El conductor acusado por el atropello mortal de la ciclista Estela Domínguez el pasado 9 de febrero en Salamanca, B.G.H., ha sido condenado a 5.400 euros de multa y 18 meses sin carné de conducir, según la sentencia a la que ha accedido Europa Press.
De este modo, el juez le ha impuesto la pena máxima prevista para el delito leve de homicidio por imprudencia menos grave, solicitada por la Fiscalía y por la acusación particular: 18 meses de multa a razón de 10 euros diarios (5.400 euros), privación del derecho a conducir vehículos de motor durante 18 meses. Además, ha sido condenado también a pagar las costas judiciales.
Antes del juicio, que se celebró el pasado viernes 7 de mayo, los padres de la joven fallecida ya habían sido indemnizados por el seguro con 218.500 euros.
Los hechos tuvieron lugar en el polígono de Los Villares, cerca de la capital salmantina, cuando B.G.H. atropelló a Estela Domíguez cuando ésta regresaba de su entrenamiento.
El Ministerio Fiscal, durante sus conclusiones en el juicio, aseguró que "se dan todos los requisitos de delito imprudente", aunque no consideraba "dolosa ni intencional" la actuación del conductor denunciado.
Igualmente, la Fiscal consideró durante el juicio probada la "distracción" del conductor en el momento del atropello, y aseguró que fue una actuación negligente "no haber reducido la velocidad en esas condiciones y no llevar el cristal limpio", ya que el conductor del camión frecuentaba esa zona.
Por otro lado, tanto Fiscal como Acusación coincidieron en señalar durante la vista que la conducta de Estela Domínguez en el momento del accidente era la adecuada y llevaba la luz de posición encendida.
Por tanto, añadieron que estaba acreditado que "no es el deslumbramiento la causa del accidente, sino no reducir la velocidad como aconsejan las normas de tráfico y es igualmente una infracción grave no llevar el parabrisas del vehículo limpio".
El ahora condenado, aseguró durante el juicio que el lugar del accidente "es un punto negro de conducción", que no vio "nada" y solamente escuchó un "ruido metálico", por lo que pensó que se le había caído alguna pieza utilizada en la reparación del camión que en ese momento estaba probando.
Por esta razón no paró en el momento del atropello, llegó al taller de su hijo y solo volvió al lugar del accidente para comprobar que no se le había caído ninguna pieza.
Tras el juicio, Juan Carlos Domínguez, padre de la fallecida y ex ciclista profesional, aseguró en declaraciones recogidas por Europa Press que la intención de la familia era "seguir peleando por el abandono del lugar, por lo que podamos hacer, porque Estela nunca lo habría dejado así y no lo haremos".
Domínguez quería que el juicio sirviera para "sacar la verdad" y se siente frustrado por que no haya sido así: "Siempre he dicho que hay 600 metros de una recta en la que tuvo que estar viendo a Estela durante muchos segundos, y eso desgraciadamente no se lo hemos podido decir, y no se ha hablado de ello y los testigos que iban detrás es allí donde la vieron".