El rompecabezas médico de la galaxia de Ancelotti: la lesión de Ceballos, última piedra en la temporada

El rompecabezas médico de la galaxia de Ancelotti: la lesión de Ceballos, última piedra en la temporada

En verano había una alineación del Madrid que, más o menos, tenían en la cabeza el cuerpo técnico, la dirección general del club y los aficionados. Courtois, Carvajal, Militao, Rüdiger, Mendy, Camavinga/Tchouaméni, Valverde, Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. Un once de estrellas con una rotación extraordinaria en el centro del campo. Pero un once que no ha sido capaz de estar sobre el césped en todo este curso. Y hay una alineación, ya con Carvajal y Militao en la enfermería, que más o menos todos podían escribir en sus libretas a estas alturas de curso, con Valverde en el lateral y Ceballos, en el mejor momento de su carrera, gobernando el centro del campo. Tampoco será así en las próximas semanas.

Justo cuando el Madrid encara un tramo decisivo de la temporada, con la pelea por la Liga al rojo vivo, la eliminatoria de Champions contra el Atlético y la vuelta de Copa, Ceballos se ha lesionado para los próximos dos meses.

Una nueva piedra en el camino del andaluz, que a sus 28 años por fin había cogido el timón del equipo, y en el de Carlo Ancelotti, para el que no ha calma en la enfermería. La temporada del italiano es un rompecabezas médico en el que nunca hay paz.

Camavinga, llamado a dar un paso adelante en la organización del juego tras la retirada de Kroos, se lesionó en el entrenamiento previo a la Supercopa de Europa, que daba inicio a la temporada a mediados de agosto. El francés volvió en el derbi liguero contra el Atlético, el 29 de septiembre, pero ese día faltó Mbappé, además de Ceballos, Brahim y Alaba, que se recuperaba de su lesión de rodilla.

Mbappé regresó en el siguiente, en Lille, pero ahí no jugaron Courtois ni Rodrygo. Y llegó el duelo ante el Villarreal y la lesión de Carvajal, principal problema para el Madrid este año. Un no parar.

Sin el lateral, Courtois cayó de nuevo y no estuvo ante el Barça ni el Milán, donde también se lesionó Tchouaméni. Y ante Osasuna, sin respirar, Rodrygo tuvo un nuevo problema muscular y Militao se volvió a lesionar la rodilla.

El Madrid se plantó en el parón de noviembre con problemas médicos y tácticos, y no hubo freno. Contra el Liverpool faltaron Carvajal, Militao, Tchouaméni, Rodrygo y Vinicius, este último con una lesión muscular que duró hasta mediados de diciembre, y esa semana también recayó Camavinga.

Esa baja de Camavinga dio minutos a Ceballos, que comenzó a acumular tiempo y galones. Atrás, Mendy se perdió la Intercontinental y aunque el ataque comenzó a estar sano, las bajas en defensa condicionaban todo, como se vio en la Supercopa ante el Barça.

Después de Arabia, con Vinicius sancionado por la roja de Mestalla, Camavinga volvió a recaer otra vez, dejando camino libre a un Ceballos indiscutible. Y antes de la ida contra el City se fueron a la enfermería Rüdiger y Lucas. Ancelotti, entonces, tomó una decisión que parecía clave en el curso: con Ceballos a ese nivel en el mediocampo, podía plantearse poner a Valverde de lateral. Así ha enlazado el Madrid sus mejores partidos de la temporada, pero ahora la lesión de Ceballos pone a Ancelotti de nuevo ante el rompecabezas.

Con Asencio central y Valverde lateral, será el momento de Tchouaméni y de Camavinga (y de Modric), llamados a hacer suyo el centro del campo el pasado verano.

Las lágrimas de Ceballos no mentían: estará dos meses de baja

Las lágrimas de Ceballos no mentían: estará dos meses de baja

Las pruebas médicas han confirmado los peores pronósticos: Dani Ceballos estará dos meses de baja. El centrocampista andaluz abandonó llorando el Reale Arena, casi sin poder caminar, y al llegar a Madrid los análisis han determinado que sus lágrimas tenían motivo. El andaluz sufre una lesión en el músculo semimembranoso con afectación del tendón de la pierna izquierda.

Ceballos se hizo daño en una acción con Kubo, rozando el final del partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey entre la Real Sociedad y el Real Madrid, y no pudo continuar. Se tiró en el suelo y se llevó la mano a la parte posterior del muslo izquierdo. Cuando llegaron los médicos, el futbolista ya estaba llorando de la impotencia. Sabía que se había hecho algo muy serio.

Consiguió andar hacia los vestuarios, apoyado en los hombros de dos fisios y abrazado por la mayoría de sus compañeros, y de camino al autobús apenas podía mover la pierna izquierda.

El andaluz, clave para Ancelotti esta temporada y disfrutando del mejor momento de su carrera, deberá parar ahora, cuando incluso sonaba su nombre para ser parte de la próxima lista de Luis de la Fuente.

"Muy triste por no poder ayudar a mi equipo en este tramo tan importante de la temporada. Y muy triste por tener que parar en el que sentía que era mi mejor momento...", ha escrito el centrocampista de 28 años en su cuenta de Instagram.

"Toca afrontarlo con fuerzas, con ganas de luchar y con la certeza de que volveré aún más fuerte. Esto no ha acabado. He salido de peores. Gracias por tanto cariño... Nos vemos pronto, antes de lo que pensáis", concluye el comunicado del jugador.

Si Ceballos cumple el plazo de dos meses de baja, podría perderse hasta 13 partidos: ocho de Liga, la eliminatoria de Champions contra el Atlético, una hipotética ronda de cuartos, la vuelta de Copa contra la Real y la hipotética final copera del 26 de abril en La Cartuja (Sevilla). El gran objetivo es que el andaluz pueda estar recuperado para dicho encuentro, si el Madrid llega.

En Liga, no estará ante Betis, Rayo, Villarreal, Leganés, Valencia, Alavés, Athletic y Getafe.

El parón por el “¡Asencio, muérete!” y el cambio de Ancelotti porque “Raúl estaba afectado”: “Condenamos los insultos, hay otras maneras”

Actualizado Jueves, 27 febrero 2025 - 01:42

Raúl Asencio se quedó en los vestuarios en el descanso del Real Sociedad - Real Madrid, en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Le habían sacado una peligrosa tarjeta amarilla y Carlo Ancelotti decidió que era mejor dar entrada a Lucas Vázquez, pero no fue el único motivo. El técnico italiano admitió que el canterano madridista "estaba afectado" por los cánticos que había dirigido hacia él parte de la grada del Reale Arena. "¡Asencio, muérete!", cantó en varias ocasiones un sector del público.

Ante esos hechos, Vinicius Júnior, capitán del Madrid por primera vez, avisó a Sánchez Martínez, a lo que el colegiado del duelo respondió deteniendo el partido y activando el protocolo contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia. El encuentro se paró durante unos minutos, el árbitro habló con los capitanes y con los entrenadores y se emitió un mensaje por la megafonía y los videomarcadores rechazando cualquier tipo de insulto en ese sentido. Al tercer aviso, se suspendería.

La decisión de Sánchez Martínez es una novedad, porque hasta ahora sólo se habían parado momentáneamente encuentros por insultos racistas y para lanzar ese mensaje por megafonía. Así ha sucedido en otras ocasiones con Vinicius Júnior o Nico Williams, pero no por insultos de carácter personal. De hecho, hace un año, una parte de la afición de El Sadar le cantó a Vinicius "Vinicius, muérete", y Carvajal, capitán del Madrid ese día, advirtió a Martínez Munuera, pero el colegiado no detuvo el partido ni lo reflejó en el acta.

"A nadie le gusta que le canten 'muérete'"

Con esta acción, el Comité Técnico de Árbitros sigue las directrices de la Federación y de LaLiga, que en los últimos meses han ampliado sus mecanismos para acabar con el odio en los estadios del fútbol español.

"Creo que se ha actuado bien. Vinicius avisó al árbitro y él hizo lo que se debía hacer. Se ha actuado bien. Raúl estaba afectado, lo cambié por eso y por la amarilla. A nadie le gusta que le canten 'muérete' en un estadio", explicó Ancelotti en sala de prensa.

La investigación

La situación personal de Asencio ha saltado al campo desde hace unos meses. El canterano es uno de los investigados en un caso sobre una presunta grabación y difusión de un vídeo de contenido sexual con una menor de 16 años. Asencio había pedido el archivo de la causa contra él, pero fue rechazada y sigue como investigado por la presunta difusión.

El Madrid ha expulsado a todos los imputados en el caso salvo al central, que mantiene que no participó ni en la grabación ni en la difusión. El resto están fuera y algunos, como Ferran Ruiz, ya ha debutado con equipos de LaLiga como el Girona.

A Asencio, mientras, Ancelotti le ha ido dando oportunidades ante la plaga de lesiones y le han silbado en muchos estadios, el último el Reale Arena, y rivales como Maffeo han usado la investigación judicial para atacarle dentro del campo: "Vete a difundir vídeos, subnormal", le dijo el defensa en la Supercopa de España.

"Hay otras maneras de condenar los hechos"

En San Sebastián, sin embargo, los silbidos han pasado a un "Asencio, muérete" que tanto Oyarzabal como Alguacil se encargaron de denunciar. "Como en muchos estadios, lo que unos pocos canten no empaña al resto de la afición. Se condenan los insultos, por supuesto. No nos gustan. Hay otras maneras de condenar los hechos que alguno haya podido hacer. No es la manera adecuada, hay que hacerlo de otro modo", reflexionó el capitán de la Real Sociedad.

En sala de prensa, Alguacil insistió en el argumento: "Si es así, porque yo no lo he escuchado, condenarlo, porque no nos gusta que se escuchen esas cosas en ningún campo, pero nuestros aficionados y nuestros jugadores son de los más nobles de LaLiga. El comportamiento ha sido de chapeau, como suele ser siempre. Evidentemente condenar esos cánticos, si han existido, pero estoy orgulloso de mis jugadores y de los aficionados".

Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

El hambre de Endrick ha puesto el primer pie del Madrid hacia la final de la Copa del Rey, que se celebrará en La Cartuja el 26 de abril. El tanto del brasileño empujo a los blancos en rotación ante una Real Sociedad intensa, que asedió por momentos a Lunin y deberá buscar la heroica el 1 de abril en Chamartín. [Narración y estadísticas (0-1)]

Después de varios partidos en el fondo del armario, Ancelotti le puso el traje de titular a Güler y Endrick, olvidados durante las últimas semanas por la importancia del playoff de Champions contra el City y el buen estado de forma del ataque. Y el Madrid, que tiene la Copa en la tercera posición de prioridades de la temporada, respiró con ellos. Especialmente gracias al brasileño, con ganas de comerse el mundo.

La Real Sociedad arrancó pasional, empujada por las bengalas de la previa, que tiñeron de rojo el antiguo Anoeta. El cuadro de Imanol, irregular durante el curso, buscó al Madrid desde el minuto 1, planteó una presión alta para buscar el error inicial y casi lo consigue en el minuto tres. Kubo se plantó ante Lunin tras un error de Camavinga y una pared con Oyarzabal, pero el ucraniano despejó a córner.

Los gritos contra Asencio

El paso de los minutos despertó a los blancos y asentó su plan. Camavinga y Ceballos en el doble pivote, Bellingham liberado, Arda en derecha y Vinicius en izquierda. El Madrid no quiso balones largos, como en otras ocasiones, sino que llamó a la Real a presionarle para salir del agobio en varios toques buscando el espacio libre en el centro del campo. Así llegó el 0-1.

Endrick bajó a recibir y cedió para Vinicius antes de dibujar un desmarque directo a portería. Potente, vertical. El balón se detuvo en los pies de Bellingham, que esperó la carrera del delantero para ponerle un milimétrico balón a la espalda de los centrales. Endrick controló, aprovechó las dudas de Remiro en la salida y definió con el exterior de forma sensacional.

Su hambre de minutos, de goles y de gloria ponía al Madrid camino de la final de La Cartuja, pero la Real, y menos en San Sebastián, no se iba a rendir. Los txuri-urdin enfocaron sus opciones en el lado derecho de la defensa madridista, con Asencio en lugar de Lucas, sufriendo el canterano ante Barrenetxea, que le superó en varias ocasiones para amenazar a Lunin y le sacó una amarilla que provocó el cambio de Asencio en el descanso. Justo después de que la grada le cantara «Asencio, muérete» y obligara a Sánchez Martínez a parar el duelo y aplicar el protocolo contra el racismo, la intolerancia y la xenofobia.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.EFE

Antes, Lunin había sacado varios disparos de Brais, Barrenetxea y Oyarzabal y Remiro había evitado el 0-2 de Vinicius tras un contragolpe de Bellingham antes de que el partido entrara en el terreno de las interrupciones y la tensión.

Tras el descanso, Ancelotti retiró a Asencio, lastrado por la amarilla, y dio entrada a Lucas. No cambió demasiado el Madrid, pero el partido creció en tensión y ocasiones. Se rompió. La Real dio un paso adelante en ataque y cambió de banda, insistiendo ahora en el lado de Fran García, con Kubo y Brais buscándole una y otra vez. Ahí tuvo sus mejores opciones, pero Lunin se hizo gigante.

En el 49, el ucraniano salvó un remate a bocajarro de Oyarzabal y se estiró en el rechace para evitar el gol de Kubo. En el otro lado del campo, Endrick envió un misil al larguero cuando en el banquillo del Madrid ya cantaba el gol.

Vinicius, sin acierto

El brasileño volvió a ganar espacio con un desmarque que sorprendió a la defensa de la Real y Vinicius le encontró en largo, pero el palo desvió el disparo. Fue la gran carta de presentación del joven atacante, un gol y un travesaño, para convencer a un Ancelotti al que le ha costado darle minutos.

El Madrid tuvo 10 minutos de espacios a la contra en los que Vinicius pudo sentenciar, pero no estuvo asentado el día en el que estrenaba brazalete de capitán. Tampoco Lucas, que envió el balón alto tras un zigzagueo en el área.

El perdón de los blancos pellizcó a la Real a partir del minuto 60. Los de Imanol se volcaron contra Lunin, pero les faltó punch, como a Oyarzabal, que tardó en definir tras un error de Fran García y permitió la llegada de Tchouaméni, sacando una nota alta como central. Bellingham perdonó en el otro área y Ceballos, clave este año, se rompió, dejando la gran mala noticia del Madrid en la ida de San Sebastián.

Zubimendi, el cerebro del ajedrez y del balón por el que suspira media Europa: el "no" al Liverpool, su "ídolo" Xabi, el interés del Madrid...

Zubimendi, el cerebro del ajedrez y del balón por el que suspira media Europa: el “no” al Liverpool, su “ídolo” Xabi, el interés del Madrid…

La vida en Gros gira alrededor del agua y la arena de la playa de Zurriola, pegada a la colina del Monte Ulía. En el mar se acumulan los surfistas, un espectáculo constante para todo aquel que pasee por la avenida principal. Y por ahí, sin grandes focos ni ropa de cientos de euros, aparece todas las semanas Martín Zubimendi (San Sebastián, 1999), el mejor mediocentro español de la actualidad y uno de los mejores del mundo. Hoy volverá a ser el cerebro de la Real Sociedad mientras medio planeta, incluido el Real Madrid y la Premier League, observa sus pasos.

A sus 26 años recién cumplidos, Zubimendi se acerca a un momento crucial en su carrera deportiva. El verano pasado, después de ganar la Eurocopa con España, dijo «no» al Liverpool para quedarse un año más en el Reale Arena porque la pérdida de Mikel Merino y Robin Le Normand ya era suficiente castigo para los txuri-urdin y decidió aguantar.

Ahora, entrando de lleno en los mejores años de su vida profesional, con 60 millones en su cláusula de rescisión y un contrato hasta 2027, la reflexión gobierna su cabeza, aunque él, «un tipo tranquilo dentro y fuera del campo», cuentan, mantiene los pies en el suelo y sigue acercándose más al mar que a los focos. Subir un escalón en la elite del fútbol mundial parece obligado para un centrocampista que lleva apareciendo demasiados meses en la lista de mejores cerebros del continente y en la libreta de deseos de los directivos más importantes.

Mediocentro, especie en extinción

Guardiola, Slot, Ancelotti, Flick... La lista de 'necesitados' de un jugador como Zubimendi crece cada día, y casi nadie se atrevería a decir «no» a su fichaje. El City tiene a Rodri, pero su grave lesión de rodilla ha condicionado la temporada del conjunto de Manchester y Pep no ha encontrado alternativa en su vestuario. En Anfield, el Liverpool sigue pendiente de Zubimendi, con el que ya contactó el pasado verano. Y en España se rumoreó con el interés del Barcelona, pero sólo la salida de Frenkie de Jong podría acelerar el caso.

El tema del Madrid es diferente. Si una cosa ha aprendido Carlo Ancelotti en estos primeros meses de temporada es que la plantilla actual no puede jugar a lo mismo que la de la temporada pasada por una sencilla razón: Toni Kroos.

La retirada del alemán ha dejado al conjunto blanco huérfano de un eje sobre el que girar. En el tramo inicial de curso, el técnico intentó compensar la pérdida de talento en la creación con el extraordinario caudal ofensivo de sus estrellas y el físico de sus centrocampistas, pero en algunos partidos naufragó.

La necesidad del Madrid

Entonces encontró a Ceballos. Alguien a quien no le quema la pelota ni le tiembla el pulso cuando tiene el balón. Uno que no sólo rompe líneas como Camavinga o Valverde, sino que tiene la pausa para organizar al resto. El vacío del Madrid y la virtud de Ceballos le han hecho imprescindible, pero también han reflejado que la galaxia de estrellas siempre necesitará un creador. Sin Kroos, y con Modric apagando su llama, el mercado es la única solución para los blancos y Zubimendi, descartado Rodri por imposible, una de las mejores opciones.

Promedia 52 pases por partido y casi un 90% de acierto, números que mejoran pocos centrocampistas: Kimmich, Vitinha, Ceballos o Pedri.

En este 'fútbol moderno' obsesionado con centrocampistas potentes, los grandes clubes de Europa han terminado abrazando la necesidad de un cerebro, un timón. Así lo demuestran también los resultados, con la Eurocopa de España y la Champions del Madrid como mejores ejemplos. El conjunto blanco traza su futuro en la rotación que forman Tchouaméni, Camavinga y Valverde, con Bellingham conectando con Vini, Mbappé y Rodrygo, pero a la espera de la evolución de Eduardo, que todavía tiene 22 años, y de las posiciones futuras de Fede y Aurelién, aspiran a completar su núcleo con otro nombre.

Zubimendi, en octubre de 2022, tras firmar su última renovación.

Zubimendi, en octubre de 2022, tras firmar su última renovación.REAL SOCIEDAD

Zubimendi, que comparte agente con Xabi Alonso, suena ideal. El '4' de la Real heredó el dorsal de Illarramendi, «su referente» y de Alonso, «su ídolo», con el que además comparte agente. Si el futuro del actual entrenador del Bayer Leverkusen parece ligado al Bernabéu, se desliza como lógico que uno de sus cerebros en el césped pueda ser ese futbolista al que empujó desde el filial al primer equipo donostiarra.

Campeón de ajedrez de Guipúzcoa a los 11 años, su actuación en la segunda parte de la final de la Eurocopa contra Inglaterra, sustituyendo al lesionado Rodri, elevó su nombre en los despachos continentales. De vez en cuando al tablero, que en su momento le aportó «concentración y equilibrio de ideas», explican fuentes cercanas al futbolista. Y en su día a día importan más los paseos con su perro y los partidos de fútbol playa o pádel en verano que las redes sociales, algo que no usa demasiado. Este mes de julio le tocará una de las decisiones más importantes de su vida.

Los 37 días que marcan el Everest para los grandes del fútbol español: la Liga más igualada en 30 años y desgaste en Copa y Champions

Los 37 días que marcan el Everest para los grandes del fútbol español: la Liga más igualada en 30 años y desgaste en Copa y Champions

A principios de marzo de 1993, en la jornada 25 de aquella Liga, Barcelona, Real Madrid y Deportivo de La Coruña estaban separados por tan sólo un punto. Azulgranas y blancos empataban a 38, mientras que los gallegos, terceros, acariciaban la sombra de los grandes con 37. Recordarán ese título, que fue la segunda Liga perdida por el Madrid en Tenerife. Pues bien. Ahora resulta que tres décadas después, el fútbol español está por primera vez en la misma situación. Jornada 25 y tres clubes en un punto: Barça y Madrid con 54 y Atlético con 53 justo antes de un mes de marzo que promete ser decisivo.

Flick, Ancelotti y Simeone se juegan la temporada en los próximos 37 días, algo menos de seis semanas, de la ida a la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. En el medio, cuatro jornadas de Liga, la eliminatoria de octavos de final de Liga de Campeones y un parón de selecciones que todos necesitan en este exigente calendario futbolístico.

Curiosamente, en las trincheras de esas seis semanas habrá enfrentamientos directos clave para el día a día de los tres clubes: Atlético - Barça en Copa y en Liga y Real Madrid-Atlético en el torneo continental. Desgaste mental y físico.

Desde los partidos de ida en Copa, que se disputan esta noche y mañana, a la vuelta, planeada para el 1 y 2 de abril, cada equipo disputará ocho partidos, pero seis de ellos serán antes del parón internacional. Seis duelos en apenas 20 días para tres plantillas llenas de futbolistas que estuvieron con sus selecciones el verano pasado y arrastran una carga física notable.

El calendario de los tres

El Atlético, por ejemplo, vivirá una tensión competitiva extrema. El Madrid parece superior a la Real y el Barcelona tiene una eliminatoria de Champions más asequible ante el Benfica, pero los de Simeone bailarán con los cocos en ambas competiciones. Su calendario da miedo: Barça en Copa, Athletic en Liga, Madrid en Champions, Getafe en Liga, Madrid en Champions y Barça en Liga antes del parón, con el Espanyol como paso previo a la vuelta de Copa ante los azulgrana, el día 2 de abril.

«Tenemos ilusión y ganas de competir. Debemos centrarnos en el partido contra el Barcelona y luego ir partido a partido», declaró ayer diego Simeone, fiel a su famoso argumentario de no pensar más allá.

En el caso de los culés, después de recibir al Atlético esperarán en Montjuic a la Real para seguir manteniendo el liderato de la Liga. Después volarán a Lisboa para la ida continental ante el Benfica, recibirán a Osasuna y a los portugueses, visitarán el Metropolitano, recibirán al Girona en Liga y terminarán la saga de partidos con la vuelta de Copa contra los de Simeone.

«He escuchado que el Benfica tiene una semana de descanso antes de jugar contra nosotros. No estamos felices, pero no está en nuestras manos», criticó Flick, cuyo Barça jugará el domingo en Montjuic y el miércoles en Da Luz. «A veces es difícil hablar con la Federación y LaLiga, lo vi en Alemania. Lo intentaremos gestionar bien», insistió.

El tercer implicado en este Everest futbolístico es el Real Madrid. Los blancos viajan mañana a San Sebastián para la ida copera y el sábado visitarán el Benito Villamarín antes de recibir al Atlético en la ida de Champions. Después, Rayo en Liga, vuelta de los octavos ante los rojiblancos, visita al Villarreal y encuentro contra el Leganés antes de la vuelta de Copa contra la Real.

Seis partidos en 20 días y ocho en cinco semanas que en el caso del Madrid se acumulan en un calendario inabarcable. A los compromisos ligueros y de Copa, similares a los de sus dos rivales por el título, los blancos suman la Supercopa de España (como el Barça) y los dos encuentros del playoff de la Champions League contra el Manchester City, algo que se ahorraron azulgranas y rojiblancos. Desde el inicio de 2025, el Real Madrid ha disputado siempre un partido a mitad de semana. 16 duelos en ocho semanas, que serán 22 en 11 antes del próximo parón. Sin tiempo para nada.

"No hay preparación"

«Tenemos demasiados partidos y nos jugamos mucho en cada uno de ellos. Cuando juegas cada tres días no hay preparación. Hay recuperación, vídeo y partido, así durante 40 días. Nuestro trabajo es tener listos, preparados y motivados a todos, también a los que no juegan porque son indispensables», reflexionó Ancelotti hace unos días.

Por esa explotación constante del calendario se entiende también la irregularidad que han tenido los tres equipos en el campeonato doméstico. Esta jornada han ganado los tres a la vez, algo que no sucedía desde la 12ª y que sólo se ha repetido en siete ocasiones este curso. El Madrid no ganaba desde hace un mes en Liga, el Barça sufrió una mala racha en invierno y los rojiblancos tuvieron un bache en septiembre y octubre. En seis semanas, veremos.

Modric y el "ejemplo" de Maldini: "No es casualidad que haya llegado a los 40 años jugando"

Modric y el “ejemplo” de Maldini: “No es casualidad que haya llegado a los 40 años jugando”

Paolo Maldini tenía 38 años cuando levantó la Liga de Campeones de 2007 con el Milan. Fue en Atenas, ante el Liverpool, en un equipo que lideraba desde el banquillo Carlo Ancelotti. El defensa, uno de los mejores de la historia, terminó retirándose en San Siro a los 41 años, disputando 30 encuentros en su última temporada. Carletto observa ahora otro caso similar, otro casi-cuarentón, Luka Modric, de 39 primaveras que serán 40 en septiembre de este año. El croata es el futbolista con más títulos en la historia del Madrid, entre ellos seis Champions, la última en Wembley, el pasado mes de junio, precisamente con los mismos 38 años que tenía Maldini cuando ganó su quinta orejona con los rossoneri. Y en Maldini y Modric, goleador ayer en el importante Real Madrid - Girona, encuentra Ancelotti una comparación evidente.

"Tuve otro jugador de 40 años, que era Maldini. Los dos se pueden comparar en lo que tiene que ser un futbolista. Son ejemplos fantásticos. No es casualidad que hayan llegado a los 40 años jugando. La genética importa, pero también el compromiso, la actitud...", reflexionó el técnico en la sala de prensa del Bernabéu.

Modric, titular ante el Girona, decantó la victoria del conjunto blanco con una volea sensacional desde fuera del área, controlando el balón con el pecho a la salida de un córner y conectando un disparo que se coló por la escuadra izquierda de Gazzaniga.

Como termina contrato esta temporada, la pregunta era obvia para Ancelotti. "¿Cree que renovará?". "Modric es un regalo para el fútbol y debe seguir hasta que él quiera. Lo que hace lo hace muy bien. Hemos tenido la suerte de tener a una leyenda con nosotros y el fútbol tiene un regalo por su seriedad, calidad y profesionalidad", elogio el técnico transalpino.

Cuarto gol de la temporada

Es el segundo gol de Modric este mes después del que anotó ante el Leganés en los cuartos de final de la Copa del Rey, el pasado día 5, y el cuarto de la temporada tras ver puerta ante la Deportiva Minera (en Copa) y contra el Valencia en Mestalla.

Cuatro goles que mejoran los dos del curso pasado y se acercan a los seis de la 22-23, demostrando que el croata todavía puede aguantar el ritmo intenso del calendario y que tiene nivel para mantenerse en la rotación del Madrid.

"Ya heutilizado todas las palabras posibles para Modric. No tengo nada nuevo para él. Es, simplemente, espectacular siempre", declaró Ancelotti.

Nadie en la historia del Madrid ha disputado un partido con 40 años o más, estadística que Modric parece dispuesto a romper. De hecho, el croata es el futbolista más veterano en vestir la camiseta blanca, después de superar el año pasado a Puskas (39 años y 36 días).

El gol de Modric confirmó las sensaciones del Madrid, superior al Girona durante todo el duelo aunque incapaz de convertir sus numerosas ocasiones en goles. A pesar de todo, el cuadro del Bernabéu terminó sentenciando en el tramo final gracias al tanto de Vinicius, celebrado con rabia por el propio Ancelotti.

"Suele pasar que cuando controlas bien un partido y no marcas más que el 1-0, puede pasar que te empaten. Han tenido la ocasión de empatar en una contra, tras un córner, y el segundo gol acabó con el partido. Se podía hacer antes, pero el equipo ha jugado bien. No era fácil repetir el compromiso del partido del miércoles, pero con este calendario me ha gustado la actitud, aunque no se esté al nivel del partido contra el City", explicó el entrenador, que destacó la "mejor versión" de Vinicius.

Modric y Vinicius dominan al Girona y mantienen al Madrid en la senda del Barça

Modric y Vinicius dominan al Girona y mantienen al Madrid en la senda del Barça

Una volea de Luka Modric y una carrera de Vinicius Júnior. La técnica y la potencia. Esas dos cosas le dieron la victoria al Real Madrid, muy superior al Girona, para mantener el paso en la pelea por la Liga. El 2-0 de los blancos, con goles del croata y el brasileño, les iguala a puntos con el Barça y les hace superar por uno al Atlético.

Después del desgaste contra el Manchester City y consciente de que este miércoles se juega media Copa del Rey en la ida de las semifinales contra la Real Sociedad en San Sebastián, Carlo Ancelotti rotó a gran parte de su equipo titular. Sin Bellingham, sancionado dos partidos por su famoso "fuck off" en Pamplona, el técnico italiano introdujo hasta cuatro cambios: Lucas por Valverde, Alaba por Rüdiger, Modric por Ceballos y Brahim por el inglés.

El entrenador mantuvo a su tridente ofensivo, que transita por el mejor momento de su temporada, aunque varió un poco sus posiciones. Rodrygo se asentó en la banda izquierda tanto en defensa como en ataque, moviéndose con libertad por la mediapunta al 'estilo' Bellingham. Y Brahim, zurdo, acaparó la derecha junto a Lucas. Un plan que el cuerpo técnico piensa en ejecutar también en la ida de Champions contra el Atlético, donde tampoco podrá contar con Bellingham.

Con Vinicius y Mbappé clavados en la punta del ataque, el Madrid construyó un equipo de balonmano ante el muro del Girona. Lo tenía claro Míchel: encerrarse atrás, formar un embudo y salir a la contra. Entregó el balón por completo a los blancos y esperó su momento. No había otra idea.

Los de Ancelotti fluyeron cuando Modric y Tchouaméni encontraron a Rodrygo entre líneas y se desesperaron por momentos ante la acumulación de defensas en el centro de la zaga rival. Mbappé terminó cayendo al lado izquierdo, también Vinicius... Pero había demasiado toque en corto y poca claridad en los últimos metros para salir del laberinto defensivo del Girona. Le costó al Madrid, siendo el contragolpe el que dejó las mejores opciones para los blancos.

Gazzaniga estuvo acertado ante Mbappé en el inicio, Vinicius decidió mal en otra contra y Krejci llegó antes que el francés en otra arrancada del brasileño al espacio. En la otra portería, Courtois sacó dos buenas manos ante Arnau y Van de Beek y Tsygankov envió un disparo alto en tres descuidos de la defensa madridista, sufriendo siempre en el lado de Lucas.

En el 41, y cuando el Bernabéu ya pensaba en el descanso, un rechace de un córner aterrizó en Luka Modric, que controló el balón con el pecho y se inventó una volea que se coló por la escuadra de Gazzaniga para enloquecer al estadio. El croata cumplirá 40 años el próximo mes de septiembre, pero sigue empeñado en que la edad es solo un número.

El momento Vinicius

Tras el descanso, Ancelotti cambió los roles de su ataque. Rodrygo se pegó a la banda derecha y Vinicius a la izquierda, dejando el enganche para Brahim. El italiano buscó la velocidad y la superioridad de Vini sobre Arnau y la encontró una y otra vez. El brasileño pisó el área en multitud de ocasiones, pero no estuvo acertado en el pase o remate final hasta los últimos minutos. Envió un balón al larguero desde la frontal, la defensa despejó sus pases atrás y en el 74 mandó la pelota alta desde el punto de penalti tras una gran carrera en diagonal.

El Madrid siguió dominando y perdonando, dando aire a un Girona que todavía se veía en el partido. Ancelotti introdujo a Ceballos y a Camavinga para asentar su centro del campo y Vinicius terminó encontrando premio en el 83. El brasileño inició una contra con Mbappé y buscó el desmarque para el pase del francés, que esperó el momento exacto y le puso la pelota dentro del área para que Vini la empujara ante Gazzaniga.

Sentenció ahí el Madrid y Ancelotti respiró, porque no tuvo que utilizar a un tocado Valverde, que ya se preparaba para entrar al campo con el 1-0. Tres puntos que mantienen a los blancos en la pelea con el Barça y el Atlético. 54 tienen azulgranas y madridistas por los 53 de los rojiblancos.

Un derbi de Champions con cuentas pendientes: de la tensión arbitral a la herida abierta de Simeone

Un derbi de Champions con cuentas pendientes: de la tensión arbitral a la herida abierta de Simeone

«Partidazo, partidazo... Estamos preparados. Estamos preparados». El Cholo Simeone tuvo pocas palabras, dobles, pero fueron contundentes, para describir el sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones. El azar continental ha definido un durísimo derbi madrileño entre Real Madrid y Atlético, la quinta vez que se enfrentarán en la competición, y ha querido que por su lado del cuadro viajen también Arsenal, PSG y Liverpool. Un camino infernal hacia la final del próximo 31 de mayo en Múnich.

La noticia cayó con peso en ambos clubes, donde no había muchas ganas de derbi, enfrentados en las últimas semanas por la polémica arbitral. El Madrid se ha mantenido firme en su cruzada contra el Comité Técnico de Árbitros, con esa carta a la Federación como último punto de inflexión, y el Atlético ha utilizado sus redes sociales para mostrar su rechazo a su gran rival, asegurando que el conjunto blanco lo que hacía era «presionar, amedrentar, intimidad o coaccionar» a los colegiados a través de su televisión oficial.

El derbi liguero de hace dos semanas, con el penalti deTchouaméni a Lino y el definitivo empate en el marcador, sólo aceleró críticas y acontecimientos. La investigación por parte de la Federación a las empresas de Munuera Montero tuvo de nuevo al Atlético activo en redes sociales, tildando de «bulos» las noticias sobre los negocios del árbitro.

Mientras, el fútbol. Madrid y Atlético se enfrentarán el martes 4 de marzo en el Bernabéu, lo que obliga a LaLiga a adelantar al sábado el Betis-Madrid, planeado para el domingo día 2. Así, ambos (el Atlético recibe en casa al Athletic) tendrán los mismos días de descanso.

El miércoles 12 del mismo mes, la vuelta en el Metropolitano, en lo que será el tercer enfrentamiento del curso tras los dos de Liga, el sexto en la historia de la Copa de Europa y el quinto en el torneo desde que Simeone es entrenador rojiblanco. La primera había sido en las semis de la 58-59, que llegaron al partido de desempate donde ganó el Madrid 2-1 con goles de Di Stéfano y Puskas.

Simeone, 0-5

Simeone intentará cerrar una herida abierta. Nunca ha sido capaz de salir triunfador de sus enfrentamientos contra el Madrid en Champions. Perdió las finales de Lisboa y Milán, una en la prórroga y la otra en los penaltis, y cayó derrotado en los cuartos de final de la 2014-2015, con aquel gol de Chicharito, y en las semifinales de la 2016-2017, último partido continental en el Calderón. En dos de esas ocasiones, 13-14 y 14-15, tenía a Ancelotti en el banquillo rival.

El técnico italiano tiene sentimientos encontrados ante el Atlético. Sonríe en Champions y sufre en Liga. Pero viendo que el derbi cae ahora en territorio continental, debe arquear la ceja con cierta felicidad. Ancelotti, que ha jugado 27 partidos ante el Atlético entre todos sus clubes, ha ganado 10 y ha perdido nueve, no ha conseguido vencer ni una vez con el Madrid a su vecino en los últimos cuatro enfrentamientos: tres empates seguidos en Liga y victoria del Atlético en la prórroga copera del año pasado.

Igualdad en los derbis

Desde su regreso al banquillo madridista en el verano de 2021, Ancelotti ha ganado cuatro derbis (dos de Liga y otros dos en la prórroga, en la Copa y en la Supercopa de España), ha empatado cuatro y ha perdido tres (dos en Liga y uno en la prórroga de la Copa). Un balance equilibrado extremadamente equilibrado que se decantará para un lado de la capital de España en marzo.

El que gane la eliminatoria se enfrentará al PSV o al Arsenal en cuartos de final, con la vuelta en Madrid, y podría medirse al Liverpool o al PSG en semifinales, ahí con la cita de vuelta lejos de España. Ingleses y franceses se cruzan en octavos, y en cuartos tendrían un duelo favorables ante Brujas y Aston Villa por un puesto en semis.

El Barça, agraciado

Un cuadro durísimo que dista del que el sorteo ha regalado al Barcelona. El equipo de Hansi Flick se medirá en octavos al Benfica, con la vuelta en Montjuic, y en caso de superar el cruce disputaría los cuartos contra el Dortmund o el Lille, con la vuelta en territorio alemán o francés. Más adelante le esperaría uno entre Bayern-Leverkusen y Feyenoord-Inter, últimos enfrentamientos de octavos. Si llega a semifinales, el Barça jugaría la vuelta lejos de Montjuic.

La ida de cuartos será el 8 y 9 de abril y la vuelta el 15 y 16. Las semis, el 29 y 30 de abril y el 6 y 7 de mayo, dejando la final para el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich.

Real Madrid - Atlético y Benfica - Barcelona en los octavos de final de la Champions League

Real Madrid – Atlético y Benfica – Barcelona en los octavos de final de la Champions League

La UEFA celebró este viernes el último sorteo de esta edición de la Liga de Campeones. Una temporada en la que se ha estrenado formato, con liguilla, playoff y cruces con sólo dos posibilidades para cada club en octavos de final. Tras el paso por las urnas, la suerte ha deparado un derbi madrileño en octavos de final entre Real Madrid y Atlético de Madrid, con la ida en el Bernabéu y la vuelta en el Metropolitano. El Barça, por su parte, se medirá al Benfica, con la vuelta disputándose en Montjuic.

Ha sido un sorteo tan simple como complejo. Se ha sorteado todo el camino hacia la final del próximo 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich, pero con el condicionante de que cada equipo que había llegado desde el playoff tenía sólo dos rivales posibles, elegidos por su posición en la liguilla.

En el caso del Real Madrid, esas dos opciones eran el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen, que también se podían enfrentar al Bayern de Múnich. Un 50% de probabilidades que finalmente se han decantado por dos derbis: uno español y otro alemán.

Real Madrid y Atlético viajan ahora por el lado izquierdo del cuadro y el ganador de la eliminatoria disputará los cuartos de final contra el vencedor del cruce entre el PSV y el Arsenal. La vuelta, eso sí, sería en el Bernabéu o en el Metropolitano.

Por su mismo lado del cuadro caminan el PSG y el Liverpool, que se medirán en octavos de final, y el Brujas y el Aston Villa, que completan ese cuadrante. Uno de esos cuatro equipos será semifinalista y se podría enfrentar a uno de los españoles en esa eliminatoria. Si llegan, Madrid o Atlético disputarían la vuelta de semifinales fuera de casa.

Por el otro lado del cuadro está el Barça, que ha tenido suerte en el sorteo. El cuadro de Hansi Flick se medirá en octavos al Benfica, con la vuelta en Montjuic, y en caso de superar el cruce disputaría los cuartos de final contra el Borussia Dortmund o el Lille, con la vuelta en territorio alemán o francés. Más adelante le esperaría uno entre Bayern-Leverkusen y Feyenoord-Inter, últimos enfrentamientos de octavos. Si llega a semifinales, el Barça jugaría la vuelta lejos de Montjuic.

Calendario

Los partidos de ida de los octavos de final se celebrarán el 4 y 5 de marzo, mientras que la vuelta será una semana más tarde, el 11 y 12. Los cuartos de final, por su parte, disputarán sus duelos de ida el 8 y 9 de abril y los de vuelta el 15 y 16 del mismo mes.

Las semifinales, plato fuerte, serán el 29 y 30 de abril y el 6 y 7 de mayo, dejando la final para el 31 de mayo.