Un equipo que ficha por LinkedIn, los ‘verdugos’ de Argentina y el ‘loco’ Bielsa: los curiosos rivales de España en el Mundial

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España empieza con buen pie el Mundial de 2026. Un despegue suave para la selección de Luis de la Fuente, que tendrá rivales asequibles que no deberían complicarle la primera fase del campeonato. El sorteo -convertido por la FIFA en un show con sello estadounidense, a mayor gloria de Donald Trump- ha encuadrado a la selección en el Grupo H con enfrentamientos con la debutante Cabo Verde, Arabia Saudí y la Uruguay de Marcelo Bielsa. Al clasificarse los dos primeros equipos de cada uno de los grupos, España no debería tener problemas para estar en la fase de dieciseisavos de final, si quiere cumplir con su condición de aspirante al título. Además, este sorteo ha dejado un reguero de similitudes con aquel en Sudáfrica donde se bordó la primera estrella en la camiseta.

La FIFA hará público el calendario de sedes y horarios este sábado, pero la selección debutará el lunes 15 de junio ante Cabo Verde en las sedes de Miami o Atlanta, en la costa Este. Esta ex colonia portuguesa no es el país más pequeño presente en el Mundial porque le arrebató esa condición Curaçao, pero con apenas medio millón de habitantes y la mitad de extensión que la Comunidad de Madrid, pondrá a prueba su apuesta por el fútbol, que le ha llevado a buscar jugadores con antepasados caboverdianos por LinkedIn.

De hecho, más de la mitad de los jugadores que Pedro Leitão Brito, 'Bubista', el seleccionador con un breve pasado en el Badajoz, han nacido en Europa: seis en Países Bajos, cinco en Portugal, dos en Francia y uno en la República de Irlanda. En la lista definitiva podrían estar Duk, jugador del Leganés y Bebé, en las filas del Ibiza. El éxito es haber conseguido su billete después de haber sido el peor equipo en la fase de clasificación para la Copa África que arranca en unas semanas.

21 y 26 de junio

El segundo partido lo disputará España frente a Arabia Saudí el domingo 21 de junio, de nuevo en Miami o Atlanta. Los saudíes vuelven a un campeonato del Mundo en el país donde se estrenaron en 1994 y la inquietud que generan es, además de la experiencia de su seleccionador, Hervé Renard, y del crecimiento de su liga en los últimos cuatro años, haber sido la selección capaz de derrotar en Qatar a la Argentina de Messi y complicarles el camino hacia el título. No debería ser rival para España, pero no se confían.

El grupo lo cerrará la selección el viernes 26 de junio ante Uruguay esta vez en Houston o en Guadalajara, en México. Puede ser el partido que decida si España es primera y se garantiza un camino más fácil en los dieciseisavos. Es la segunda vez que, en un Mundial, aparece en el camino Marcelo Bielsa. La primera fue en 2010, en Sudáfrica, también en el Grupo H, pero esta vez el Loco defendía los colores de Chile. No atraviesan los charrúas su mejor momento, como se vio en Qatar, pero tienen viejos conocidos como Josema Giménez, Fede Valverde o Ronald Araújo que saben cómo se las gastan Lamine, Oyarzabal o Pedri.

Si España queda primera o segunda de este grupo, estará en la ronda de dieciseisavos, que se recupera ante el aumento de participantes. Por su condición de número 1 del ranking FIFA, quedar primera conlleva un premio extra: evitaría a Argentina hasta la final y con Francia o Inglaterra no se cruzaría hasta la ronda de semifinales, siempre y cuando estas selecciones sean también primeras de grupo.

Shaquille O’Neal, con la papeleta de Uruguay, el viernes en el sorteo.

Shaquille O’Neal, con la papeleta de Uruguay, el viernes en el sorteo.AFP

El sorteo ya ha deparado que los rivales de la selección en la segunda ronda del torneo saldrán del Grupo J, donde están encuadradas Argentina, como favorita, Austria, Argelia y Jordania, y las sedes serían de nuevo Miami o Los Ángeles. Si España y Argentina cumplen y ambas lideran sus grupos, el cruce no se antoja complicado para ninguna. Si una de las dos tropieza, se tienen en el horizonte. Si cumplen, los españoles podrían mirar en octavos cómo han quedado los grupos de Portugal e Inglaterra, y sus cruces. Lo que queda claro es que con la Brasil de Ancelotti no se vería las caras hasta una final.

El Mundial arrancará el 11 de junio con el partido inaugural en el estadio Azteca entre México y Sudáfrica —como ocurrió en Sudáfrica, otro dato para los supersticiosos— y la final se disputará el 19 de junio en el MetLife de Nueva Jersey tras la disputa de 103 partidos que determinará qué selección de las 48 participantes alzará la Copa del Mundo. Solo ocho equipos lo han logrado: Uruguay, Brasil, Argentina, Italia, Alemania, Francia, Inglaterra y España. Solo los azzurri no tienen aún garantizada su presencia en el Campeonato del Mundo.

La tres décimas de Norris a Verstappen, el extraño bajón de Piastri y las teorías de la conspiración en Yas Marina

La tres décimas de Norris a Verstappen, el extraño bajón de Piastri y las teorías de la conspiración en Yas Marina

En el inicio de la segunda sesión libre de ayer, cuando el sol aún no se había acostado sobre el horizonte de Yas Marina, un malentendido estuvo a punto de hacer chocar a Lando Norris y Max Verstappen. "¿Qué hace este tipo? Casi me estrello", exclamó por la radio el líder del Mundial, aún estremecido por el susto en la curva 1. Tras anotar el incidente, los comisarios lo dejaron sin castigo, con su habitual benevolencia de los viernes. Todo un respiro para Gianpiero Lambiase, ingeniero de pista de Mad Max, que no le había avisado de la irrupción del McLaren. Cualquier sanción hubiese resultado letal para el Verstappen, que el domingo necesita remontar 12 puntos si quiere alzar su quinto título.

El dominio de Norris a lo largo del viernes se plasmó tanto en velocidad a una vuelta (1:23.083), donde superó en 36 centésimas a su gran adversario, como en tandas largas. El promedio del británico durante sus nueve vueltas con los neumáticos medios (1:29.269) resultó cuatro décimas mejor que el de Verstappen (1:29.677), que efectuó un relevo más largo, con 15 giros. "Ha ido bastante bien. Estoy bastante contento con el coche, sólo necesitamos ser más rápidos", comentó el holandés, muy confiado con el criterio de sus mecánicos, casi siempre certeros a la hora de ajustar los reglajes.

Para saber más

Oscar Piastri, el otro candidato al título, tuvo que resignarse a la undécima posición, cediendo 68 centésimas con la cabeza. En la sesión matinal, el australiano ni siquiera pudo tomar el volante del MCL-39, reservado para Pato O'Ward. La suma de estos factores inflamó aún más los ánimos en el entorno del australiano, que no ve con buenos ojos la repentina irrupción de las órdenes de equipo.

comisión del Senado

"Si llegamos a la carrera y está bastante claro que uno tiene una oportunidad y el otro no, vamos a hacer todo lo que haga falta para ganar", adelantó Zak Brown, CEO de McLaren. Un brusco golpe de timón en la escudería de Woking, pese al empeño del estadounidense por negarlo. "No creo que sea un giro de 180º a las papaya rules. Vamos a empezar este fin de semana como los otros 23, dando igualdad de oportunidades a nuestros dos pilotos", añadió, en los micrófonos de Sky F1.

Piastri, 16 puntos por detrás de su compañero, lleva días filtrando a través de su entorno un presunto trato de favor hacia Norris. Esta teoría de la conspiración se sustenta en lo sucedido el pasado domingo en el GP de Qatar, cuando un calamitoso error estratégico acabó con las opciones de victoria de Piastri. Por asombroso que parezca, el asunto ha traspasado las redes sociales hasta alcanzar la esfera política. De hecho, una comisión del Senado australiano ya ha abordado dicho asunto, convertido en cuestión de estado en el país oceánico.

Aun con sus remotas opciones, Piastri aspira a suceder a Jack Brabham (1959, 1960 y 1966) y Alan Jones (1980), los últimos campeones aussies. Norris, por su parte, sería el undécimo británico en ceñirse la corona, el más sorprendente desde Jenson Button en 2009. A Lando le basta con acabar tercero en la pista donde el año pasado se llevó la victoria. Aunque por encima de cualquier otra contingencia, debe evitar cualquier susto, como aquel absurdo trompo en plena recta con el que festejó su segundo puesto de 2018 en F2, cuando corría para Carlin.

Verstappen, el viernes, durante la segunda sesión libre en Yas Marina.

Verstappen, el viernes, durante la segunda sesión libre en Yas Marina.AFP

A Verstappen, por supuesto, no le queda más remedio que vencer y esperar la tercera debacle consecutiva de McLaren. Sería su octava victoria de 2025, una más que Norris y Piastri. En caso de abrochar hoy la pole, octava del curso, también superaría a sus adversarios. Incluso podría quedar por delante de ellos en vueltas lideradas y no conquistar el título. Un hecho anómalo, aunque no insólito, como bien quedó patente en 2016, cuando Lewis Hamilton tuvo que ceder el título a Nico Rosberg, su compañero en Mercedes.

Un rival llamado Antonelli

"Pase lo que pase, creo que este año hemos visto a un Max aún más extraordinario. Gane o no, la magnitud de esta remontada pasará a la historia", subrayó ayer Laurent Mekies, team principal de Red Bull, en referencia a la desventaja de 104 puntos con la que salió del GP de Holanda, el pasado 31 de agosto. Desde aquel domingo en Zandvoort, Max enlaza nueve podios consecutivos, superando los ocho de McLaren entre Melbourne y Montmeló.

Curiosamente, más allá de la oposición de McLaren, Verstappen ha encontrado otro duro adversario en Andrea Kimi Antonelli. El pasado domingo, Norris sumó dos puntos en Losail con los que ya casi no contaba al aprovechar un error del rookie de Mercedes. A este episodio hay que añadir lo sucedido el pasado junio durante el GP de Austria. Entonces, en la subida a la curva 3 del Red Bull Ring, el italiano embistió al tetracampeón, provocando su único abandono del año.

Supuestamente ajeno a estas contingencias, Verstappen viene dejando imágenes de total tranquilidad y esparciendo detalles rayanos en la indiferencia. La noche del jueves no dudó en fotografiarse, con una amplia sonrisa, junto a Hamilton, su viejo enemigo. Fue en el festivo contexto de la tradicional cena con que los pilotos echan el telón a la temporada. Una cita a la que sólo faltaron Fernando Alonso, Lance Stroll y Nico Hulkenberg.

El Mundial de las estrellas: los caminos de Messi y Cristiano, Mbappé-Haaland, ogros para Inglaterra y Brasil, unos cuartos de infarto...

El Mundial de las estrellas: los caminos de Messi y Cristiano, Mbappé-Haaland, ogros para Inglaterra y Brasil, unos cuartos de infarto…

Serán 104 partidos los que decidirán el campeón del último Mundial que disputarán Leo Messi y Cristiano Ronaldo, leyendas de nuestra época. Ante eso, Argentina y Portugal han tenido relativa suerte al cruzarse con Austria y Colombia como principales escollos en el sorteo de la fase de grupos. Un sorteo gigante, por primera vez con 48 equipos, 32 de los cuales pasarán a la ronda de dieciseisavos: los dos primeros de cada grupo y los ocho mejores terceros. Demasiado abanico para ver sorpresas. O no.

El evento ha deparado un par de conatos de grupos de la muerte. Mbappé y Haaland, herederos del trono del argentino y el luso, se medirán junto a Senegal en el inicio de un torneo que debe impulsarles en su carrera hacia el Balón de Oro. Croacia y Ghana tentarán a la Inglaterra de Bellingham y Tuchel, Ecuador y Costa de Marfil a la primera Alemania sin Kroos y Marruecos, semifinalista del último Mundial, calibrará las sensaciones de la Brasil de Ancelotti. Pero vayamos por partes.

ANFITRIONES

Sale rentable organizar un Mundial de fútbol, o al menos eso deben pensar Estados Unidos, México y Canadá. Después de darle el Premio FIFA de la Paz a Donald Trump, el sorteo de Infantino le entregó a los tres países que son sede del torneo un reparto no demasiado duro. Sudáfrica, contra el que jugará el partido inaugural el 11 de junio en el Azteca, Corea del Sur y un equipo de la repesca europea (debería ser Dinamarca o República Checa) se medirán a la México de Javier Aguirre. Suiza, Qatar y otro europeo (debería ser Italia) se cruzarán con Canadá, mientras que Australia, Paraguay y uno de los ganadores del playoff europeo (debería ser Turquía) pondrán en problemas al combinado estadounidense.

MESSI Y CRISTIANO

Son las dos grandes estrellas de este torneo. Leyendas en su ocaso que buscan la guinda, si hiciera falta, a sus carreras. El argentino quiere coronar su vitrina con su segundo Mundial (y su tercera final) para superar en números el legado de Maradona en la Copa del Mundo. Para ello el inicio suena apetecible. Compartirá el GrupoJ con Argelia, Austria y Jordania, selecciones que están lejos del máximo nivel de sus conferencias. A la albiceleste se le suele torcer la primera fase, como ya demostró en el Mundial de Qatar, pero la lección de 2022 y la facilidad para superar la ronda inicial allanan el camino argentino.

En cuanto a Portugal, tampoco debería tener problemas. Jugará en el Grupo K contra Uzbekistán y el ganador de la primera repesca internacional, que saldrá del trío formado por Congo, Nueva Caledonia o Jamaica. Rivales menores para una selección que aspirar a ganar su primer Mundial. La única piedra en el camino de su primera fase apunta a ser Colombia, tercera en las eliminatorias sudamericanas para el torneo por delante de favoritas como Uruguay y Brasil.

LOS ASPIRANTES

Francia, Inglaterra, Alemania y Brasil son junto a España y Portugal las selecciones llamadas a competir el trono mundialista de Argentina, y viendo el sorteo no parece que lo vayan a tener muy complicado para plantarse en dieciseisavos, aunque alguna estrella seguro que sufre en el camino. Mbappé liderará a los galos en el Grupo I, donde se medirá a la Noruega de Haaland. Dos compañeros de generación frente a frente en un duelo que tiene claro color 'bleu'. Los nórdicos del gigante del City y de Odegaard, la Senegal de Sadio Mané, invicta en la liguilla africana, y la ganadora de la segunda repesca internacional (Irak, Bolivia o Surinam) intentarán complicar el pase del cuadro de Deschamps.

La Inglaterra de Tuchel, subcampeona de la última Eurocopa, tendrá que ir con cuidado en el Grupo L. Croacia es una de las mejores selecciones de la década contando Eurocopas y Mundiales y seguro que quiere honrar la última Copa del Mundo de Luka Modric (no se atreverá a llegar a 2030, ¿no?), Ghana lideró su grupo africano y fue uno de los máximos goleadores, con Iñaki Williams o Thomas Partey al mando, mientras que Panamá terminó imbatida en la liguilla centroamericana.

Alemania tampoco puede relajarse en el Grupo E, que en Qatar se quedó se quedó fuera a las primeras de cambio. Ecuador, segunda en las eliminatorias sudamericanas, y Costa de Marfil le apretarán las tuercas, mientras que la novata Curazao pondrá el show. Más difícil todavía se lo ha dejado el sorteo a Brasil, que buscará en América pisar una final por primera vez desde 2002. En el camino de Ancelotti, Vinicius, Raphinha y compañía se cruzará Marruecos, semifinalista del último Mundial. Duro enemigo por el primer puesto del Grupo C con Escocia, de regreso a una cita mundialista, y Haití. El F lo pelearán Países Bajos y Japón y el G Bélgica y Egipto.

POSIBLES CRUCES

En el horizonte, unos dieciseisavos que arderán si alguna favorita no termina como primera. España se medirá al segundo del grupo de Argentina, por ejemplo. Unos cuartos de final podrían ser Francia - Países Bajos y España - Bélgica por un lado. En el otro, Brasil - Inglaterra y Argentina - Portugal. Pero la teoría es traicionera.

Incontestable oro de Carles Coll en los 200 braza del Europeo de Lublin

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El duelo imponente entre dos colosos en los 200 metros braza deparó la soberbia victoria de uno de ellos, sin que el otro desmereciera. Los colosos eran el neerlandés Caspar Corbeau, plusmarquista mundial, y el español Carles Coll, campeón del mundo. Tamañas firmas.

Ganó Coll de forma incontestable, indiscutible. Decir que sin oposición sería excesivo porque Corbeau planteó batalla, como no podía ser menos. Pero los tiempos finales atestiguan la diferencia entre ambos. El español realizó 2:00.86. El neerlandés, 2:01.27. Muy lejos, el austriaco Luca Mladenovic (2:02.48). El registro de Coll es el sexto de la historia y, obviamente, récord de España. Dinamitó el suyo anterior de 2:01.55.

Corbeau es el único nadador que ha bajado de los dos minutos en la prueba (1:59.52). Lo hizo hace poco más de un mes en la Copa del Mundo de Toronto. Venía, además, de ganar el oro en los 100 en estos Campeonatos, en una prueba en la que Coll fue quinto. Estaba, pues, en forma y con ganas de hacer doblete.

Coll lo impidió con una actuación impecable. Pasó segundo, detrás deCorbeau, por los 25 y los 50 metros. Luego tomó la cabeza en cada tramo y ya no la dejó. Formidable en los virajes e imperial en los largos, obtuvo un triunfo de una claridad meridiana que contribuye a su consagración como una de las estrellas de la braza mundial. A sus recientes 24 años, tarraconense del Club Natació Sabadell y discípulo de Sergi López en Virginia Tech, está en evidente progresión.

Carmen Weiler, también alumna de López, no pudo repetir oro. Tras su victoria en los 200 espalda, sólo alcanzó a ocupar la quinta plaza (57.00) en los 100, dominados por la británica Lauren Cox (56.59). Las otras finalistas españolas de la jornada, María Valdés y Ángela Martínez, nadaban los 800 libre, que vistieron de oro a la favorita, la italiana Simona Quadarella. María terminó en quinta posición con una buena marca (8:21.44). Ángela, en octava (8:27.00). Hugo González pasó a la final de los 200 estilos con el mejor tiempo (1:52.68). Pinta bien.

Rivales asequibles para la favorita España en el Mundial de Fútbol 2026: la debutante Cabo Verde, Arabia y Uruguay

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España empieza con buen pie el Mundial de 2026. La selección de Luis de la Fuente tendrá rivales asequibles que no deberían complicarle la primera fase del campeonato. El sorteo celebrado en Washington la ha encuadrado en el Grupo H con enfrentamientos con la debutante Cabo Verde, Arabia Saudí y la Uruguay de Marcelo Bielsa. Al clasificarse los dos primeros equipos de cada uno de los grupos, España no debería tener problemas para estar en la fase de dieciseisavos de final, si quiere cumplir con su condición de aspirante al título.

La FIFA hará público el calendario de sedes y horarios este sábado, pero la selección debutará el lunes 15 de junio ante Cabo Verde en las sede de Miami o Atlanta, en la costa Este. El segundo partido frente a Arabia el domingo 21 de junio en una de esas mismas sedes, mientras que el grupo, y previsiblemente la primera plaza, se la jugará ante Uruguay el viernes 26 de junio, esta vez en Houston o en Guadalajara.

Si España queda primera o segunda de este grupo, estará en la ronda de dieciseisavos, que se recupera ante el aumento de participantes. Por su condición de número 1 del ranking FIFA, quedar primera conlleva un premio extra: evitaría a Argentina hasta la final y con Francia o Inglaterra no se cruzaría hasta la ronda de semifinales, siempre y cuando estas selecciones sean también primeras de grupo.

El sorteo ya ha deparado que los rivales de la selección en la segunda ronda del torneo saldrán del Grupo J, donde están encuadradas Argentina, como favorita, Austria, Argelia y Jordania, y las sedes serían de nuevo Miami o Los Ángeles. Si España y Argentina cumplen y ambas lideran sus grupos, el cruce no se antoja complicado para los españoles, que en octavos tendrían que mirar cómo han quedado los grupos de Portugal e Inglaterra y sus cruces.

El Mundial arrancará el 11 de junio con el partido inaugural en el estadio Azteca entre México y Sudáfrica, y la final se disputará el 19 de junio en el MetLife de Nueva Jersey tras la disputa de 103 partidos que determinará qué selección de las 48 participantes alzará la Copa del Mundo. Solo ocho equipos lo han logrado: Uruguay, Brasil, Argentina, Italia, Alemania, Francia, Inglaterra y España. Solo los azzurri no tienen aún garantizada su presencia en el Campeonato del Mundo.

Trump acapara el protagonismo en el sorteo del Mundial: un premio FIFA de la Paz a su medida y sus artistas favoritos en el escenario

Trump acapara el protagonismo en el sorteo del Mundial: un premio FIFA de la Paz a su medida y sus artistas favoritos en el escenario

Trump, Trump y sólo Trump. El protagonista del sorteo del Mundial este viernes en Washington no ha sido el fútbol, ni el grupo de la muerte, sino el presidente de Estados Unidos. A figuras como la suya en este país las definen como larger-than-life, más grandes que la vida, y el acto montado en torno a su figura y sus obsesiones ha dejado claro que los próximos meses estarán completamente marcados por su presencia. Igual que ocurrió el pasado verano en la final del Mundial de clubes, cuando se saltó el protocolo para eclipsar a los jugadores del Chelsea, o en la final del US Open de tenis, que empezó con una hora de retraso por su asistencia.

Trump no permite que nada, ni nadie le haga sombra. Ya es su Mundial, y no el que comparte con Canadá o México, cuyos líderes Mark Carney y Claudia Sheinbaum, a los que ha ninguneado, insultado o amenazado desde su vuelta al poder, quedaron este viernes relegados a un papel testimonial, a su vera. El fútbol le da igual a Trump, pero sabe que "la Copa del Mundo es el evento más grande, probablemente el evento más grande en los deportes", en sus propias palabras, y coincide además con el 250º aniversario de la independencia de EEUU y el propio cumpleaños del líder republicano, y nadie entiende mejor el poder del simbolismo que él.

Por eso el sorteo de este viernes, en medio de una fuerte nevada tuvo lugar en el histórico Kennedy Center de la capital, un centro cultural de enorme peso en el pasado y en medio de una crisis brutal desde que Trump se colocara a sí mismo al frente de su junta directiva, metiendo de paso a 14 amigos y familiares en ella.

Riendo las gracias

Él fue quien maniobró para que el sorteo se celebrara en Washington y no en las Vegas (como ocurrió antes del Mundial de 1994) y quien insistió en estar presente (a diferencia de Bill Clinton entonces). Quiere estar en el corazón del meollo, igual que hará el domingo, en el mismo escenario, cuando se convierta en el presentador autodesignado del evento anual más importante del Kennedy Center, una gala justo de Navidad que históricamente ha estado en mano de grandes personalidades de la cultura o el periodismo.

El segundo plato de la jornada, más allá de los equipos y sedes, fue la entrega del Premio FIFA de la Paz 2025, un delirante invento del presidente Gianni Infantino para adular al presidente estadounidense con las tres cosas que más le gustan: halagos ante las cámaras, cosas doradas y el reconocimiento como estadista mundial que cree que merece y que el comité del Nobel de la Paz le negó hace unas semanas. Infantino se ha convertido en un habitual del Despacho Oval, riendo las gracias de Trump, mudo ante los ataques o insultos políticos en su presencia. Siempre listo para llevarle regalos y aplaudirle.

La organización emitió un video hagiográfico, comprando toda la narrativa de la administración sobre cómo el presidente estadounidense ha terminado ya con ocho, nueve o 10 guerras, salvando a millones de personas. "Un líder dinámico que ha participado en esfuerzos diplomáticos que crearon oportunidades para el diálogo, la desescalada y la estabilidad, y que ha defendido el poder unificador del fútbol en el escenario mundial", aseguró el equipo de Infantino.

La Copa del Mundo, con su nuevo diseño, el viernes en Washington.

La Copa del Mundo, con su nuevo diseño, el viernes en Washington.AFP

"Este es uno de los mayores honores de mi vida. Más allá de los premios, Gianni y yo hablábamos de esto, porque salvamos millones de vidas (...) Vamos a tener un evento como quizás el mundo nunca haya visto, nunca he visto nada igual (...) La coordinación, la amistad y la relación con México y Canadá han sido excepcionales. Estados Unidos, hace un año, no lo estaba haciendo muy bien, y ahora debo decir que somos el país más caliente del mundo y vamos a mantenerlo así", añadió sin desaprovechar la ocasión de criticar a su predecesor, Joe Biden.

También tuvo tiempo para pronunciarse sobre la selección española, a la que considera una de las grandes favoritas para la victoria final. "Son un gran equipo, siempre lo han sido. Soy fan, amo el país y tienen una muy buena oportunidad", aseguró Trump sobre el combinado nacional a su llegada al evento.

Cierre con Village People

Pero el premio FIFA, o que Andrea Bocelli cantara en un playback clamoroso el Nessun Dorma (una de las piezas favoritas de Trump), no fue todo. En primera fila estaba la persona encargada de la organización del Mundial por parte de la Casa Blanca, Andrew Giuliani, hijo de Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York y abogado, confidente y amigo del presidente, ahora caído en desgracia tras perder un pleito multimillonario por difamación. Y a nadie se le escapó el guiño de que en la ceremonia la cerrase Village People, el grupo del legendario himno YMCA, que decenas de millones de estadounidenses asocian ahora a los mítines de campaña de Trump y a su ya icónico bailecito.

Todo pensado y hecho a la medida del presidente estadounidense, con la modelo Heidi Klum y el actor Kevin Hart de presentadores, el ex quarterback Eli Manning en la alfombra roja y Thierry Henry en los micrófonos de la Fox. Y con leyendas del deporte estadounidense para sacar las bolas: Tom Brady, Shaquille O'Neal, el canadiense Wayne Gretzky o Aaron Judge.

Sólo la ovación cerrada a Haití, por primera vez en una fase final de un Mundial, tuvo un contexto crítico, al ser los haitianos uno de los colectivos más criticados xenófobamente por el presidente y su equipo. Hay política de fondo, especialmente entre los países con relación más complicada con la Casa Blanca. Igual que en septiembre Trump denegó los visados a la delegación palestina para acudir a la ONU, lo mismo ha hecho ahora con la federación de Irán, generando enormes dudas sobre lo que puede pasar con los equipos y sus familiares cuando arranque el Mundial. O con las sedes, ya que el presidente flirtea con la posibilidad de ir cambiando sedes sobre la marcha, en función de su humor y de la relación con las autoridades (del Partido Demócrata) de los estados o las ciudades en las que están previstos los enfrentamientos.

La condena a Hugo Mallo por abuso sexual contra la mujer que hacía de mascota del Espanyol durante un partido ya es firme

La condena a Hugo Mallo por abuso sexual contra la mujer que hacía de mascota del Espanyol durante un partido ya es firme

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Hugo Mallo, ex capitán del Celta de Vigo, fue sido declarado culpable en 2024 de un delito de abusos sexuales contra una empleada del RCD Espanyol que ejercía de mascota del equipo antes de un partido de Liga de la temporada 2018-19. Este jueves, la condena fue ratificada por la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Barcelona y ahora ha sido confirmada por José Manuel Delgado Seoane, Magistrado del Juzgado de lo Penal número 21 de Barcelona.

Tras este último paso en el proceso judicial al que ha sido sometido el jugador, deberá asumir las penas que le fueron impuestas en la sentencia emitida en 2024. El documento condenaba al lateral español a "una pena de 20 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros con la responsabilidad personal del artículo 53 del Cp. en caso de impago, y al pago de las costas procesales causadas, con inclusión de las costas procesales causadas a la Acusación Particular, valoradas en su integridad. Asimismo, el referido acusado indemnizará a la víctima la suma de 1.000 euros más los intereses legales artículo 576 y 580 de la LEC por daño moral".

El defensa gallego tocó los pechos a la persona caracterizada como la mascota 'Periquita' en el saludo inicial del encuentro que que Celta y Espanyol disputaron en el estadio de Cornellà-El Prat el 24 de abril de 2019.

Durante el juicio, el juez consideró probado que, al llegar a la altura de la empleada del Espanyol, y "con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual" de la mujer, Hugo Mallo "le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos, viéndose obligada ella a retroceder y apartar al acusado con la mano derecha".

El Espanyol y el Girona, los únicos equipos de Primera que caen en la segunda ronda de Copa

El Espanyol y el Girona, los únicos equipos de Primera que caen en la segunda ronda de Copa

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La noche copera empezó torcida para los equipos de Primera División. Parecía que esta segunda ronda, previa a la entrada de los equipos de la Supercopa, iba a estar abonada a pocas sorpresas, pero los partidos de las 19.00 fueron un verdadero tormento para Espanyol y Rayo Vallecano y dos horas después el Valencia también comenzó perdiendo en Cartagena. Finalmente, con sustos y heroica, todos los equipos de Primera menos los periquitos lograron pasar.

El Atlético Baleares y el Ávila, tras una primera parte igualada ante catalanes y madrileños, se adelantaron en el marcador, por medio de Tovar y Pascual respectivamente al iniciarse el segundo tiempo. Y no fueron tantos casuales ya que ambos conjuntos dispusieron de oportunidades para ampliar el marcador hasta que a la hora de partido los cambios reactivaron a los conjuntos de Primera División.

No pudo finalmente el Espanyol levantar el resultado ante el Baleares (1-0) y acompañó al Girona en las consabidas y habituales sorpresas coperas. El Rayo llevó el partido a la prórroga con un tanto de Isi en el último suspiro, ya con todo el arsenal en el campo. La prórroga fue franjirroja y el Ávila aguantó el empate hasta que Álvaro García, que había salido en el segundo tiempo, marcó de cabeza cuando los abulenses atisbaban los penaltis (1-2).

El Sevilla no quería ni sustos ni sorpresas. Los de Almeyda salieron a por el partido ante el Extremadura (1-2) desde el primer minuto y antes de que terminara el primer tiempo ya iban con dos tantos de ventaja. Isaac Romero, que no podrá jugar en liga tras ser expulsado ante el Betis, y Alfon, hicieron los tantos para la tranquilidad del sevillismo. En la segunda parte, en cambio, se revolvieron los extremeños, pero no terminaron de enjugar la ventaja sevillista.

El Valencia y Celta tuvieron que luchar sus encuentros ante Cartagena y Sant Andreu. Los de Corberán se encontraron con un gol de Ortuño en contra que remontaron con otro de Lucas Beltrán mientras que los celestes dispusieron de varias oportunidades para abrir el marcador de Hugo Álvarez, Jutglá y Swedberg, pero no terminaban de perforar la meta de García Alejo. Al final ambos partidos se fueron a la prórroga.

A los celestes se le ponía en chino el tiempo añadido con el gol de exterior de Alexis, pero Borja Iglesias consiguió empatar un minuto después. El Valencia no lograba marcar pese a los intentos de Rioja y la segunda parte de la prórroga la terminaron ambos equipos de Primera con uno menos. Pero, mientras los chés hicieron la heroica con un penalti parado por Dimitriesvski y luego un gol de Jesús Vázquez en el descuento, los vigueses fueron a los penaltis en los que, tras 14 lanzamientos, consiguieron el pase.

Ander Martín o por qué España es el epicentro mundial de un nuevo deporte olímpico: "Las regatas son puro frenesí"

Ander Martín o por qué España es el epicentro mundial de un nuevo deporte olímpico: “Las regatas son puro frenesí”

En la playa de Torrevieja unos cuantos hombres y mujeres arrancan a correr en la arena, se lanzan sobre unas embarcaciones rarísimas, como coches de Fórmula 1 sin ruedas, y se ponen a remar a toda velocidad. Sus siluetas y el sonido de sus jaleos se alejan mar adentro, pero de repente dan la vuelta, regresan a toda velocidad, se bajan en la orilla y esprintan para ser los primeros en apretar un pulsador rojo que está en el suelo.

La gente alucina. "Cada vez hacen cosas más raras", suelta alguno. Otros buscan las cámaras de televisión; parece la prueba de un concurso.

Pero en realidad son la élite mundial del remo de mar, un deporte con muy poca historia y mucho, muchísimo futuro: por lo pronto debutará en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

El epicentro mundial

Un día aparece por la población alicantina el estadounidense Christopher Bak, campeón del mundo, otro día quizá el británico James Cox, campeón de Europa, pero seguro que cada día está su anfitrión, Ander Martín, subcampeón del mundo y de Europa. Es el culpable de que España sea el epicentro de la disciplina. Su Beach Sprint Academy de Torrevieja es el único centro especializado en todo el globo.

"Es una especie de Centro de Alto Rendimiento para equipos de todo el mundo. Ha venido Gran Bretaña, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Japón, República Checa... Han pasado por aquí todos mis rivales y yo, encantado", cuenta Martín, que sabe que sus vecinos alucinan con sus entrenamientos.

"Se acercan y me preguntan: '¿Oye qué hacéis?' Al final siempre se reúnen 20 o 30 personas. Algunos lo confunden con piragüismo, incluso paddle surf. Pero después es superfácil de entender. Corremos, subimos al barco, damos una vuelta, bajamos y tocamos el botón. Son dos minutos de carrera, las regatas son un frenesí", añade el remero de 25 años.

De la pesca al podio

Esto del Beach Sprint es muy reciente. ¿Cómo ha creado ya una academia?
Hacía remo tradicional, estaba en el equipo nacional, pero me aparté en 2023 cuando vi que esto iba a ser olímpico. Es verdad que el formato sprint actual es muy nuevo, pero el remo de mar tiene mucha tradición en competiciones por equipos o cuartetos y, de hecho, así es como empecé. Soy de una pedanía de Torrevieja, toda mi familia se había dedicado a la pesca y desde pequeño me encantaba el mar. Siempre le pedía a mi madre que me apuntase a algún deporte de mar, pero no teníamos dinero para hacer vela, por ejemplo. Un compañero suyo hacía remo en el mar, me invitó a probar y aquí estoy. Cuando entró en la cita olímpica aposté toda mi carrera. Y después, con la academia, todos mis ahorros.

De momento, parece una apuesta exitosa. Este enero se realizará el primer campus de formación de esta modalidad y la idea es arrancar cursillos para no practicantes. Si el Comité Olímpico Internacional se enamora de la disciplina en el debut de 2028 y la incorpora al calendario fijo, España tendrá la mejor cantera del mundo.

Si no, como mínimo, podría tener una medalla porque Martín es aspirante a todo. "Para mí es inevitable plantearme ahora todo pensando en Los Ángeles. Tengo una hoja de ruta marcada para llegar en mi mejor momento. La competición será en Long Beach y ya he quemado Google Maps mirando arriba y abajo la playa en la que se harán las regatas", cuenta quien ya tiene incluso un movimiento característico.

La firma personal

Como las carreras son tan cortas —solo hay 250 metros de la playa a la boya donde hay que dar la vuelta—, se deciden en apenas dos minutos y hay mucha igualdad. Algunas veces uno de los remeros se cae al bajar de la embarcación o se trastabilla en plena playa y acaba perdiendo en los últimos pasos, justo antes de darle al botón rojo que marca al ganador.

Por eso Martín siempre acaba igual: cuando está a un metro del pulsador, se lanza como quien va a parar un penalty y aterriza sobre el mismo. Gane o pierda acaba rebozado de arena.

"Tengo que reconocer que empezó como una broma. En el primer Mundial que disputé iba ganando cómodamente, salté porque me daba tiempo, hizo gracia y ya me he quedado con eso", apunta el remero, ahora en plena pretemporada. En las últimas semanas ha competido en algunas regatas privadas, como el tradicional Challenge Príncipe Alberto de Mónaco, donde se repartían 10.000 euros, pero ya le toca centrarse en la campaña olímpica.

Con los rivales en casa, en su academia de Torrevieja, preparará la cita de 2028 para intentar ser el primer campeón olímpico de la historia del remo de mar.

Heidi Klum, un premio de la paz para Donald Trump y España esperando rivales: todos los detalles del sorteo 'dirigido' del próximo Mundial

Heidi Klum, un premio de la paz para Donald Trump y España esperando rivales: todos los detalles del sorteo ‘dirigido’ del próximo Mundial

Lo que va a suceder esta tarde (18.00 horas) en el John F. Kennedy Center de Washington atraerá la atención del planeta. Del planeta fútbol, porque al final lo que se decide es contra quién va a jugar cada selección en el próximo Mundial, pero también del planeta que no tiene nada que ver con el fútbol, expectante ante la posibilidad, más que real, de que Gianni Infantino, presidente de la FIFA, otorgue al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, su recién creado Premio de la Paz.

Es, quitando lo puramente futbolístico, lo más novedoso que sucederá hoy en una cita que, como el Mundial en sí, tiene muchísimas novedades. Se trata, más que de un sorteo, de una gala al estilo de los Oscar, o de los Grammy, o de los Goya, para que nadie se enfade. La van a presentar Heidi Klum y el cómico Kevin Hart. Junto a ellos, el productor Danny Ramírez. Van a actuar Andrea Bocelli, que lo hará junto a Robbie Williams y a una «reconocida artista multifacética», que es la manera que ha encontrado FIFA de referirse a Nicole Scherzinger, ex pareja de Lewis Hamilton. El punto y final lo pondrán unos jovencitos llamados Village People, grupo de cabecera de Trump, que cantarán, cómo no, YMCA, la canción con la que llevan arrasando desde 1978 y que se ha convertido en un himno en los actos del presidente estadounidense.

Habrá un montón de famosos (Tom Brady, Shaquille O'Neal) y en mitad de todo este ruido, en algún momento alguien irá diciendo, poco a poco, cómo quedan conformados los 12 grupos de cuatro equipos que, entre el 11 de junio y el 19 de julio del año que viene, en las 16 sedes (dos en Canadá, tres en México y 11 en Estados Unidos) designadas, jugarán el Mundial más extraño de la historia. Hay muchos datos que corroboran esta afirmación (que es el más extraño de la historia), pero quizá uno por encima de todos: hasta ahora, en un Mundial entero se disputaban 64 partidos.

Pues bien, en el del próximo verano, sólo la primera fase, la fase de grupos, ya tiene 72 choques. Y todo para que, después de esos 72 partidos, apenas 16 equipos queden eliminados (avanzan a los dieciseisavos de final los dos primeros de cada grupo y los ocho mejores terceros). En esta toma de contacto, todos los días habrá cuatro partidos, y en las últimas cuatro jornadas serán seis.

Volviendo al sorteo de hoy, hay una novedad que para el gran público ha pasado desapercibida. Es la primera vez en la historia que FIFA dirige mínimamente el sorteo para que las cuatro primeras cabezas de serie, es decir, las cuatro mejores selecciones, no se enfrenten hasta semifinales. España, Argentina, Francia e Inglaterra no se verán hasta esa ronda si todas ganan sus grupos de clasificación.

Superados estos traumas, ¿cuál es el grupo más fácil y más difícil que le puede tocar a la mejor selección del mundo, España? Teniendo en cuenta que todavía hay equipos que no están clasificados, y que por ejemplo Italia puede ir al último bombo, sería algo como lo que sigue, ateniéndonos al ranking FIFA.

Grupo más fácil: Austria, Sudáfrica y Nueva Zelanda.

Grupo más difícil: Croacia, Egipto y Jordania.

Leído así, ambos parecen bastante sencillo. Ocurre que todo se puede complicar mucho si, por ejemplo, a España le cae Marruecos del Bombo 2, Costa de Marfil del Bombo 3 y tiene la mala suerte de que Italia se meta en la repesca y le caiga, al no haber caído ningún europeo del Bombo 2. El caso es que, por primera vez en muchos años, quienes no quieren jugar contra España son el resto. La gran favorita para levantar la Copa en Nueva York espera relativamente tranquila.