de otras grandes estrellas como Cristiano, su ídolo, es alargada, pero el galo lo asume: "No es presión, es fútbol. Todo el mundo sabe el respeto que tengo por Cristiano, pero vengo para ser Kylian. La única presión que tengo es la de tener que adaptarme al equipo".

Esa adaptación parecía ideal en la Supercopa de Europa contra el Atalanta, pero no ha fluido igual en los tres primeros partidos de Liga. Su posición, muy pegada a veces a la de Vinicius, las dificultades del Madrid en salida de balón, las lesiones y la forma física de la plantilla, todavía lejos de su mejor nivel, han influido en la pequeña sequía del ex del PSG, rota ante el Betis.

"Puedo jugar en las tres posiciones del ataque, como he hecho en París, el Mónaco o la selección francesa. Mi posición es un debate para la gente de fuera, no es algo que tenga en mi cabeza", explicó, dejando claro que es él el que se debe adaptar a sus compañeros, especialmente a Vinicius. "La gente habla de mí y de Vini, es normal, somos dos jugadores famosos. Ahora tengo que aprender de él, de sus movimientos, de lo que le gusta en el campo", continuó, insistiendo que ha llegado con "humildad".

"He llegado de manera natural, con humildad, con ganas de pasarlo bien también fuera del campo con los compañeros y el club. Son todos grandes personas además de grandes jugadores. Las cosas van a mejorar con Vini como con el resto de jugadores, tácticamente, técnicamente, aunque jugamos cada tres días y no hay mucho tiempo para entrenar, pero vamos a tener una gran temporada, seguro", respondió, contundente.

La decisión de los penaltis

En el fondo, Mbappé necesita tiempo. Tiempo y goles. Y química. Una química que, a la espera de más tantos, parece haber encontrado fuera del césped con Vinicius. Ancelotti les ha encargado dividirse los lanzamientos de penalti y ambos parecen haberlo encajado con naturalidad. Contra Las Palmas lanzó el brasileño, y ante el Betis el propio Vini buscó a Mbappé para señalarle que lanzara él. "Vinicius ha sido muy altruista en dejar el penalti a Kylian. Creo que entre ellos tienen una buena relación", reconoció Ancelotti, que quiso matizar que "nunca le pusimos presión", en referencia al atacante francés.

"Es una comunicación, Vini tira el primero y yo el segundo. El míster nos da libertad. No quiero forzar las cosas, quiero hacerlo de manera natural", explicó luego Mbappé, que es consciente de la presión que hay sobre él. "Sé que cada partido tengo que marcar. Llevaba tres partidos sin marcar y la gente ya hablaba... No me sorprende, vengo de París y es lo mismo. Es parte de la vida de un gran club. No nos afecta".

Un doblete de Mbappé tumba al Betis y a la ansiedad y el Madrid respira hacia el parón

Un doblete de Mbappé tumba al Betis y a la ansiedad y el Madrid respira hacia el parón

Kylian Mbappé abrió el bote de ketchup contra el Betis. Tardó cuatro partidos y muchos dolores de cabeza, pero lo terminó haciendo. Sufrió él, sufrió Ancelotti, sufrió el Madrid y sufrió su afición durante tres encuentros complicados, pero finalmente el galo encontró portería. Anotó dos goles y dio el segundo triunfo de la temporada al conjunto blanco, que ya respira mejor hacia el parón.

Ancelotti asumió sus temores dando entrada a Ceballos en el once inicial. Después de las lesiones de Camavinga y Bellingham, el italiano había probado a Modric y Arda Güler como acompañantes de Tchouaméni y Valverde en la medular, pero ninguno le había convencido. Sin el francés ni el británico, el técnico no encuentra al sustituto natural de Kroos y no da con la tecla para que su equipo fluya en salida de balón.

El Madrid mejoró ante el Betis, porque empeorar la primera parte del duelo ante el Valladolid y los 90 minutos de Gran Canaria era tarea complicada. Estuvo más intenso, más generoso en los esfuerzos, más atento en las transiciones defensivas... Pero le siguió faltando chispa. Y sin chispa no hay gol. Y sin gol no hay puntos. Y sin puntos hay ansiedad. Y con ansiedad hay bloqueo. Y con bloqueo no hay chispa...

El conjunto blanco estaba entrando en una espiral peligrosa, en una angustia que se notaba en Ancelotti, en los jugadores y en un Bernabéu que volvió a pitar tímidamente a su equipo durante la primera parte. Fue un espejismo.

Y eso que el cuadro de Ancelotti encontró alguna luz al final de su túnel. Ese triángulo de la derecha que forman Carvajal, Rodrygo y Valverde produjo más situaciones que en las anteriores jornadas, y Vinicius y Mbappé se buscaron más que de costumbre. Todo necesario.

El brasileño y el francés se movieron entre líneas, intercambiando posiciones y estando más activos, pero fallaron ante Silva. En el 21, Vinicius le dejó un pase de la muerte a Mbappé que éste remató mordido, justo después de una buena parada de Silva a un cabezazo de Militao.

El Betis activó más al Madrid que el Valladolid. Se atrevió a presionar y partió un poco el duelo, lo que le dio espacio a los delanteros madridistas, agradecidos. Pero ni así.

En el 38 llegó la mejor acción, Mbappé recibió de espaldas en el centro del campo, regateó a su par y aceleró para buscar a Vini, que terminó centrando a la llegada del galo. No llegó, pero vibró por fin el Bernabéu ante sus dos estrellas. El descanso aterrizó con otro 0-0 y el Madrid respondió con un asedio sobre la portería del Betis. Un ataque constante más por empuje que por fútbol, más por necesidad que por táctica. Y eso, para qué negarlo, también gusta al Bernabéu, animador de soldados.

Vinicius se encontró con el palo tras un disparo desde lejos, Mbappé falló el rechace, Rodrygo se estrelló con Silva... Era el minuto 54 y los locales ya vivían en el área rival.

Llegó entonces la polémica y la rabia. Algo lógico entre tanta frustración. Vinicius pidió un penalti por mano de Llorente y Ceballos otro tras una entrada de Sabaly. Alberola Rojas no señaló ninguno y el brasileño enfureció, viendo una amarilla por protestar. Chamartín respondió con abucheos y el conjunto blanco ganó energías.

Brahim, la chispa

Ancelotti se atrevió con la entrada de Brahim y Fran García por Ceballos y Mendy y el andaluz respondió dando más amplitud al ataque madridista. En el 67, Rodrygo inició un eslalon en la frontal, cedió para Valverde y el uruguayo se inventó un taconazo hacia el desmarque de Mbappé que el francés convirtió en gol. Con la zurda, al palo derecho de Silva. Fue su primer tanto en Liga y el final de su pequeña ansiedad.

Por si fuera poco, cinco minutos después el galo sumaría su primer doblete. Brahim se inventó un zigzag hacia el área y vio el movimiento de Vinicius al espacio, el brasileño llegó antes que Silva y cayó derribado. Alberola Rojas no señaló nada, pero el VAR le avisó de la pena máxima. Mbappé, intercambiando rol con Vinicius tras el tanto del brasileño ante Las Palmas, anotó desde los once metros.

El Madrid descansará en el parón a cuatro puntos del Barça, más lejos de lo esperado, pero con menos lluvia sobre sus hombros.

Pablo Fornals: "Los nombres no meten goles, no hay tanta diferencia con la Premier"

Pablo Fornals: “Los nombres no meten goles, no hay tanta diferencia con la Premier”

Pablo Fornals (Castellón, 1996) vuelve hoy a donde todo empezó. Hace casi nueve años, el 26 de septiembre de 2015, debutó como profesional en el Santiago Bernabéu. Vestía la camiseta del Málaga, en el que brilló antes de irse al Villarreal. De ahí a la Premier League, al West Ham, donde ha pasado cinco temporadas hasta que el Betis le rescató el pasado invierno. A sus 28 años, pocos mejor que él para analizar las diferencias entre el fútbol inglés y el español. De eso y más charla con EL MUNDO antes de visitar al Real Madrid.

¿Qué recuerda de su debut en el Bernabéu?
Tenía 19 años recién cumplidos. Fue un día muy bonito. Que te llamen para ir convocado y que cuando den la charla te veas dentro del once.... Al principio recuerdo algo de miedo, pero también ganas. Esas mariposas que tenemos a veces. Luego encima sacamos un empate. Le pedí la camiseta a Isco, que había estado en el Málaga... Y ya vio que era mi debut y no me pidió la mía a cambio. Fue un gesto mayor por su parte, la verdad.
Y ahora, aunque él está recuperándose de la lesión, comparten vestuario.
Yo iba a La Rosaleda cuando Isco jugaba en Champions con el Málaga... Era un equipo y claro, me fijaba en ellos. Era un referente para nosotros.
Ahora llega con el Betis. Ha sido un verano con varias salidas importantes, como las de Ayoze o Fekir, ¿cómo lo han vivido?
Pues expectantes, como todo el mundo. Y deseando que quien se quede o quien venga, lo haga para aportar lo máximo. Creo que los que han venido han aportado desde el primer momento y que seremos un equipo competitivo.
Usted que ha jugado en Inglaterra, ¿las diferencias entre las dos ligas son de nombres o de ritmo y físico?
Los nombres no meten goles. Y en España tenemos la gran suerte que en cualquier equipo hay buenísimos jugadores. En pretemporada se ve que cuando se juega contra los ingleses tampoco hay tanta diferencia a nivel competitivo.
Usted ha vuelto a la Liga después de seis años. ¿Ha notado diferencias?
Cuando me fui a la Premier dejé de ver la Liga porque no me atraía el fútbol que se hacía en España, pero ahora que he vuelto, sí me parecen atractivos. Creo que los equipos han entendido que el fútbol no es sólo tikitaka y mantener la posesión, ahora van a hacer gol, mira los goles en las primeras jornadas...
España viene de ganar una Eurocopa y los Juegos Olímpicos, ¿cree que se ha infravalorado al fútbol español?
Totalmente. No es nada fácil lo que está consiguiendo España, tanto en fútbol masculino como femenino. En inferiores también, llegando a muchas finales... Es muy importante esto para el crecimiento dentro y fuera del país, se están haciendo las cosas muy bien desde abajo.
Ganó un Europeo sub'21 de la mano de Luis de la Fuente. ¿Qué recuerda? Ahora le tiene en la absoluta, quizás jugando bien...
Jugando bien no basta porque lo que han hecho los compañeros en la Eurocopa no es por hacer las cosas sólo bien. Son muy buenos. A Luis le tengo mucho cariño, me convocó, me dio cariño y acabé jugando casi todos los partidos y haciendo un buen torneo.
Cambió Villarreal por Londres para jugar en el West Ham. ¿Cómo fue?
Recuerdo que los primeros días el tiempo era espectacular, me engañaron (risas). Fueron cuatro años muy buenos y no los cambio por nada. He dejado todo allí. El ejemplo es que cuando subo algo a Instagram, siempre tengo muchos comentarios de la afición.
Pasó allí el confinamiento por la pandemia.
Me tocó pasarlo solo porque la que ahora es mi mujer tuvo que volver a Castellón. Se podía salir a hacer deporte así que la mayoría nos volvimos vigoréxicos. Todo el día haciendo pesas. Volvimos como un tiro cuando se inició de nuevo la temporada.
Cuando baja al parque con su hijo y ve una pelota, ¿es de los que sigue yendo a por ella?
Si no voy es por vergüenza (risas). Me quedo mirando a ver qué hacen los niños. De momento y por suerte o por desgracia, a mi hijo no le llama el fútbol. Sí le llama mucho el Betis, el estadio, el himno, la camiseta... Pero pasa de la pelota.
Usted era de los que jugaba en la calle.
Vivía en una urbanización alejada del centro y pasábamos mucho tiempo en la calle. Y luego en el barrio de mi abuela pues en el parque, con un árbol y una maceta como palos de la portería.
Celebra los goles con el saludo militar. ¿Qué razón hay detrás de ello?
Nada que ver con temas militares. Cuando jugaba en el Villarreal, al ser de Castellón tenía a muchos amigos y familiares en la grada. Si marcaba me acercaba a la zona en la que estaban y hacía eso, como agradeciéndoles que vinieran. Y ya se quedó así.
Dicen que le gusta cocinar.
Sí. Miro muchas recetas, postres y cosas saludables para que el niño coma sano. Yo de niño comía de todo, las galletas esas de dinosaurios eran mi perdición (risas). Pero cuando vas creciendo te das cuenta de que lo que le echas al cuerpo es gasolina para ir mejor. Que cuanto mejor comas, menos problemas vas a tener.
Ancelotti y el problema del Madrid: "Es bastante claro, tenemos que arreglarlo pronto"

Ancelotti y el problema del Madrid: “Es bastante claro, tenemos que arreglarlo pronto”

La temporada pasada, el Real Madrid tardó seis encuentros en dejar de ganar. Sumó de tres en tres durante las cinco primeras jornadas de Liga y nadie le pudo hacer daño hasta el derbi del Metropolitano, el 24 de septiembre. Antes, había ganado en Bilbao, en Almería, en Vigo y al Getafe y la Real en el Bernabéu. Un inicio inmaculado. Ahora, sin Kroos pero con Mbappé, el conjunto blanco suma dos empates en tres jornadas, cinco puntos que le alejan a cuatro de un Barça que ha comenzado venciendo en sus tres primeras citas. "Nos cuesta encontrar la solidez del año pasado. Tenemos que arreglar esto pronto", avisaba Carlo Ancelotti en la rueda de prensa posterior al duelo ante Las Palmas.

Fue otro partido malo del Madrid, especialmente en un primer tiempo en el que se vio por debajo en el marcador demasiado pronto y en el que no encontró respuestas para generar ocasiones. Ya no goles. Ocasiones. Algo que se da por hecho en un equipo con Vinicius y Mbappé. No en este momento, con el brasileño y el francés lejos de su mejor nivel.

En Gran Canaria, el galo fue algo más constante en su producción, pero el brasileño se llevó el foco al anotar desde los once metros. Fue su única aportación dentro de una actuación bastante negativa. Fue el peor jugador del Madrid en % de pase (66%) y apenas regateó dos veces a sus oponentes. Mbappé acumuló cinco regates y nueve disparos, tres más que Vinicius. Ninguno sorprendió a Cillessen, activo para detener todos los lanzamientos.

"Nos está costando más de lo que se podía pensar, pero hay que trabajar y focalizarse bien. Estos tres partidos me han mostrado muchas cosas que no están saliendo bien", admitió Ancelotti, que reconoció tener el problema reconocido: "El juego es lento, no hay movilidad, el balón llega a los delanteros cuando el equipo rival está cerrado, nos cuesta encontrar espacios entre líneas... El problema es bastante claro, hay que buscar la solución".

La realidad es que más allá de la imagen gris, el Madrid llegó más a la meta de Cillessen que su rival a la de Courtois. Disparó en 25 ocasiones, ocho de ellas a portería, por dos de Las Palmas. Una diferencia que no se tradujo en el marcador. "El primer tiempo ha sido un mal primer tiempo, nos cuesta encontrar jugadas, nos cuesta recuperar el balón, el equilibrio... todo lo que nos ha pasado contra el Mallorca. Tenemos que buscar una solución rápida y creo que la vamos a encontrar", reflexionó Ancelotti.

El técnico italiano puso sobre sus hombros la responsabilidad de este momento. "La solución la tengo que buscar yo, cuando hay un problema es el entrenador el que tiene que tener la responsabilidad de buscar una solución", e insistió: "La plantilla está cerrada".

Para Ancelotti, se trata de un problema futbolístico: "No creo que sea un problema mental, el equipo entrena bien. A veces en el fútbol pasa, no eres capaz de encontrar la manera mejor de jugar y de ser sólido y contundente como es este equipo. No veo falta de carácter ni actitud".

El Madrid volverá a tener una oportunidad el domingo ante el Betis, nueva piedra de toque para un equipo que después de tres jornadas tiene más dudas que certezas. Las lesiones de Camavinga y Bellingham han dejado el centro del campo vacío de ideas y pulmones, con Tchouaméni y Valverde acumulando todos los minutos del mundo y con Modric, Arda Güler y Brahim rotándose para acompañarles. Más allá del nivel de Mbappé y Vinicius, es ese eje el que parece traer mayores quebraderos de cabeza al entrenador: "Hay mucha distancia entre las líneas, la presión muy alta la hemos hecho bien pero en bloque medio nos falta recuperar bien el balón".

El Madrid se desespera, empata en Gran Canaria y se aleja a cuatro puntos del Barça

El Madrid se desespera, empata en Gran Canaria y se aleja a cuatro puntos del Barça

El Madrid está desesperado. No siente, no fluye y, lo más importante ahora mismo, no puntúa lo suficiente. Este jueves volvió a pinchar lejos del Bernabéu, empatando en Gran Canaria ante Las Palmas y dejando una imagen gris, de menos a más, incapaz de superar sus defectos y su ansiedad. Moleiro adelantó a los locales en el inicio y Vinicius firmó las tablas de penalti, única manera de que el ataque madridista superara a Cillessen. El Barça se va a cuatro puntos y seguimos en agosto.

La palabra que más suele repetir Carlo Ancelotti en sus ruedas de prensa es «equilibrio». Y toda esa palabra, con todas sus letras, es lo que le falta al Madrid en este inicio de temporada. Un equilibrio perdido por la ausencia de piezas importantes el curso pasado, como Kroos, Camavinga y ahora Bellingham, y por la llegada de un nueve diferente como Mbappé, que necesita tiempo para adaptarse a sus compañeros y que ellos se adapten a él.

En Gran Canaria, el conjunto blanco volvió a sufrir con y sin balón, más en la primera parte que cuando se vio contra las cuerdas. En ataque estático pecó de unas imprecisiones lógicas del momento de la temporada pero inesperadas en unos futbolistas de semejante talento. Y en defensa, especialmente en las transiciones, dejó a relucir todos sus defectos. Sus delanteros no ayudaron lo suficiente, sus centrocampistas no llegaron a las ayudas y sus defensas estuvieron poco contundentes. Poción imposible.

La conclusión tardó cuatro minutos en llegar, lo que le llevó a Moleiro poner el 1-0 en el marcador al aprovechar un despiste de Tchouaméni y Militao, especialmente del francés, que no siguió la marca del canario. Éste continuó una pared con McBurnie, se adentró en el área, quebró a Militao y definió cruzado, de zurda, ante Courtois.

El 1-0 llegó, curiosamente, justo después de la primera demostración, una más, de que Mbappé todavía no está, entendiendo el verbo «esta»' como «estar bien», «en su nivel». Arrancó al espacio ante Álex Suárez, directo a portería, en una de tantas carreras que con el PSG o con Francia terminaban en gol, pero no está. A trompicones, terminó disparando al bulto sin atreverse a encarar.

El tanto dejó en shock a un Madrid que todavía vive en pretemporada, lastrado por las pocas vacaciones de su columna vertebral, y lanzó a Las Palmas, en forma desde hace más de un mes. McBurnie casi marca el 2-0 en el nueve.

A partir de ahí, la impotencia madridista. Posesiones eternas sin verticalidad, malos controles, regates imposibles... Con Vinicius como otro ejemplo de las malas sensaciones del cuadro de Ancelotti. Al brasileño no le sale nada y le falta chispa.

Valverde tuvo la mejor opción de la primera parte con una falta desde la frontal, pero Cillessen, con mano dura, rechazó el disparo. El Madrid amasó balón sin éxito, obligado a probar desde lejos, como un tiro de Rüdiger que sacó de nuevo el meta.

El descanso llegó con Vinicius repitiendo «increíble» ante Lucas Vázquez, plena desesperación del conjunto blanco. No dudó Ancelotti en el vestuario, retiró a Brahim y Mendy, con amarilla, y dio entrada a Rodrygo y Fran García.

Individualidades

El Madrid mejoró al verse en la orilla. Caer en Canarias era ponerse cinco puntos por debajo del Barça sin haber llegado siquiera a septiembre. Vinicius y Mbappé empezaron a carburar, aunque siempre por el mismo carril, siempre demasiado cerca... Y siempre demasiado solos. Demasiado individualistas.

Cillessen creció en portería mientras la ofensiva blanca asediaba sus redes sin éxito. Sandro, a la contra, tuvo la única opción de un cuadro canario fundido físicamente.

Ancelotti quemó sus naves dando entrada a Güler por Modric y el turco provocó el penalti del empate. Su remate dio en el brazo de Álex Suárez el y Busquets Ferrer decretó pena máxima. Vinicius, desde los once metros, puso las tablas para un Madrid que era mejor pero que no fue todo lo incisivo que necesitaba en el tramo final. Entró Endrick por Vini, tarde, quizás. Nuevo pinchazo para un Madrid desesperado.

Liverpool - Real Madrid, Barça - Bayern y PSG - Atlético, duelos estrella de la nueva Champions: estos son todos los cruces

Liverpool – Real Madrid, Barça – Bayern y PSG – Atlético, duelos estrella de la nueva Champions: estos son todos los cruces

Una liga. 36 equipos. Ocho jornadas entre septiembre y enero. Ocho rivales diferentes. Cuatro partidos en casa. Cuatro fuera. La Champions League estrenó hoy en Mónaco su nuevo formato, que vivió el sorteo de su fase principal, una liga de 36 equipos en la que participan cuatro españoles: Real Madrid, FC Barcelona, Atlético de Madrid y Girona. Los cuatro conocen ya sus ocho rivales en la liguilla.

El Madrid recibirá en casa al Borussia Dortmund, al Milan, al Salzburgo y al Stuttgart, y visitará los campos de Liverpool, Atalanta, Lille y Brest. Es decir, el Bernabéu reeditará la última final de la Champions ante el conjunto alemán y Anfield volverá a vivir un duelo entre 'reds' y madridistas, como en los octavos de final de la 22-23. Además, los de Ancelotti harán un mix entre Italia y Francia. Ya conocen a Atalanta y Milan, a los que se han enfrentado en los últimos cursos, y descubrirán el nivel de Lille y Brest, gran sorpresa del campeonato francés. El Stuttgart alemán y el y el Salzburgo austríaco, de la filial de Red Bull, aterrizarán en Chamartín.

En cuanto al Barcelona, disputará sus cuatro encuentros como local ante el Bayern, Atalanta, Young Boys y Brest. Y volará a los estadios del Dortmund, Benfica, Estrella Roja y Mónaco. Es decir, podrá intentar vengarse de las derrotas contra el Bayern en las últimas ocasiones en las que se han enfrentado y su segundo peor rival será el Borussia, actual finalista. Atalanta y Benfica son de la clase media europea y el Young Boys, el Brest, el Estrella Roja y el Mónaco deberían ser presa sencilla para los azulgrana.

Los de Simeone, por su parte, se medirán a Leipzig, Leverkusen, Lille y Slovan Bratislava en el Metropolitano. Y a PSG, Benfica, Salzburgo y Sparta Praga lejos de sus fronteras. Un sorteo que le hace recibir a dos equipos alemanes peligrosos, como el Leipzig y el Bayer de Xabi Alonso, y que le hace volar a París para enfrentarse al PSG de Luis Enrique.

Por último, el Girona de Míchel ha sido el español peor parado. Recibirá en Montilivi a Liverpool y Arsenal, dos de los grandes de la Premier, al Feyenoord y al Slovan Bratislava. Y tendrá que coger un avión para acudir al territorio de PSG, Milan, PSV y Sturm Graz.

Sorteo Champions 2024-25

Los rivales de los favoritos

Sobre los favoritos, estos son los rivales del Manchester City: Inter, Brujas, Feyenoord y Sparta Praga en casa; PSG, Juventus, Sporting Portugal y Slovan Bratislava fuera.

El Bayern: PSG, Benfica, Zagreb, Slovan Bratislava en casa; Barcelona, Shakhtar, Feyenoord y Aston Villa fuera.

El Liverpool: Madrid, Leverkusen, Lille y Bolonia en casa; Leipzig, Milan, PSV y Girona fuera.

El PSG: Manchester City, Atlético, PSV y Girona en casa; Bayern, Arsenal, Salzburgo y Stuttgart fuera.

El Arsenal: PSG, Shakhtar, Dinamo Zagreb, Mónaco en casa; Inter, Atalanta, Sporting Portugal y Girona fuera.

El Inter: Leipzig, Arsenal, Estrella Roja y Mónaco en casa; City, Leverkusen, Young Boys y Sparta Praga fuera.

El sistema de competición

Los ocho mejores pasan directamente a octavos de final y del 9º al 24º disputarán una eliminatoria de playoff para estar entre los 16 mejores. A partir de ahí, octavos, cuartos, semifinales y la gran final, el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich.

En esta primera gran fase se disputarán 144 encuentros, 18 por jornada, y éstas ya tienen fecha, aunque el día y hora de cada duelo se conocerá el sábado. 1ª jornada: 17/18/19 de septiembre. 2ª jornada: 1/2 de octubre. 3ª jornada: 22/23 de octubre. 4ª jornada: 5/6 de noviembre. 5ª jornada: 26/27 de noviembre. 6ª jornada: 10/11 de diciembre. 7ª jornada: 21/22 de diciembre. 8ª jornada: 29 de enero. Siempre en dos turnos horarios: 18:45 y 21:00.

El sorteo de los emparejamientos de la liga, que ha contado con la presencia de Cristiano Ronaldo y Gianluigi Buffon ha sido una mezcla entre manual y digital. Se han retirado las bolas de cada equipo de una urna, como siempre, y luego un software electrónico ha sido el encargado de asignarle ocho rivales para la primera fase, siempre teniendo en cuenta los cuatro bombos, divididos los equipos por sus logros en Europa durante las últimas cinco temporadas.

Los ingresos de la Champions alcanzarán los 2.470 millones, 500 más que antes. Por participar, los equipos cobrarán 19 millones cada uno, por resultados 950 en total y por 'market pool' 850 (depende del número de equipos del país que alcance las rondas finales, cada club se lleva más o menos).

El puesto en la fase de liga será importante, con unos ingresos que variarán entre los 700.000 euros y los 10 millones. Y según se superen rondas, el bolsillo recibirá 11 (octavos), 12,5 (cuartos), 15 (semifinales), 18,5 (la final) y 25 por ser campeón.

Un detalle sobre la previa del sorteo: durante el vídeo de presentación, Zlatan Ibrahimovic le dice a Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, que el formato es como una "Superliga". "Silencio, eso nunca va a pasar", contesta el máximo mandatario de la competición en el corto. Un recado contundente al proyecto liderado por el Real Madrid y el Barcelona.

Todos los detalles de la nueva Champions League: 36 equipos, una liga, 8 jornadas, 8 rivales... Y los bombos para el sorteo de hoy

Todos los detalles de la nueva Champions League: 36 equipos, una liga, 8 jornadas, 8 rivales… Y los bombos para el sorteo de hoy

Olvídense de la Liga de Campeones tal y como la conocían. Esta tarde empieza una nueva Copa de Europa. Digan adiós a esas fases de grupos con cuatro equipos enfrentándose a ida y vuelta durante seis jornadas. Nunca más. Este jueves, en un sorteo que se celebra en Mónaco a las seis de la tarde y que por primera vez utilizará un ordenador y no las clásicas 'manos inocentes', la máxima competición del fútbol europeo estrena un nuevo formato para responder a los nuevos tiempos y al runrún de otros proyectos como la Superliga: 36 clubes (cuatro más que antes) encuadrados en una única liga camino de los octavos de final. Pero hay más.

Esos 36 conjuntos no se medirán todos contra todos porque sería inviable dentro del actual calendario, ya exprimido, así que la UEFA ha creado un sistema único en el que cada equipo disputará ocho partidos contra ocho rivales diferentes. Cuatro en casa y cuatro fuera. Todo por sorteo.

La organización presidida por Ceferin dividirá a los 36 clubes en cuatro bombos de nueve clubes cada uno, y cada equipo se cruzará con dos rivales de cada bombo.

La liga, por tanto, durará ocho jornadas, dos más que la antigua fase de grupos, y terminará en el mes de enero. Los puntos son los mismos: tres por victoria y uno por empate. Al acabar las ocho jornadas, los ocho primeros clasificados conseguirán el billete directo a los octavos de final, mientras que los posicionados entre el noveno y el 24º puesto disputarán un play-off para seguir en la competición. Los ocho que ganen esas eliminatorias se cruzarán con los ocho primeros de la liga.

En marzo llegarán los octavos, en abril los cuartos y en mayo las semifinales y la gran final, que se celebrará el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich.

Para la UEFA, este cambio de formato hacia una liga hace la competición «más equilibrada, con equipos enfrentándose a rivales de su mismo nivel y haciendo el torneo más impredecible», como explica en la presentación del sorteo.

Real Madrid y Barcelona están en el bombo 1 junto a Manchester City, Bayern, PSG, Liverpool, Inter, Dortmund y Leipzig, por lo que se medirán, en casa o fuera, contra dos conjuntos de esa lista, siempre con el condicionante de que no se pueden enfrentar clubes del mismo país.

El Atlético de Madrid, por su parte, ha quedado relegado al bombo 2, una vez que la UEFA ha tenido en cuenta las actuaciones de los equipos en las últimas cinco temporadas continentales. Junto a los de Simeone, Leverkusen, Atalanta, Juventus, Benfica, Arsenal, Brujas, Milan y Shakhtar.

En el 3 hay equipos como el Feyenoord, el PSV o el Celtic, clásicos de los últimos años, y en el bombo 4 algunas revelaciones de la temporada pasada, como el Girona, último equipo español, o el Aston Villa de Unai Emery, sorpresa de la última Premier League. «La ampliación a 36 equipos conlleva más interés del aficionado, más oportunidades para todos en el formato liga, más variedad de oponentes y más países representados», señala la UEFA, que amplía también el dinero a repartir, también como respuesta a los intentos de la Superliga de convencer a los clubes continentales.

Más ingresos

Los ingresos de la Champions alcanzarán los 2.470 millones, 500 más que antes. Por participar, los equipos cobrarán 19 millones cada uno, por resultados 950 en total y por 'market pool' 850 (depende del número de equipos del país que alcance las rondas finales, cada club se lleva más o menos).

El puesto en la fase de liga será importante, con unos ingresos que variarán entre los 700.000 euros y los 10 millones. Y según se superen rondas, el bolsillo recibirá 11 (octavos), 12,5 (cuartos), 15 (semifinales), 18,5 (la final) y 25 por ser campeón.

Una nueva edición muy distinta a las anteriores que será un antes y un después en el fútbol europeo.

TODOS LOS BOMBOS

  • Manchester City
  • Bayern Múnich
  • Real Madrid
  • PSG
  • Liverpool
  • Inter
  • Borussia Dortmund
  • RB Leipzig
  • Barcelona
  • Bayer Leverkusen
  • Atlético de Madrid
  • Atalanta
  • Juventus
  • Benfica
  • Arsenal
  • Brujas
  • Milan
  • Shakhtar
  • Feyenoord
  • Sporting de Portugal
  • PSV
  • Celtic
  • Salzburgo
  • Young Boys
  • Dinamo Zagreb
  • Lille
  • Estrella Roja
  • Mónaco
  • Aston Villa
  • Bolonia
  • Girona
  • Stuttgart
  • Sturm Graz
  • Brest
  • Sparta de Praga
  • Slovan Bratislava
Bombo Champions 2024-25
La "cena" que le debe Endrick a Brahim y la advertencia de Ancelotti: "El que esté cansado que levante la mano"

La “cena” que le debe Endrick a Brahim y la advertencia de Ancelotti: “El que esté cansado que levante la mano”

"Me debe una cena por la asistencia", comentaba Brahim en la zona mixta del Santiago Bernabéu. Es uno de los futbolistas del vestuario del Madrid más cercanos a Endrick y ambos marcaron en el tramo final del duelo ante el Valladolid. Fueron la gran noticia de la tarde en Chamartín y amplían las opciones de Carlo Ancelotti para el once titular del próximo jueves en Gran Canaria, donde el conjunto blanco se medirá a Las Palmas. "Endrick rompe la pelota con las dos piernas. Es un jugador con mente positiva", elogió el andaluz.

Endrick debutó con la camiseta del Madrid en Chamartín, pero no era la primera vez que pisaba su césped. Disputó, y marcó un gol, en el España-Brasil del mes de marzo, un amistoso que terminó 3-3. Esta vez, eso sí, fue más especial. Saltó al terreno de juego por Mbappé y demostró que a pesar de contar con pocos minutos, puede producir goles para el conjunto blanco.

"Es un sueño hecho realidad. Ya había jugado en el Bernabéu con Brasil y hoy era mi estreno con el Madrid. Sólo puedo dar gracias a Dios por todo lo que me está pasando, la gente me criticaba, a mi familia, a mi novia... Todos hemos pasado muchas cosas y poder vivir esto es maravilloso", expresó el delantero después del encuentro, sin creerse todavía el vestuario en el que está. "A estos grandes jugadores sólo los veía en los videojuegos. Yo ofrezco trabajo y talento, soy un chico nuevo que tiene que aprender mucho, pero soy muy feliz", explicó.

El atacante no tiene prisa, sabe que tiene por delante a Mbappé en el puesto de 'nueve' y que las oportunidades llegarán a cuentagotas. Al menos de momento: "Sigo trabajando esperando mi momento". A unos metros, Ancelotti elogió sus virtudes: "Tiene un potencial muy grande, en la situación del gol ha mostrado su calidad. Es muy rápido en el control, muy potente en el remate. Es un delantero centro de área, en espacio reducido es muy muy peligroso".

El Madrid logró su primer triunfo de la temporada en Liga después de sufrir durante una hora ante el muro defensivo del conjunto pucelano, algo que no gustó demasiado a Ancelotti. "Tuvimos dificultades, sobre todo en la primera parte. Con balón ha sido un ritmo demasiado blando, lento...", declaró el italiano ante los medios. En la segunda parte, sin embargo, sus futbolistas espabilaron. "Ha sido mucho más activa, con movilidad y velocidad con balón", añadió.

El técnico italiano mandó un mensaje contundente tras el empate en Mallorca y quiso advertir de nuevo a sus jugadores después de la victoria ante el Valladolid. "Me molesta y me da tristeza hacer la alineación, pero tengo que elegir un once, es mi responsabilidad", empezó, antes de concretar su mensaje: "Con este calor, los jugadores se cansan, y lo suyo es que cuando un jugador esté cansado levante la mano y lo diga, pero no me ha pasado en 40 años", admitió.

Siguiendo con la reflexión, Ancelotti pidió "responsabilidad" a su plantilla. "Los jugadores tienen que tener un poco de responsabilidad en este sentido, lo hablo aquí porque lo he hablado con ellos".

Ante el cuadro de Pucela, el técnico realizó cuatro cambios, dos en el minuto 69 (Modric y Brahim por Rodrygo y Güler) y dos en el 85 y el 86 (Ceballos y Endrick por Vinicius y Mbappé). No ha habido cambios en las alineaciones titulares del Madrid salvo las obligadas, Bellingham por lesión y Mendy por sanción, con las entradas de Güler y Fran García. De momento, no hay rotaciones.

El Madrid se desatasca a tiempo contra el Valladolid y celebra el primer gol de Endrick

El Madrid se desatasca a tiempo contra el Valladolid y celebra el primer gol de Endrick

El Real Madrid se encontró con su destino liguero en el primer partido de la temporada en el Bernabéu. Ante él apareció un equipo encerrado atrás, como el Mallorca en Son Moix y como muchos a lo largo de esta temporada, y volvió a sufrir para generar juego, lento de piernas y de cabeza. De pretemporada, vaya. Desesperante para un estadio que por momento le pitó. Lo salvó todo un misil de Valverde desde 25 metros y una arrancada de Brahim en el tramo final para el 2-0. Mbappé, Vinicius y Rodrygo estuvieron intrascendentes y Endrick ilusionó a Chamartín con su primer tanto, el 3-0 definitivo.

Ancelotti sorprendió en la alineación apostando por Arda Güler antes que por Modric. Fue más valiente que conservador. La lógica invitaba a apostar por el croata ante un rival que se iba a encerrar atrás, pero el italiano le dio minutos al turco, brillante en la Eurocopa, para alegrar con el anuncio al Bernabéu en el primer partido de la temporada en Chamartín.

El conjunto blanco salió con su tridente de lujo y Güler enganchando con Valverde y Tchouaméni. Si esto fuera un videojuego, la combinación sería perfecta. Pero en la vida real, en agosto, con sólo un par de semanas de pretemporada, el Madrid lo pasó mal.

Decía el técnico la temporada pasada que "el empate es la antesala de la crisis", y las tablas de Mallorca inyectaron cierto runrún en el entorno del club. Que si a la plantilla le iba a costar generar juego sin Kroos, que si los tres de arriba no fluían juntos... Y además, se lesionó Bellingham.

El coliseo blanco se esperaba una goleada para redimir pecados en el estreno de Mbappé en el Bernabéu y se encontró con una primera parte de siesta, espesa, plana... En fin, mala. Muy mala. Tan mala que después de ganar una Liga, una Champions y una Supercopa de Europa, los primeros 45 minutos del curso en la Castellana terminaron con pitos. Así de exigente y contundente es el público en Concha Espina.

Pezzolano encerró a su Valladolid en dos líneas de cinco defensas y cuatro medios. Más intenso y más físico que el Madrid, el equipo pucelano apenas sufrió en el primer tiempo. Sólo Mbappé, constante en los desmarques a la espalda de los centrales, encontró una oportunidad de volea a pase de Rüdiger. Hein acertó a volar para detener el disparo y no hubo más intentos madridistas hasta la segunda parte. Y era el minuto ocho.

A Tchouaméni se le están viendo ciertas costuras en la creación, lento con y sin balón, lejos del nivel físico de Valverde. Fede, más interior que eje posicional, no es el timón, pero ayuda en las transiciones y aporta más que el galo. El Madrid también sufría sin Kroos en estos partidos, pero se veían más soluciones.

Delante, Güler y Rodrygo se movieron sin balón, pero no estuvieron acertados con él. Las piernas parecían pesar más de lo habitual. Y Vinicius, que suele actuar como desatascador en este tipo de duelos, estuvo desaparecido, sin entrar en juego con balón e impreciso cuando lo tuvo en los pies.

El duelo parecía destinado a resolverse con una pincelada. Una acción que desestabilizara el muro del Valladolid o alentara la moral de un Madrid lejos de su máxima expresión física y mental. Y llegó.

Goles en la segunda parte

Tras el descanso, el Madrid encontró su suerte en un disparo de falta de Valverde. Lo que no apareció por fútbol lo hizo por pura potencia del uruguayo, que se atrevió a chutar desde 25 metros y acertó a superar a Hein, sorprendido tras rozar el balón en un defensa.

El tanto no cambió la sintonía del partido, pero sí lo hizo el físico. El Valladolid llegaba cada vez más a menos cortes y el Madrid pudo golear, aunque no estuvo acertado ante la meta de Hein, salvador de su equipo. Güler le probó en varias ocasiones y Mbappé tuvo el gol tras un buen pase de Vinicius, pero demostró que todavía no está fino.

Brahim, en el minuto 87, aprovechó un buen pase largo de Militao para ganarle la carrera a los defensas y superar por alto a Hein. Y Endrick, en el último segundo del duelo, se estrenó como goleador con una buena definición con la derecha y fue la gran alegría de la tarde en la Castellana.

Pezzolano: "El fútbol sufrió un gran cambio después de Guardiola"

Pezzolano: “El fútbol sufrió un gran cambio después de Guardiola”

Paulo Pezzolano (Montevideo, 1983) llegó a ser máximo goleador de un Clausura uruguayo antes de dar el salto a España para jugar en el Mallorca de Goyo Manzano, pero su éxito ha llegado desde el banquillo y de la mano de Ronaldo Nazario. Después de unos años en Uruguay y México, llegó al Cruzeiro cuando el exjugador brasileño compró el club, un histórico en horas bajas, y lo ascendió a Primera División. Lo mismo ha conseguido en el Valladolid, con el que ahora visita el Bernabéu. Antes, charla con EL MUNDO sobre el fútbol y la referencia de Guardiola.

¿Cómo cambia un vestuario cuando tiene un año de muchas victorias, como el del año pasado en Segunda, a un curso en el que se supone que perderá más de lo que ganará?
Es algo natural, pero lo vamos a tener que trabajar despacio, porque todos somos conscientes que eso puede suceder. La historia lo marca y es difícil. Sabemos nuestros objetivos, sabemos qué equipos estarán en nuestra Liga, otros con los que será más difícil puntuar.... Pero la ilusión está ahí.
¿Cómo trabaja la cabeza de los jugadores?
Me concentro mucho en lo individual, en la exigencia individual, en estar en cada detalle, usando vídeos individuales y poniendo objetivos individuales. Con eso se busca la rebeldía del jugador, su interés en conseguir el objetivo.
¿Cómo reacciona el futbolista ante ese trabajo psicológico e individual? No todos igual, ¿no?
Bien, porque lo trabajan dentro de lo que ellos quieren. Hay jugadores que quieren lograr algo económico para su familia, otros que quieren llegar a clubes grandes... Cada uno tiene lo suyo y nosotros estamos ahí para recordarle que nada le puede mover de ese objetivo, que no se pueden bajar los brazos. Y ese objetivo individual lleva luego al grupal. El equipo es lo mejor de cada uno.
¿Y Paulo Pezzolano qué objetivo tiene en su carrera?
Lo primero es mejorar para conseguir el objetivo grupal de este año, que es la permanencia. Y luego pues seguir creciendo como entrenador. Mi objetivo individual es que mi equipo sea competitivo, que se vea un equipo duro en la cancha.
Habla usted de "un equipo duro". Hay mucho debate en los últimos años sobre la manera de jugar. ¿Cree que sólo hay una manera de jugar 'bien' o más de una?
Yo siempre había estado en el primer grupo, que sólo se podía jugar de una manera, siempre matando con balón... Es lo que siempre me gustaba. ¿Qué pasa ahora? Que hay que saber adaptarse a los jugadores y a los rivales. Sólo con tener el balón no sirve, va mucho más allá. Con el tiempo vas aprendiendo a valorar y a jugar diferentes partidos dentro de un mismo partido. Tenemos que saber jugar con balón y hacer daño en bloque alto, pero también jugar sin él, duplicar marcas, robar, transición...
El estilo más famoso en España ha sido el 'tiki-taka' y ahora parece que ha cambiado a un fútbol más vertical. ¿Nota usted ciertos prejuicios en los estilos de los equipos? ¿Que sólo se puede jugar a un estilo?
Pasa en todas partes, no sólo en España. Ahora todos los equipos intentan salir jugando desde atrás, desde el portero. ¿Por qué? Porque todos tienen la calidad para hacerlo y se busca el espacio. Si un equipo atrae la presión hacia su portero y centrales, el espacio estará atrás. Todo es un juego de posición, de buscar superioridad, ventaja y ser vertical.
Jugó en la Liga en 2009. ¿Qué cambios nota 15 años después?
Justo eso que estamos hablando. Antes no había tanta visión de ese juego de salida de balón, de buscar superioridades, de 'tikitaka'... Todo evolucionó después de Guardiola. Antes se hacía un poco, pero después de Guardiola hubo un gran cambio en todo el fútbol. Veo que todos los equipos, cada uno a su manera, intentan esas salidas de balón que antes no existían. Ahí está un gran cambio. El otro sería el físico, cada vez hay más partidos y más torneos, así que las pretemporadas son más cortas y más complejas.
¿Guardiola ha sido su referente?
El Barcelona de Guardiola fue al único equipo que superar a su rival, ganando o perdiendo, pero siempre siendo superior. Es lo que todos miramos. Yo querría jugar de esa manera, pero no en todos los equipos se puede hacer. Ese Barcelona era excelente.
Usted ascendió al Cruzeiro a la Serie A brasileña y al Valladolid a LaLiga, en ambos sitios con Ronaldo Nazario como dueño del equipo.
Antes, en Uruguay, habíamos ascendido con Torque a Primera y habíamos ganado con Liverpool el Torneo Intermedio. Luego en México fuimos a Pachuca, que llegamos a semifinales, y después a Cruzeiro. Un equipo con una historia y una presión impresionantes. 60.000 personas en cada partido y conseguimos el ascenso. Y ahora en Valladolid, con la vuelta a la Liga. ¿Y qué puedo decir de Ronaldo? Es algo espectacular. Para mí es uno de los mejores 9 de la historia, y luego como presidente es espectacular, una excelente persona, deja trabajar y cuando quieres hablar de fútbol estás hablando con uno de los mejores de la historia.
¿El fútbol sudamericano es más pasional? ¿Hay más presión que en España?
La presión es individual. Cruzeiro tiene un millón de seguidores y 60.000 en el estadio... El jugador sabe que no puede fallar porque tiene una presión tremenda arriba. Como entrenador, la gente en Sudamérica, en Brasil, Argentina, Uruguay... es pasional y pierde la razón porque el resultado lo es todo, es el 100%. Si ganas eres el mejor, y no ven otra cosa. Se vive de una manera muy intensa. Es brutal. Aquí en España también hay pasión, pero allí es diferente por el número de personas.
"¡Pezzolano, dimisión!", gritó usted mismo en la celebración del ascenso del Valladolid.
Sí, me siento responsable. Es algo pasado y zanjado. Sentí que podíamos generar una unión interna a raíz de eso, hacernos fuertes. Pedí disculpas y me hago cargo. Lo importante era conseguir el objetivo y creo que a partir de ahí ahora la gente está feliz. Quiero gente orgullosa del equipo e identificada con él.
¿De dónde viene Paulo Pezzolano? ¿Cómo era un día en su infancia?
Una familia de barrio. Mi padre carpintero, mi madre ama de casa... Y yo desde pequeño metido en el equipo de fútbol del barrio. El fútbol es el primer deporte de Uruguay, la pasión de cualquiera.
Ahora hay una buena generación en el país, con Valverde, al que se enfrenta hoy, como capitán. Darwin, Araújo...
Llevan viniendo buenas generaciones muchos años, como eran Cavani y Suárez, antes Forlán... Ahora tienen un nivel impresionante y están creciendo como selección de la mano de Bielsa. Están jugando muy bien, muy dinámicos, muy intensos... Esperemos que lleguen los resultados.
Los futbolistas siguen saliendo muy jóvenes de Sudamérica.
Por los clubes. En Uruguay, por ejemplo, el crecimiento para un jugador está en el exterior. El jugador quiere jugar un año y salir joven, porque recibe ofertas mejores y el club gana dinero. Hay mucha tentación económica para ambos.