Detienen a cuatro hombres por intentar secuestrar al futbolista del Zenit de San Petersburgo Andréi Mostovói

Detienen a cuatro hombres por intentar secuestrar al futbolista del Zenit de San Petersburgo Andréi Mostovói

Actualizado Lunes, 27 octubre 2025 - 10:13

La policía rusa ha detenido a cuatro hombres que intentaron secuestrar al futbolista del Zenit de San Petersburgo, Andréi Mostovói, según informó este lunes el Comité de Instrucción de Rusia (CIR).

Los detenidos son sospechosos tanto de ese incidente como del secuestro consumado de un empresario, tras lo que fueron apresados por la policía cuando intentaban recibir el dinero del rescate, informó el CIR en Telegram.

Mostovói caminaba el jueves por la calle cuando unos hombres se abalanzaron sobre él e intentaron introducirlo en un automóvil, según se pudo ver en las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad.

El futbolista de 27 años pudo escapar milagrosamente gracias a la intervención de otro deportista, el jugador de hockey Alexandr Grakun.

La portavoz del CIR, Irina Volk, explicó que el organizador de los intentos de secuestro fue un estudiante de segundo curso de la universidad local residente en la región de Leningrado, que se comunicaba con los secuestradores por Telegram.

El intento de secuestro no repercutió en el rendimiento de Mostovói, que salió de titular en el partido de la liga rusa del domingo ante el Dinamo Moscú (2-1), encuentro en el que el jugador marcó el primer gol de espuela.

Muere José Manuel Ochotorena, ex portero y preparador del Valencia y de la Selección Española durante casi dos décadas

Actualizado Lunes, 27 octubre 2025 - 08:49

José Manuel Ochotorena, ex portero y entrenador de guardametas del Valencia y la Selección Española durante casi dos décadas ha fallecido en Valencia a causa de un cáncer a los 64 años.

El Valencia confirmó la muerte de la "leyenda del club" tanto bajo los palos como, sobre todo, en la "formación de porteros". Ochotorena no había dejado su vinculación con el club a pesar de la enfermedad, aunque llevaba meses centrado en su recuperación y alejado del día a día en la Ciudad Deportiva de Paterna.

Ochotorena defendió la portería del Real Madrid entre Miguel Ángel y Paco Buyo, pero pronto cambió de aires ante la falta de oportunidades. En Valencia jugó de 1998 a 1992, fue subcampeón de Liga y se proclamó Zamora en la 89/90, lo que le llevó al Mundial de Italia. Tras pasar por el Tenerife y el Logroñés, colgó los guantes y volvió a Valencia donde forjó una leyenda como preparador de porteros.

Trabajó codo con codo con grandes entrenadores como Vicente Del Bosque en la etapa más brillante de España, entre 2004 y 2012, cuando conquistó dos Eurocopas y el Mundial de Sudáfrica, y también fue clave en los dos campeonatos de Liga que firmó el Valencia con Rafa Benítez en el banquillo. Con él se marchó al Liverpool durante tres temporadas. Determinante fueron sus consejos a Dudek para que los 'reds' alcanzara la Champions en la final ante el Milan por penaltis en 2005.

Guardametas como Casillas, Cañizares, Valdés, Palop, Pepe Reina, Vicente Guaita, Neto o Cillesen han trabajado bajo sus órdenes, tanto en el Valencia como la selección, donde coincidió con la generación de oro.

Su último pupilo, al que siguió con atención en la Eurocopa de Alemania, fue Giorgi Mamardashvili. El georgiano siempre ha considerado a Ochotorena como uno de los artífices de su exponencial crecimiento técnico en los últimos años e incluso le pidió consejo antes de firmar por el Liverpool.

Fernando Alonso saca el dedo a Aston Martin y señala a la FIA por "mirar para otro lado"

Fernando Alonso saca el dedo a Aston Martin y señala a la FIA por “mirar para otro lado”

El cuarto abandono consecutivo de Fernando Alonso en México llegó tras un misterioso silencio en la radio de Aston Martin. El bicampeón había desconectado el canal de las comunicaciones con sus ingenieros tras un pésimo pit-stop de 7,1 segundos, saludado con un irónico gesto con el pulgar hacia uno de los mecánicos. Tras ceder la posición frente a Lance Stroll, el asturiano optó en la vuelta 34 por la retirada. La quinta de otro Mundial para el olvido.

Mike Krack, jefe de operaciones en pista, habló de un "posible problema con los frenos" del AMR-25. Esa tesis fue validada por el propio Fernando, sin opciones ya de ampliar su paupérrimo bagaje en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde sólo ha sumado tres puntos en nueve participaciones. "Llevábamos manejando la temperatura de los frenos unas 15 vueltas, intentando cambiar el reparto de frenada. Pero sí, había mucho tráfico y no teníamos bastante refrigeración", admitió el español.

Dudas aparte, lo indiscutible es que pese a la imposibilidad de escuchar las conversaciones, nadie de Aston Martin aguardaba en el pit lane cuando Alonso llegó con su monoplaza. Un triste colofón para este fin de semana que se suma a otras cuatro decepciones repartidas a lo largo del Mundial. En Albert Park fue un accidente tras pisar la grava; en Shanghai, un problema con los frenos; en Mónaco, una avería en el motor y en Monza, un contratiempo con las suspensiones.

Amenaza de Haas

A este revés hay que añadir el difícil domingo de Stroll, decimocuarto en la meta, sólo por delante de los Alpine de Pierre Gasly y Franco Colapinto. El canadiense no sólo fue ralentizado por un pit-stop de 4,1 segundos, sino que también sufrió diversos achaques en su motor Mercedes. El remate a otra paupérrima actuación de Aston Martin, que jamás ha puntuado con sus coches tras cuatro carreras en México.

Por si fuera poco, este doble cero coincide con la fantástica actuación de Oliver Bearman, cuarto bajo la bandera a cuadros. El rookie británico igualó de este modo el mejor resultado del equipo estadounidense, igualando lo conseguido por Romain Grosjean en el GP de Austria 2018. Con 14 puntos de una tacada, Haas reduce distancias frente a Aston Martin en el Mundial de Constructores, donde se encuentra ahora a siete puntos.

El séptimo puesto en la tabla también peligra, por mucho que los jefes de Silverstone intenten mantener la compostura. Según los datos del ritmo de carrera, el AMR25 volvió a perder en México la batalla ante Sauber y sólo fue más rápido que los Racing Bulls y los Alpine. En las cuatro citas restantes de 2025, los ingenieros ya han depositado sus esperanzas en Brasil (9 de noviembre) y Qatar (30 de noviembre).

En cualquier caso, Alonso no se muestra precisamente optimista con lo que resta de campeonato. Especialmente tras lo que considera errores de la Federación Internacional (FIA), a quien acusa directamente de "mirar hacia otro lado" a la hora de imponer ciertos castigos.

Esa suponía la principal frustración del español tras la salida en México. "La gente no hace el circuito, se va por fuera, gana tres o cuatro posiciones y la FIA mira para otro lado", subrayó Alonso, en referencia a lo sucedido en la primera vuelta. A pesar de que llegó a rodar duodécimo, en sólo unos metros había sido rebasado por cuatro coches, que no recibieron penalización alguna por parte de los comisarios.

El esfuerzo del doble ganador en Le Mans no sirvió "de nada" porque "la gente se saltó las tres primeras curvas". A partir de ese caos, el único destello que pudo permitirse fue un doble adelantamiento ante Liam Lawson y Gasly.

Lando Norris resurge con un colosal triunfo en México y asume el mando del Mundial

Lando Norris resurge con un colosal triunfo en México y asume el mando del Mundial

Fue un triunfo para que nadie olvide lo rápido que sigue siendo McLaren. Una advertencia de Lando Norris, nuevo líder del Mundial, por si alguien en Red Bull se da por aludido. Porque ni siquiera Max Verstappen pudo objetar una palabra en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Más bien hubo de sentirse feliz por ocupar la última plaza del podio tras Charles Leclerc. Nadie discutió la sexta victoria de Norris en 2025, la primera tras las vacaciones, que le catapulta en las casas de apuestas para proclamarse campeón.

De nada le sirvió a Mad Max el esfuerzo postrero frente al Ferrari en las dos zonas de DRS. El virtual safety car provocado por el abandono de Carlos Sainz en la penúltima vuelta supuso el mejor salvavidas para Il Predestinato. De igual modo, Oscar Piastri tampoco encontró un triste resquicio frente a Oliver Bearman. Con esa quinta plaza en la meta, el australiano cerraba otro deplorable fin de semana, impropio de un aspirante a campeón. Por mucho que se haya ganado fama en el paddock por su cerebral estilo, aún debe revisar muchas carreras de Alain Prost para cumplir con la Historia.

Tras tantos sinsabores, Norris se ve ahora en cabeza, con un mísero punto de ventaja, pero con la moral por las nubes. En un domingo donde no se admitían titubeos, se comportó como un true racer. Y es que hubo tiempo de sobra en los 900 metros hasta la primera curva para que Ferrari organizase un buen barullo. No se aclararon Leclerc y Hamilton para ver quién tenía prioridad en el ataque a Norris, así que terminaron arrastrando a Verstappen hacia el bordillo. Fuera de sitio, bastante hizo el holandés regresando a pista con los huesos en su sitio. Había rebasado pícaramente a George Russell, pero aunque los comisarios anotaron el incidente ya no devolvería la posición al británico.

Sustos por el 'graining'

En la sexta vuelta, el tetracampeón empezó a reeditar sus viejas disputas con Hamilton. Tras una primera maniobra no pudo respetar la chicane, así que tuvo que ceder otra vez la plaza. También ante Bearman, que había arrancado como una flecha, recuperando cinco posiciones con el Haas. Dos giros más tarde, Verstappen y Hamilton llevaron la agresividad al límite en esa misma curva 4. Rueda con rueda, con mucho que perder para el holandés, desesperado por recuperar terreno frente a Norris y Leclerc.

La investigación de los comisarios, sin embargo, se tradujo en 10 segundos de penalización para Hamilton por ganar ventaja fuera de los límites de pista. Un alivio para Piastri, enfrascado con Yuki Tsunoda, que cumplía algo parecido a un rol de escudero. No le salían sin embargo las cuentas al australiano. El liderato del Mundial había pasado ya a manos de Norris, que se deslizaba sobre un asfalto a 52ºC, con aire limpio para su alerón delantero, construyendo una confortable ventaja frente a Leclerc.

El graining, tan habitual en este trazado, empezó a hacerse notar en los neumáticos antes de lo previsto. Ese desgaste podía dar lugar a engaño, porque una semana más, la mejor estrategia posible para los Pirelli era a una sola parada. En la vuelta 21, Aston Martin mostró por enésima vez su desesperante torpeza en el pit-stop, con una parada de 7,1 segundos para Alonso. Algo se atascó en la rueda delantera izquierda y el asturiano, más que harto, elevó el pulgar a su mecánico. No se podía ser más cáustico.

Una muesca más para su aciaga historia con el Autódromo Hermanos Rodríguez. De salida había superado incluso a Carlos Sainz, desde la decimocuarta a la decimosegunda plaza, justo antes de que se formase un monumental lío en la curva 2. "Es muy injusto que esté en esta posición por haber hecho las curvas. Haced algo", reclamó a los responsables de su equipo. No encontraba consuelo Fernando, que incluso se llevó un buen zarandeo con la rueda trasera derecha de Esteban Ocon. Justo antes de que se alcanzase el ecuador, cuando le pidieron ceder el sitio a Lance Stroll, el asturiano optó por arrojar la toalla. Su cuarto abandono consecutivo en tierras mexicanas se precipitó, al parecer, por un contratiempo en los frenos.

"Nada funciona"

El espectacular ambiente del Foro Sol, que convierte esta carreras en una de las más especiales del Mundial, no debe servir como excusa para esconder lo sucedido con Liam Lawson. Antes de su abandono en la cuarta vuelta, el piloto de Racing Bulls se vio sorprendido por dos operarios que atravesaban el asfalto presos del pánico. Por otros motivos aún más evidentes se escuchaba a Verstappen por la radio. "Nada funciona", lamentaba el líder de Red Bull, sin agarre en las curvas.

El paso por boxes tampoco resultó propicio para Sainz, que había cambiado los medios por un juego de blandos. Se notaba en el Williams un infernal traqueteo y Carlos superó el límite de velocidad por el pit-lane. Cinco segundos de sanción con una estrategia a dos paradas para salvar el honor de la escudería de Grove. Poco podía arañar el madrileño, aunque pudo dejar un bonito adelantamiento ante el Sauber de Gabriel Bortoleto.

Como no habían solventado el problema, durante su segundo paso por boxes volvió a fallar el limitador del FW47, por lo que Sainz tuvo que cumplir un drive through. El preludio de su ya citado adiós, que tanto debieron agradecer Leclerc y Bearman, sus ex compañeros en Ferrari.

Las 72 horas (y las palabras de Lamine Yamal) que calentaron en silencio al vestuario del Madrid: "Hablar es barato"

Las 72 horas (y las palabras de Lamine Yamal) que calentaron en silencio al vestuario del Madrid: “Hablar es barato”

"Esta victoria es importante por el convencimiento de que podemos ganar grandes partidos". La sonrisa de Xabi Alonso era evidente en los pasillos del Santiago Bernabéu. Tan evidente como la necesidad del Real Madrid de ganar un partido de semejante calibre tras las derrotas contra el Arsenal, el propio Barcelona y el PSG el curso pasado y el 5-2 recibido en el derbi madrileño del Metropolitano hace unas semanas.

El 2-1 de Chamartín llegó tras 72 horas de escucha y lectura sobre las palabras de Lamine Yamal, que calentó el clásico el jueves por la noche en una charla de la Kings League, la liga de streamers de Gerard Piqué en la que el delantero del Barcelona es el presidente de uno de los clubes. "Sí, roban y se quejan", respondió Yamal, preguntado sobre si el equipo de Ibai Llanos, 'Porcinos FC', era "como el Madrid". "La última vez que he ido al Bernabéu... ¿Cuánto? 0-4", repitió el de Rocafonca en esa conversación.

Ese comentario se hizo viral y llegó rápidamente al WhatsApp del vestuario del conjunto blanco, que lo repitió durante los entrenamientos de viernes y sábado, aunque mantuvo un silencio obligado. Había orden de no responder antes del partido y de centrar todos los esfuerzos, la rabia y las ganas en los 90 minutos del clásico. El propio Xabi Alonso no quiso valorar las declaraciones de la estrella culé, insistiendo en la rueda de prensa previa al duelo que "no voy a entrar". "Hay declaraciones de mucha gente en Barcelona y no puedo analizar todas", dijo.

El Madrid tenía en la cabeza los cuatro clásicos perdidos la temporada pasada, dos de ellos en las finales de la Supercopa y la Copa, y el mensaje era claro: "Silencio hasta el partido". No hubo respuesta pública ni mensajes indirectos en redes sociales. Sólo silencio.

Quizás así, en esa rabia contenida de la plantilla madridista después de siete meses sin ganar a un equipo de la máxima elite europea, de cuatro clásico perdidos y de las palabras de Lamine, todo estalló tras el pitido final.

Bueno, realmente todo estalló tras la expulsión de Pedri, ya en el descuento, cuando el Madrid entendió que había ganado el partido. Los jugadores que estaban en el banquillo blanco celebraron la roja al centrocampista canario como si fuera el pitido final y ambos grupos de suplentes se enzarzaron en la primera tangana de la noche, con Vinicius, Lunin, Ferran y Fermin como protagonistas y con Raphinha y Rüdiger, lesionados y no convocados, apareciendo por el césped para separarlos.

El portero ucraniano acabó expulsado y hubo amarillas para Vinicius, Rodrygo, Militao, Fermín, Ferran y Balde, hasta que unos minutos después, con el final, llegó el turno de la respuesta madridista a las declaraciones de Lamine. La rabia contenida.

La pelea

Carvajal, capitán de los blancos y compañero de Yamal en la selección, se cruzó con el culé al final del partido y le hizo un gesto con la mano, como diciendo "has hablado mucho". A lo que Lamine, mientras se iba a vestuarios, respondió retándole a ir al túnel. Ahí llegó corriendo Courtois para recriminarle las palabras al joven delantero y se armó la tangana general. Y Vinicius, caminando hacia el túnel, le repitió "hablas mucho" a Yamal, mientras éste le decía también de ir a vestuarios.

"A mí me gusta, si Lamine quiere hablar no hay problema. El partido se juega en el campo y hemos ganado. Me gusta, nos ayuda a competir", dijo Tchouaméni unos minutos después, ya en la zona mixta del Bernabéu. En Instagram, el galo publicó un vídeo que decía "supongo que esto es lo que todos queríais ver, eh".

"No sé si son consecuencia de una cosa o de otra", dijo Xabi Alonso sobre las palabras de Lamine y la reacción de sus jugadores al final. "Ha sido la tensión del momento, estos piques y tanganas han pasado siempre. No hay que asustarse", insistió.

Pero en redes sociales, sus jugadores pasaron del silencio obligado al éxtasis. "Hablar es barato", escribió Jude Bellingham, autor del segundo y definitivo tanto del partido. "Esto es el Madrid y el Bernabéu", publicó Carreras.

"No sé si estaba extramotivado, pero el equipo estaba muy motivado", insistió Alonso ante los medios. "Lo hablamos en la previa, que era importante el partido, ver de dónde veníamos y lo que podía suponer una victoria. Necesitaban esta sensación de partido grande y la motivación era completa", explicó el tolosarra.

Rafa Marañón: "El Espanyol es el único histórico sin título de Liga y que lucha contra un entorno político y mediático hostil"

Rafa Marañón: “El Espanyol es el único histórico sin título de Liga y que lucha contra un entorno político y mediático hostil”

Con la misma voracidad con la que buscaba y conseguía el gol en sus años de extremo izquierda en el Real Madrid y en el Espanyol, Rafa Marañón (Olite, 1948) habla de fútbol. De anécdotas del pasado, del juego actual, de cómo puede evolucionar este deporte en el futuro. Una pasión inseparable de su largo matrimonio con el Espanyol, del que es su máximo goleador histórico (144 tantos) y uno de los referentes morales de una entidad que, admite, "tiene algo especial", para bien y para mal, "que la hace única".

Marañón ha querido reunirse con EL MUNDO para repasar en esta entrevista su trayectoria profesional y hablar del 125 aniversario del Espanyol, una efeméride importante que llega en un gran momento para el club, situado en posiciones europeas, y que evidencia la solera de una entidad fundada el 28 de octubre de 1900 en las aulas de la Universidad de Barcelona por estudiantes catalanes y del resto de España, bajo el liderazgo de Ángel Rodríguez.

Después de siete años en el Madrid, con buenas actuaciones pero falto de continuidad en el once titular, decide fichar en 1974 por el Espanyol. ¿Qué club se esperaba encontrar y cuál se encuentra cuando aterriza en Barcelona?
Recuerdo que con el Real Madrid jugamos un año la Copa contra el Espanyol. Ganamos 3-0 en el estadio Santiago Bernabéu, pero en la vuelta, en Barcelona, en el campo de Sarrià, los pericos no nos remontaron de milagro: perdimos ese partido por 3-1. Aquel era un Espanyol muy bueno, el de la temporada 1972-73, que quedó tercero en la Liga. Al jugar contra ellos, me di cuenta de que era un club que me gustaba. Tenía algo diferente que me llamaba la atención. Además, cuando yo era un chaval y jugaba en la selección navarra, una tarde el autocar que llevaba a la plantilla del Espanyol, después de jugar en Pamplona un partido de Liga contra Osasuna, paró a cenar en Olite, mi pueblo. Me acerqué a donde estaban. Vi a Arcas, Piquín, Argilés... y me impresionó. Me dio la sensación de que era un equipo grande, no uno del montón. Y se me quedó metido en la cabeza. Pasados los años, estaba cansado de la suplencia en el Madrid, y justo en la temporada en que más juego, marco goles y ganamos la Copa con Molowny, llega de entrenador Miljanic y me dice: "Cuento con usted". Yo le respondí: "No necesito que cuente conmigo, necesito que me ponga a jugar". Además, se dio la circunstancia de que el delantero del Espanyol, Roberto Martínez, acababa de fichar por el Madrid. Así que me decidí por los periquitos. Y eso que tenía muchas otras ofertas.
¿De qué clubes?
El Zaragoza ponía dinero; el Atlético de Madrid me pretendía; el Athletic de Bilbao había intentado ficharme las dos temporadas anteriores para que jugara de extremo izquierdo, porque en ese momento Txetxu Rojo había retrasado su posición a la de interior. El hecho de que en el Espanyol hubiera jugado Alfredo Di Stéfano, del que yo era un gran fan, ayudó a tomar la decisión de venir. Un factor importante fue que Santamaría, el entonces entrenador del Espanyol, me había entrenado en el amateur del Madrid, donde metí un porrón de goles, y me conocía bien. Fue mi valedor. Vinieron a Madrid con el presidente Meler a ficharme para el Espanyol, y Meler me dijo una frase que recuerdo muy bien: "Dice Santamaría que con usted nos hincharemos a meter goles". Luego hay otro factor muy importante: en la Facultad de Arquitectura de Barcelona podía estudiar en el turno de tarde y noche, cosa que en la de Madrid no era posible.
Y cuando llega a Barcelona, empieza poco a poco a conocer al club, a su afición, a la relación con el vecino azulgrana... ¿Qué es lo que más le llama la atención?
Que fuera un club tan grande, pero que a la vez se le tratara en los medios de comunicación y socialmente en Cataluña —y a veces también fuera de ella— como si no importara o fuera una entidad menor. Me empecé a dar cuenta de eso después de debutar en el Trofeo Carranza de Cádiz —con la importancia que tenía en los setenta esta competición—, donde ganamos al Santos de Pelé con un gol de Manolín Cuesta y otro mío. Pero sobre todo lo descubrí después de ganar al Barça de Cruyff y Sotil en Liga por 5-2. Les metimos un baile que prácticamente retiramos a toda la defensa y al portero, el pobre Mora. Al día siguiente cojo La Vanguardia, el diario de referencia en Barcelona, que debería hablar también de nosotros, y trataban al Espanyol como si no hubiera hecho nada, como si nuestra victoria no tuviera mérito, sino que fuera fruto del demérito del Barça. Descubrí que al Espanyol no lo trataban igual que al Barça. Luego vas viendo que ese trato diferente también viene por parte de las instituciones, de los políticos... Un entorno hostil.
Esta particularidad —que moleste tu mera existencia como institución—, que creo que ningún o casi ningún club y afición tiene que soportar en el mundo, ¿es la que ha definido y forjado el carácter del Espanyol y sus aficionados? Hoy, pese a tres temporadas difíciles, tiene 35.000 socios, muchos de ellos menores de 30 años.
El Espanyol es una institución básicamente luchadora, guerrera, que no se ha rendido en 125 años y que no lo va a hacer nunca. El fútbol en Cataluña es muy importante, y social y políticamente se ha ensalzado mucho al Barça como símbolo. Más que de fútbol, en Cataluña se habla del Barça. La prueba es que hace dos temporadas, cuando el equipo azulgrana estaba mal, empezaron a fijarse en los éxitos del femenino y a darle gran cobertura mediática para seguir hablando solo del Barça. Nosotros hemos luchado contra eso, y el hecho de que se hayan ninguneado los cuatro títulos de Copa conseguidos y las dos finales europeas —eliminando al Inter, al Milan de Arrigo Sacchi, con los holandeses Van Basten y Gullit, los italianos Baresi y Ancelotti...—, así como varios terceros puestos, lo demuestra. Seguramente nos ha faltado ganar una Liga, cuando hubo opción, para cambiar esa dinámica. Somos el único de los equipos históricos de España que no la ha ganado todavía, y eso marca. Pero creo que, aun consiguiendo el título, el trato al Espanyol no habría cambiado. Es una cuestión casi estructural.
En el Espanyol usted se consolida y explota como extremo izquierdo o falso nueve. Pero esa era una posición que le costó asumir. ¿Por qué?
Yo nunca quise jugar de extremo izquierdo, solo de 9. Pero luego, paradojas de la vida, acabé jugando de extremo y metiendo muchos goles, pero también asistencias. Me gusta resaltar lo de las asistencias, porque generalmente solo se destaca el gol, pero el pase suele ser decisivo, tan o más importante. Yo metí muchos goles gracias a los maravillosos centros que me ponía Manuel Fernández Amado. Por ejemplo, ahora en el Madrid es muy diferente para Mbappé que juegue Güler o no, porque Güler es como un Laudrup que te pone pases suaves en profundidad. Yo iba para eso, ser un diez, pero al final tener gol te obliga, te atrae y, si lo tienes, te define como jugador. Aunque al final de la primera temporada como perico me costó: tuve lesiones y, en verano, cuando llega la pretemporada, me di cuenta de que me querían vender.
Vaya palo. ¿Y usted qué hizo?
Fui a hablar con Santamaría y le dije que él me había traído al club y que, por tanto, debía defenderme en ese momento. Charlando con él me hizo ver que debía esforzarme más, trabajar más duro. Sales del Madrid y te crees que llevas galones de general y que debes jugar por decreto. Eso les pasa a muchos. Pero la realidad es que te tienes que ganar el puesto con mucha lucha. Y en los partidos de la segunda temporada, en los que soy titular, corrí y defendí como el que más. Igual que pasa con el fútbol actual: la estrella que se crea que puede no trabajar duro en el césped, que hay que ganárselo, lo pasa mal.
¿De todos los compañeros con los que coincidió en el Espanyol, cuáles destacaría más?
Uno de ellos, sin duda, es Dani Solsona. Era todo un carácter, con mucha calidad. También Fernando Molinos, un ejemplo de lucha y trabajo. Después Roberto Martínez, José María, Marcial y Canito, que fue un futbolista muy bueno, de mucha clase, que tuvo que hacer frente a unas circunstancias de la vida fuera del campo muy difíciles. Se equivocó yéndose del Espanyol —donde era un ídolo— al Barça.
¿El 125 aniversario que celebra este martes el Espanyol puede significar un punto de inflexión histórico? La temporada está siendo, por ahora, excelente.
El 125 reafirma la idea de continuidad y de importancia histórica. Reafirma la importancia de esta institución. Hace dos años, cuando estábamos en Segunda División y yo iba, en calidad de directivo, a las comidas con los representantes de otros clubes, todos daban por hecho que íbamos a regresar rápido a Primera. Por nuestra historia, por masa social, nos veían como un equipo superior. Pero es que, en Primera, todos los clubes sienten también ese respeto por la entidad. Siempre he dicho que el Espanyol es un equipo que está fuera de escala. El Espanyol, como entidad —por historia y por las condiciones que tiene: su masa social, estadio, estar en Barcelona...—, está entre los seis primeros de España, y sin embargo está en un entorno en Cataluña que no lo trata como tal. Al Espanyol no lo respalda una comunidad autónoma entera, una ciudad, un gobierno, una gran empresa ni medios de comunicación como sí pasa con otros clubes. El Espanyol tiene que competir deportivamente con el resto, pero a la vez también luchar contra esa otra realidad política, institucional y periodística que le llega a veces hasta cuestionar que sea un club catalán.
La celebración de la fundación del Espanyol coincide con la llegada de una nueva propiedad norteamericana, liderada por Allan Pace. ¿Qué mensaje o consejo le trasladaría?
No soy quién para dar un consejo o decirle nada a Allan Pace, nuevo propietario. Pero mi obsesión ha sido siempre que el club y los jugadores no caigan en la desidia ni en el conformismo. Eso no nos lo podemos permitir. Hay que ser ambiciosos, intentar ir a Europa, ganar títulos. No dejarse ir. Que los jugadores que vengan al Espanyol tengan muy claro que esto no es jauja, un club cómodo, sino que existe una obligación de ganar siempre. Los grandes equipos se construyen desde ese convencimiento. Hay que tener ambición futbolística.
¿Qué destacaría de este Espanyol en posiciones europeas y con muchos jugadores jóvenes?
El trabajo del entrenador, Manolo González. Un tipo humilde, que sabe de fútbol, que logró el ascenso hace dos años, la pasada los consolidó en Primera y en esta ha conseguido construir un equipo, con una base de cinco o seis jugadores muy interesantes y jóvenes, que siempre es competitivo. Sale a ganar, que es como un deportista debe afrontar siempre la competición. Lo de Manolo y sus jugadores está teniendo mucho mérito.
Tavares 'despide' a Bruno Fernando y el Real Madrid hace historia con 34 victorias seguidas

Tavares ‘despide’ a Bruno Fernando y el Real Madrid hace historia con 34 victorias seguidas

Ser la sombra de Edy Tavares es una labor tramposa y complicada. A la par que hacer olvidar a Vincent Poirier, el que mejor ha sabido elevar su rendimiento en esa tesitura. El día que se confirmó el adiós de Bruno Fernando, el gigante caboverdiano dejó su enésima exhibición (16 puntos, 14 rebotes, cinco tapones...), una tarde perfecta para que el Real Madrid doblegara al Baxi Manresa y, de paso, estableciera un récord. [87-75: Narración y clasificaciones]

Fueron precisamente los del Bagès los últimos en asaltar el Palacio en ACB. Allá por marzo del 2024. Desde entonces, 34 victorias de carrerilla del Madrid (31 de la etapa de Chus Mateo). Tan poderoso en casa como trémulo a domicilio, donde no sabe lo que es ganar aún en la era Scariolo. La marca histórica la poseía el Barça de Xavi Pascual desde 2010.

Por la mañana se hizo oficial lo que ya se sabía. Bruno Fernando, refuerzo de poderío de la pasada temporada, puso rumbo a Belgrado para unirse al Partizan. Fuera mentalmente desde hace semanas y lejísimos de cualquiera de los esquemas defensivos que exige Scariolo. Mientras el Madrid peina el mercado en busca de sustituto, todo lo que no sería nunca el angoleño lo mostró Tavares en una primera parte superlativa. Ocho puntos, ocho rebotes y cinco tapones. Anticipo del show.

Un dominio que aplacó el ímpetu del Manresa, valiente en el Palacio. Amaneció con un 0-7 y aguantó cada una de las embestidas de un Madrid que avanzaba a acelerones. Primero con un 14-0 en el que sobresalieron dos triples de Abalde. Después, la aparición de Okeke y Lyles, puntos fáciles. Las pérdidas y el trabajo de Olinde mantenían en la puja a los de Diego Ocampo.

A la vuelta siguió la intimidadora presencia de Tavares marcando cada cosa que ocurría en la pista. Igual daba que le pararan en faltas: acertó sin fallo los 10 que intentó. Una tortura ante la que los visitantes fueron sucumbiendo. Llegaron a caer por 15 (61-46) y sólo cuando el africano descansó, pudieron volver a respirar. Un parcial de 2-9, con continuos errores de Garuba -que después solucionó (12 puntos, ocho rebotes) para aprovechar la oportunidad que se le brinda sin Bruno Fernando- dejó al Manresa con algo de vida antes de la recta de meta.

Pero la distancia era aún considerable y las armas del Madrid variadas y poderosas. Campazzo, que no había tenido su tarde, apareció al final para el remate. Un fondo de armario para presumir, para seguir fuerte en casa y lamer las heridas de lo que se deja en la carretera. Todo, antes de otra doble jornada de Euroliga, con visita a Múnich y el campeón de Europa, el Fenerbahçe, el jueves en el Palacio.

El Madrid roba, se queja y te gana

El Madrid roba, se queja y te gana

Por primera vez en la historia, el Barça pierde un clásico en Youtube. Lo de que el Madrid «roba y se queja», que le soltó Lamine Yamal en el canal de Youtube de la Kings League al popular influencer Ibai Llanos, parece que encendió a algunos jugadores. Que hay que ver cómo anda el Madrid, que se tiene que enchufar a un clásico por lo que diga un niño de 18 años. Entre los más enfadados andaba Carvajal, que ya tiene edad para «visitar el románico», que diría David Gistau, pero que rumbo a los cuarenta hace esfuerzos por estar en la onda, que es lo que aún decimos los que vamos rumbo a los 50.

Es verdad que si Lamine viera más partidos del Madrid, descubriría que roba menos de lo que piensa, o lo mismo que roban los equipos grandes. Y que si viera más Real Madrid TV descubriría que se quejan mucho más de lo que piensa. Es más, en el Madrid, por quejarse, se quejan hasta por decir que se quejan, escuchando la pitada que había cada vez que Lamine tocaba la pelota.

A mí no me preocupa que Lamine hable mal del Real Madrid, ni que juegue un mal partido o haga fiestas de cumpleaños con enanos. Lo que me parece inadmisible es que empiece a comportarse con la grada y con los rivales como si fuera Vinicius; quien por quejarse, se quejó del nivel de Lamine al propio Lamine en medio del partido, por si algún votante de France Football no se había dado cuenta.

Lo único bueno para el Barça fue el corrillo que montaron los jugadores del Real Madrid en el centro del campo al final del partido. El típico que haces en mayo, cuando sentencias la Liga contra un rival directo, pero que en otoño en el Bernabéu sólo se le permitía al Alcorcón si te eliminaban en la Copa. Piqué siempre decía que lo más grande que había conseguido en su carrera fue que el Real Madrid hiciera una Rúa por ganarles una Copa. El corrillo de los jugadores de Xabi Alonso invita a pensar que creen haber logrado algo muy grande, y eso es muy bueno para el Barça.

El peor clásico de Lamine Yamal: sin brillo, sin gol y protagonista de la tangana final

El peor clásico de Lamine Yamal: sin brillo, sin gol y protagonista de la tangana final

Actualizado Domingo, 26 octubre 2025 - 19:29

Lamine Yamal no tuvo precisamente su mejor tarde en el Santiago Bernabéu. Las afirmaciones lanzadas por el joven crack azulgrana en la Kings League con el Real Madrid como protagonista provocaron no solo que le pitaran cada vez que tocaba el balón, sino que la zaga madridista se empleara especialmente a fondo para evitar que desplegara una versión que, por ahora, parece estar aún muy lejos.

En lugar de encarar, optó una y otra vez por mover el balón, muchas veces en paralelo, y sus mejores aportaciones en ataque llegaron más por medio de balones filtrados que buscando el uno contra uno, una de sus grandes especialidades.

Vinicius, por ejemplo, no dudó en recordárselo dentro del propio terreno de juego una y otra vez. Y, en cuanto el árbitro pitó el final del encuentro, se sucedieron las tanganas. En la primera, la policía tuvo que interponerse incluso entre ambos banquillos. El lío siguió también dentro del terreno de juego, con el brasileño acusándole con gestos de haber hablado demasiado y el de Rocafonda invitando a Courtois a seguir hablando fuera del campo.

"Cuando el árbitro pitó el final, vi muchos jugadores del Madrid corriendo hacia Lamine. Es un poco exagerado, pero, si quieren hacerlo, tendrás que preguntarles a ellos por qué", señaló al término del duelo un Frenkie de Jong que trató de quitarle hierro a las palabras de su compañero.

"¿Lamine ha dicho que el Real Madrid roba? Directamente, no. Está ahí, en la Kings League, la gente habla, no oí que él dijera eso. Puedo entender que en el Madrid estén enfadados con eso, pero no lo veo como algo tan gordo", insistió el holandés, quien sí le lanzó un recado a Carvajal por afearle a su compañero sus posibles excesos verbales. "Pueden hablarlo también en privado. Hacer gestos en el campo es más de lo mismo, creas algo de lo que hablar. Si eres compañero de Lamine, lo conoces y crees que no tiene que hacer declaraciones, le puedes llamar", señaló el centrocampista azulgrana. "Creo que se ha exagerado mucho lo que dijo", sentenció.

Por uno u otro motivo, el de Rocafonda no fue esta vez el de las grandes tardes. Algo que Marcus Sorg, relevo del sancionado Hansi Flick en el banquillo azulgrana, no dudó en aceptar en la sala de prensa.

"Para Lamine no ha sido fácil. Hablamos al descanso de que lo necesitábamos en el uno contra uno, pero no tuvo muchas opciones ni en la primera ni en la segunda parte, lo defendieron muy bien. Lo intentó todo, pero la defensa trabajó muy bien y tenemos que aceptarlo", señaló el germano, quien concedió que, tal vez, su última lesión aún lastra su rendimiento. "Creo que aún le falta algo, viene de una lesión importante y necesita más partidos para estar a su nivel más alto, es normal. Hay que darle tiempo y ayudarle, pero también es normal que la defensa rival esté bien. Hay que trabajar con él y ayudarlo para que recupere su mejor versión en el campo. Es joven, debe mejorar y le ayudaremos para que lo haga", apostilló Sorg.

Ronald Araujo, por su parte, prefirió no entrar demasiado en todo lo sucedido alrededor del joven 10 azulgrana. "No voy a hablar de Lamine. Es un gran profesional, de los mejores del mundo y estamos orgullosos de tenerlo", apuntó el uruguayo. "Es mayor de edad y ya sabe qué tiene que hacer", se limitó a señalar el capitán del Barça.

Al imperial Real Madrid le faltó más gol

Al imperial Real Madrid le faltó más gol

Hace años que no veía una superioridad tan ostentosa de un imperial Madrid ante una especie de vasallo que fue el Barcelona. Sin fuste, sin valentía y dejándose ir durante muchos minutos frente a un voluptuoso ataque del Madrid, que no terminó de rematar.

El imperial Madrid es el nuevo líder del fútbol español, pero le falta categoría con el gol, el tino de un gran cazador. Pienso que Mbappé hizo un partido deplorable. No se puede fallar un penalti de esa manera, ante un meta mediocre como Szczesny, ni desperdiciar al menos cuatro ocasiones de gol de las que nunca falla. No sé lo que le pasó con la Juve, tampoco lo que le ha ocurrido con el Barcelona, que pudo destrozarlo, pero parece que le devoran las responsabilidadades de grandes partidos.

Es posible que la sala de los 'Negreiras' le robara un primer gol por fuera de juego del pelo de un piojo. En Las Rozas no nos ensañan nunca el punto de cuando sale la pelota del pase. Hacen lo que les de la gana.

Fue como el penalti absurdo que le hizo Lamine a Vinicius, que lo vio muy bien el árbitro, pero los del VAR no quisieron que el Barcelona tuviera que jugar con dos goles en contra. Es lo que se mececieron. Como ante Olympiakos, están acostumbrados a que los árbitros sean sus salvavidas.

Claro que este Barcelona del matagigantes Flick ya no funciona. Es una sombra de lo que fue el año pasado. Tuvo que ver la posición que adoptó un inmenso Camavinga. Jugó en la derecha para sujetar a De Jong y Pedri de una tacada. Buena jugada táctica de Alonso.

Pero lo peor fue lo de Lamine, que dice que no tiene miedo a nadie, pero en el Bernabeu hizo el ridículo. No se puede jugar con tanto miedo y tanto odio al Madrid.

Este año las palancas no funcionan al Barça, no ha hecho ningún fichaje y tiene jugadores viejos. Además, no puede jugar en el Nou Camp, se tiene que ir a Montjuïc mientras pierden millones y millones de euros, se salta todas las reglas de LaLiga y está atado a un caballo perdedor como es Tebas.

Vaya fracaso y escándalo a la americana ha configurado. Para fiarse de ellos cualquier empresa del mundo. Pero ahí esta Laporta, el mayor Fantômas del fútbol y todavía con aires de grandeza. Es tan esperpéntico como lo que está ocurriendo en España.