Lateral derecho suplente y Dios de los penaltis: la increíble hazaña de Montiel, héroe de Argentina y del Sevilla

Lateral derecho suplente y Dios de los penaltis: la increíble hazaña de Montiel, héroe de Argentina y del Sevilla

Europa League

Actualizado

El argentino ya marcó el lanzamiento que dio la Copa del Mundo a la albiceleste y no ha fallado uno desde 2019. Bono, el portero suplente en Liga, volvió a mostrar el acierto que exhibió ante España en Qatar

Penaltis de Montiel en Budapest y Qatar.EL MUNDO

Cuando Anthony Taylor señaló el final de los 147 minutos, en el banquillo del Sevilla los planes estaban claros. Mendilibar sabía quien iba a lanzar los penaltis y por eso se obsesionaba con pedirle a Rakitic que, como capitán ya sin Navas en el campo, pidiera lanzar primero si ganaba el sorteo. Sabía el vasco que esa ley no escrita del fútbol le da ventaja. También tenía claro quien tenía que lanzar el último. No lo metió en el 94 sustituyendo a Navas para eso, pero con Gonzalo Montiel en el campo no había dudas. La razón es sencilla no le pesa la presión. Y eso era algo que anoche benefició mucho al Sevilla.

El argentino lleva diez penaltis marcados desde que lanzó para River Plate el cuarto de la tanda de octavos de final de la Copa Libertadores para eliminar al Cruzeiro. Era el 30 de julio de 2019. Después llegaron siete más, a una medida de dos por temporada hasta diciembre de 2022. Entonces se estrenó con la albiceleste. Primero ante Países Bajos para cerrar el paso a la semifinal. El Dibu Martínez atajó dos veces y el lateral derecho, que había salido en la segunda parte de la prórroga, echó el cerrojo a la clasificación. Después ,en la final contra Francia, con todo un país detrás, le tocó plantarse ante Lloris. Si marcaba, Argentina volvía a ser campeona del mundo. Lo engañó sin inmutarse con un derechazo cruzado. Todo el sevillismo pensó entonces por qué nunca se había aprovechado el Sevilla de esa habilidad.

El tercio sevillista del Puskas Arena visualizó esa imagen cuando, otra vez en el cuarto penalti, tras dos atajadas de Bono, Montiel se encaminaba al punto de penalti. No le tocaba a él sino a Suso en el orden fijado por Mendilibar, pero los fallos de la Roma lo podían convertir en el último y el argentino se lo pidió. Quería tener la posibilidad de hacer a su equipo campeón. De hecho, no tuvo una sino dos.”Me tocó definirlo a mí. Erré, pero el portero se había adelantado y pude repertirlo y pateé tranquilo”, describió en la zona mixta donde no dejaba de lucir una bandera con el escudo de su barrio, los nombres de tres amigos fallecidos y una foto suya y de la Copa del Mundo. “Ellos ya no están pero siempre van conmigo”, explicó.

De suplente a héroe

Montiel se abraza a Bono tras ganar la Europa League.ANNA SZILAGYIEFE

Tuvo el sevillista palabras de cariño para su amigo Dybala y de elogio para Bono, el protagonista de la séptima Europa League del Sevilla. Bono no se podía bajo palos en una tanda de penaltis desde el 6 de diciembre. En Qatar, con la camiseta de Marruecos atajó los lanzamientos de Soler y Busquets para meter a su selección en las semifinales. Desde entonces, el meta del Sevilla ha tenido altibajos que llevaron a Mendilibar apostar por Dmitrovic en Liga y darle a él la Europa League que se atojaba podía ser corta.

Ayer en el Puskas Arena no solo fue titular, como ante el United o la Juve, sino que se agigantó para darle el título al Sevilla. Si hubo un héroe fue el portero que paró los penaltis. No uno, como dijo Mendilibar en sala de prensa y él le corrigió con sorna: “Si no lo toco va dentro, mirad la imagen”. Él confiaba en sus compañeros iban a marcar, así que a él le tocaba buscar el fallo de la Roma. “No podíamos pasar al lado de esta copa después de llegar hasta aquí”, advertía mientras miraba un trofeo de jugador del partido que casi se olvida en la sala de prensa. El deseado lo tenían en el vestuario.

La Europa League desató una tormenta de emociones que llevó a Navas a no poder contener las lágrimas confesando que había pasado semanas sin poder salir de casa, a Acuña a brincar por todas las entrañas del estadio y a Joan Jordán a no saber cómo explicar la resurrección. “Ha sido un año dificilísimo, he visto a todos mis compañeros llorar y hubo momentos en que nadie creía en nosotros. Pero Europa sí respetaba al Sevilla y ahí está el resultado”, destacaba.

La pregunta ahora que todos se hacen es qué pasará con Mendilibar. “No ha llorado porque Mendi no llora”, bromeaba Jordán. “Me mosquearé si no sigue”, advertía Navas. Ni Pepe Castro, que se puso en la foto del título antes que el propio cuerpo técnico, ni Monchi aclararon nada. En ese suspense vive el vasco, despreocupado, y sus ayudantes, que desmontaron el vestuario para llevarse los paneles con los que la UEFA viste el escenario de las finales. Por si acaso era la primera y la última.

kpd