Casi tres décadas después del pisotón en San Mamés, el hijo de Julen firma hasta 2025 por el club vitoriano, donde juega cedido el vástago del Cholo.
Dice Ezequiel en la Biblia: “Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni el padre por los pecados del hijo. El justo recibirá el premio a su justicia; y el malvado, el castigo a su maldad”. Y resulta que hoy, casi 30 años después, un Guerrero y un Simeone volverán a formar juntos en un campo de fútbol ajenos a los pecados de sus padres.
El Deportivo Alavés ha confirmado el fichaje de Julen Jon Guerrero, hijo de Julen Guerrero. Guerrero junior se encontraba cedido en la Roma, pero pertenecía al Real Madrid. No obstante, el joven centrocampista no ha tenido la participación que buscaba en el Olímpico y ha llegado a un acuerdo con el conjunto babazorro hasta 2025. “Con mucha ilusión y ganas esperando esta oportunidad”, confesaba durante su presentación.
Pese a que Jose Mourinho, entrenador romanista, “trata bien” a todos los jóvenes, Guerrero, de 19 años, no ha encontrado la continuidad necesaria para desarrollar su carrera en la Serie A y ha optado por volver a LaLiga en esta ventana invernal. En la Roma apenas había jugado 187 minutos en cinco encuentros.
El vasco, formado en las categorías inferiores del Málaga y el Real Madrid, ya había disputado más de 500 minutos en Primera RFEF con el Amorebieta, ayudando al ascenso a la Liga Hypermotion la temporada pasada. Ahora llega a Primera División, categoría en la que su padre sumó 372 partidos en 14 temporadas para convertirse en uno de los emblemas del Athletic Club.
En uno de esos partidos, concretamente en el que enfrentó a los bilbaínos con el Atlético de Madrid un 8 de diciembre de 1996, Julen Guerrero y Diego Simeone protagonizaron un encontronazo inolvidable. El argentino clavó su bota derecha en el muslo del vasco protegiendo un balón que se perdía por la línea de fondo.
Guerrero necesitó tres puntos de sutura para arreglar la herida que Simeone le abrió hace casi tres décadas. El argentino ha necesitado 26 años para lamentar una fea jugada que aún se mantiene en las retinas de los aficionados. “Fue una reacción innecesaria. Siempre fui fuerte y temperamental, pero eso es una agresión. Obviamente está mal”, concedió en la docuserie sobre sí mismo, Vivir partido a partido, estrenada en 2022.
La relación entre Simeone y Guerrero no debió de ser la mejor, puesto que un año antes de aquel incidente El Cholo también pisó al centrocampista en la espalda en otro encontronazo. Ahora sus hijos tienen la oportunidad de enterrar el hacha de guerra entre las familias.
“Es una gran oportunidad para seguir creciendo, para seguir mejorando, para progresar en mi carrera y para ayudar al equipo”, confesaba Guerrero en los medios albiazules. El hijo de Simeone, por su parte, apenas ha podido progresar en Mendizorroza, ya que una entrada brutal durante un partido de pretemporada contra el Burgos le causó una rotura de tibia y peroné de la que se acaba de recuperar.
José Matos, autor de esa acción, sí se disculpó inmediatamente con el italiano. “Lo siento de todo corazón, Giuliano. Sobra decir que, evidentemente, no es una entrada de manera intencionada, sino un lance del juego. Por mi experiencia jamás haría daño a ningún compañero de profesión”, escribió, desvelando asimismo haber recibido “muchas amenazas”, a su juicio “fuera de lugar”.
“Soy un futbolista distinto”
Ahora Giuliano y Julen Jon coinciden en un terreno de juego pero, en lugar de como rivales, lo harán como compañeros. El vestuario vitoriano será un lugar perfecto para olvidar los pecados de sus padres y ayudar al equipo y a Luis García Plaza a salvar la categoría que consiguieron la temporada pasada.
“Soy un futbolista distinto, con gol, con llegada y con carácter”, explicaba Julen Jon en su presentación. Todas esas características son las que necesitará el equipo, pero la última será fundamental para olvidar el pasado.
