El portugués celebró su tanto sin dejarse nada en el tintero pese a que juega en el Barça en calidad de cedido por el Atlético
Joao Félix sigue acumulando méritos para dejar definitivamente el Atlético el verano que viene. Tanto dejando destellos de calidad en las filas del Barça como cosechando múltiples piques con los jugadores rojiblancos. Tras descolgarse esta misma semana con unas declaraciones sobre el estilo que a los que fueron sus compañeros de vestuario el año pasado no debieron sentarles demasiado bien, visto lo visto, celebró el 1-0 sin dejarse absolutamente nada dentro.
Con un gesto habitual en el madridista Bellingham y antes firmado por el propio Leo Messi en su etapa como azulgrana, se subió a una de las vallas situadas al lado de la portería de Oblak, situada en los primeros 45 minutos en la zona más cercana a los seguidores colchoneros y dio rienda suelta a su alegría.
El presidente del Atlético, Enrique Cerezo, muchas horas antes del partido, ya se mostró tremendamente comprensivo con la posibilidad de que el luso decidiera celebrar un hipotético gol, por mucho que deba volver en principio a al entidad el verano que viene. «Todos los jugadores que marcan un gol con el equipo que sea lo quieren celebrar y lo celebrarán. A mí me parece fenomenalmente bien que lo celebren. ¿Hay algún problema? ¿No lo debe celebrar? ¿Vas a quitarle la alegría de una persona que tiene un triunfo? Yo creo que no», aseveró el máximo dirigente robjiblanco antes de la comida con los representantes de una junta azulgrana que, seguro, estará más que encantada de hacerse con los derechos del futbolista para que se quedé definitivamente en el club, por mucho que unos y otros jueguen ahora al gato y al ratón.
«Si el Barcelona no lo quiere el año que viene, pues volverá a ser jugador del Atlético. Así de sencillo. Yo tendré que decir que es el mejor de Europa porque lo es», agregó.
Varias tanganas
Los jugadores del Atlético, mientras, se mostraron muchísimo menos comprensivos con el portugués. A lo largo de los primeros 45 minutos, Joao Félix tuvo varios encontronazos con los que fueron sus compañeros hasta el mismísimo arranque de la presente campaña, con Simeone dejándolo en el banquillo en el mejor de los casos y mandándolo a la grada en el duelo frente al Betis. Incluso, se quejó de un pisotón de Hermoso dentro del área rojiblanca que, a pesar de que provocó que Sánchez Martínez parara momentáneamente el juego para interesarse por su estado, no fue considerado como acción punible ni por el colegiado ni por el VAR.
No mejoraron las cosas en absoluto tras el descanso, con una fuerte entrada de Azpilicueta que provocó que, por un momento, la sangre se les helara en las venas a los barcelonistas. Por un momento, parecía que la rodilla iba a jugarle una mala pasada. Todo, no obstante, se quedó solo en un susto.
Con el tanto ante el Atlético, además, Joao Félix rompió una sequía en la Liga que se prolongaba desde el pasado 16 de septiembre. Entonces, en su primer partido como titular bajo las órdenes de Xavi, el portugués se encargó de abrir el camino hacia una más que contundente goleada frente al Betis (5-0). Tres días después, ante el Amberes, en la Champions, prolongó su buena estrella con dos tantos. Desde entonces, el gol insistió una y otra vez en darle la espalda.
Hasta que el martes pasado, también en la máxima competición europea y en casa, pero frente al Oporto, se encargó de sentenciar un triunfo que metió a los azulgrana en los octavos de final y que a la práctica, les dejó en bandeja el liderato del grupo. Ahora, habrá que ver cuánto dura su buena su estrella.