El regreso al Riviera Country Club de Woods fue emocionante, 69 golpes, vuelta de -2 y puesto 27 en la clasificación
En Riviera Country Club empezó todo para Tiger Woods hace 31 años, un pequeño Woods de 16 años hizo pellas en el instituto para debutar en el PGA Tour. Fue aquí cuando casi todo termina en 2021. Tras el torneo, Woods se salió de la carretera con su todoterreno y salvó milagrosamente su vida. Así que no es casualidad que 844 días después vuelva a competir en un torneo regular del PGA Tour aquí, en uno de los campos, además, que no está en su palmarés de 82 victorias en el Circuito Americano.
El retorno de Woods fue emocionante, 69 golpes, vuelta de -2 y puesto 27 en la clasificación. Sobresaliente regreso que quizás no haga justicia a todo el sacrificio y trabajo en la enésima resurección del californiano. Con un cuerpo remendado a costuras, una pierna destrozada y 47 trabajados años, los últimos en convivencia con el dolor. Pero Tiger volvió pegando drives de 300 y hasta 331 yardas (como en el hoyo 3) y velocidades de bola que llegaron a alcanzar las 180 millas por hora, (los jovencitos más pegadores llegan a las 190-192).
Quizás faltó un poco de chispa competitiva, la de estar cada semana peleando por victorias, o algo de fluidez en el juego corto, su principal arma del pasado, pero la sensación es mucho mejor de lo que cabía esperar e incluso nos regaló momentos tan mágicos como el final de vuelta con tres birdies consecutivos, un regalo para los más nostálgicos. Tirazo en el 16 par tres, enorme birdie del 17 donde Tiger rugió de nuevo, tras embocar desde 7 metros, y un birdie de libro en el 18, con tres golpes perfectos.
¿Quizás deberíamos albergar esperanzas de asistir a un nuevo milagro un futuro próximo? Hace ya tiempo, concretamente desde el Masters de Augusta de 2019, su decimoquinto major, donde aprendimos de los mandamientos de la ley del Tigre, el ‘no dudarás’. La mejor noticia es que físicamente trasmitió una mejor imagen que en sus últimas actuaciones, sigue fuerte como un toro, y arrastra su pierna derecha con mayor fluidez, en medio de un swing adaptado a sus movimientos robóticos del tren inferior.
Otra gran vuelta de Rahm
Woods terminó a cinco golpes de la cabeza del torneo con los norteamericanos Max Homa y Keith Mitchell (-7), y a cuatro de Jon Rahm, tercer clasificado gracias a sus 65 golpes iniciales -5. Acumula ‘Rahmbo’ la brutalidad de 162 golpes bajo el par en sus 10 últimos torneos. Rahm firmó 8 birdies y dos bogeys en un día donde solo alcanzó seis de las catorce calles en juego.
La clave del fue su excelente juego con los hierros, como ejemplo; tres de sus birdies vinieron en pares 3.”La inercia es un gran factor en los deportes, pero si pones el esfuerzo necesario durante todo el año y las semanas libres en casa haces bien las pequeñas cosas, tienes una mejor oportunidad de continuar en racha.
Muchos de nosotros nos dedicamos bastantes horas en el campo de golf y fuera del campo de golf y hacemos lo correcto para mantenernos física y mentalmente en forma para mantener ese nivel de golf”, Rahm profundizaba tras su ronda, sobre el secreto de sus buenos resultados. “La motivación me ayuda a seguir en la lucha de cada torneo, también me ayuda el amor al juego, el amor por competir y el amor por ser una mejor persona cada día”, aclaró el sólido líder de la FedEx Cup.
La vuelta pudo de Rahm pudo complicarse en el hoyo 8 con un mal drive, al que un certero rebote en un árbol, salvó del fuera de límites.