Alcaraz sube el listón ante Lehecka y alcanza los cuartos en Queen’s

Alcaraz sube el listón ante Lehecka y alcanza los cuartos en Queen's

Segunda ronda

Actualizado

El ‘número dos’ de la ATP, olvidados los apuros de su debut, supera en 85 minutos al checo, incapaz de inquietarle (6-2, 6-3).

Alcaraz, en la línea de fondo, durante su partido ante Lehecka.AFP

Los plazos se agotan tan pronto para Carlos Alcaraz, todo orbita tan deprisa en torno a él, que su mera presencia en Queen’s ya concita pasiones entre la afición londinense. Y es que resulta desconcertante cómo el español, en el octavo partido sobre césped de toda su carrera, despacha con tanta soltura a Jiri Lehecka, 21 años, top-40 del ránking, en sólo 85 minutos (6-2, 6-3). Y lo mejor del asunto es que aún cuenta con margen de mejora para su próximo compromiso de cuartos, ante Grigor Dimitrov o Francisco Cerundolo.

De la peligrosidad de Lehecka daban cuenta dos victorias ante Top-10 como Andrey Rublev -en cuartos de Doha- y Felix Auger Aliassime -en octavos del Open de Australia-. Seguido de cerca por Tomas Berdych, que en febrero se sumó al equipo técnico liderado por Michal Navratil, el checo luce un juego tan pétreo como sus ademanes sobre la pista. Mandíbula prieta y golpes planos, sin concesión para el lirismo.

Sin embargo sería redundante subrayar que su impacto en el circuito nada tiene que ver con lo conseguido por Alcaraz, dos años menor, pero con dos más como profesional. Incluso en este cursillo acelerado en los secretos de la hierba, la supremacía del ‘número dos’ del mundo es notoria.

Desliz en la línea de fondo

Alcaraz sigue adaptando los automatismos de su juego la hierba, pero ya es capaz de completar un partido tan redondo como éste. Tomar ventaja con un break rápido, en el segundo juego, multiplicó su confianza. Con la contundencia de su drive y la explosividad de sus piernas, el primer set fue pan comido para Carlos. Lehecka sólo le amenazó con un doble deuce en el tercer juego.

De hecho, el único sobresalto de Alcaraz, por llamarlo de algún modo, fue un desliz sobre la línea de fondo, en busca de una de esas bolas que sólo él osa perseguir. Por fortuna, su rodilla izquierda, en un escorzo extraño, tomó tierra sin contratiempos. Con un golpe rozando la línea abrochaba Carlos su 6-2 en 40 minutos.

Pertrechado de un repertorio mucho más completo, donde intercala genialidades en la red con alguna bandeja más propia del pádel, Alcaraz impuso su ritmo atroz. Y sólo se vio comprometido en el quinto juego, con 3-1 favorable y 15-40. Entonces salvó el brete gracias un soberbio saque abierto y otra precipitación de Lehecka desde media pista. De ahí hasta el final, el único objetivo del checo fue alcanzar el vestuario con un digno 6-3.

kpd