Alcaraz hace suya la hierba, vence a Korda y jugará ante De Miñaur la final de Queen’s

Alcaraz hace suya la hierba, vence a Korda y jugará ante De Miñaur la final de Queen's

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Se impuso por 6-3 y 6-4. Buscará su decimoprimer título, quinto en 2023. Si gana, volverá al número 1

Alcaraz celebra un punto ante Korda.Alberto PezzaliAP

Sexta final del año. Decimocuarta de su carrera. Esta vez será en el ATP 500 de Queen’s, en su estreno en el torneo, donde Carlos Alcaraz buscará frente a Alex de Miñaur, que superó a Holger Rune por 6-3 y 7-6 (2), su decimoprimer título, que sería el quinto en 2023 tras ganar en Indian Wells, Madrid, Barcelona y Buenos Aires. Primera tentativa sobre hierba, un espacio bastante inexplorado para el hombre que, si se impone en el partido de este domingo, volverá al número 1 y llegará como tal a Wimbledon el próximo 3 de julio. Sebastian Korda también se rindió ante las habilidades del español, que se impuso por 6-3 y 6-4, en una hora y 21 minutos.

Alcaraz impone. También en hierba. Cómo no iba a hacerlo un jugador que ha logrado lo que ha logrado con tan sólo 20 años, aunque sea casi un neófito sobre esta superficie. Si Grigor Dimitrov hizo dos dobles faltas en su primer turno de saque en cuartos, Korda cometió tres, habiéndose cobrado previamente el servicio del español.

Korda, 22 años, podría ser uno de esos jugadores nominados para discutir de frente con Alcaraz. Contemporáneos, se enfrentaron por primera vez en la final de las Next Gen ATP Finals de 2021, con triunfo nítido del español, volvieron a hacerlo en el siguiente curso en Montecarlo, donde ganó el estadounidense, y semanas más tarde en Roland Garros, con victoria de Alcaraz. Korda, 32º, posee armas, pero su paso se ha ralentizado debido también a las lesiones. Reapareció en el Masters de Madrid tras lesionarse la muñeca derecha en el Abierto de Australia.

Deleite infantil

Da la impresión de que Alcaraz ha empezado a perderle el respeto a la hierba. En algunos momentos se mueve con la misma destreza que en cualquier otra superficie, haciendo que sea ésta la que se someta a las excelencias de su juego. Se lo pasa bien. No interioriza la experiencia como un trago que hay que asumir si uno quiere consagrarse como un gran tenista, sino que busca, prueba cosas, juega, entendido aquí el verbo como pleno deleite infantil.

Así lo hizo en un primer set donde Korda intentó mostrar los dientes. sobre todo al resto, cuando su oponente no acertaba con el primero. El norteamericano se presentó impoluto en las semifinales, sin hacer cedido un solo parcial, hasta que se topó con Alcaraz, quien, tras las dificultades de su debut frente a Arthur Rinderknech, ha adquirido velocidad de crucero.

La temprana rotura en el segundo set disparó al tenista de El Palmar, convencido de haber minado la confianza de su adversario, que incrementó su ya exagerada cifra de errores no forzados. Alcaraz administró bien su cosecha y si vence a Miñaur, a quien derrotó el pasado año en las semifinales del Conde de Godó tras neutralizar dos pelotas de partido, recuperará el número 1 en perjuicio de Novak Djokovic, que le derrotó en semifinales de Roland Garros.

“Me siento mejor en cada partido, como si llevara diez años jugando en hierba”, comentó a pie de pista tras la conclusión de la semifinal. “Llegar a Wimbledon como número 1 del mundo sería un sueño, es una motivación extra”.

kpd