El alemán, goleador en los últimos dos partidos, se ha convertido en líder del vestuario del Madrid. “Muy pendiente de los jóvenes”, apenas sale de Madrid y se encierra en casa con su familia.
Frank Lampard todavía sigue pensando en Antonio Rüdiger (Berlín, 1993). El que fuera centrocampista histórico del Chelsea y entrenador de los blues hasta el verano pasado, repite el mismo nombre a su círculo más cercano cuando le preguntan qué futbolista le sorprendió más durante su etapa en el banquillo de Stamford Bridge. «Toni, nunca he visto a un jugador así», les insiste. Y es que el alemán se ganó el cariño del técnico británico justo cuando éste había dejado de confiar en él. Trabajó, le convenció, jugó, ganó la Champions League y al año siguiente el destino le puso en el camino del Real Madrid, donde ahora es capitán general.
Rüdiger lleva dos goles en los últimos dos partidos que ha disputado, cuatro en total desde que aterrizó en Valdebebas. Anotó el gol de la victoria contra el Mallorca y marcó el 1-1 frente al Atlético en la semifinal del pasado miércoles. Dos goles clave para que el Madrid siga líder en Liga y pelee por la Supercopa en Riad.
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Las lesiones de Militao y Alaba han convertido a Rüdiger en líder de la defensa, pero el alemán ya se había ganado al vestuario durante los últimos meses, mezclando su buen humor con su extrema profesionalidad. «Está muy pendiente de los jóvenes», cuentan desde la ciudad deportiva madridista. Especialmente, Rüdiger actúa como «hermano mayor» de Bellingham, Camavinga, Tchouaméni, Vinicius y Rodrygo. Un rol que antes tenía Casemiro y que el alemán ha heredado de una forma natural.
Además, es muy cercano a Kroos, su compatriota y amigo al que conoce desde hace años y al que no para de insistir, cuentan, para que vuelta a la selección alemana para la Eurocopa. Una cita importante para el país porque la Mannschaft jugará en casa.
Ese rol a mitad de camino entre jóvenes y veteranos le ha convertido en líder del vestuario. En cada gol, saca su brazo a pasear para pegar, en broma, al que ha marcado, recibiendo la venganza de sus compañeros en sus últimos dos goles. Y Ancelotti, que recibió buenos informes de Lampard, adora «su mentalidad», explican desde el vestuario.
“Era un poco salvaje, pero no me gustaba perder”
Recuerdan en Stamford Bridge cómo Rüdiger seguía «entrenando al máximo, entrando fuerte y compitiendo como el mejor» cuando Lampard le dejó fuera de varias convocatorias del Chelsea. «Su gran arma es la mentalidad», explican, algo que le viene desde su infancia en Neukölln, el barrio de Berlín donde se crió y en el que le llamaban Rambo. «Era un poco salvaje, no me gustaba perder», explicó él en una entrevista.
Físicamente, el cuerpo técnico del Madrid le ve en su mejor momento desde que está en la capital. Este curso sólo ha dejado de jugar en dos partidos. En Liga contra el Valencia por sanción y en la Copa ante la Arandina por decisión de Ancelotti.
Al principio necesitó unos meses para adaptarse, pero es un fijo desde el final de la temporada pasada. Tiene un gimnasio en casa y confía en dos claves que le ha funcionado hasta hoy: entrena con su propio cuerpo y no con pesas y desde hace un año tiene en su habitación una máquina para recuperar y regenerar mejor los músculos.
Privacidad con su familia
Desde que llegó a Madrid, cansado de pasar poco tiempo con su familia por los viajes con el equipo y la selección, apenas se mueve de casa en su tiempo libre, prefiere quedarse en La Finca, con su mujer e hijos, de los que apenas hay información en internet porque el propio Rüdiger se ha encargado de protegerles. No le gusta que salga ninguna imagen. «Su familia es lo más importante», comentan fuentes cercanas al vestuario madridista.
Dos de las mejores actuaciones de Rüdiger han sido en la Champions, en la ida de las semis contra Haaland y el City y en la fase de grupos contra Osimhen y el Nápoles. Dos de los mejores delanteros de Europa. Y hay trabajo detrás. Antes de cada partido, como en esta Supercopa ante Lewandowski, Rüdiger se encarga de realizar su propia investigación además de los datos que le da el cuerpo técnico. Busca vídeos, lee artículos… Y funciona. El Madrid es el equipo menos goleado de España y Rambo es clave.