Verstappen, conquista la triple corona tras acabar segundo en la carrera al ‘sprint’

Verstappen, conquista la triple corona tras acabar segundo en la carrera al 'sprint'

GP de Qatar

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El líder de Red Bull cierra su tercer título de F1 en Losail, tras 19 vueltas muy entretenidas, donde Piastri obtuvo la victoria. Sexto puesto para Sainz y noveno para Alonso.

Verstappen, durante la clasificación del sábado en Losail.AFP

Fue un logro heterodoxo, aunque no único en la historia de la F1, ya que Nelson Piquet, allá por 1983, también se proclamó campeón un sábado. Max Verstappen cerró en Losail, durante la carrera al sprint, su tercer título mundial, con el que iguala en el palmarés a leyendas como Ayrton Senna, Niki Lauda, Jackie Stewart o Jack Brabham. A los 26 años, en el esplendor de su carrera, el líder de Red Bull se convierte además en el segundo piloto más joven de la historia que completa una triple corona, sólo por detrás de Sebastian Vettel, que en 2012 logró este hito con 195 días menos.

Bastaron 19 vueltas bajo las inmensas torres de iluminación de Losail para que Verstappen echase la persiana a un Mundial sin historia. Acabó segundo, cuando le bastaba con un sexto, una carrera con tres safety cars y cinco abandonos. Mera cháchara para él, que pudo descorchar el champán en el podio entre Oscar Piastri y Lando Norris. Cierto que cedió 1,8 segundos ante el australiano. Tan evidente como que en caso de necesidad hubiese vuelto a arrasar sin contemplaciones.

Durante la clasificación, los McLaren habían confirmado su gran momento, con Piastri en la ‘pole’, por delante de Norris. Desde el tercero puesto de la parrilla, a Verstappen le bastaba con dejar hacer. Sin asumir un riesgo de más con sus neumáticos medios, poco le importó perder dos puestos en la salida ante los Ferrari. Tampoco debieron de incomodarle en exceso los madrugadores safety cars tras una excursión por la grava de Liam Lawson en la curva 3 y otra pifia de Logan Sargeant en la la curva 11.

La degradación, clave

Estos periodos de ralentización, obviamente, favorecían a Carlos Sainz, Charles Leclerc y Fernando Alonso, con un margen algo más amplio para la vida útil de sus neumáticos blandos. También a George Russell, autor de un fabuloso movimiento ante Piastri en la horquilla de la 6. Desde el viernes, los favoritos habían intentado adaptarse a las peliagudas condiciones de Losail, barrido por el viento del desierto y con una pista recién reasfaltada. La degradación de los neumáticos, aun en una carrera a sólo 100 km, sería otra vez la clave.

A partir de la novena vuelta, el compuesto medio de Pirelli empezaría a rendir, mientras el blando caía en picado. Verstappen rebasó sin contemplaciones a Leclerc a final de recta y un par de vueltas más tarde Piastri calcó el movimiento ante Russell por la parte sucia para retomar al liderato. Desde allí hasta la meta, el australiano ya no vería temer por su victoria. Ni siquiera ante Verstappen.

En realidad, el neerlandés se había coronado de forma matemática en la undécima vuelta, cuando la calamidad volvió a cebarse con Sergio Pérez, víctima de un doble choque cuando luchaba por el exterior de la curva 2 con Nico Hulkenberg y Esteban Ocon. Por supuesto, desde el muro de Red Bull lanzaron mensajes de calma para que el campeón se limitase a llevar el coche a la meta. Aun así, Verstappen se permitió el capricho de un par de vueltas rápidas a modo de cosquilleo para Piastri.

Aston Martin, otra vez para atrás

Sainz, con muchos apuros para aguntar el tipo ante Leclerc, acabó sexto, mientras Alonso debía resignarse a la novena posición, cuatro por delante de Lance Stroll. La nueva configuración aerodinámica del Aston Martin, que le permite dominar la tabla de velocidades punta, se antoja de momento insuficiente para el asturiano en Losail. Más que mirar hacia adelante, con los Mercedes acechando la ‘pole’ de Verstappen, Alonso debería pensar en cómo mantener su cuarto puesto de la parrilla, ante Leclerc y Piastri.

En un circuito donde aún no ha clavado su bandera, impulsado por un apetito insaciable, Verstappen se pefila como gran candidato al triunfo. Lo mismo de casi siempre en este Mundial 2023, donde el RB-19 sólo ha dejado escapar una victoria en 16 carreras. Con uno de los monoplazas más dominantes de la historia Mad Max acaba de igualar a Michael Schumacher, que en 2002 también se había proclamado campeón con seis citas aún por delante.

El diseño de Adrian Newey, ideado para el lucimiento de su líder, ha dejado en evidencia a Pérez. Porque en el cara a cara, el escarmiento para el mexicano se cifra en un 14-2 durante las sesiones de clasificación, con un déficit de 0,66 segundos de promedio, y un 13-2 en carrera, ya que Checo sólo pudo salvar el honor con sus victorias en Arabia Saudí y Azerbaiyán.

Y para remate, únicamente recordar que a Verstappen le bastará el domingo con liderar 28 vueltas para arrebatar a Vettel otro registro histórico, de aquella primera época dorada en Red Bull, cuando el alemán culminó el Mundial 2011 con 739 giros en cabeza.

kpd