La grada de Inglaterra repite en cada noche de Eurocopa el dichoso «Football is coming home (El fútbol está viniendo a casa)». Cada noche. No se cansan, en esa fe eterna en que algún día les tocará. Y este torneo les ofrece milagros que en otros se les negaba. Aquella chilena de Bellingham contra Eslovaquia, los penaltis contra Suiza... Y ayer un gol en el minuto 91 para remontar contra Países Bajos y meterse en la final contra España. El héroe fue Watkins, apuesta de Southgate en el tramo final. Simons adelantó a los de Koeman, pero Inglaterra brilló por fin en un torneo que van a pelear hasta el final.
El seleccionador británico tardó cinco partidos en hacer jugar a sus futbolistas, pero al final lo consiguió. Southgate, el más criticado de la Eurocopa junto a Deschamps, se jugaba su futuro en estas semifinales porque el nivel del equipo ha sido paupérrimo... Hasta esta noche.
El técnico repitió su ataque, con Rice y Mainoo en el doble pivote, Saka en banda derecha, Foden y Bellingham enlazando y Kane en punta. Y por fin funcionó. Si durante estas semanas la clave habían sido los dos goles de Bellingham a Serbia y Eslovaquia y los penaltis contra Suiza, ante Países Bajos Foden vivió su primer gran partido. Jugó liberado en la mediapunta, cayendo hacia el carril derecho para trazar diagonales y buscar la portería con su zurda. Eso que tantas veces había hecho en el City de Guardiola hasta ser elegido mejor futbolista de la última Premier. El 'Iniesta de Stockport' brilló, aunque antes le tocó sufrir.
En el minuto 7, Rice se durmió en un control y Simons le robó el balón, arrancó hacia el área y se inventó un misil desde la media luna que sorprendió a Pickford, incapaz de estirarse para evitar el gol.
Así son los de Koeman, eléctricos, verticales y con capacidad de amoldarse a sus entornos. El cuadro del torneo ha sido benévolo con ellos, y a pesar de ser terceros en el grupo de Austria, Francia y Polonia se han tenido que enfrentar a Rumanía y Turquía en su camino hacia cuartos. Pasaron por encima de los rumanos y tuvieron que remontar a los otomanos, pero lo hicieron con virtudes de candidato.
Reacción inglesa
Los de Southgate se quedaron paralizados tras el 1-0 y el conjunto Oranje siguió insistiendo para el segundo, hasta que los Three Lions despertaron. Primero Kane, luego Saka y por tercera vez, la buena, de nuevo Kane. El delantero del Bayern remató una volea dentro del área y recibió una plancha de Dumfries. El alemán Zwayer no lo vio, pero el VAR le avisó. Revisión, penalti anotado por el capitán y empate.
A partir de las tablas, Inglaterra hizo suyo el partido. Dominó la posesión, como otras veces, pero fue más vertical y más agresiva en sus pases. Se atrevió. Porque si no te atreves puedes llegar a semifinales con algo de fortuna, pero rara vez podrás salir campeón. Lo entendieron los de Southgate y lo entendió Foden, que apareció por primera vez en el torneo y tuvo el segundo en varias acciones.
Primero, Dumfries sacó sobre la línea el remate del inglés, que había regateado a Verbruggen tras un buen pase filtrado de Mainoo. Después, el palo repelió el lanzamiento desde lejos de Foden cuando la rosca amenazaba con colarse en las redes neerlandesas. Era un gol clavado al de Lamine, pero salió despedido.
Fueron los mejores minutos de Inglaterra, con Foden cayendo a la base a iniciar la jugada y conectando con Saka y Kane arriba. Koeman se vio obligado a meter a Veerman, un centrocampista, por la lesión de Depay, y aunque ganó en número, no consiguió el balón.
El miedo
Tras el descanso el ritmo bajó. Ambos se acordaron de que había una final en juego y el miedo empezó a aparecer. Comenzaron a asegurar más los pases y a tomar menos riesgos y el encuentro se convirtió en cemento. Todo mucho más táctico, esperando el hueco o el error en la defensa rival. Inglaterra entregó el balón y Países Bajos comenzó a hacerse con él cuando entendió que a la contra le estaba siendo difícil.
Entre Schouten, Reijnders y Veerman los de Koeman dieron un paso adelante y Simons, en el 77, tuvo una volea que remató mordida. Los británicos necesitaban de nuevo a Foden, exhausto. Su último servicio fue aparecer entre líneas para filtrar a Walker y que Saka venciera a Verbruggen, pero el tanto se anuló por fuera de juego. Southgate le retiró junto a Kane y entraron Palmer y Watkins.
Decisión importante que le salió bien, porque en el 91, cuando ya se observaba la prórroga, el del Chelsea asistió al del AstonVilla para que con un excelente movimiento definiera cruzado. Veremos si el fútbol vuelve de nuevo a su casa, pero Inglaterra viene a por España. Toca Berlín.