El joven delantero ucraniano se ha echado a los hombros al Shakhtar tras la ‘espantada’ de los brasileños después de la guerra. Tiene 21 años y sus compatriotas defienden que es el mejor extremo “después de Vinicius, Neymar y Mbappé”
Los astrónomos creen que cada siglo hay dos o tres supernovas en la Vía Láctea. Y el fútbol, puro reflejo de nuestra realidad, es como el universo. E incluso más divertido por momentos. Mientras nuestra galaxia observa apenas un par de estas inmensas explosiones de estrellas cada cien años, el balón regala a sus amantes constantes apariciones ilusionantes. Como si cada última vez fuese la primera y como si cada día necesitara una nueva para mantener viva su llama. La supernova futbolística de esta temporada se llama Mykhaylo Mudryk y se ha creado por la guerra de Ucrania.
Mudryk nació hace 21 años en Krasnohrad, una ciudad a camino entre Poltava y Jarkov que al lector le sonarán por los constantes bombardeos a las que han sido sometidas por el ejército ruso. Empezó a jugar al fútbol en la cantera del Metalist, en Jarkov, con nueve años, y luego se mudó a la academia del Dnipro, de la que dio el salto a los 15, cuando debutó en las inferiores de la selección, hacia la del Shakhtar Donetsk.
Desde entonces, Mudryk ha ido acumulando potencial, ilusión, estancamiento y cesiones sin terminar de romper en estrella del fútbol ucraniano. Disputó, sin sobresalir, la Liga de Campeones juvenil en 2018 y 2019 y pasó de prestado por el Arsenal Kiev y el Desna Chernihiv sin anotar ni un sólo gol. Roberto De Zerbi, técnico del Shakhtar la temporada pasada, dijo que “seré un fracaso como entrenador si no consigo que Mudryk mejore”. Y se quedó a medias salvo por un pequeño detalle que sirvió de fruto para su madurez.
Mudryk disputó sólo 178 minutos en los seis partidos de la Champions 21-22 del Shakhtar y consiguió brillar en uno, en su único partido como titular en Europa. El Santiago Bernabéu, la misma plaza que le recibió el pasado miércoles convertido en la supernova futbolística de su país, le despidió con una sonora ovación hace doce meses. El Madrid ganó 2-1 y Mudryk disputó 71 minutos antes de que De Zerbi le retirara del campo y Chamartín elogiara su actuación. Había sido vertical e incisivo, y sus carreras habían despertado algún murmullo en la grada. Fue uno de sus mejores encuentros en una temporada en la que apenas pudo participar de inicio. Acumuló suplencias y minutos de la basura esperando un milagro. Y llegó la invasión rusa de Ucrania.
“Ha dado el paso adelante que pedía la situación”
La guerra, que provocó la pérdida de miles de vidas y hogares, obligó también a detener el fútbol e hizo que los jugadores brasileños, columna vertebral del Shakhtar, abandonaran el país. Esa situación dejó el conjunto de Donetsk huérfano de líderes. Y ahí asomó Mudryk. Suplente antes, estrella ahora. “La guerra le ha cambiado. Antes participaba en los últimos minutos de los partidos y era un jugador de rotación, pero ahora lo juega todo, es nuestro líder y ha dado ese paso adelante que pedía la situación”, explica a EL MUNDO Igor Jovicevic, técnico del Shakhtar.
Mudryk, que ha dejado atrás el dorsal número 20 y ha heredado el ’10’ del brasileño Junior Moraes, ha sido titular en todos los encuentros del conjunto ucraniano esta temporada, salvo uno que no pudo disputar por haber sido expulsado en el anterior. En Champions acumula 270 minutos en los tres encuentros de la fase de grupos, casi el doble que en los seis del curso pasado.
Los datos hablan sobre su impacto. Desde la zona izquierda del ataque ucraniano ha metido dos goles y ha repartido seis asistencias en estos dos meses de temporada. “Es el mejor jugador de Europa en su posición después de Mbappé, Neymar y Vinicius“, aseguró hace unos días en una entrevista para la ‘CBS’ Darijo Srna, director deportivo del Shakhtar, que cree que “si fuera brasileño valdría 100 millones”. El club de Donetsk, en una delicada situación económica, se frota las manos con el dinero que podría sacar por su nueva estrella: “Todos saben la situación económica. El club tendrá que decidir a final de temporada”; se resigna Jovicevic.
El número de clubes interesados en Mudryk crece semana tras semana, con el Real Madrid entre los que se mantienen atentos a su progresión. “Tiene mucha calidad y es muy rápido con el balón en los pies”, le define Jovicevic. “Creo que de momento estoy desplegando mi potencial solo al 20% de mi capacidad. Necesito más oportunidades y jugar más”, admitió Mudryk en la previa del duelo en el Bernabéu, un lugar que ya es especial en su carrera: “El Madrid es un club enorme”. Veremos si vuelve a pisar Chamartín.