LaLiga Santander
Chamartín se vistió de dorado para recibir a su Balón de Oro, que fue baja de última hora. El entrenador francés no pisaba la hierba desde su dimisión en mayo del año pasado.
La imagen es ya una constante en el Santiago Bernabéu. Luka Modric celebrando un gol junto a Fede Valverde, Rodrygo Goes y Vinicius Júnior. La mezcla de la veteranía y la juventud, la leyenda y el hambre insaciable de un Real Madrid que no deja de bailar en el festival que ha construido Carlo Ancelotti. Esa foto llegó anoche después del gol del croata, su segundo de la temporada, el primero del duelo ante el Sevilla y el primero desde que cumplió 37 años el pasado 9 de septiembre.
Un tanto que le convierte en el tercer goleador más veterano en la historia liguera del Madrid, por detrás de Puskas (38 años y 233 días) y Di Stéfano (37 años y 255 días). Para superarles, necesitará de una renovación que se da por segura en las altas esferas de Chamartín.
El tempranero gol de Modric encarriló una noche emotiva para el Madrid. Bajo el diluvio que cayó sobre la capital de España, el Bernabéu homenajeó a Thibaut Courtois y Karim Benzema, principio y fin de la Liga y la Champions levantadas el pasado curso y premiados en la última gala del Balón de Oro. “Orgullosos de Courtois y Karim”, rezó el tifo que se desplegó sobre el Fondo Sur del estadio mientras en el resto de las gradas la afición levantó una cartulina dorada para bañar Chamartín en oro como detalle con su capitán.
El 12º Balón de Oro para un futbolista del Madrid y el primero de un francés desde el de Zidane en 1998, dejó otra de las imágenes de la noche. Zizou, que ya le había entregado el premio en el Teatro del Chatelet de París, bajó al césped del Bernabéu y repitió la acción junto a Modric, Balón de Oro en 2018. Era la primera vez que el ex entrenador del conjunto blanco volvía a la hierba de la Castellana desde su dimisión en mayo de 2021.
15 meses en los que ha mantenido su palco privado pero se había quedado al margen de la actualidad diaria del club. Su presencia junto a Benzema es una muestra de la excelente relación que el técnico galo mantiene (y mantendrá) con la que todavía considera ‘su’ plantilla y con el presidente Florentino Pérez.
A su lado, junto a Courtois, Iker Casillas, que también firmó su regreso a la que fue su casa. El portero, ahora Adjunto a la dirección de la Fundación del club, se despidió del Madrid en 2015 y desde entonces se había mantenido al margen de Chamartín.
Benzema, en vaqueros y chaqueta, fue baja de última hora por “fatiga muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda”. Los servicios médicos no quieren arriesgar con él y el galo, con disputa del Mundial en la cabeza, tampoco.
La noticia positiva fue la vuelta de Courtois, Premio Yashin, después de seis encuentros ausente por una molesta ciatalgia que le obligado a hacer reposo. El belga se perdió los duelos contra Osasuna (1-1), Shakhtar (2-1) Getafe (0-1), Shakhtar (1-1), Barça (3-1) y Elche (0-3) y anoche mostró que se encuentra recuperado de sus dolencias. A pesar de su ausencia durante 20 días y del gol encajado, mantiene mejor promedio que la mayoría de porteros de los grandes equipos del continente. Ha recibido siete goles en diez partidos, por los 9 en 16 de Donnarumma (PSG), 9 en 11 de Oblak, 14 en 15 de Ederson (City) y 18 en 14 de Alisson (Liverpool), nominados a mejor portero del año.
Las tablas del Sevilla, que llevaba 14 visitas a Chamartín sin conseguir un punto, fueron la chispa que necesitó el Madrid. En dos zarpazos, el conjunto de Ancelotti, cambios del italiano mediante, despertó y destrozó a su rival. Primero Lucas Vázquez, tras una contra liderada por Asensio y acelerada por Vinicius, y después Fede Valverde, con un latigazo desde fuera del área. Otro más del uruguayo, el futbolista que más goles desde larga distancia ha metido en Europa este año (4), pichichi del equipo en Liga con seis goles.