Decía Vinicius Júnior en Arabia Saudí que no era «un santo», que hablaba «demasiado» durante los partidos y que tenía que «mejorar y dar ejemplo a los niños». Aprendida o no la lección, el brasileño volvió este jueves al Metropolitano, quizás el lugar en el que más rechazo genera. Ya en las puertas del estadio, decenas de aficionados del Atlético de Madrid corearon ese vergonzoso «¡Vinicius, eres un mono!», un cántico lamentable que ya sonó en el derbi de septiembre. Después del muñeco colgado sobre la M-30, la grada rojiblanca no ha detenido su violento odio contra el delantero del Madrid y en la previa del derbi incluso fue agredido un cámara de Televisión Española.
Mientras los gritos crecían camino del pitido inicial, Vinicius saltó al césped consciente de que estaba en territorio enemigo. En un ambiente caliente, el único momento de tregua fueron los aplausos de Carvajal y Modric a Griezmann durante el homenaje que el club le regaló al francés tras superar a Luis Aragonés como máximo goleador de su historia.
Los blancos atacaron en la primera parte en la portería del Frente Atlético y Vinicius se encontró con los abucheos de la grada una y otra vez, desde el primer balón que tocó. Lejos de ignorarlo, contestó mirando hacia el Frente y haciendo algún gesto de vez en cuando. Los primeros 45 minutos fueron de pura intensidad. En un momento, el brasileño protestó a Cuadra Fernández, señalando hacia un lugar de la grada, y el árbitro respondió a su insistencia con una amarilla por protestar, de esas que tan poco gustan a Ancelotti.
Oblak, en propia, empató el tanto inicial de Lino y Vinicius descargó su rabia celebrando el gol hacia el Frente, con pitada general como respuesta. Una situación demasiado intensa incluso para un derbi, por lo que Nacho y Modric, capitanes, aprovecharon la pausa del gol para acercarse a él y darle un par de consejos.
En la segunda parte, lejos del Frente, el ambiente contra el brasileño se relajó por momentos, aunque tuvo sus instantes. Simeone celebró el 2-1 de Morata , en un error de Lunin que abrirá de nuevo el debate de la portería, encarándose hacia Vinicius, aunque el delantero se mantuvo inmóvil y no reaccionó.
Con el Atlético ganando, reaccionando a modo de revancha a la derrota en las semifinales de la Supercopa, el derbi de la capital entró en el terreno del barro, más todavía. Un enganchón entre Brahim y Hermoso, un pique entre Carvajal y De Paul… Todo roto, en un segundo, por unos tímidos aplausos a Vinicius tras devolver un balón al Atlético.
Simeone se encara con el brasileño
El tramo final no bajó marchas y Cuadra Fernández advirtió al delegado de campo de que los recogepelotas estaban lanzando balones al césped a destiempo. El empate de Joselu calentó todavía más a Vinicius, que celebró el gol ante un fondo rojiblanco, buscando a la afición del Madrid, y regresó a su campo mirando hacia Simeone y señalándose el dorsal. El técnico argentino se encaró y acabó amonestado, volviendo a por Vinicius en el descanso previo a la prórroga, la octava de los derbis desde que está Simeone. En esta triunfó el Atlético, con un golazo de Griezmann, y se despidió de la Copa el Madrid, tan fundido como impreciso.