La “llamada trampa” de Ancelotti en 2021 y el lío Vinicius-Balón de Oro: “La gente no me votó, eso no cambia lo que pienso”

Actualizado Miércoles, 18 diciembre 2024 - 21:43

Hay récords en el Real Madrid que parecen, o parecían, inalcanzables. Ahí están los 741 partidos de Raúl González o los 450 goles de Cristiano Ronaldo. Cifras extraordinarias. Un techo imposible. A esa altura estaban también las seis Copas de Europa de Paco Gento o los 14 títulos de Miguel Muñoz como entrenador. Ambas son ya historia. A Gento le igualaron Modric, Kroos, Carvajal y Nacho tras la última final de Wembley. Y a Muñoz le superó ayer Carlo Ancelotti, convertido ahora tras la Intercontinental, con 15 trofeos, en el técnico más laureado en la historia del conjunto blanco.

Su cara en el césped después del pitido final, ceja levantada y tímida sonrisa hacia su hijo y primer asistente Davide, es la expresión de un hombre que vive tranquilo en el continuo e inesperado sobresaliente. Porque si Muñoz levantó todos sus títulos en una misma etapa, entre 1960 y 1974, Carletto vio el cielo abierto cuando en una llamada de teléfono con José Ángel Sánchez para pedirle a un jugador para su Everton descubrió que tenía opciones de regresar al Madrid.

«Los días previos a esa llamada nunca pensaba que podía volver. Hice la llamada para ver si podía fichar a algún jugador del Madrid para el Everton, lo tiré ahí... Y efectivamente cayeron en la trampa», bromeó ante la prensa.

La realidad es que el italiano estaba agazapado en el segundo equipo de Liverpool, donde cumplía dos temporadas en la zona media de la Premier. A sus 60 años y tras 20 en la elite, parecía que su carrera iba caminando hacia el ocaso.

Antes, en los dos cursos con el Madrid, entre 2013 y 2015, conquistó la Décima, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Parecía suficiente título de blanco como para agrandar su palmarés, pero hubo más.

En su regreso, Ancelotti le ha dado vida a un equipo y a una plantilla en plena reconstrucción. Ha encajado a la columna vertebral veterana con la nueva generación de jóvenes estrellas y ha sumado once títulos en apenas dos temporadas y media. Y aspira este curso a siete trofeos, incluido el nuevo Mundial de Clubes de final de temporada.

«Son muchos títulos, estoy muy feliz. Es un éxito», manifestó en el césped del Lusail. «Si tuviera que quedarme con uno... La Décima fue algo especial para mí y para el Madrid, la verdad. Y después de volver... La Champions de París también fue muy importante».

También fue una noche especial para Vinicius. El brasileño recibió el martes el The Best, galardón que cubre un poco la herida de la derrota en el pasado Balón de Oro, y fue el mejor jugador de la Intercontinental, llevándose a casa, curiosamente, el Balón de Oro, así lo llama la FIFA, del torneo. El delantero asistió a Mbappé en el 1-0 y anotó de penalti el tercer y definitivo gol. Se trata de la quinta final en la que marca tras los dos goles en las finales de Champions en París y Wembley, el Mundial de Clubes de 2022 y la Supercopa de España de 2024, donde anotó tres goles al Barcelona.

«Estoy muy contento con el partido y con el martes, que fue muy especial. Está siendo una semana muy bonita y muy importante para mí y para todos los futbolistas que han jugado conmigo desde niño», explicó Vinicius, que prometió hacer hueco en su casa para más trofeos: «Si no tengo huecos, debo reservar para más», bromeó.

El brasileño reflexionó sobre la polémica alrededor del último Balón de Oro y su ausencia en la gala de París: «Vivo tranquilo desde que puedo dar a mi familia más comida y agua cada día. La gente no quiso votar por mí y eso no va a cambiar lo que pienso y lo que mis compañeros me dicen cada día. Estoy aquí para jugar por ellos y para hacer todo lo mejor para la camiseta más grande del mundo», terminó, saliendo ovacionado de Lusail.

El Madrid arrasa al Pachuca, conquista la Intercontinental y suma otro anillo a su galaxia

Actualizado Miércoles, 18 diciembre 2024 - 19:52

Justo dos años después de que Messi y Argentina tocaran el cielo, el Real Madrid elevó en el icónico Lusail de Qatar la cuarta Copa Intercontinental de su historia, el noveno título de Campeón del Mundo si tenemos en cuenta los cinco Mundiales de Clubes que acumula en su palmarés. Es el segundo título de esta temporada, el segundo anillo de la nueva galaxia de Florentino Pérez. Marcaron Mbappé, Rodrygo y Vinicius para solventar el trámite ante un Pachuca inferior.

No dudó Carlo Ancelotti en su once. El día que superó a Miguel Muñoz como entrenador con más títulos del conjunto blanco, el italiano le entregó al público catarí su alineación más esperada. Esa que junta a Mbappé, Vinicius, Bellingham, Rodrygo, Valverde y Camavinga en un ataque de nombres extraordinarios. El francés, ausente en Vallecas tras su lesión contra el Atalanta, se recuperó a tiempo para ser titular. El juego fue de menos a más, de espeso a coral, de errático a excelente.

Enfrente, un Pachuca que sorprendió en las extrañas eliminatorias previas que obligaron a todos, salvo al campeón de la Champions europea, a superar varios partidos para llegar a la final. Los mexicanos vencieron al Botafogo, campeón de la Libertadores, y al Al-Ahly, el mejor africano, para plantarse en el duelo contra el Madrid. Pero a pesar de un inicio algo eléctrico, fueron incapaces de igualar el ritmo de un conjunto blanco que no necesitó demasiado para conquistar el título.

Rodríguez e Idrissi probaron a Courtois en los primeros 10 minutos mientras el resto del Madrid todavía tenía su mente lejos de Lusail. En este calendario de máxima exigencia, un duelo tan mundial como desequilibrado suele provocar desajustes mentales y futbolísticos del equipo superior. Eso le sucedió al Madrid durante la primera media hora de duelo.

Camavinga asumió el peso de la posesión y Bellingham y Rodrygo se situaron entre líneas para conectar con Mbappé y Vinicius, pero estuvieron erráticos en el último pase. Sin tensión, sin necesidad y sintiéndose demasiado superiores. Casi como un entrenamiento.

En la banda, Ancelotti se echaba las manos a la cabeza por una mala salida de balón de su equipo desde atrás y se lo recriminaba a Mbappé y a Vinicius, muy alejados del balón. La bronca pareció despertar a los suyos, porque a partir de ahí comenzaron a mostrarse más intensos en sus acciones. En el 27, Mbappé no acertó a definir una buena contra liderada por Vinicius y Rodrygo. En el 31, el galo tampoco atinó a entregar un pase atrás a Vini... Y en el 37 llegó el gol madridista.

El Madrid necesitó 10 minutos de cierta intensidad para alcanzar la red mexicana. Valverde y Camavinga aceleraron en el centro del campo con una pared, el uruguayo encontró a Bellingham en la frontal, el inglés se giró y vio el desmarque de Vinicius y el brasileño, estrenando el premio The Best, se inventó el tanto. Regateó a Moreno con una bicicleta y en lugar de buscar portería le regaló el gol a Mbappé, que sólo tuvo que empujar la pelota.

Tras el descanso, el Madrid siguió dominando con facilidad. El Pachuca permitió la aparición de Bellingham y Rodrygo entre líneas y en esa permisividad terminó su partido. Los blancos se presentaron en la frontal del área rival en cada jugada y estaba claro que el segundo gol no tardaría en llegar.

En el 53, Rodrygo recibió en la frontal, amagó a su par para lanzar con la zurda, volvió a amagar para perfilarse con la derecha y clavó la pelota en el lado izquierdo de Moreno. El VAR vio un posible fuera de juego de Bellingham por molestar al portero al estar en la línea del disparo, pero tras revisarlo en la pantalla, el venezolano Valenzuela confirmó el gol.

A partir de ahí, un paseo. A la hora de partido, Ancelotti retiró a Mbappé y a Camavinga y unos minutos más tarde a Rodrygo para mandar un mensaje de relajación. El Pachuca se acercó con algún intento esporádico, pero no hubo pelea. Sólo la de Vinicius para intentar celebrar el The Best con un gol. Lo consiguió en el minuto 84, al anotar un penalti cometido por Lucas para convertirse en el MVP del duelo.

El Madrid, que aspira a siete títulos este curso, ya tiene dos. Siguiente paso: Supercopa de España.

Borja Bastón: “En Europa no se le da importancia, pero en América la Intercontinental es la final del mundo”

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 22:41

Borja Bastón (Madrid, 1992) compartió generación con Carvajal, Isco, Morata o Deulofeu. Ganaron el Europeo sub'19 de 2011 y a partir de ahí el destino del fútbol les fue colocando en diferentes lugares. Ahora, en 2024, el balón enfrenta a Bastón, canterano del Atlético y delantero del Pachuca, con el Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental tras 12 equipos y tres años intentando ascender a Primera con el Oviedo.

Después de tres temporadas en el Oviedo, ¿cómo le llega la oportunidad del Pachuca?
Pues el dueño del Pachuca es el mismo que el del Oviedo. Tras mi primer año en el Oviedo (marcó 22 goles), tenía varias ofertas, el Grupo Pachuca compró el club y me hicieron un contrato largo con base en Pachuca y con una cesión en el Oviedo para intentar ascender. Pasaron dos años, no se consiguió el ascenso y me fui a México.
¿Qué tal el cambio?
Bien, aunque al principio las condiciones fueron complicadas. Acabé la temporada con el Oviedo el 24 de junio y el 28 tenía que estar con Pachuca para la pretemporada. No tuve ni dos días de descanso después de un año que mentalmente había sido muy duro por el desgaste. La liga empezaba al momento, no conocía a los compañeros y me tuve que adaptar muy rápido. Es un fútbol diferente, unas costumbres diferentes y no ha sido fácil. No estoy jugando todo lo que yo quisiera, pero todo tiene un proceso. El campeonato que hemos hecho no ha sido bueno, pero tengo ganas.
Y les llega el premio de la Intercontinental.
Teníamos muchas ganas de este torneo. Ganar al campeón de la Libertadores, ganar al campeón de África y ahora enfrentarte al ganador de la Champions, y que encima sea el Madrid, uno de los mejores de la historia... Algunos nos hemos podido enfrentar a ellos alguna vez, pero para muchos es un sueño medirse al Madrid.
En Europa a la Intercontinental no se le da demasiado bombo. En América es diferente, ¿no?
Para ellos es la final del mundo. El torneo más grande a nivel de clubes. En Europa no se le da tanta importancia, también porque el ganador de la Champions va directo a la final y eso le quita todo lo que hemos vivido estos días, los partidos que hemos ganado, las alegrías...
¿Es muy diferente la presión en España que en América?
Creo que depende. Hay clubes en México con mucha masa social y con una presión enorme. Pachuca es un club grande, ganador, aunque a lo mejor no tiene esa masa social como otros en el que el día a día es más duro.
Se miden al Madrid. Usted coincidió con Carvajal en las inferiores de la selección, con Nacho, con Courtois en el Atlético...
Dani y yo somos de la misma generación y nos hemos enfrentado desde pequeños en la cantera, en los derbis, hemos compartido selección madrileña, española... Nos tenemos cariño, aunque no tenemos una relación de hablar todos los días. Con Courtois estuve dos pretemporadas, él era súper joven, casi no hablaba español al inicio, y luego en Inglaterra, cuando él jugaba en el Chelsea y yo en el Swansea, nos enfrentamos, pero también sin contacto día a día.
¿Ser canterano del Atlético le da un impulso más al partido de esta noche?
Bueno, el partido en sí ya es especial, pero claro, yo desde pequeñito he sido del Atlético y esa rivalidad la llevas dentro.
Cuando se da un cambio de equipo como el de Courtois, ¿los futbolistas que son de ese club lo viven tanto como el aficionado o no?
Depende un poco. Cuando 'Tibu' vino al Atlético era un cedido del Chelsea. Hizo dos temporadas espectaculares, pero no tenía ese arraigo que se tiene desde la cantera. Es diferente. Lo hizo lo mejor posible en el Atlético, volvió a su club y luego le surgió la oportunidad del Madrid, donde está demostrando la clase de portero que es.
¿Cómo ha llevado usted tanto movimiento en su carrera? Suma trece equipos.
Bueno, cuando perteneces a un club grande como el Atlético tienes a grandes delanteros delante. Yo sufrí una lesión, no tenía continuidad y me tocó salir cedido. Cada año iba a un destino intentando hacer bien las cosas para quedarme en el Atlético y al final, el año del Eibar, no me pude quedar y salí vendido al Swansea. Y allí lo mismo, me fui a una liga diferente, no tuve la continuidad que esperaba y volví a España. He ido enlazando situaciones en las que he tenido que buscar equipo. En Oviedo he encontrado una estabilidad de tres años que era lo que buscaba, y ahora a ver lo que depara el futuro.
La transformación del "niño" Arda Güler: conversaciones con Ancelotti, "mucha presión", gimnasio, nutrición...

La transformación del “niño” Arda Güler: conversaciones con Ancelotti, “mucha presión”, gimnasio, nutrición…

«Es un joven con mucha presión alrededor». Después de marcar ante el Girona su primer gol de la temporada, Carlo Ancelotti volvía a mandar un mensaje a Turquía y a poner calma sobre el foco mediático de Arda Güler. La perla otomana, «el Messi turco», como le apodaron en su país antes incluso de fichar por el Real Madrid, es una de las personalidades más famosas de una nación donde la pasión lo es todo.

A sus 19 años, Güler es uno de los futbolistas más ovacionados por la afición del conjunto blanco, tanto en España como en el extranjero. En Vallecas, última visita madridista, fue el más aclamado junto a Jude Bellingham a la salida del estadio tras el partido.

Y la final de la Copa Intercontinental de esta tarde en Doha no será una excepción. El turco, musulmán profeso, se presenta esta semana ante un público árabe que le idolatra y que ve en él la conexión entre la pasión religiosa y la futbolística. El Madrid tiene millones de seguidores en el mundo árabe y tras la salida de Benzema, también musulmán, Güler es ahora su nuevo icono, vitoreado a la llegada del Madrid a Doha este lunes.

«Ha madurado»

El turco sigue dando pasos adelante en el vestuario del cuadro de Chamartín. Ha sido titular en los dos últimos partidos de Liga, ha marcado un gol y ha dado dos asistencias. Pasos de gigante para «un niño», como le define Ancelotti todavía, que en 12 meses se ha transformado físicamente. «Ha madurado», admiten en Valdebebas, tanto de piernas como de mente, y se ha ganado un hueco en la rotación del campeón de LaLiga y la Champions.

Llegó en el verano de 2023 con apenas 18 años y una musculatura poco trabajada, aunque con todo el talento del mundo. Y le costó. Sufrió una lesión de menisco en la pretemporada de Estados Unidos, pasó por el quirófano, estuvo de baja dos meses y al volver acumuló varias lesiones musculares que le impidieron debutar hasta enero de este año, cuando su familia se presentó en las humildes gradas de Aranda de Duero una noche de Reyes para observar el primer partido oficial de su hijo con la camiseta blanca, en la Copa del Rey. Sus padres y su hermana son los grandes pilares de su círculo cercano y los que más paciencia le han dado en sus primeros y complicados momentos en el Santiago Bernabéu.

Por instantes se desesperó, con el ansia viva de querer demostrar sus virtudes y con la presión extraordinaria de todo su país por verle triunfar. «Ha tenido seis meses de lesiones y ahora está más tranquilo. Hay que ser paciente con él, entiendo que hay mucha presión sobre él, un país entero Turquía que quiere verle jugar en el Madrid, lo entiendo, pero paciencia. El chico, el niño, tiene 18 años, tendrá su tiempo», reflexionaba Ancelotti en la sala de prensa a principios de 2024.

Adaptación a la cultura española

El turco tuvo muchas conversaciones con el italiano y con miembros del cuerpo técnico durante las primeras semanas del año, cuando ya se encontraba mejor. Hizo público su deseo de jugar más y desde el banquillo le pidieron tiempo para encajar las piezas de un equipo que en ese momento peleaba por todo. También en la directiva, donde su gran apoyo ha sido Juni Calafat, culpable de su fichaje tras las interminables negociaciones con el Fenerbahce y con su familia. Calafat le terminó ganando la partida a Deco, enviado por el Barça a Estambul en mayo de 2023, y el tiempo, como le había prometido Ancelotti, llegó para el niño Güler en la primavera de la pasada temporada.

El 26 de abril había jugado 31 minutos en Liga, pero terminó el curso acumulando más de 400 y marcando seis goles. Ahora los números son diferentes: suma más minutos que en toda la campaña pasada (657) y ha sido titular siete veces. Ancelotti le define como «un diamante».

Güler, frente a Mbappé, el martes en Doha.

Güler, frente a Mbappé, el martes en Doha.REAL MADRID

Se ha centrado en el apartado físico, con dobles sesiones entre la ciudad deportiva y el gimnasio de su casa, donde le ayuda un entrenador personal. Ha mejorado su alimentación y ha ganado masa muscular. La adaptación a la cultura española, diferente a la turca en muchos sentidos, también ha sido clave. Y los apoyos del vestuario, especialmente de Fede Valverde y Brahim, le han dado un impulso dentro del grupo.

Ancelotti le ha moldeado, dentro y fuera del césped. Fuera, le ha mostrado cariño, como aquella presentación en Cibeles cuando le habló a la afición de «un chico muy interesante». En el campo, ante el overbooking de la delantera, circunstancia que sufre su compañero de generación Endrick, el técnico italiano ve a Arda más como interior, como parte del centro del campo. Ya sea en un mediocampo de cuatro futbolistas o de tres. Y ahí, desde un principio, le pide un trabajo defensivo que el turco, ahora, sí está siendo capaz de ofrecer. «Trabaja y corre mucho», dijo el transalpino sobre él tras el duelo ante el Girona.

Montella, seleccionador turco, ha elogiado hace unos días que Güler «ha mejorado mucho en términos de actitud y carácter». «Ha aprendido a luchar y competir», insistió. Todo después de una Eurocopa que ha empujado su carrera. Después de la montaña rusa que fue su primer año en Madrid, Arda se convirtió en una de las revelaciones del torneo. Su selección fue cuartofinalista y él uno de los mejores jóvenes, asentando su lugar en el conjunto blanco, negando cualquier cesión e impulsando su carrera en la Castellana.

La FIFA sí premia a Vinicius: gana el The Best en una extraña gala 24 horas antes de la Intercontinental

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 18:58

Esta vez sí, Vinicius Júnior ha sido galardonado como mejor futbolista del mundo. Después de su segundo puesto en el Balón de Oro que levantó el español Rodrigo Hernández, la FIFA, en sus premios The Best, ha concedido el premio al delantero brasileño del Real Madrid. Aitana Bonmati se llevó el trofeo femenino.

Ha sido una gala extraña dentro de una serie de decisiones más extrañas todavía por parte de la FIFA. La máxima organización del fútbol mundial anunció hace sólo un par de días que la gala se haría en Qatar y de manera telemática, después del bochorno que significó que el año pasado no asistieran ninguno de los tres finalistas del premio masculino (Messi, Mbappé y Haaland).

Por esto, la ceremonia se ha hecho este martes en la Aspire Academy de Doha, donde en 24 horas se celebra la final de la Copa Intercontinental entre el Madrid y el Pachuca. Ante la falta de huecos en el exprimido calendario futbolístico, la FIFA ha aprovechado la presencia del Madrid en la ciudad y el evento por el 20º aniversario de la Academia para realizar la gala a toda prisa.

Ha durado una hora y han faltado todos los ganadores de premios, salvo Vinicius y Ancelotti, galardonado como mejor entrenador. El resto de protagonistas, entre ellos Aitana, Bellingham, Carvajal o Lamine Yamal, han enviado diferentes vídeos de agradecimiento. El evento se ha retransmitido a través de la web de la FIFA, en un modo diferente a otros premios como el Balón de Oro, que sí cuentan con grandes televisiones detrás.

Vinicius, Carlo Ancelotti y Florentino Pérez estuvieron en persona en la ceremonia, a 24 horas de la final contra el Pachuca, dándole a la FIFA la imagen que quería: sus ganadores con su premio. "Muchas gracias a los dos presidentes del Madrid y del Pachuca, que mañana disputan aquí la final de la Intercontinental", ha elogiado Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

Vinicius es el primer brasileño en recibir el premio a mejor jugador del mundo desde que Kaká ganara el FIFA World Player (y el Balón de Oro) en 2007. "Era un niño que jugaba en la calle de Sao Gonçalo, cerca de la pobreza y el crimen y llegar aquí es importante para mí. Lo hago por los niños que piensan que esto es imposible. Quiero agradecer a los que han votado, a entrenadores, jugadores, periodistas, aficionados... Agradezco a mi familia, que dejó de vivir su sueño para vivir el mío e hicieron todo para que yo estuviera aquí. Gracias al presidente, a José Ángel Sánchez, a Ancelotti, a Juni Calafat... Quiero seguir en el Madrid por mucho tiempo, que es el mejor club del mundo. Gracias a Brasil, que me ha dado fuerza para seguir en mi lucha", ha expresado el brasileño.

Los recientes éxitos del fútbol español a nivel internacional han sido reconocidos en estos The Best con la amplia representación entre los candidatos a los premios y a los mejores onces. En el masculino, la alineación ideal la han compuesto: Emiliano 'Dibu' Martínez, Dani Carvajal, Antonio Rüdiger, Ruben Dias, Saliba, Bellingham, Rodri, Kroos, Lamine, Haaland y Vinicius. Mbappé se ha quedado fuera.

En la alineación femenina han tenido presencia Irene Paredes, Ona Battle, Patri Guijarro, Aitana y Salma.

Los ganadores, a diferencia del Balón de Oro que deciden los periodistas, son el resultado de un sistema que concede el mismo peso a los votos de aficionados, capitanes y entrenadores actuales de las selecciones nacionales masculinas y femeninas y representantes de la prensa.

Ancelotti: “¿Si he perdido el control del vestuario? Pregunta dura… No lo he perdido, por supuesto que no”

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 16:47

Carlo Ancelotti y Jude Bellingham fueron los protagonistas en la previa de la final de la Copa Intercontinental, nueva oportunidad para el Real Madrid de sumar un título esta temporada. Lo hará ante Pachuca y en un momento irregular del conjunto blanco, que viene de empatar en Vallecas contra el Rayo.

Ante la prensa, el entrenador italiano fue contundente sobre la situación de la plantilla y sobre el ambiente que se vive dentro. Cuestionado por un periodista extranjero por el "control" sobre sus futbolistas, Ancelotti, sorprendido, fue directo: "¿Que si he perdido el control del vestuario? Pregunta dura, eh. No, no lo he perdido, por supuesto que no. En el fútbol hay que atravesar momentos difíciles, a veces llegan en octubre-noviembre y a veces en abril-mayo. Lo importante es estar ahí. Si llega pronto, aún lo puedes rescatar. Seguro que seremos muy competitivos en la segunda parte de la temporada, seguimos vivos y no he perdido el control", reflexionó y recalcó el italiano.

Preguntado también por las críticas a su trabajo, el entrenador transalpino las consideró "aceptables". "Son parte de mi trabajo. He diferenciado muy bien lo que me molestó más en otras semanas. La crítica deportiva la tengo muy en cuenta, porque no siempre haces las cosas bien y te equivocas. La crítica te puede despertar. No hay ni un entrenador en la historia del fútbol limpio de la crítica. Es importante entenderlo".

Carletto tiene ante sí la posibilidad de convertirse en el entrenador con más títulos de la historia del Madrid. "Es algo importante también para mí, un honor que me comparen con entrenadores tan grandes", admitió. Y deslizó que Mbappé puede tener minutos en la final. "La situación de Kylian es sencilla, entrenó ayer y tuvo buenas sensaciones. Hoy será importante para evaluar sus sensaciones. Si está bien va a jugar, pero si hay un mínimo riesgo no lo hará. Las sensaciones de ayer fueron muy buenas y somos optimistas".

Será una tarde interesante para el Madrid y para Vinicius, que puede ganar el premio 'The Best' a mejor futbolista de la temporada. "Se lo merece por el trabajo que está haciendo", dijo Ancelotti.

Unos segundos antes, Bellingham había elogiado al brasileño. "Es un placer jugar con Vinicius, nos ayuda a levantar títulos. Sería muy meritorio si se lleva el The Best, me alegraría por él".

El inglés asumió la presión de jugar y liderar el Madrid. "La presión es un privilegio. Soy un aficionado al fútbol y entiendo cómo funcionan las cosas. Hay críticas y las aceptas. Eso se queda de puertas para adentro, el ruido exterior es algo de esperar", declaró, y dejó claro que no es el único líder del vestuario: "Creo que en los vestuarios hay muchos líderes. No iría mucho más allá, hay muchos futbolistas en el vestuario. Lo importante es que todos nos respetamos y podemos delegar responsabilidades porque confiamos mucho los unos en los otros".

Bellingham sigue jugando con la protección en el hombro, una situación que estrenó la pasada temporada y parecía haber dejado de lado, pero que ha continuado este curso. "Todo bien, sigo con la protección, pero las sensaciones son muy buenas".

Qatar, dos años después del Mundial: exprimiendo los 200.000 millones, denuncias y la ‘amenaza’ de la vecina Arabia Saudí

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 00:05

Cada 18 de diciembre, Qatar celebra su día nacional, la conmemoración de la unificación de 1878. Y en esta época en la que los estados del Golfo Pérsico usan el deporte para abrirse más al mundo y reconstruir su imagen en el exterior, el emirato está entregado al fútbol. Hace dos años, ese mismo día 18 de este mes, el Estadio Lusail acogió la coronación de Leo Messi y Argentina en la final de uno de los Mundiales más socialmente polémicos de la historia. Mañana, de nuevo día 18, Doha recibe al Real Madrid para disputar ante el Pachuca mexicano la final de la Copa Intercontinental.

Los 24 meses que separan los dos eventos, ambos organizados por la FIFA en suelo catarí, sirven de excusa para reflexionar y analizar lo sucedido, y lo que no, en Qatar después de la Copa del Mundo. "Volveré, estaremos aquí para revisar todo y todos ustedes se habrán ido", declaró Gianni Infantino, presidente del máximo organismo del fútbol mundial, ante la prensa crítica en el cierre del torneo de 2022.

Desde la elección de Qatar como sede del Mundial, las denuncias de los organismos internacionales sobre las condiciones de los trabajadores y la falta de derechos humanos en el país árabe llenaron las portadas de los medios de comunicación de todo el mundo. Según una investigación del diario británico 'The Guardian', más de 6.500 obreros de Bangladesh, Nepal, India, Pakistán y Sri Lanka fallecieron durante la construcción de los estadios. Y después del fútbol, siguen las denuncias. Amnistía Internacional asegura que "los avances en la mejora de los derechos laborales se han estancado desde que terminó el torneo y los cientos de miles de trabajadores que sufrieron abusos y se vieron afectados siguen sin tener acceso a justicia y reparación", y habla de "un progreso limitado".

"Muchos perdieron su dinero"

Según el organismo, las mejoras se concretan en la libertad de los trabajadores migrantes para salir del país, que antes no tenían, y leyes para limitar la exposición al calor durante el trabajo. Pero insisten en que cientos de miles de trabajadores extranjeros habían pagado una tasa reembolsable para poder trabajar en la construcción de estadios y todavía hay una gran parte que no la ha recibido. "Muchos perdieron su dinero, su salud e incluso su vida mientras la FIFA y Qatar negaban su responsabilidad. Desde el final del torneo se ha hecho muy poco y estos trabajadores no pueden caer en el olvido", declaró Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.

Durante los últimos días del Mundial de 2022, Infantino anunció la creación del 'FIFA Qatar 2022 Legacy Fund', una plataforma en la que se invertirían 50 millones de dólares para crear programas sociales y, entre otras cosas, apoyar las reclamaciones de los trabajadores. El proyecto ha arrancado hace sólo unas semanas y para los críticos se trata de una cantidad escasa, centrando su mirada en los 7.500 millones que generó el torneo.

Mientras, la realidad futbolística de Qatar no se ha detenido. El país acogió la Copa Asia de este año, organizará la Copa Árabe de 2025 y mantiene vivo su sueño de convertirse en sede de unos Juegos Olímpicos, con el año 2036 en la cabeza. Todo para exprimir y maximizar los 200.000 millones, el dato no oficial que más se ha comentado, que invirtió el país para 2022. Los estadios siguen a pleno rendimiento, pero ahora mezclan el fútbol con la cultura, otro de los grandes objetivos del país a medio plazo para continuar alicatando su imagen.

Batalla geopolítica y futbolística

El Gobierno planeaba desmantelar alguno, como el famoso 974 construido con contenedores, pero de momento sigue en pie. Y otros en los que iba a disminuir el aforo, lo mantiene. ¿Por qué? En parte, por el desafío de un vecino que amenaza con arrebatarle protagonismo: Arabia Saudí. Los saudíes, que acogieron la Copa Intercontinental del año pasado, acaban de confirmarse como sede del Mundial 2034 a pesar de las denuncias de organismos como Amnistía Internacional. Desde hace varios veranos han invertido cientos de millones en su liga de fútbol, con el fichaje de Cristiano Ronaldo como pico de la pirámide, y han obligado al fútbol mundial a desviar la mirada desde Doha a Riad.

Se trata de una batalla geopolítica y futbolística que parece no tener fin, con los Juegos Olímpicos como objetivo último de ambos estados petroleros. Qatar, que entregó toda su inversión al Mundial y a aquel PSG de Mbappé, Neymar y Messi, trata ahora de cambiar su centro de la diana para competir a nivel local con Arabia. Este verano han tenido eco los fichajes de los españoles Joselu, Luis Alberto o David García por equipos de la liga catarí, donde ya estaba otra ex estrella como Verratti, pero Arabia sigue reinando a la hora de acumular talento europeo.

Luis Alberto: “¿Venir a Qatar por dinero? La gente haría lo mismo en sus trabajos”

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 00:01

El pasado mes de junio, Luis Alberto (Cádiz, 1992) decidió poner fin a una etapa de ocho temporadas en la Lazio para fichar por el Al-Duhail de la Primera División de Qatar. Como él, y a clubes distintos, también lo han hecho Joselu (Real Madrid), David García (Osasuna) o Rodri (Betis). El andaluz, estrella del líder del campeonato, reflexiona sobre el poder económico del emirato.

Lleva en el Al-Duhail y en Qatar casi medio año. ¿Es lo que se esperaba?
No me esperaba nada porque hablé con muchas personas y todos tenían opiniones diferentes. Al principio, cuando llegué, hacía muchísimo calor. No se podía hacer nada por el clima. Luego se vino mi familia y todo muy bien, se vive bien, tranquilo, sin problemas... Tienes todo, especialmente para la vida familiar y para los niños. Está montado para ellos.
¿En qué momento toma la decisión de ir a Qatar?
La oferta ya la tenía el año pasado y había dado el OK, pero la Lazio no me dejó. Y este verano ya no tenía muchas ganas de seguir en Italia. No me veía en otro club que no fuera la Lazio, volver a España era muy difícil y tenía la decisión tomada. Fue fácil, la verdad. No me lo pensé mucho. Tenía ganas de cambiar y de quitarme la carga de partidos que hay en Europa.
El cambio físico ha tenido que ser tremendo por la menor carga de partidos.
Sí, este año además el club no se metió en Champions y jugamos prácticamente una vez a la semana. Aquí los parones de selecciones son más largos porque miran mucho por el equipo nacional. Hay menos partidos y tienes más tiempo con la familia.
Es el máximo asistente de la liga, su equipo va primero... A nivel futbolístico, con sinceridad, ¿cuál es el nivel de la liga?
Mucho más bajo que el de Europa, está claro, sobre todo técnicamente. Después, a nivel de ritmo no cambia tanto. Hago datos similares porque los partidos son de ida y vuelta. Creo que el nivel irá subiendo, como está pasando en Arabia, que ahí hay seis o siete equipos con nivel europeo. Y aquí creo que pasará igual, porque tienen la obsesión por la Champions asiática.
Este verano han llegado usted, Joselu y David García a Qatar, Nacho a Arabia... ¿Qué le influyó? ¿El fichaje de Cristiano tuvo algo que ver?
Creo que fui el primero en firmar este verano, llamé a Muniesa y a Rafinha y me dijeron que estaban bien. Y los amigos españoles que tengo aquí, que son de otros ámbitos, dicen lo mismo. El tener todos los estadios en Doha es una maravilla para el descanso. En Europa tienes viajes de 5 o 6 horas, llegar de madrugada... Aquí no, terminas y en media hora estás en casa porque todos los equipos son de Doha. Están apostando mucho por el deporte y la gente que lleva aquí 20 años dicen que desde el Mundial cambió totalmente el país.
Cuando la gente dice que "los futbolistas se van a Qatar por dinero", ¿qué responde?
Pues que nadie es tonto, ¿no? El que viene aquí a trabajar a una oficina también viene a ganar más, no sólo el futbolista. A mí me ha influido lo económico, claro, aunque la prioridad era estar más tranquilo, con menos presión y disfrutar más de la familia. Pero no me voy a venir aquí a ganar menos que en la Lazio, sería estúpido. Yo estoy contento y lo que piense la gente me da igual, ellos harían lo mismo en su trabajo.
Hay un pique con Arabia a nivel de fichajes, ¿no? Parece que los dos países se van a intentar comer el fútbol europeo.
Yo creo que la vida de Qatar es muy diferente a la de Arabia. Arabia ha invertido mucho más desde el minuto uno. Están pagando unas barbaridades. Aquí va todo algo más controlado y no creo que se llegue nunca a esas cantidades. En Qatar quieren crecer, pero no van a firmar a estrellas para el márketing. No lo veo. Aquí estuvieron Raúl y Xavi en su momento, Verratti... Van más a por el nivel futbolístico. Creo que no invertirán esas cantidades de Arabia, que son un poco locas.
Hay buenos campos de golf también, ¿no?
(Risas). Sí... Sobre todo uno me lo conozco muy bien. Juego 'tela'. Todas las mañanas que puedo, me levanto temprano, juego, como en casa y a entrenar. Hay que aprovechar el buen clima.
¿Qué planes tiene a nivel deportivo? ¿Descarta volver a Europa? ¿Se quiere retirar joven o mayor?
Ahora mismo me siento bien. Mientras me duren las pilas, tiraré para adelante. No descarto volver, porque nunca se sabe, pero ahora mismo no lo estoy pensando. Después intentaré estudiar para ser entrenador. Me apasiona y lo intentaré. Igual después no soy capaz de lidiar con los jugadores y me tengo que meter a entrenar niños, pero lo intentaré.
El Madrid critica el "polémico arbitraje" en Vallecas y Ancelotti ve "un futuro muy bueno"

El Madrid critica el “polémico arbitraje” en Vallecas y Ancelotti ve “un futuro muy bueno”

"Los empates en Mallorca y Las Palmas me habían afectado mucho, este no". En la pequeña sala de prensa del Estadio de Vallecas, Carlo Ancelotti se mostraba "satisfecho" por el empate del Real Madrid en su visita al Rayo Vallecano. Un empate a tres después del 2-0 inicial, del 2-3 a la hora de partido y de tres goles recibidos en centros desde la banda. Y un empate que deja al conjunto blanco (al que le falta por jugar el partido aplazado ante el Valencia) en segunda posición, a un punto del Barça, que juega esta tarde, y dos por encima del Atlético, que también disputa su cita este domingo.

Un empate en el que también tuvo protagonismo Martínez Munuera, criticado por el propio Madrid a través de su página web. En su crónica del partido, compartida en todas sus redes sociales, el cuadro de Chamartín destaca que "un polémico arbitraje impide la victoria del Madrid" en Vallecas.

El Madrid se queja de un posible penalti de Mumin sobre Vinicius en el tramo final del partido que ni el colegiado ni la sala VAR determinaron como pena máxima. El defensa del Rayo impactó con su pie en la pierna del brasileño, que cayó dentro del área.

"En el 75' llegó la jugada más polémica del encuentro. Vini fue derribado dentro del área de forma clara por Mumin, pero Martínez Munuera no pitó penalti ni fue avisado por González Fuertes, árbitro del VAR. (...) Nuestro equipo, que mereció ganar, ya piensa en la final de la Intercontinental", se puede leer en la crónica de la web madridista.

Ante los medios, Ancelotti fue contundente sobre la jugada: "Me parece muy claro en la repetición". "Tuvimos ocasiones claras, un posible penalti... más no se pudo hacer arriba", se lamentaba el italiano, contento con el partido de su equipo a pesar del empate.

"Veo un futuro bueno. Me voy pensando que estamos en buena línea. Salgo satisfecho", insistió, feliz por la actitud de sus futbolistas tras el 2-0. "El partido estaba perdido y lo hemos recuperado, luego ha faltado contundencia en el área... Hicimos 45 minutos muy buenos tras el 2-0. Creamos un montón de oportunidades. Es el empate de un equipo solidario que ha competido", reflexionó.

Se trata del cuarto empate del Madrid en la competición tras los conseguidos en Las Palmas, Metropolitano y Mallorca, y el sexto encuentro en el que no suma los tres puntos si sumamos las derrotas ante Barcelona y Athletic Club. "Me pusieron nervioso el empate de Mallorca y el de Las Palmas... Me habían afectado mucho, pero este no. Fue un equipo con la misma actitud del año pasado".

El italiano recordó que tienen la enfermería saturada y, a la hora de analizar las virtudes y defectos de su equipo, enumeró a todos los lesionados. "En la alineación inicial de hoy faltaban siete titulares. Carvajal, Alaba, Militao, Mendy, Camavinga, Vinicius y Mbappé. A veces hay que sufrir y hemos sufrido en ese sentido, los otros han competido muy, muy bien".

Además del empate, el encuentro dejó otra mala noticia para el Madrid. Y es que Vinicius Júnior se perderá el partido ante el Sevilla, el último antes de las vacaciones de Navidad, tras ver la quinta amarilla del curso. El brasileño protestó con ímpetu una falta de Lejeune en un contraataque, pidiendo en reiteradas ocasiones la tarjeta amarilla para el defensa del Rayo, y se llevó él la amonestación. "Lo de Vinicius no quiero tocarlo", respondió Ancelotti.

El Madrid se atasca en Vallecas

El Madrid se atasca en Vallecas

El Madrid se atascó en plena Albufera, avenida principal de Vallecas, y se dejó dos puntos en su lucha por el título de Liga. El conjunto blanco fue capaz de remontar el 2-0 inicial del Rayo gracias a los goles de Valverde, Bellingham y Rodrygo, pero terminó empatando en un duelo intenso. [Narración y estadísticas (3-3)]

Ancelotti pensó un poco en la Intercontinental y en el cansancio acumulado por sus jugadores a la hora de hacer la alineación. Sentó a Vinicius, sobrecargado tras el esfuerzo de Bérgamo, y a Ceballos y dio entrada a Güler y a Rodrygo en sustitución del lesionado Mbappé. En el banquillo se quedó Endrick, que recibió un mensaje contundente ante las ausencias del brasileño y el francés. Ni así.

El Rayo repitió la receta de sus mejores partidos contra el conjunto blanco: ritmo, presión de la grada y acierto hacia el gol. Y a los cuatro minutos ya estaba por delante. El 1-0 de Unai, cabeceando a la red un centro medido de De Frutos, puso en evidencia uno de los problemas del Madrid: los laterales. Fran García y Lucas, suplentes de Mendy y Carvajal, están obligados a rendir de forma constante en un año lleno de lesiones, y aunque siempre muestran una entrega inexcusable, sufren. De Frutos superó con varios amagos al zurdo y Unai remató ante la mirada de Lucas.

Otro descenso en la montaña rusa

El Rayo voló hasta que le duró el físico. Iñigo Pérez insistió en una presión alta que ahogó la salida de un Madrid demasiado pausado y poco intenso en los duelos individuales, y los de Vallecas pasaron por encima de su rival. De Frutos envió alto un disparo desde dentro del área tras un pase atrás de Embarba, Ratiu no acertó a ceder a Embarba en una contra... Y en el 35, Mumin cabeceó a la red un córner de Isi Palazón. Un 2-0 infernal para el Madrid, oro para Vallecas.

Los blancos, irregulares en los últimos tiempos, se llevaban un bofetón tras la gran victoria de Bérgamo. Era un nuevo descenso en esta montaña rusa que es su temporada. Pero en pleno bajón, el Madrid despertó. Al Rayo le empezó a fallar el oxígeno y el cuadro de Ancelotti comenzó a encajonar en el área a su rival. Como si fuera un partido de balonmano. En la banda, Iñigo se desesperaba pidiendo a sus futbolistas que dieran un paso adelante.

En el 39, Valverde tuvo un segundo para preparar un misil desde lejos y sorprendió a Batalla. Gol psicológico, porque el Rayo estaba pidiendo irse a vestuarios y el descanso no llegaba. En el 45, con Vallecas abriendo el bocadillo, Rodrygo encontró a Bellingham con un centro preciso y el inglés cabeceó con mimo. El agua madridista se templaba en Vallecas y ya no quemaba tanto.

Clamoroso agarrón de Sergio Camello sobre Fran García.

Clamoroso agarrón de Sergio Camello sobre Fran García.AP

Tras el descanso, el Madrid dominó la posesión y Rodrygo comenzó a aparecer entre líneas aprovechando que el Rayo ya no llegaba tanto a la presión. En el 56, encontró un hueco, amagó a su par en la frontal y probó suerte con la zurda. Su disparo tocó en un defensa y sorprendió a Batalla para hacer el 2-3.

El Madrid hacía suyo el barrio y obligaba a Iñigo Pérez a mover fichas, algo necesario para los pulmones rayistas. Los cambios levantaron un poco a su equipo, que fue capaz de aguantar las combinaciones de un Madrid más atascado que antes. En el 64, aprovechando una segunda jugada, Lejeune, central, puso un centro desde la banda al corazón del área madridista e Isi apareció de la nada para sorprender a Tchouaméni, rozar el balón y despistar a Courtois.

Ancelotti sacudió el árbol y dio entrada a Vinicius, que vio amarilla por protestar y se perderá el último duelo del año ante el Sevilla, y algo más tarde al olvidado Endrick. Más nombres que acciones para un tramo final con mucha pelea. Vinicius pidió un penalti de Mumin, Batalla salvó el 3-4 del brasileño y el Madrid se atascó en el barrio.