El Madrid sacó coraje, fuerza y ganó, porque jugar al fútbol no sabe por culpa del ínclito de su entrenador. Una vez más, la calidad de los jugadores sacaron adelante un partido que una vez más se complicó ante un Betis quisquilloso.
Mbappé , por fin, existe y tras el taconazo de Valverde, creó el milagro que demostraba que es un delantero centro, a la fuerza. Que puede ser un delantero centro. Es tan bueno que se acostumbrará, aunque el problema
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Sucumbe Mbappé, sucumbe el Madrid. No es necesariamente el axioma de lo que sucedió en Anfield, pero dada la jerarquía del futbolista y el esfuerzo e inversión del club en el francés, la relación es evidente. Lo fácil es señalar a Mbappé por el penalti errado cuando el Madrid se aferraba a esa acción como un náufrago a un tablón en mitad de la tempestad. Un penalti, sin embargo, lo falla el mejor. Que se lo pregunten a Salah. A Mbappé hay que preguntarle por otras cosas, después de un partido errático, repleto de imprecisiones. También lo hizo Güler, el esperado Güler, pero la espera de uno y otro no tienen nada que ver, ni cuestan lo mismo. [Narración y estadísticas (2-0)]
Mbappé no es el único culpable de esta derrota ante el Liverpool (2-0) que pone al Madrid en una situación muy comprometida en la Champions, destinado a luchar por la pedrea en una primera fase nueva y extraña. El tiempo de los miuras queda lejos y es el tiempo del Madrid, pero la primera feria deja muchas sospechas, tras caer ante el Lille, el Milan, peores equipos que este Liverpool, con pleno en la Champions y líder de la Premier. Siguiente parada, Bérgamo, el Atalanta. De este modo, cualquiera lugar invoca una oración.
Las sospechas se ciernen sobre Ancelotti, por la irregularidad del equipo, y sobre Mbappé. Al primero le excusan las lesiones; al segundo, nada. Sin Vinicius, lesionado, Anfield era la arena para que buscara su lugar en el sol, después de un arranque de temporada tibio, donde apenas ha sido un crack de highlights. Hoy, la distancia entre Vini y Mbappé es un abismo, una sima. La ansiedad del francés, que lo que más cerca estuvo del gol fue de rebote, es un hecho, pero la ansiedad difícilmente es titular en el Madrid.
El 'vietcong' del liverpool
Mbappé era uno de los perfiles ofensivos escogidos por Ancelotti para un Madrid poco ofensivo. Tampoco eso es una coartada. Puede ser un contrasentido o puede ser un ejercicio de realismo, dado el parte de bajas del Madrid y la vocación de un Liverpool capaz de poner Anfield cuesta abajo cuando ataca. El día después de Klopp es el día siguiente, ahora de la mano de un desconocido de los banquillos, Arne Slot, que parece sacado de la carpeta de un head hunter. Se va el divo, se queda la idea.
Presiona y corre, corre mucho el Liverpool, algo que al Madrid le cuesta mucho aguantar con el mismo lenguaje. En Anfield tocaba el Madrid de la resistencia, el Madrid del Etihad, frente a un fuego ofensivo frenético cuando encuentra su ritmo, con futbolistas que alternan posiciones y roles, sin ofrecer referencias, como un ataque del Vietcong. La única solución era romper ese ritmo.
Lo consiguió el Madrid con un buen repliegue, aunque sin impedir las oportunidades que se sucedieron en la primera mitad. Courtois paró a quemarropa ante Darwin Núñez, Rüdiger cortó un centro de gol con el rostro inyectado y Asencio reaccionó a tiempo de sacar el balón sobre la línea después de su propio rechace. Nada más llegar al primer equipo y nada más empezar, era la jugada que puede condenar a quien llega de la cantera, siempre en debate, siempre bajo sospecha y siempre, o casi siempre, demasiado lejos del primer equipo del Madrid. Los centímetros que le podían haber señalado, en cambio, lo elevaron en su autoestima, sólido en su papel y bravo a empujones con Darwin Núñez. Aunque le costara una tarjeta, demostró cuajo en el área de Anfield. No es cualquier lugar. La maniobra de Mac Allister antes del gol lo encontró en el pulso final, pero el problema se había originado con anterioridad, en la falta de anticipación antes de que recibiera el delantero en el área.
Gakpo festeja el 2-0 junto a Van Dijk, Salah y Luis Díaz.AFP
El tanto fue la consecuencia del asedio que el Madrid no pudo impedir con el break del descanso. Fue peor. El segundo tiempo arrancó, de hecho, con la mejor intervención de Courtois, mano abajo, continuó con el gol y, de inmediato, la lesión de Camavinga, hasta entonces el mejor futbolista del Madrid, junto con Courtois.
Una serie negra que, sin embargo, dio paso a los cambios y a una ocasión aparecida de la nada gracias a uno de sus protagonistas. Lucas Vázquez saltó al campo para que Valverde, inicialmente lateral, pasara al centro del campo, junto a Ceballos. La primera vez que pisó el área, Lucas Vázquez provocó un penalti de Robertson. Mbappé dio entonces continuidad a su partido. Lo lanzó mal, como lo haría Salah, pero con mejores antecedentes. La mejora del Madrid fue insuficiente frente al gol de Gakpo. Mbappé miró al césped sin respuestas. A él lo mira el madridismo.
La guerra de declaraciones entre el Real Madrid y Tebas parece no tener fin, y este martes ha tenido un nuevo capítulo. Carlo Ancelotti respondió al presidente de LaLiga, Javier Tebas, al asegurar que al llamar "llorón" al club blanco "falta el respeto a millones de madridistas" y que debe centrarse en "solucionar temas" del fútbol español.
"Tebas habla demasiado del Real Madrid. Desde que estoy aquí ha hablado muchas veces y lo que más me llama la atención es que falta el respeto a millones de madridistas. Hay temas más importantes en el fútbol español y un presidente debe enfocarse más en solucionar esos temas", afirmó en la rueda de prensa previa al partido de este miércoles ante la Real Sociedad, ida de las semifinales de Copa del Rey.
Ancelotti respondió a las declaraciones del lunes de Tebas, que afirmó llegar a avergonzarse como madridista de la línea seguida por el club blanco en el tema arbitral. "No sé que tipo de vergüenza tiene pero todos los madridistas están orgullosos de ser aficionados de este club", defendió el técnico italiano.
La respuesta de Javier Tebas ha llegado a los pocos minutos a través de su cuenta en la red X. "Cuando dije que el Real Madrid se ha convertido en un club llorón, evidentemente me refería a que son sus dirigentes quienes están construyendo ese relato victimista y conspiranoico" comenzó Tebas, que en una exposición larga, prosiguió:
"Ese discurso, además de ser una falta de respeto a la competición, también lo es hacia los clubes que os ganan en el terreno de juego, ya sea porque han sido mejores o, simplemente, porque han tenido más suerte. Eso sí es faltarle el respeto a millones de aficionados. Respiro madridismo desde pequeño, y todo este relato que están impulsando desde la dirigencia va en contra de los valores que siempre hemos conocido. Carlo, que te usen para esto es una pena, con la experiencia que tienes", cerrando con un último recado: "Los carnets de madridismo no se compran, se sienten. Y no se reparten ni se regalan como algunos hacen... y muchos callan".
Ha sido el penúltimo capítulo en una guerra dialéctica provocada porque el técnico italiano es, en realidad, el único portavoz oficial del Real Madrid.
Ancelotti estuvo más distante cuando fue preguntado por el caso Negreira y lo que había ocurrido si los hechos los hubiese protagonizado el Real Madrid. "No puedo decir si esto pasaría con el Real Madrid, lo que veo es que hay un procedimiento judicial, todo el mundo está esperando esta resolución. El mundo del fútbol ha sido paciente dos años y tenemos que seguir siendo pacientes porque al final saldrá una resolución judicial", dijo.
Preguntado Ancelotti por si en su carrera había visto un caso similar a Tebas, recordó una figura que le marcó en el pasado. "No recuerdo, de verdad, y tengo un conflicto porque cuando estuve en Italia, en el Milan, el presidente de la liga era Galliani y a él no lo puedo tocar. Siempre tenía razón y la tiene para mí. Es el mejor director del mundo", sentenció.