Si el conjunto blanco alcanza las semifinales de la Copa, le esperan 18 partidos en 62 días
Dos meses extenuantes aguardan al Madrid si el éxito le acompaña. En realidad, son parte ya de su propio éxito, al estar implicado en torneos que disputa como vencedor de competiciones, caso de la Supercopa de España o el Mundial de clubes. Si el equipo de Carlo Ancelotti se clasifica para las finales de ambas competiciones y alcanza las semifinales de la Copa del Rey, fechadas para el 1 de marzo de 2023, disputaría hasta entonces 18 partidos en 62 días. Es decir, un partido cada 3,4 días.
El Mundial implicaba una compresión del calendario que ahora van a sufrir especialmente los equipos con más mundialistas. En el caso del Madrid, tres de sus futbolistas llegaron hasta el desenlace: Tchouaméni y Camavinga, finalistas; y Modric, implicado en el partido por el tercer y cuarto puesto. Se trata de futbolistas que juegan en el centro del campo y que son considerados clave por el técnico italiano. Debido al desgaste acumulado en Qatar, han gozado de un tiempo mayor de descanso al resto para incorporarse a los entrenamientos en Valdebebas. Como en el caso de otros mundialistas, es una incógnita la forma en la que el torneo puede afectar a su rendimiento. La diferencia para el Madrid es la exigencia inmediata y comprimida de sus compromisos.
Ese maratón arranca, este viernes, con la visita al estadio del Valladolid (21.30 horas). Ancelotti tiene la intención de ofrecer minutos a los futbolistas que han acumulado menos desgaste, fuera por no estar convocados o porque su participación concluyera antes, pero los resultados determinarán la hoja de ruta.
El viaje a Arabia
«Evaluar lo que va a pasar es muy complicado, es un calendario que exige mucho. Tenemos la Supercopa de España y el Mundial de clubes. Hasta marzo son muchos partidos y hay que hacer una evaluación personal jugador por jugador. A los mundialistas había que darles descanso. Días libres ya no hay, ya que jugamos cada tres días, especialmente hasta el 19 de febrero», explicó, ayer, el italiano.
La Supercopa, en Arabia, obligará al Madrid a un desplazamiento largo. El miércoles, 11 de enero, jugará la semifinal frente al Valencia, a la espera de conocer si se clasifica para la final, frente a Betis o Barcelona. Menos desgaste implicará el viaje para jugar el Mundial de clubes, en Marruecos. El 8 de febrero disputará la semifinal ante el Flamengo, en Tánger. La final, en Rabat, quedará pendiente del resultado. Las fechas de la competición fueron anunciadas por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, durante el Mundial, en Doha, por lo que suponen para el Madrid un desgaste añadido al inicialmente planificado.
El momento de Benzema
Entre los futbolistas con los que Ancelotti ha podido contar se encuentra Benzema, que regresó de la concentración de Francia antes de iniciarse el Mundial por una polémica lesión. La ruptura posterior con la selección y con Didier Deschamps tiene al equipo blanco como principal beneficiario. A sus 34 años, el francés podía acusar mucho los sobresfuerzos de jugar, además, con Francia. Es el caso de Modric, que mantiene su compromiso con Croacia. Esos partidos, sin embargo, llegarán después de este maratón, en marzo.
«Hemos recuperado bien a Benzema. Está bien. Volvió el día 10 de vacaciones, trabajó con el equipo y en los amistosos jugó media hora y 45 minutos. Creo que va a mostrar toda su calidad con nosotros, porque está muy motivado», manifestó Ancelotti. Lo mismo opina el preparador de Hazard, apeada Bélgica en la primera fase del Mundial.
A pesar de las exigencias, no cree Ancelotti que sea necesario buscar refuerzos en el mercado de invierno: «Las entradas están cerradas, porque tenemos una gran plantilla. Las salidas no lo sabemos, porque quizás algunos jugadores que juegan menos quieren salir. Respecto a diciembre de 2022, creo que estamos mejor».
En todo este maratón, al margen de los títulos en juego en la Supercopa de España y el Mundial de clubes, hay dos fechas rojas para los jugadores de Ancelotti: la ida de los octavos de la Champions ante el Liverpool, el 21 de febrero en Anfield, y el derbi ante el Atlético, cinco días después.