Martina Navratilova anuncia que tiene cáncer de mama y de garganta: “Voy a luchar con todo lo que tengo”

Martina Navratilova anuncia que tiene cáncer de mama y de garganta: "Voy a luchar con todo lo que tengo"

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Comenzará el tratamiento la semana próxima en Nueva York. Ganó 18 títulos individuales del Grand Slam y fue durante 332 semanas número 1

Martina Navratilova, en una entrega de premios en 2018.EFE

Siempre lista para el combate, ya fuera dentro de la cancha, donde ganó 18 títulos individuales del Grand Slam, un total de 59 contabilizando sus apariciones en dobles, o más allá de la línea de fondo, en defensa de la libertad sexual y de los derechos de las tenistas, Martina Navratilova tiene ante sí un desafío mayúsculo, que esta vez no pasa exclusivamente por su incomparable destreza con la raqueta ni por su ejemplar beligerancia a la hora de reclamar igualdad y justicia. “Lucharé con todo lo que tengo”, manifestó la ex jugadora estadounidense de origen checo tras hacer público que padece cáncer de garganta y de mama.

Navratilova, de 66 años, supo que tenía un ganglio en el cuello durante las WTA Finals del pasado noviembre. Las pruebas a las que se sometió revelaron cáncer de mama y de garganta, ambos en la primera fase de su desarrollo. “Este doble golpe es serio, pero curable. Espero que salga bien, aunque va a fastidiar durante un tiempo”, dijo la nueve veces campeona del Abierto de Estados Unidos.

Pocas mujeres han amado el tenis como lo ha hecho y lo sigue haciendo Martina Navratilova, quien permaneció en activo hasta los 49 años en la especialidad de dobles una vez cerrada su brillantísima carrera individual a los 37, tras perder la final de Wimbledon ante Conchita Martínez. Estuvo 332 semanas como número 1 del mundo y fue una de las grandes protagonistas de la edad dorada del juego. Su rivalidad con Chris Evert, a quien se midió en 80 partidos, es la más hermosa y longeva de la historia del deporte femenino.

Embajadora de las WTA Finals

Navratilova mantiene una estrecha vinculación con el tenis. Junto a Evert, a quien siempre le ha unido una relación de amistad, es embajadora de las WTA Finals, el torneo que reúne a las ocho mejores de cada temporada. Desde antes de ganar su primer grande en Roland Garros, en 1975, destacó por su genuina interpretación del juego, con un repertorio de extraordinarias cualidades técnicas y una singular habilidad para moverse en la red.

Casada desde 2014 con la modelo rusa Julia Lemigova, abandonó pronto su país de origen al sentirse perseguida por su identidad sexual. Incluso ya nacionalizada estadounidense, hubo de enfrentarse al rechazo inicial de los sectores más conservadores de la sociedad. Hizo frente a los prejuicios y venció, como volvería a hacerlo en 2010, cuando se le diagnóstico un primer cáncer de mama. La semana próxima emprenderá una nueva batalla con el inicio en Nueva York del tratamiento para superar esta más que inquietante amenaza..

kpd