PGA Championship
El PGA Championship seguirá siendo el major esquivo para el golf español, ni siquiera Jon Rahm ha sido de momento capaz de cambiar la tendencia histórica y tras no poder remontar su mala primera jornada, el español se sitúa con +6 en el puesto 42º a 12 golpes de la cabeza del torneo. Si bien, las condiciones de juego fueron muy exigentes, y para muestra, las nueve tarjetas bajo el par que únicamente se firmaron en la jornada de sábado o los únicos 7 resultados globales en los tres días, capaces de estar bajo el par de Oak Hill. Un PGA Championship con sabor a Us Open, donde Pablo Larrazábal terminó con +4 en el día, +8 en el acumulado. Adri Arnaus y Adrián Otaegui se quedaron fuera del torneo, tras no haber podido pasar el corte.
La lluvia fue protagonista principal durante todo el día dificultando las rondas, incluso para Jon Rahm, “El día ha sido duro, ya que es un campo difícil en condiciones perfectas y el hecho de estar mojado desde que empiezas a calentar es difícil”, comentaba el jugador español.
Los jugadores LIV siguen reivindicándose cada semana y estar en el segundo major del año es importante para lograr cambiar ciertas dinámicas. La idea es aprovechar a la perfección citas como la de esta semana para volver a recuperar su posición y esperar un cambio en las políticas de los diferentes circuitos o majors. De momento y tras el gran Masters de Augusta, Brooks Koepka es el líder del PGA Championship. Bryson DeChambeau está con -3 a dos golpes de su compañero del LIV Golf.
Por su parte el número dos del mundo, Scottie Scheffler se sitúa con -2 y Rory Mcilroy cierra el exclusivo listado de bajo el par con -1, a cinco del líder, que ha protagonizado durante dos días consecutivos un resultado de 66 golpes, de largo, las mejores vueltas de todo el torneo. Koepka es el principal favorito para lo que sería su quinta victoria en un torneo grande.