Lebrija vivirá esta noche (21.00 h.) una jornada festiva que tendrá como colofón la eliminatoria de Copa del Rey entre el Atlético Antoniano, uno de los dos equipos de este municipio sevillano de algo menos de 30.000 habitantes, y el Villarreal. “Vamos a poner una fan zone y a montar una fiesta porque creemos que el partido lo merece. La idea es cortar las calles alrededor del campo desde las dos de la tarde para que la gente pueda disfrutar de música, barras y comida y tener así un empujoncito a nivel económico porque el campo es pequeño y no da para meter las 4.000 o 4.500 personas que nos hubiera gustado”, explica Antonio Alcón, director deportivo, entre otros menesteres, del club andaluz, “el tercero de Sevilla”, como recalca.
Sin la opción de medirse a alguno de los equipos que todos los clubes modestos anhelan en el sorteo -Barcelona, Real Madrid, Atlético y Athletic están exentos en esta ronda-, Alcón no oculta que hubieran preferido enfrentarse a uno de los dos primeros equipos de la provincia. “Por cercanía y porque en Lebrija la mayoría de los aficionados son del Betis o del Sevilla, hubiéramos preferido alguno de los dos. Ya habíamos vivido una eliminatoria de Copa contra el Betis y nos quedamos con ganas porque aquel día cayó la mundial y deslució el partido. Pero después de esos dos rivales, el más atractivo en el bombo era el Villarreal. Es un orgullo para nosotros recibir al tercero de LaLiga”.
Y hay un jugador del Atlético Antoniano para el que medirse al equipo castellonense va a ser no solo un orgullo sino también “un sueño”. Se trata de José Pedraza, a quien el sorteo va a dar la oportunidad de enfrentarse cara a cara con su tío Alfonso, el lateral del Villarreal. “Cuando salió el Antoniano le dije a uno de los capitanes que iba a tocar el Villarreal y cuando salió me derrumbé”, explicaba tras el sorteo el joven futbolista de 19 años, que llegó al conjunto andaluz este pasado verano procedente del juvenil del San Fernando.
“Cuando fichamos a José no tenía ni idea de que era familia del jugador del Villarreal. Me enteré el mismo día del sorteo, cuando le entrevistaron y estuvo hablando de su tío. Su familia es de un pueblo de Córdoba pequeñito… Él está muy orgulloso de Alfonso y vendrá toda la familia a verlo”, explica Alcón. El futbolista del Villarreal también espera un partido “muy especial para mis padres, mi hermano y todo el pueblo, porque que nos enfrentemos en un partido profesional es algo muy especial para nosotros”.
Cerca del ascenso
El equipo de Marcelino tendrá enfrente un rival que protagonizó una de las sorpresas de la primera ronda eliminando al Castellón, situado en puestos de playoff de ascenso a Primera actualmente. El Atlético Antoniano, que debe su nombre a que en esta localidad nació Elio Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática castellana, vive su tercera temporada consecutiva en Segunda Federación, aunque estuvo cerca de ascender la pasada campaña. “Es nuestro momento de gloria, estamos tocando el cielo con la yema de los dedos porque somos un club humilde y llegar aquí ha sido ya un logro. Encima que ahora nos visite un equipo como el Villarreal es un orgullo y lo vivimos como una fiesta”, señala Alcón, que sólo lamenta que el escenario del partido no sea el mejor.
“El estadio es para unas 1.100 personas y para esta ocasión hemos puesto gradas supletorias, con lo que esperamos llegar a los 3.000. Hablaba con Miguel Ángel Tena [director deportivo del Villarreal] y le pedía disculpas porque el césped artificial es del malo. Me da pena que se tenga que jugar aquí pero poco podemos hacer. Es un estadio municipal. Podríamos habernos planteado jugar en otro campo, pero pensamos que la gente se merece disfrutar de un partido así en casa. Somos un club humilde que vive por y para el pueblo y pocas veces tenemos la oportunidad de que un equipo como el Villarreal pueda venir a Lebrija”.
Pese a no ser una localidad muy grande, el Atlético Antoniano cuenta con 25 equipos de cantera y unas 500 licencias. “En el equipo hay seis canteranos, aunque también tenemos que tirar de gente de fuera porque la categoría es muy exigente. Cuando subimos a Segunda Federación entrenábamos de tarde, pero vimos que había que profesionalizarse y ahora entrenamos por las mañanas. Hay algún chico que estudia, pero la mayoría vive del fútbol”. Con un presupuesto de unos 650.000 euros, el equipo andaluz tratará de plantar cara a un Villarreal que se ha hecho un hueco entre los mejores de la liga.







