La Fiscalía Provincial de Madrid ha pedido cuatro años y nueve meses de prisión para Carlo Ancelotti por haber defraudado a Hacienda algo más de un millón de euros en 2014 y 2015, durante su primera etapa como entrenador del Real Madrid.
En el escrito de acusación, el fiscal le atribuye dos delitos contra la Hacienda Pública, ya que solo incluyó en sus declaraciones de la renta la retribución de trabajo personal percibida del Real Madrid, pero omitió lo obtenido por los derechos de imagen que había cedido a otras entidades.
De ese modo, en 2014 habría dejado de pagar a Hacienda 386.361 euros; una cifra que en 2015 habría subido hasta los 675.718 euros. En total, 1.062.079 euros. Por el primer presunto fraude tributario, el fiscal le pide dos años y tres meses de cárcel. Por el segundo, dos años y medio.
Aunque resultara condenado, en la práctica este tipo de casos -ha habido muchos en el mundo del fútbol- nunca acaba con el ingreso efectivo en prisión. Incluso si no hay un acuerdo con la Fiscalía en el último momento, el pago anticipado de la deuda tributaria implica una reducción de la pena que permite dejarla en suspenso.
El escrito remitido al juzgado explica que Ancelotti firmó el 4 de julio de 2013 un contrato de trabajo como entrenador hasta 2016, “especificándose en su remuneración para ese periodo, además de unos rendimiento de trabajo, unos rendimientos derivados de la cesión de los derechos de imagen al club”.
En ese periodo, fijó su residencia habitual en Madrid. Incluso cuando el técnico cesó de forma anticipada su relación con el Real Madrid, en mayo de 2015, mantuvo su vivienda arrendada hasta octubre, por lo que también durante 2015 “España fue su centro principal de relaciones personales e intereses económicos“.
Esta circunstancia permite atribuirle un segundo delito fiscal correspondiente a ese año. Se trata de un punto en el que la Fiscalía discrepó del Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid, que inicialmente chazó llevarle a juicio por ese ejercicio fiscal. Un recurso dio la razón a la Fiscalía y permitió acusar por dos delitos.
Simulación
La Fiscalía explica que, “con el fin de eludir la tributación por los rendimientos de dichos derechos de imagen” -tanto los recibidos por el Real Madrid como de otras marcas-, el técnico acudió a un “complejo” y “confuso” entramado de fideicomisos y sociedades interpuestas para canalizar el cobro.
Afirma que Ancelotti “simuló” la cesión de sus derechos de imagen a entidades “carentes de actividad real” y de capacidad de explotación que estaban domiciliadas fuera de España, “persiguiendo así la opacidad de cara a la Hacienda Pública española y a la ocultación del beneficiario real de los rendimientos procedentes de sus derechos de imagen, de manera que ni él mismo ni ninguna de dichas sociedades tuviesen que tributar por las cuantiosas cantidades percibidas en España o fuera de nuestro país”.
Según detalla el Ministerio Público, Ancelotti firmó el 1 de julio de 2013 un contrato privado en el que cedía sus derechos de imagen a la entidad Vapia Limited por un periodo de 10 años y un precio de 25 millones. Un día más tarde, la entidad nombra como su apoderado al técnico del Real Madrid, “otorgándole los máximos poderes de actuación para gestionar sus derechos de imagen”. Más tarde se formalizó un anexo al acuerdo que modificaba el plazo de duración del acuerdo, reduciéndolo a tres años y el precio de compraventa de los derechos de imagen, rebajándolo a un millón.
El 4 de julio de 2013, de forma “paralela” a su firma como entrenador del Real Madrid, se otorgó al acusado un contrato privado con el club en el que cedía el 50% de sus derechos de imagen a la entidad deportiva durante los tres años de fichaje. El otro 50% lo tenía una sociedad “innominada” y “no determinada” que actuó en nombre y representación del entrenador italiano. Esa sociedad resultó ser Vapia LLP, domiciliada en Londres, y no Vapia Limited, una sociedad constituida en Islas Vírgenes, una circunstancia que no se comunicó al Real Madrid hasta un año después.
“De esta forma el acusado se valió de la sociedad Vapia LLP para que ésta se presentara formalmente ante el Real Madrid como titular de los derechos de imagen a pesar de que ni siquiera formalmente los tenía atribuidos, ya que el contrato de cesión referido de 1 de julio de 2013 era con Vapia Limited”, añade el escrito.
DECLARACIÓN A DEVOLVER
En ese periodo, Ancelotti omitió en sus declaraciones a Hacienda “todo rendimiento correspondiente a la explotación de sus derechos de imagen (…), llegando de esta forma a declaraciones con cuotas negativas” con un saldo negativo de 39.575 euros en el ejercicio de 2014 y de 529.076 de 2015, cantidades que le fueron devueltas por la Agencia Tributaria en ambos casos“.
La Fiscalía precisa que los rendimientos derivados de la cesión de los derechos de imagen supusieron unos ingresos por importe de 1.249.590 euros en 2014 y 2.959.768 en 2015, sin que Ancelotti o las otras dos entidades hayan tributado por estas cantidades.
A eso se añade que el técnico también omitió en sus declaraciones la propiedad de dos bienes inmuebles en el extranjero. Tras realizar los ajustes correspondientes, la Hacienda española calculó el perjuicio sufrido atendiendo a rentas e ingresos omitidos y devoluciones obtenidas en 1.062.079 euros.