Un infierno madridista en Villarreal y la contradicción del VAR: “Yo no pitaría ninguno de los dos penaltis”

Un infierno madridista en Villarreal y la contradicción del VAR: "Yo no pitaría ninguno de los dos penaltis"

LaLiga Santander

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El de La Cerámica es el campo de la Liga que peor se le da al Madrid en los últimos 20 años. Ancelotti pone la diana en los errores en salida de balón: “Son fallos del equipo por no estar bien colocado”.

El árbitro Soto Grado, junto a Vinicius, Alaba y Rüdiger.Biel AlinoEFE

Villarreal, y concretamente el Estadio de La Cerámica, antiguo El Madrigal, comienza a ser un infierno para el Real Madrid. Uno de esos campos que se quedan en la memoria del aficionado de Chamartín por tantas tardes de sufrimiento, como la del 2-1 de este sábado. El ‘submarino amarillo‘ es el equipo contra el que el Madrid registra un peor porcentaje de victorias como visitante en las últimas dos décadas: ha ganado sólo el 31% de los encuentros que ha disputado en suelo castellonense y no triunfa desde hace seis años, con el 2-3 de febrero de 2017. Si ampliamos la vista, son sólo dos victorias en las últimas diez visitas, un aviso muy serio de cara a los octavos de final de la Copa del Rey, donde se repetirá escenario para una de las citas más complicadas del invierno madridista.

El mal día del Madrid fue el mal día de Ferland Mendy, talismán merengue desde su llegada. El lateral francés, el futbolista de la Liga que menos derrotas acumula desde que aterrizó en España, erró en la salida de balón del 1-0 y terminó desviando a la red el disparo con el que Yeremy Pino abrió la lata. Un fallo que explicó a la perfección las dudas de la defensa madridista a la hora de crear juego. Con Militao en la derecha y Rüdiger y Alaba como centrales, el Madrid se confundió a sí mismo. «Había visto a Militao bien con Brasil en la derecha y Lucas venía de jugar 90 minutos en Copa», se justificó Ancelotti, molesto con la mala salida de balón de los suyos: «Son errores del equipo por no estar bien colocado. Hay que leer mejor la situación y no tener problemas por meter un balón largo. El equipo estuvo demasiado abierto, la defensa y la media, nos metían balones entre líneas, ese fue el problema. No hemos empezado bien el año», añadió.

El conjunto de Carletto, que puso sobre el césped la primera alineación inicial de la historia del Madrid en Liga sin jugadores nacidos en España, revivió y volvió a morir en los tres minutos de la segunda parte que duró el protagonismo del VAR y de Soto Grado. Fue entre el minuto 68 y el 71. Un parpadeo. Primero, el colegiado, tras ser avisado por la sala de videoarbitraje y después de consultar la pantalla situada entre los banquillos, sancionó con pena máxima una mano de Juan Foyth en un pase de Tchouaméni sobre Vinicius. El lateral argentino abrió su brazo y tocó la pelota, aunque sin desviarla de su dirección. La norma, sin embargo, le penalizó. En la siguiente acción tras el empate de Benzema, David Alaba levantó su mano unos centímetros del suelo para evitar golpear el balón, sin éxito, y Soto Grado no necesitó ni pantalla para señalar el penalti. Curiosamente, y según la norma, si el austríaco hubiera mantenido su mano en el suelo, no hubiera sido penalti. «Tenemos que acostumbrarnos. Si fuese por mí… no es mano ni una ni la otra», aseguró Ancelotti, que admitió, a regañadientes, que «con la regla, son penalti».

“Obviamente es compensación”

Courtois estaba algo más enfadado después de recibir el definitivo 2-1. «La semana pasada en Valladolid da en la mano libre… Aquí David se quiere levantar tras resbalarse, no puede cortarse las manos. Nunca nos han puesto un ejemplo así, así que a ver si en verano vuelven a venir a hablar con nosotros. Si pitas un penalti que también era un poco dudoso para ellos, vas a pitar éste también. Obviamente es un poco compensación», valoró el belga tras el pitido final. «Yo no pitaría ninguno de los dos penaltis. Se están pitando muchos muy dudosos», sentenció también Albiol, mientras Yeremy Pino aseguraba que «me están diciendo que no es penalti ninguno». En resumen, un caos cada jornada, unas normas que pocos entienden y que se aplican con distinto criterio semana tras semana, sea cual sea el campo.

La derrota deja al Madrid empatado a puntos con el Barça, aunque con un partido más, y con la Supercopa y los octavos de Copa en el camino de la siguiente jornada de Liga, que será el próximo 22 de enero contra el Athletic. 15 días que parecen eternos.

kpd