París 2024 amenaza Teahupoo, el ‘Muro de Calaveras’, una de las olas más mortíferas del mundo: “Los torneos son para gladiadores”

París 2024 amenaza Teahupoo, el 'Muro de Calaveras', una de las olas más mortíferas del mundo: "Los torneos son para gladiadores"

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La elección de este spot como sede del evento de surf sigue envuelta en polémica por una estructura que podría dañar el fondo que genera sus terroríficas ondas.

Un surfista recorre la ola de Teahupoo.Brian BielmannAFP

Hace muchos, muchos años, una batalla entre los distritos este y oeste de Taiarapu (Tahiti) terminó con la victoria de los segundos liderados por el rey Teahupoo. Éste decidió construir una macabra pared con las cabezas de los vencidos. Esta batalla, este muro y este rey dieron nombre a una de las olas más famosas del mundo. Una ola a la que han peregrinado todos los grandes surfistas internacionales para probarse ante sus enormes fauces.

“Es una de las más potentes, los campeonatos ahí son para gladiadores”. Quien así define Teahupoo a EL MUNDO es Aritz Aranburu, el surfista vasco la ha surfeado en muchas ocasiones, pero su primera vez fue tan apasionante como accidentada. Casi hace honor al nombre del pico y da con su cabeza en un coral que se ha cobrado innumerables víctimas. Se puede decir que tuvo suerte ya que su bautismo se saldó con cortes en ambos empeines tras una mala caída y una vuelta a casa en muletas.

Por su fama, por su belleza y por su pertenencia, Teahupoo fue elegida como la sede de los Juegos Olímpicos de París 2024 para celebrar la prueba de surf. Hasta ahí todo correcto, el caso es que en la visita técnica del comité olímpico se estimó que se necesitaba de una estructura diferente como “medida de seguridad” para los encargados de enjuiciar la prueba. La caseta de madera en la que se sitúan los jueces de las pruebas del circuito mundial de surf les parecía insuficiente.

La cuestión es que esta estructura, cuyo coste se elevaba hasta los 4,3 millones de euros, debía sustentarse en una base instalada en el arrecife de coral, uno de los secretos que construye la ola de Teahupoo junto con las corrientes frías del río que desembocan en un cañón submarino.

Juegos olimpicos surf. Ola Teahupo

Este tipo de obras traen malos recuerdos a Aritz y menciona cuando se dragó el fondo y se estropeó la mítica ola de Mundaka (Vizcaya) o como la construcción de un restaurante cambió el curso de un río y estropeó otra rompiente en México. “En la naturaleza hay una armonía, cuando está bien no hace falta cambiarla”, cuenta.

En una primera fase de la instalación, se dañó el coral lo que generó una gran oleada de críticas por los locales y también de algunos surfistas internacionales, entre ellos el mítico Kelly Slater, once veces ganador del campeonato mundial de surf. “Cuando la gente de allí pide que se mantengan las cosas de la misma manera, lo entiendes porque el arrecife de coral, que allí es muy importante para la pesca, se considera algo sagrado”, expresaba Aranburu.

Sin embargo, y pese a que este accidente provocó la paralización de las obras y una seria autocrítica del presidente del comité organizador de París 2024, Tony Estanguet; la ministra de Deportes gala, Amélie Oudéa-Castéra, mostró una postura firme: “No hay plan B, este es el camino correcto”, rechazando la opción de construir la nueva estructura sobre la actual para evitar dañar el fondo marino.

Los planes B que se habían sugerido era, además de no construir una nueva base en el coral, trasladar el evento a otras rompientes de la Polinesia Francesa como la cercana playa de Tahuruu, en Lacanau o La Torche, ciudades que exigen saberlo antes de Navidad para prepararse para el evento. Aunque esas opciones son imposibles a día de hoy. “Si piensas en Tahití, Teahupoo es la más potente”, concede Aranburu.

Acuerdo

Tras unas últimas reuniones entre todas las partes implicadas, parece que se ha alcanzado un principio de acuerdo rebajando el peso de la estructura a instalar para una menor invasión del preciado coral. No tendría el mismo peso ganar la medalla de oro en otro spot que no fuera Teahupoo. “Cuando sube de tamaño y está potente ya no piensas contra quien compites sino que lo haces contra ti mismo”, expresa Aritz.

El surfista vasco, que allí ha vivido algunos de sus mejores momentos encima de una tabla como las dos eliminaciones a Kelly Slater en el campeonato de la World Surf Association (WSL), también los ha vivido malos y no hablamos solo de su debut. “Es una ola de doble cara, cuando va bien es la mejor de tu vida, pero cuando va mal tiene sus riesgos”, cuenta.

Cinco surfistas han muerto golpeados contra el arrecife de coral que forma esos increíbles muros de hasta tres metros de grosor y, en ocasiones, varios metros de altura. La ola se produce por succión por lo que, en su formación, hay apenas una película de agua de entre uno y dos metros por encima del coral. Un elemento marino que, a ciertas velocidades, corta la piel como una cuchilla. Casi todos los surfistas que se han atrevido con Teahupoo, lo han probado, solo que unos con más suerte que otros.

La selección española de surf aún no está clasificada para surfear el muro de calaveras. El conjunto compuesto por Kai Odriozola , Andy Criere y Yago Domínguez, en categoría masculina y Nadia Erostarbe, Janire González-Etxabarri y Lucía Machado, en categoría femenina, deberá obtener su billete en los ISA World Surfing Games de Margara (Puerto Rico) entre febrero y marzo de 2024.

kpd