En su reclamación al Tribunal, el CSD no incluyó el vídeo en el que Hermoso admitía que no le había gustado el beso del dirigente de la RFEF.
Diez días después, España entera se mantiene pendiente de Luis Rubiales. El beso del presidente de la Federación Española de Fútbol a Jenni Hermoso, sus actuaciones durante la final del Mundial femenino y su negativa a dimitir en la Asamblea del pasado viernes han provocado una carrera política, mediática y administrativa para terminar de hundir al dirigente, acorralado por las instituciones y abandonado por los que un día le alzaron en el poder. Todos los protagonistas están ahora pendientes del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), último órgano para que el Gobierno pueda provocar la inhabilitación de Rubiales mediante el Consejo Superior de Deportes (CSD). Si no, al caso sólo le quedará la vía penal, con la denuncia activa de la Fiscalía de la Audiencia Nacional a la espera de que Hermoso se adhiera a ella.
Pero esto, ya lo saben, se ha convertido en una guerra en varios frentes, y la imagen es importante. Capital. El Gobierno, consciente de que en otras ocasiones quizás no ha hecho todo lo que estaba en su mano para forzar la salida de Rubiales, como en los casos de la fiesta en Salobreña y las comisiones de la Supercopa de Arabia, presiona ahora al TAD para que tome una decisión rápida, declare «muy grave» la infracción del mandatario y permita al CSD inhabilitarle en plena ola mediática. Pero esa necesidad puede terminar yendo en su contra.
El CSD, que elevó el viernes al TAD una única denuncia contra el presidente de la RFEF, consiguió que el Tribunal se reuniera de forma extraordinaria este lunes cuando sus citas son los miércoles, y se apresuró a convocar una rueda de prensa de Víctor Francos, secretario de Estado para el Deporte, para el mismo día a las 18:30 de la tarde. Entendían que a esa hora ya podría haber una resolución. Pero llegado el momento, Francos salió ante los medios sin nada que decir. El TAD seguía reunido. «Estamos pendientes, cuando tengan la resolución usaremos todos nuestros mecanismos», avisó el máximo responsable del CSD.
Para saber más
Entre el lunes por la noche y el martes, el TAD pidió más documentación, y más tiempo, a las instituciones para decidir. En concreto, y según informó el CSD, el Tribunal pidió los comunicados emitidos por la Federación, por la propia Hermoso y por el sindicato FUTPRO, que está actuando como portavoz de las jugadoras, además de la «documentación adjunta», dice el ente, de la denuncia presentada por la Liga de Fútbol Femenino (Liga F). Esos datos no estaban en la denuncia.
“No me ha gustado, eh”
Aquí está una de las claves de porqué la resolución del TAD se puede alargar hasta el jueves por la tarde. Según aseguran a este periódico fuentes jurídicas, entre esa «documentación adjunta» que había aportado la Liga F y el CSD no había compartido con el TAD, está, por ejemplo, el vídeo en el que Hermoso reconoce que no le había gustado el beso, además de «varias pruebas gráficas» que estaban en un formato que los miembros del TAD no pudieron abrir, según fuentes de la investigación. Ese corte de vídeo de la futbolista se pudo ver en un directo de Instagram emitido en su cuenta personal y en el que admite «eh, pero no me ha gustado, eh. Mírame, ¿qué hago?».
Una declaración vital para el caso que el CSD, apresurado por adelantarse, no incluyó en su denuncia a pesar de que Francos la calificó como «sólida». «El CSD disponía de esos vídeos y documentos desde la semana pasada», admiten a este periódico desde varios de los órganos protagonistas. «No se entiende que no la hayan incluido en la denuncia».
Desde el Gobierno aprietan al Tribunal para conseguir una resolución, pero el órgano, y sus siete miembros, se juegan mucho esta semana y, tal y como aseguran varios expertos, «están trabajando más rápido que de costumbre», como resume el abogado Toni Roca, especializado en derecho deportivo. «Dejemos trabajar a sus miembros, desde todos los ámbitos», insiste.
El TAD está entendido como órgano independiente, aunque a cuatro de sus abogados los propone el presidente del CSD y a tres las Federaciones deportivas españolas. Es decir, el Gobierno y el deporte español no tienen peso en las decisiones finales, pero sí en la elección inicial.
En la denuncia, el TAD estudia una posible vulneración de los artículos 76.1.a de la Ley del Deporte, que considera una infracción «muy grave» el abuso de autoridad, y 14.h del Real Decreto 1591/1992, que habla de aquellos actos «graves» que atenten a la dignidad o decoro deportivos. El CSD necesita que el Tribunal considere «muy grave» la acción del dirigente para activar así su suspensión cautelar o su inhabilitación, un resultado similar al ejecutado por la FIFA, que en su caso es una entidad privada y no interfiere en el castigo administrativo español. Todo está en manos del TAD.