No hay nada que hacer contra la inspiración de Hezonja: ochos tiples para descoser a la Virtus de Scariolo

No hay nada que hacer contra la inspiración de Hezonja: ochos tiples para descoser a la Virtus de Scariolo

Virtus Bolonia 79 Real Madrid 96

Actualizado

El croata, en una racha increíble en la que llegó a anotar cinco seguidos, acaba con la resistencia de los italianos, con un gran Belinelli. Yabusele acertó desde el tiro libre propio

Este Real Madrid de Chus Mateo de sube y bajas, en búsqueda de la reafirmación necesaria para encarar el sprint final de la temporada al que se entra en dos curvas, dejó en Bolonia una muestra de solidez y también de fuegos artificiales. Ante el mismo equipo de Scariolo que hace unos meses asaltara el WiZink, los blancos no dejaron lugar a dudas. Un inicio demoledor y una segunda parte con un nombre propio: no hay nada que hacer contra la genialidad de Mario Hezonja. [79-96: Narración y estadísticas]

Una victoria para soñar con el liderato y prácticamente asegurar el factor cancha a favor en playoffs y que será recordada por lo extraordinario: Yabusele, desde el tiro libre propio, cerró la primera mitad con un triple para el recuerdo.

Ya el francés avisó. ‘Esta es mi noche’. Tantas veces últimamente en el ojo del huracán, tan estruendoso ofensivamente como despistado en la zaga, Yabusele amaneció con ocho puntos casi de carrerilla. En ese arranque, el Madrid era un ciclón, para desesperación del seleccionador. Cuando entró el Chacho para bailar un poco más, llegó a disparar su ventaja a 17 (9-26).

La misma que iba a conservar al descanso, aunque entre medias los blancos sufrieran una de sus mini desconexiones, con el eterno Belinelli dejando una de sus últimas lecciones, 15 maravillosos puntos en un abrir y cerrar de ojos (acabó con 26, seis triples). Se llegó a arrimar la Virtus, que apura sus pocas opciones de jugar por el título (31-38), pero con la vuelta de la primera unidad, el Madrid se disparó en un final de primera parte frenético, con el colofón del triple de Yabusele, una de las canastas del año.

Y así, con esa soltura ofensiva, podría concluirse que la Virtus ya no le quedaba demasiado que opositar. Pero con Scariolo todo es posible. Regresaron sus chicos con un 10-2, con Hanga errático y Shengelia y Belinelli siguiendo en la puja. Los tiros libres no ayudaban a un Madrid que sudaba más de la cuenta.

Hasta que apareció Hezonja. A los dos del comienzo, el croata añadió cinco triples más de carrerilla, puro éxtasis. Le buscaban sus compañeros y le perseguían sus defensores. Pero daba igual. Rudy hizo el sexto y el propio Hezonja el séptimo (el octavo en su cuenta, el tope de su carrera en Euroliga) de un final eléctrico. Un muestra más de un talento tan grande como difícil de ver con consistencia.

kpd