Ya está confirmado. Rafa Nadal ya forma parte de la lista de jugadoras que previsiblemente disputarán Wimbledon a partir del próximo 1 de julio. Con la opción del calendario protegido y pendiente de posibles variaciones y carga de partidos que pueda tener durante Roland Garros, el tenista balear, doble campeón en la hierba (2008 y 2010), podría despedirse sobre la pista de la afición londinense. Allí, Rafa jugó por última vez en 2022, cuando una nueva lesión en el abdominal, le obligó a retirarse antes del encuentro de semifinales que iba a disputar ante el australiano Nick Kyrgios, derrotado en la final.
El que previsiblemente será el último año de su carrera, Nadal lo comenzó en jugando Brisbane(Australia), donde pudo disputar tres encuentros antes de sentir una nueva microrrotura muscular que le mantuvo alejado de las pistas hasta Barcelona.
Tras jugar en Madrid y en Roma, llega por fin su gran cita. La que estaba esperando. La capital francesa acogerá su Grand Slam sin que ningún español, por primera vez en los últimos 29 años, haya podido ganar un título de tierra en el circuito antes del comienzo del torneo. La última vez que eso sucedió fue en 1995, cuando ni Albert Costa ni Sergi Bruguera tampoco lograron ningún triunfo en la arcilla. Una situación que se refleja también en el ranking ATP donde, tras Alcaraz, que ocupa el tercer puesto, el siguiente tenista español no aparece hasta el número 34, ocupado por Davidovich.
Durante todo este tiempo transcurrido, el tenis español siempre había logrado presentarse en la Pista Central con algún título bajo el brazo, siendo su pico en los años 2009 y 2013, este último con triunfo del manacorí, que hoy se encuentra en el puesto 276 del ranking.
Sobre la pista, uno de sus máximos rivales será Novak Djokovic quien, a pesar de las dudas con las que llega Rafa a París, le considera favorito para llevarse una vez más el torneo: “Cuando hablas sobre Roland Garros y Nadal está ahí, para mí él es siempre el máximo favorito”. Además, también ha hablado acerca del posible nivel que pueda mostrar el español durante el torneo. « Evidentemente es un poco diferente con su nivel de juego. Pero es Roland Garros y es Nadal…», ha comentado el serbio, quien quiso señalar a Ruud,Zverev o Tsitsipas entre la lista de posibles candidatos.
"No soy el jugador que era antes. Cuando era joven la adrenalina se me disparaba sobre la pista, mi vida dependía de cómo fuera cada partido. Ahora esas sensaciones han desaparecido y digamos que mi nivel ha bajado", comentaba Stefanos Tsitsipas el pasado martes en una de las salas pequeñas del US Open, con sólo cuatro periodistas escuchando sus palabras. Acababa de perder en primera ronda del Grand Slam estadounidense, otra decepción, la enésima
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El Madrid volvió a salir vivo del precipicio de la Copa de Europa. Con talento, con pegada, con agonía... Con todo lo que es la historia del conjunto blanco. Mbappé, Vinicius y Bellingham levantaron al cuadro de Chamartín para sacarlo del asedio de Bérgamo, donde se jugaba su futuro continental. De Ketelaere y Lookman les metieron el miedo en el cuerpo, pero aguantaron. [Narración y estadísticas (2-3)]
Ante lo "jodido" de la situación, como reconoció Valverde en la previa, Ancelotti no titubeó en su alineación. Dio entrada a Vinicius, que llevaba cuatro partidos de baja por lesión, y situó a Tchouaméni como central en lugar de Asencio. Nadie había ganado en Bérgamo, castigado todo el mundo por ese extenuante marcaje al hombre del cuadro de Gasperini, así que la tarea era de nota.
Y el Madrid no decepcionó en el inicio. La entrada de Vinicius y Brahim dotó al equipo de mordiente y regate, clave a la hora de superar la presión rival, y el plan de buscar la espalda de los centrales con Mbappé dio lugar a los mejores 15 primeros minutos del curso madridista.
El sufrimiento de Lucas
Tras una combinación entre Brahim y Lucas, el andaluz buscó a Mbappé la frontal del área, éste superó a De Roon con un solo control y batió a Carnesecchi con un disparo seco. El gol fue el premio al buen hacer madridista y metió el miedo el cuerpo a la grada durante unos instantes. Pero fueron eso, instantes.
Unas jugadas después del tanto, Rodrygo comenzó a calentar por la banda y levantó las sospechas. Mbappé dejó de buscar la espalda de los defensas italianos, al Madrid le duró poquísimo el balón en cada posesión y el Atalanta comenzó a asediar la portería de Courtois. Sufrió especialmente Lucas, impotente ante Lookman, MVP de la última final de la Europa League.
Los bergamascos acumularon oportunidades y sólo la aparición de Rüdiger y Tchouaméni para cortar disparos evitó el empate. Lookman en el 13, De Ketelaere en el 17 y el 19, Bellanova en el 20...
Rival incansable
En el banquillo, Ancelotti pedía calma a sus jugadores, insistentes en el plan del inicio pero incapaces de llevarlo a cabo por los problemas físicos de Mbappé, que terminó pidiendo el cambio en el 34. El Madrid, precipitado, perdía el balón demasiado rápido y Brahim y Bellingham ya no podían darse la vuelta con tanta facilidad. El Atalanta, sin embargo, no bajaba marchas, incansable.
Mbappé, tras su lesión en Bérgamo.EFE
Rüdiger tuvo una buena opción en el 39, tras un centro de Ceballos y una continuación de Bellingham, pero su disparo se marchó fuera. Y antes del descanso, los italianos encontraron oro en un error de Tchouaméni. El galo no fue contundente en una arrancada de Kolasinac hacia el área y rozó al defensa en la carrera. Una zancadilla que Marciniak castigó con penalti.
De Ketelaere envió la pena máxima a la escuadra de Courtois y los locales se llevaron un gol psicológico al bolsillo camino de vestuarios. El Madrid, 24º en la Champions, se enfrentaba a una segunda parte clave por su supervivencia continental. Y ya se sabe lo que suele suceder cuando el Madrid se enfrenta al precipicio de la Copa de Europa. Que sale victorioso. Sin Mbappé y con Rodrygo y Vinicius recién salidos de lesiones musculares, el conjunto blanco se hizo gigante en Bérgamo. Aguantó la batalla física y de ritmo que propuso el Atalanta y castigó el atrevimiento defensivo de los italianos.
A la espalda de los centrales
Vinicius cogió el testigo de Mbappé y comenzó a desafiar la espalda de los centrales, y en una de ellas apareció el gol. Brahim intentó un pase al hueco al brasileño, Hien lo desvió, pero el rechace dio en Ederson y volvió al delantero del Madrid, que cruzó de zurda ante Carnesecchi. El conjunto blanco siguió creciendo y en la siguiente jugada silenció Bérgamo. Vinicius bajó a recibir en el carril central, levantó la mirada y vio el desmarque de Bellingham a la espalda de De Roon. De nuevo, el mismo plan. El inglés recibió, sentó al neerlandés con una finta y batió al portero con la zurda.
Pero Gasperini vive y muere con su plan durante los 90 minutos, y el Atalanta no tiró la toalla. En el 65, Lookman retó a Lucas en el pico del área y sorprendió a Courtois con un disparo al palo derecho del belga.
El tanto y la fatiga madridista, donde sólo Rodrygo, reemplazo de Mbappé, saltó desde el banquillo, convirtieron los últimos minutos en un asedio italiano. En el 83, Ancelotti movió el árbol. Entraron Modric y Asencio por Ceballos y Brahim y el campo se inclinó hacia Courtois, pero nadie le venció. Ni siquiera Retegui, a portería vacía en el 94. El Madrid sale vivo de Bérgamo y sigue en pie en la Champions. Así es su historia.
Encrucijada azulgrana
AMADEU GARCÍA
@amd_garcia
Barcelona
Actualizado Martes,
27
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