Sorpresa en el Balón de Oro: Rodrigo, favorito; ni Vinicius ni el Madrid, enfadados, viajan a París

Actualizado Lunes, 28 octubre 2024 - 16:38

Vuelco mayúsculo al Balón de Oro. Durante las últimas semanas, en los pasillos del fútbol europeo se deslizaba sin dudar el nombre de Vinicius Júnior como ganador del trofeo. No había demasiadas dudas. La Champions y la Liga levantadas por el brasileño, autor de uno de los goles de la final, y una temporada de más de 20 goles parecían asegurarle el trono. Pero en las últimas horas las votaciones han sufrido un giro de 180 grados. Rodrigo Hernández, campeón de la Eurocopa con España, es el favorito para ser coronado mejor jugador del mundo esta noche en París.

Sería el primer español en ser Balón de Oro en la era moderna, el segundo en la historia tras el de Luis Suárez en 1960. Un premio al centrocampista, ahora lesionado, tras un curso casi impecable con el Manchester City, con el que ganó la Premier League. Sin embargo, a nivel estadístico su temporada 2022-2023, con una Premier y una Champions en la que marcó gol en la final, parece mejor que la actual.

El enfado en el Real Madrid es colosal. El conjunto blanco había planeado el viaje de Vinicius Júnior, de varios de sus jugadores nominados, de Carlo Ancelotti y de Florentino Pérez a París, pero lo ha cancelado a última hora cuando se ha enterado que el brasileño no sería el elegido. En Valdebebas lo consideran "una falta de respeto", tanto a Vinicius como a Carvajal, y no tendrán ningún representante en la gala.

En el Madrid creen que si Vinicius no es el seleccionado, los criterios del Balón de Oro deberían servir para que Dani Carvajal fuera el elegido. Entienden que el lateral fue clave en la Eurocopa levantada por España y en la Liga y la Champions ganada por el Madrid. En Wembley, de hecho, anotó uno de los goles de la final.

El Barcelona, por su parte, llegó a las 16:30 de la tarde con Aitana Bonmati, favorita al Balon de Oro femenino, Lamine Yamal, también favorito, en este caso al Trofeo Kopa, que reconoce al mejor jugador sub'21 y Dani Olmo liderando su expedición junto al presidente, Joan Laporta.

La "decepción", la reflexión y el silencio del Madrid por el clásico antes del Balón de Oro a Vinicius: poco físico y poca actitud

La “decepción”, la reflexión y el silencio del Madrid por el clásico antes del Balón de Oro a Vinicius: poco físico y poca actitud

El Real Madrid aterriza hoy en París para celebrar el Balón de Oro de Vinicius Júnior, fiesta mayor para el conjunto blanco, que ya tenía planeados los dos días de descanso a la plantilla, y para el brasileño, coronado como el mejor futbolista de la temporada. Pero el lunes de Vinicius llega después de un domingo de reflexión tras la contundente derrota contra el Barça. Una crisis de imagen y fútbol que ha dolido en el vestuario y en la directiva y para la que ya se buscan soluciones.

Para saber más

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En Valdebebas algunas voces piden «calma» mientras se asume la derrota como una de las más dolorosas de los últimos años. Por la importancia de cara a la clasificación, en la que los azulgrana se alejan a seis puntos, por la sombra que el resultado le hace al Balón de Oro de Vinicius, por la forma, obviamente, con un 0-4 demoledor, y especialmente por las sensaciones del equipo. Algo que no es novedad.

El Madrid desapareció en una segunda parte terrible. Una situación similar a los primeros 45 minutos contra el Borussia Dortmund y a los 90 de Lille, donde se cosechó la primera derrota del curso. Varias actuaciones desesperantes para los que toman las decisiones en el club. La derrota en Francia fue un aviso, ante el conjunto alemán el descanso sirvió para despertar, pero contra el Barça el paso por vestuarios fue cloroformo para todo el equipo.

Durante la primera parte, el Madrid aguantó bien el ritmo, pero los fueras de juego fueron una constante, evitando cualquier peligro sobre la meta de Iñaki Peña. El cuerpo técnico había trabajado esta situación con los futbolistas durante la semana, pero Mbappé, especialmente, no estuvo acertado a la hora de tirar la línea. En el club apoyan la teoría de Carlo Ancelotti de que el Madrid mereció más durante varios periodos del duelo, pero el tramo final despejó cualquier síntoma positivo.

El bajón físico en la segunda parte fue alarmante y en total la plantilla del Madrid corrió diez kilómetros menos que la del Barcelona. Siempre aparecen ahí los argumentos sobre el poco descanso en verano tras la Champions y la Eurocopa, la corta pretemporada y la acumulación de partidos en un calendario extenuante, pero las excusas comienzan a ser papel mojado. Las miradas y la petición de explicaciones se dirigen ahora hacia Ancelotti y Pintus, líderes del vestuario y de la preparación física. En el cuerpo técnico eran conscientes de que iba a costar tiempo encajar todas las piezas tras la salida de Kroos y la llegada de Mbappé, pero si algo se valoraba positivamente en verano, también en las altas esferas, era la capacidad física de la plantilla.

"Incomprensible"

De ahí que tras el clásico las palabras más repetidas fueran «decepción» e «incomprensible». ¿Cómo puede ser que el Barça, con un centro del campo más débil en físico, fuera tan superior al Madrid en ese apartado? La pregunta recorrió la mente de los jugadores y los responsables del conjunto blanco durante todo el domingo. Un domingo de silencio absoluto en la plantilla. Si el sábado ningún futbolista salió a zona mixta tras la derrota, ayer nadie se atrevió a publicar ningún mensaje en sus redes sociales, algo habitual después de cada partido. No subieron publicaciones propias ni contestaron a compañeros de profesión o a otros deportistas, como suelen hacer. Cero actividad. Sólo Vinicius publicó un mensaje, en su caso para apoyar a los futbolistas del Barça insultados de forma racista.

El silencio se romperá hoy para acompañar a Vinicius, en la distancia y en persona. Florentino Pérez y Carlo Ancelotti estarán en París con el brasileño, el primero repitiendo el viaje que hizo para celebrar el Balón de Oro a Karim Benzema y el segundo para ver si es galardonado como mejor entrenador de la pasada temporada. A su lado, se espera a Bellingham, a Mbappé y a Fede Valverde, nominados entre los 30 mejores del curso. Y, en principio y salvo sorpresa, no estará Dani Carvajal. El lateral, ganador de la Liga, la Champions y la Eurocopa, será uno de los primeros clasificados, pero su grave lesión complica el viaje.

El resto de la plantilla disfrutará de dos días de descanso aprovechando que no hay partidos en mitad de la semana. Otro detalle curioso y que ha llamado la atención de los aficionados en redes sociales, porque el Barcelona sí se entrenó ayer tras volver de la capital española.

El Balón de Oro a Vinicius calmará un poco las aguas en el Bernabéu, pero Mestalla, este fin de semana, y luego el duelo ante el Milán en Champions serán dos importantes pruebas de fuego a nivel futbolístico y de sensaciones. Mientras, fiesta por Vini.

Insultos racistas a Lamine Yamal durante el clásico entre el Real Madrid y el Barcelona

Insultos racistas a Lamine Yamal durante el clásico entre el Real Madrid y el Barcelona

En el Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona, que se saldó con victoria azulgrana por cero goles a cuatro, se vivió una vergonzosa situación racista que tuvo como protagonista a Lamine Yamal. El futbolista de 17 años, clave en la última Eurocopa conquistada por la selección española y autor de uno de los goles del cuadro culé, recibió varios insultos racistas cuando se acercó a una de las esquinas del Bernabéu.

Los primeros insultos se escucharon en el 0-3 anotado por Yamal. El jugador celebró el tanto en una de las esquinas del estadio y desde la grada se podían entender con claridad insultos como "menas de mierda", "puto negro" o "putos moros".

Minutos más tarde, cuando Yamal se acercó a esa misma esquina a sacar un córner junto a Raphinha, varios aficionados les insultan diciendo "puto moro", "a vender pañuelos al semáforo".

Después, tras el cuarto gol anotado por Raphinha, cuando el brasileño se abraza con Yamal se vuelve a escuchar "menas de mierda".

Todos los insultos captados en los vídeos que circulan en redes sociales procedieron de la misma zona, de la misma grada y casi de las mismas voces, por lo que no debería ser muy complicado identificar a los autores.

El Madrid no ha tardado en salir al paso de los insultos y ha anunciado en un comunicado que ha abierto una investigación para "localizar e identificar" a "unos pocos aficionados" que insultaron a Yamal, con el fin de "adoptar las medidas disciplinarias y judiciales pertinentes".

"El Real Madrid condena de manera rotunda cualquier tipo de comportamiento que implique racismo, xenofobia o violencia en el fútbol y en el deporte, y lamenta profundamente los insultos que unos pocos aficionados profirieron anoche en uno de los córners del estadio", informó el club en su página web.

En el comunicado publicado este domingo, el Real Madrid califica como "lamentables y deleznables" los insultos vertidos en el Santiago Bernabéu.

LaLiga lo denunciará

LaLiga ha anunciado hoy que denunciará "de forma inmediata" los insultos y gestos racistas recibidos por los jugadores del Barcelona "ante la Sección de Odio de la Brigada de Información de la Policía Nacional", detalla la organización en un comunicado. "Informando de ello al Fiscal de Sala Coordinador de la Unidad de Delitos de Odio y Discriminación de la Fiscalía General del Estado", añade.

Los centrocampistas del 'nuevo' clásico: más presión, más físico y menos tikitaka

Los centrocampistas del ‘nuevo’ clásico: más presión, más físico y menos tikitaka

Hay diez centímetros que definen parte de lo que será el clásico de esta noche. Diez centímetros que explican la columna vertebral de ambos equipos, su eje, su forma de ser. 184 para el Real Madrid. 174 para el Barcelona. Es la estatura media de sus cuatro centrocampistas más importantes en el duelo del Bernabéu. Su diferencia más evidente. Camavinga, Tchouaméni, Valverde y Bellingham por el conjunto blanco. Casadó, Pedri, Fermín y Olmo por el cuadro azulgrana. En esos diez centímetros nace la teoría del clásico y el prejuicio. Ese que dice que los futbolistas del Madrid no tienen talento con balón y que los del Barça no son jugadores físicos. Que uno juega al contragolpe y otro al tikitaka. Olvídense de todo. Aunque las apariencias engañen, este es el clásico del Rock&roll y del fútbol moderno. El clásico del futuro, porque todos tienen entre 20 y 26 años.

Delante y detrás de ellos se mezclan atacantes explosivos, con Vinicius, Mbappé, Yamal y Raphinha atacando espacios, y defensas de toque y recorrido, como Militao, Rüdiger, Koundé o Balde. En el medio, tres o cuatro jugadores que resumen la evolución futbolística que ha vivido España y Europa en los últimos años. Dos evoluciones de origen diferente pero que confluyen hacia el mismo punto final: el famoso fútbol moderno, tan ráapido.

Los medios del Madrid, de físico privilegiado y natural, han ido añadiendo a sus virtudes, más pronto o más tarde, una técnica exquisita. Los del Barça, por su parte, nacieron en la escuela futbolística española, donde el balón tenía prioridad sobre todas las cosas, y en los últimos años han completado su cuerpo con un trabajo físico envidiable. Son bajitos, si lo quieren llamar así, pero son mucho más físicos que sus predecesores. Eso lo nota el estilo de juego del Barça y, ampliando el análisis a todo el fútbol español, la selección. Ni De la Fuente ni Flick amasan el balón, sino que ahogan a su rival y son verticales. Y para eso, y así lo han entendido en La Masía y en la Federación, se necesita físico. Es lo que te lleva al siguiente escalón continental.

El 'ejemplo' del Madrid

El Barça tiene el ejemplo más claro al otro lado del puente aéreo. El Real Madrid ha levantado dos Champions en los últimos tres años siendo un equipo lleno de talento técnico en el centro del campo, con Modric y Kroos como pilares, pero también impulsado por la potencia física de jugadores como Camavinga y Bellingham, jóvenes que también poseen una grandísima capacidad técnica. Sin la combinación de las dos, no se consigue nada.

Este año, Flick le ha dado alas a Bernal y Casadó, jugadores con toque pero que están muy desarrollados físicamente. El partidazo del segundo ante el Bayern muestra su evolución. A su lado, Pedri ha dado un paso adelante y ha dejado atrás sus problemas musculares, mientras que Fermín y Olmo, a la espera de Gavi, aportan físico y llegada al área.

Más presión, más pases

Vayamos a los datos. Según Mediacoach, la plataforma de análisis de datos de LaLiga, el Barça es el equipo que más rápido y más cerca de la portería rival recupera el balón y los dos clubes son primero y segundo en la altura de su defensa. Es decir, no esperan, muerden. La presión alta ha sido la obsesión de Flick y Ancelotti. «Queremos presionar alto y de forma compacta», admitió el alemán esta semana. «Cambiamos la actitud y presionamos alto, es lo que queremos y no siempre se puede por la condición física. Tenemos que ser más compactos como equipo», dijo Ancelotti tras ganar al Dortmund. Discursos parecidos.

Y todo nace en dos centros del campo que luchan contra los prejuicios y que representan esa idea del fútbol moderno. El Madrid da más pases (6.209) que el Barça (5.930) y los centrocampistas azulgrana compiten en duelos individuales con su rival. Quién lo diría, ¿no? Según la plataforma 'Opta', Tchouaméni ha ganado 73 duelos, por los 65 de Pedri, los 58 de Bellingham, los 55 de Casadó o los 52 de Valverde. El uruguayo, que es el el jugador que más balones recupera en campo rival, es también el medio que más pases acumula entre ambos equipos (639), 160 más que Pedri (480), por ejemplo.

En general, los centrocampistas del Madrid amasan más balón que los del Barça, con el conjunto culé acostumbrado a que el peso de la pelota lo lleven Cubarsí e Iñigo Martínez para filtrar pases hacia la delantera. Hay menos juego estático, menos tikitaka y más verticalidad, aunque no menos posesión. Así lo dicen los números: los centrales azulgrana son los futbolistas de LaLiga que más pases dan, seguidos por los del Madrid y por Tchouaméni y Valverde, más presentes en la construcción que sus homólogos culés.

Y todo para coronar su juego en Vinicius, Mbappé, Raphinha y Yamal, la chispa, también joven, de Madrid y Barça. Jugadores con físicos únicos y técnica extraordinaria que adoran los espacios. Son el rock&roll de este clásico que promete una década de enfrentamientos.

Doble pesadilla en el Madrid: Courtois y Rodrygo, bajas por lesión para el clásico contra el Barcelona

Doble pesadilla en el Madrid: Courtois y Rodrygo, bajas por lesión para el clásico contra el Barcelona

Malas noticias para el Real Madrid después de la alegría por la remontada ante el Borussia Dortmund. El conjunto blanco fue capaz de darle la vuelta al 0-2 del descanso y recibió un empujón anímico y futbolístico de cara al clásico de este sábado ante el Barcelona, pero la mañana del miércoles trajo un par de pesadillas. Thibaut Courtois y Rodrygo Goes están lesionados y no disputarán uno de los partidos clave por el título de Liga.

El portero, que completó el encuentro de ayer sin aparentes problemas y cuajó de nuevo una excelente actuación, sufre una lesión en el aductor de la pierna izquierda y estará de baja unas dos semanas. Se perderá, salvo sorpresa, las citas ante el Barcelona y el Valencia y es duda para el duelo ante el Milán, el próximo día 5 de noviembre.

Rodrygo, por su parte, se lesionó en los últimos minutos del partido ante el Dortmund. El brasileño forzó para evitar que el balón saliera por la línea de fondo en la acción previa al gol de Lucas Vázquez, el 3-2, y al momento pidió el cambio. Parecía un pinchazo y la primera valoración médica observaba una lesión en el isquio de la pierna derecha.

Mañana se le realizará una resonancia para conocer el tiempo de baja, pero es seguro que se pierde el clásico y, dependiente del grado de la rotura, podría llegar o no al partido contra el Valencia.

Las dos lesiones complican de nuevo el rompecabezas de Ancelotti. Lunin tomará el testigo de Courtois, que estaba siendo el mejor jugador del Madrid esta temporada, y el técnico italiano tendrá que analizar cómo cubrir la baja de Rodrygo, si cambiando de nuevo el esquema a cuatro centrocampistas o dando la oportunidad a Güler o Brahim, que ha vuelto a entrenar después de varias semanas lesionado.

El silencio en el vestuario y la explosión de Vinicius para otra noche loca en el Bernabéu: "Hay que mejorar o el míster no aguanta"

El silencio en el vestuario y la explosión de Vinicius para otra noche loca en el Bernabéu: “Hay que mejorar o el míster no aguanta”

«Nuestra corona, nuestra copa», rezaba el tifo del fondo sur del Santiago Bernabéu. Un aviso al Borussia Dortmund, pero por encima de todo un recordatorio a los propios futbolistas del Real Madrid tras la derrota en Lille. Los pinchazos en la Liga duelen, pero se asumen en un camino de 38 jornadas. En Europa, sin embargo, cada punto es sagrado. Es la competición del Madrid, no hay excusas. Por eso el 0-2 del descanso dolió como una derrota mayúscula. El segundo Madrid galáctico parecía tocar fondo, pero igual que en 2022 y 2024, resucitó cuando se encontró muerto en la orilla del torneo.

«En la segunda parte cambiamos la dinámica y así hay que jugar. Esta es nuestra competición y queremos ganarla otra vez», admitió Vinicius Júnior, autor de un extraordinario hat-trick, recordando ese tifo del inicio. El Madrid pasó del drama al éxtasis en 45 minutos de locura, unos que suma, otra vez, a la historia del estadio.

«El secreto ha sido creer en nosotros. Sabemos que en casa, con nuestra afición, puede pasar de todo. Cuando llegamos al vestuario estábamos todos muy callados, sólo escuchábamos al míster... Y únicamente se decía una cosa: si metemos el primero, vamos a remontar otra vez. Y lo hicimos. Pero hay que mejorar y jugar así desde el principio. ¡Si no, el míster no aguanta!», bromeaba Vinicius.

Ataque inédito

La realidad es que el descanso aterrizó con abucheos en el Bernabéu. Los vientos ya venían turbios después de los empates en liga, la mala noche en Francia y los problemas de juego. Ante el Dortmund, Ancelotti probó un ataque inédito. Sentó a Camavinga y a Tchouaméni y optó por Valverde, Modric y Bellingham en el centro del campo, con Rodrygo, Vinicius y Mbappé arriba. Los seis no habían salido de inicio a la vez en todo el año.

Las continuas pruebas del técnico italiano explican las dudas que existen en el cuerpo técnico y en la plantilla, potenciadas por las lesiones, algunas leves y otras graves como la de Carvajal, que dejan a un vestuario tocado. El italiano no encuentra la tecla que sustituya a Kroos, presente ayer en uno de los palcos del estadio, y se le nota intranquilo. Consciente de la categoría de la plantilla y de que el doblete de hace unos meses ya no importa.

"El sistema no es lo más importante"

Pero Ancelotti también sabe dón de reside el principal problema futbolístico del Madrid ahora mismo: «La actitud», insistió en rueda de prensa. «El sistema no es lo más importante. Lo más importante es la actitud», declaró. Mensaje contundente al vestuario: «Hay que aprender de la segunda parte y tener más intensidad y ritmo, empezar así y no esperar a que te marquen dos para reaccionar», sentenció.

El Dortmund, enrabietado por la final de Champions perdida en Wembley, tuvo claras sus ideas. Nuri Sahin, su entrenador y ex del Madrid, descubrió los lunares del conjunto blanco, dominó la posesión y castigó la pésima transición defensiva del cuadro de Ancelotti.

Nadie se ponía 0-2 al descanso en casa del Madrid en Champions desde el Shakhtar en 2020, en aquella racha de derrotas que vieron triunfar también al Brujas (2019) y al CSKA (2018). Años de duelo postgaláctico. Este 2024 no está pensado así, pero el Madrid sufre, a veces, como si hubiera perdido sus poderes. «Nos han marcado goles con poco y luego hemos demostrado que podemos jugar con más energía y que tenemos el físico para presionar más», volvió a insistir el técnico italiano.

Ancelotti reconoció que en el descanso no hubo bronca, sino que se centró en los «pequeños detalles». «Presionar, no fallar pases y ganar duelos. Y el Madrid reaccionó a hombros de Vinicius, que consiguió el tercer hat-trick de su carrera y terminó coreado por el Bernabéu camino de su primer Balón de Oro, que recibirá el próximo lunes. «Ancelotti me dice que siga así, que sólo tengo 24 años. Quiero quedarme aquí para siempre», dijo Vini.

El Madrid pasó del drama al éxtasis y remontó el primer 0-2 al descanso continental desde que ganara a la Roma en 2004 (4-3). Un día más en el manicomio europeo de Chamartín.

La venganza de Nuri Sahin: alumno de Klopp, máster en Harvard y el sueño del '5' del Madrid

La venganza de Nuri Sahin: alumno de Klopp, máster en Harvard y el sueño del ‘5’ del Madrid

Nuri Sahin (Lüdenscheid, 1988) sabe de herencias. Fue uno de los primeros en ponerse el '5' de Zidane en el Madrid cuando todavía nadie había sido capaz de portarlo durante varios años seguidos y este año ha asumido el banquillo del Borussia Dortmund, último finalista de la Champions. Después de Cannavaro y Gago, le tocó el '5' a él. Era 2011 y Mourinho le había elegido como centrocampista clave para el futuro del Madrid. Tenía 23 años y todo para triunfar, pero las lesiones lastraron su paso por un Bernabéu al que hoy regresa para clamar venganza: la suya personal y la del Dortmund, que hincó la rodilla en Wembley ante los blancos el pasado mes de junio.

Sahin fue el cerebro del éxito del cuadro alemán la pasada temporada. Llegó en diciembre para ser el asistente de Edin Terzic, pero su inclusión fue clave en el devenir de la campaña del cuadro alemán. Tanto que la directiva no dudó en darle el puesto cuando decidió terminar con la etapa de Terzic. No ha cambiado mucho el panorama en Dortmund, porque el conjunto minero lidera la Champions con dos goleadas en dos partidos: 0-3 al Brujas y 7-1 al Celtic.

Cuentan en Dortmund que a Sahin no le ha temblado el pulso y que lleva los galones de entrenador en la sangre. Habla cinco idiomas, clave en un vestuario multicultural, e incluso un master en Gestión Deportiva en la Universidad de Harvard, logros académicos que ha acompañado a su propia experiencia futbolística. La positiva y la negativa.

Porque la carrera de Sahin no se entiende sin el sufrimiento por las lesiones, circunstancia capital para que a los 36 años ya sea entrenador de máximo nivel. Después de su corto paso por el Madrid y tras fracasar también en el Liverpool, volvió a su casa, a Dortmund. Allí arrancó con buen pie pero en la tercera temporada volvió a sufrir una grave lesión de rodilla. Tenía 26 años y se acercó del todo al aprendizaje para los banquillos.

Una lesión, 'clave' en su aprendizaje

Tanto en Alemania como en España, Sahin era uno de esos jugadores con mente de entrenador. Solía apuntar ejercicios y discursos en una libreta y sus problemas físicos le llevaron a acelerar sus lecciones para ser técnico. «Con esa lesión empecé a disfrutar pensando en tácticas, sesiones de entrenamiento, reuniones, análisis de vídeo... Todas estas cosas relacionadas con el entrenamiento», admite. Se hizo cargo del equipo de su niñez, el Meinerzhagen, mientras se recuperaba de su lesión en el Dortmund, y comenzó a deslizar su interés en poner fin a su carrera. Dejó el Borussia y fichó por el Antalyaspor turco, y sólo necesitó un año y medio para que le ofrecieran dar el salto del campo al banquillo. Así lo hizo. 24 meses después, volvió a Dortmund.

Su buen hacer en Turquía llamó la atención del Dortmund, que a mitad de la pasada temporada le ofreció el puesto de asistente. Era un mensaje claro: querían que fuese su siguiente entrenador. Seis meses y una final de Champions más tarde, Sahin aterriza en el Bernabéu convertido en técnico.

Alumno de Klopp, admite que conversa de forma constante con él y que le pide consejos. Admira la presión de sus equipos y la motivación que fue capaz de darle a sus vestuarios. Ambos, técnico y futbolista, lograron juntos la histórica Bundesliga de 2011.

Espacio para Mbappé, la obsesión del cuerpo técnico del Madrid: acumulación en el lado derecho, intercambios con Vinicius...

Espacio para Mbappé, la obsesión del cuerpo técnico del Madrid: acumulación en el lado derecho, intercambios con Vinicius…

Kylian Mbappé es el máximo goleador del Real Madrid esta temporada. Suma ocho tantos en los 12 partidos que ha disputado, cinco en los últimos siete. Cifras decentes pero no extraordinarias, que es lo que busca el conjunto blanco en un fichaje de su envergadura. El futbolista mejor pagado de la plantilla es también la gran pieza del puzle global de Ancelotti, un rompecabezas que de momento no termina de encajar y que busca cada semana nuevas soluciones. Y es que el cuerpo técnico lleva ya tres meses instalado en una obsesión: la liberación de Mbappé. Un pensamiento que lo condiciona todo. Hoy, ante el Dortmund, vivirá una nueva prueba.

El delantero francés ve puerta cada 121 minutos y dispara más que nadie, pero más por ansia individual que por las ocasiones que el equipo genera para él. Tres de sus ocho goles han llegado de penalti y se le nota encajonado en el embudo del Madrid. Todos parecen estarlo y romperlo es la obsesión de Ancelotti y sus asistentes. Pero, ¿cómo?

El Madrid, salvo en Balaídos, no ha cambiado demasiado de sistema, pero sí de piezas. Sigue jugando en 4-4-2 con rombo o en 4-3-3 con Rodrygo en la derecha, pero la salida de Kroos y la llegada de Mbappé han trastocado el sistema, la ocupación de los espacios y el estilo de juego del equipo. Sin el alemán y con el galo, Ancelotti ha sumado un delantero más y ha perdido a un centrocampista en salida de balón, obligando a situar a Mbappé entre Vinicius y Rodrygo y retrasando a Bellingham a la medular, alejándole de la frontal del área y haciendo más difícil su llegada a la frontal, salvadora para el Madrid el año pasado. El británico todavía no se ha estrenado este curso y su frustración es cada día más evidente.

El problema de juego de los de Ancelotti es claro, pero también es obvio que el Madrid morirá con estas piezas, de ahí las mil pruebas en este inicio de curso y el pequeño caos que sufrió el equipo en Vigo al intentar el sistema de tres centrales. ¿Para qué? Por los espacios.

Acumulación en el lado derecho

Una de las situaciones que ha observado el cuerpo técnico es precisamente esa acumulación de jugadores en tres cuartos de campo. Demasiada. Tchouaméni, Camavinga, Valverde, Bellingham, Vinicius y Mbappé, con Rodrygo como alternativa a uno de los centrocampistas franceses. Son seis hombres para el ataque, los mismos que el año pasado, pero solapados.

Hasta este verano, Kroos asumía el lado izquierdo en salida, Tchouaméni o Camavinga el eje, Valverde el interior derecho, Vinicius y Rodrygo las bandas, siempre en diagonal hacia el centro, y Bellingham tenía para él todo el frente de ataque para moverse en libertad hacia el área o para ayudar en salida. Desde agosto, nada cuadra.

El mapa de calor de los futbolistas ante el Celta fue contundente. La zona más pisada por los jugadores del Madrid fue el interior derecho, ahí intentaron conectar Valverde, Bellingham, Tchouaméni e incluso Camavinga. La izquierda, toda para Vinicius y para las apariciones de Mbappé, y nadie en el lado zurdo en salida de balón. Ni siquiera Bellingham, que ha jugado en ese lado en varias ocasiones pero al que Ancelotti quiere en la derecha. ¿Por qué? Por Mbappé. «A Kylian le gusta caer a la izquierda, a Jude le queremos por la derecha con Rodrygo», explicó ayer el técnico.

Intercambios con Vinicius

Lo ideal, reflexiona el cuerpo técnico, es que los seis de ataque intercambien posiciones, como en el gol de Vinicius para el 1-2 en Vigo, donde el brasileño se desmarcó en diagonal para terminar definiendo en la derecha del área. Crear espacios para que las estrellas puedan potenciar su gran virtud: correr al hueco. Pero eso no está pasando, ni siquiera al poner a Tchouaméni como tercer central para centrar a Camavinga y Valverde y generar más espacios por dentro para Mbappé y Bellingham. Esa es la teoría, pero a la práctica le quedan muchas pruebas. «No lo he explicado bien», asume Ancelotti.

En Lille se vio la peor imagen del equipo. El 4-4-2 con Camavinga, Valverde, Tchouaméni y Bellingham fracasó, con los tres primeros ocupando prácticamente la misma zona del campo. Ahí nació la idea de jugar con tres centrales en Vigo, pero en defensa no funcionó.

Mbappé, mientras, busca su espacio. En el PSG fue delantero y extremo izquierdo, en Francia disfrutó escorado al lado zurdo con Thuram en punta... En Madrid, parece clave su comunicación con Vinicius para intercambiar posiciones y alternar egos.

Courtois, sobre la acusación de Simeone: "Tenemos ideas distintas sobre lo que es una provocación"

Courtois, sobre la acusación de Simeone: “Tenemos ideas distintas sobre lo que es una provocación”

Thibaut Courtois llevaba algo más de tres semanas de silencio desde el derbi del Metropolitano, en el que le lanzaron mecheros y objetos desde la grada del Frente Atlético y el duelo se detuvo durante unos minutos. Con tiempo para reflexionar sobre el tema y después de las acusaciones de Simeone, que denunció que el belga había provocado a la grada, el guardameta del Real Madrid habló sobre ello en la previa de la tercera jornada de la Champions League ante el Borussia Dortmund.

"Respeto la opinión de Simeone, pero no la comparto. Tenemos ideas distintas sobre lo que es una provocación. Los organismos que han decidido ya lo han hecho y no quiero comentar nada más", dijo el portero sobre las palabras del técnico rojiblanco.

Courtois, eso sí, reflexionó sobre los ultras en la siguiente pregunta, justo después de avisar que no hablaría más del tema. Para el portero, la rivalidad sana está bien, le gusta, admite en eso los cánticos y el pique entre un futbolista y la grada, como el que él tenía con el fondo del Atlético, pero advierte que el límite es la violencia.

"Lo importante es que no haya violencia. En Bélgica he vivido cosas así, hay mucha cultura ultra. No tengo problemas con los que animan a su equipo y crean rivalidad, tampoco con los derbis calientes, con grandes ambientes... Eso me gusta, me da más adrenalina jugar en esos ambientes y con esos cánticos, pero siempre desde el respeto al que juega", argumentó, e insistió: "A veces hay juego entre el jugador y la afición y yo no tengo problema en que me canten, pero si metemos gol puede haber una reacción pequeña. Pero sin violencia no hay problema. Hay que eliminar a esos que quieren hacer daño", finalizó el portero.

Ancelotti: "Es un problema de condición física"

Antes, Carlo Ancelotti había contestado sobre los problemas del equipo y sobre lo que le pide a Mbappé y a Bellingham. "A Mbappé le pido que marque goles. Prefiero que marque goles a que presione. Le pido lo mismo que a Benzema, posicionarse bien y ser listo cuando recuperamos el balón para hacer una transición rápida", respondió el técnico.

Al británico, por su parte, reconoció que le pide más trabajo que goles. "No nos faltan sus goles porque siempre hemos marcado y siempre vamos a marcar. En este momento es más importante el trabajo que está haciendo. La banda izquierda está más ocupada este año porque a Mbappé le gusta combinar ahí con Vinicius, y pensamos que en la derecha Bellingham y Rodrygo pueden ser igual de efectivos".

El italiano admitió que "no estamos al 100%". "El equipo es menos sólido, es un problema de condición física. No están todos al 100%, y poco más", valoró, haciendo hincapié en el cansancio acumulado de sus futbolistas durante estas primeras semanas: "A veces tienes idea de presionar arriba pero los automatismos todavía... Nos falta solidez cuando tenemos el bloque medio"

Ancelotti, eso sí, rechazó la defensa de tres centrales. "Sin balón, siempre estaremos con cuatro. Siempre. Necesitamos replegar más con los delanteros y salir más con la defensa. Tenemos que leer mejor la situación de los partidos, a veces se olvida", advirtió.

La espiral constante de Modric en el "desequilibrio" del Madrid: 180 minutos con Croacia, un récord de Puskas y una asistencia clave

La espiral constante de Modric en el “desequilibrio” del Madrid: 180 minutos con Croacia, un récord de Puskas y una asistencia clave

Hay cosas que no cambian. Luka Modric ganando partidos y trofeos con el Real Madrid y Luka Modric acumulando capitanías con la selección croata. Es una espiral que dura más de una década y que por mucho que en el Bernabéu intenten, cada vez menos, convencer al centrocampista para lo contrario, se mantiene imparable en el tiempo. En Vigo, el de Zadar volvió a demostrar que puede hacer todo a la vez.

A sus 39 años, cumplidos el pasado mes de septiembre, Modric disputó 180 minutos con Croacia en el último parón internacional. Completó dos encuentros con su selección, una victoria en casa contra Escocia y un empate en Polonia, y regresó a Valdebebas para ponerse a las órdenes de Carlo Ancelotti. En Balaídos fue suplente, aunque si por él hubiera sido, hubiera salido en el once inicial. Se ve joven, se siente joven.

Cuando saltó al terreno de juego de la ciudad gallega, Modric tiró abajo un récord de longevidad del mismísimo Puskas. Se convirtió, con 39 años y 40 días, en el jugador más veterano en disputar un partido oficial en toda la historia del Real Madrid. 'Cañoncito' lo había hecho a los 39 y 36 días. Y Modric, para celebrarlo, se inventó un pase a Vinicius que resultó en el 1-2 salvador del conjunto blanco ante el Celta.

"Fue un pase fantástico de Modric. Algo normal en él, por su enorme calidad. Luka siempre aporta, sea titular o saliendo desde el banquillo", admitió en sala de prensa Carlo Ancelotti, que definió al croata como "un hombre tranquilo". "Un profesional extraordinario. Un hombre tranquilo, pero con carácter. Ha sido una suerte para el Madrid tener a este jugador", reflexionó el italiano.

A unos metros de su entrenador, Modric admitió entre risas, pero de verdad, que "no me gusta que me sigan recordando lo de la edad", "pero es algo impresionante", matizó. "Estoy muy orgulloso de conseguir este récord y de seguir con esta edad en el mejor club del mundo", añadió.

El croata reconoció que se siente "bien física y mentalmente". "Eso es lo que quiero y siempre intento ayudar", insistió. Y fue muy claro con la situación del equipo: "Nos esperan semanas muy difíciles y hay que seguir unidos y sacar esto adelante, tenemos calidad pero sólo con calidad no basta. El fútbol te devuelve si tú lo das todo".

"No lo expliqué bien"

En líneas generales, en Vigo el Madrid estuvo lejos de su mejor nivel. Sostenido por Courtois, Modric, Mbappé y Vinicius, el conjunto blanco cuajó otra actuación irregular con algunos tramos de caos provocados por el cambio de sistema de Ancelotti. El técnico probó el esquema de tres centrales, con Tchouaméni al lado de Rüdiger y Militao, y durante algunas fases del partido había demasiados espacios en la defensa.

"Cuando teníamos el balón, Tchouaméni jugaba entre los dos centrales. Ahí tuvimos un problema de desequilibrio en la primera parte porque, si con balón eran tres, sin él tenía que adelantarse... Y cometíamos errores. Yo no lo expliqué bien", se culpó el italiano, que aseguró que lo arreglarán. "Calma, podemos hacerlo. Pero tampoco vamos a jugar así siempre. Puede que algunos partidos lo hagamos para tener una salida sin mucha presión, pero ante dibujos diferentes del rival, se puede jugar con el pivote de siempre", declaró Carletto el día que cumplía 200 partidos en Liga con el Madrid. "Muy contento. La pregunta es: ¿Cuántos de estos 200 no hemos sufrido? Ni uno. Han sido 200 sufridos. Muchos con éxito, pocos con tristeza", admitió.