La aparición del joven Fermín López decide el primer clásico para el Barça ante el Real Madrid

La aparición del joven Fermín López decide el primer clásico para el Barça ante el Real Madrid

FC Barcelona 3 – Real Madrid 0

Actualizado

Se impone por 3-0 en la gira americana. Abre el marcador Dembélé y remata el jugador de Huelva: 20 años, gol de cañonero y asistencia de mermelada

Fermín López celebra su gol, esta madrugada.ADAM DAVISEFE

La pretemporada es la estación de los buenos principios. Como cuando al inicio de curso se escribe con cuidado el nombre en la primera página de esos libros que siempre se abren menos de lo debido. Xavi, bien aplicado, vuelve a la caligrafía azulgrana que sigue los puntitos con la pelota, y regresa de forma imaginaria al lugar donde más se utiliza: la cantera. La primera le llevó hasta el gol, esta vez gracias a la estrategia, y la segunda, hasta otro nombre para el futuro. Es Fermín López, una aparición en un clásico, con 20 años, el gol de un cañonero y asistencias de mermelada. Apunten.

La pelota siguió esos puntitos hasta Dembélé, que tiene su propia ortografía del fútbol, indescifrable, para poner en ventaja a este Barça de buenos principios, siempre con la pelota, en busca de la utopía que su entrenador llama la «conservación infinita». Es el Barça del imaginario que, a medida que encuentra oposición, vuelve al Barça de la realidad, replegado. La Liga le ofreció ese sentido de la realidad. La gloria, bien lo sabe Xavi, se alcanza a lo Fermín López, se tengan los años que se tengan.

CUATRO CENTROCAMPISTAS

Ancelotti, en cambio, vive la gloria como otros viven la realidad. No hay sistema anatema, no hay transgresiones en ninguna variación táctica. Barcelona y Madrid se encontraron por primera vez cuando todavía no ha empezado el curso oficial con cuatro centrocampistas cada uno. Xavi partió de un doble pivote, porque para eso ha hecho que volviera a casa Oriol Romeu, el primo de Zumosol que hizo temblar el larguero nada más empezar, junto a Frenkie de Jong. Cuando estaba en el campo, la fórmula le parecía sacrílega. Tempus fugit.

Con semejante primo al lado, el neerlandés puede liberar mejor su talento y adelantar a quienes tanto tienen: Gündogan y Pedri. Para Ancelotti, en cambio, es la mejor forma de ajustar a Bellingham en el vértice más adelantado de un rombo imaginario. El inglés es, en realidad, un jugador de dos rombos. Si tiene espacio, da miedo. En el estadio de los Dallas Cowboys, en Arlington, tuvo poco, tan vigilado como un running back.

VINICIUS, EN EL PENALTI

El Bellingham que asombró en los dos primeros partidos de la gira no apareció, descolocado, achicado en los espacios bien controlados por el Barcelona, y tibio, como demostró en una llegada. Cuando el Madrid empujó, las ocasiones fueron para Vinicius, tres palos incluidos, o Rodrygo, al que frenó Ter Stegen. Uno de los travesaños de Vini llegó de penalti, uno de los primeros que tiraba como madridista. Después de la marcha de Benzema puede ser la señal de quien hereda el trono de los 11 metros, pura jerarquía.

El Madrid empujó para encerrar al Barça en su campo después de un arranque dominador con la pelota de los azulgrana, con de Jong al mando. El centro del campo del Madrid, sin Modric ni Kroos, no fue capaz de contrarrestarlo en el arranque, y tampoco la presión alta de los de Ancelotti surtió efecto en los primeros minutos. El dominio azulgrana en la salida volvió a repetirse tras el descanso. La situación reclamó pronto al eje croata-alemán.

Dembélé no sólo adelantó al Barça sino que demostró ser, hoy, el elemento más desestabilizador del Barça, con el respeto del joven Fermín. Si Mbappé llega al Madrid y el azulgrana es su recambio en el PSG, el club de FP haría un dos por uno. Dembélé señaló el talón de Aquiles del Madrid. Era Mendy, calamitoso. Dejó su sitio a Fran García por unas presuntas molestias. Podría haberlo hecho antes. Si Xavi colocó a Araujo de nuevo en la banda derecha porque es el mejor anticuerpo de Vinicius, en la izquierda tiene a un puñal en banda. Balde emula el rol ofensivo de Jordi Alba, un potencial interesante para lo que viene, y por supuesto para la selección.

El Barça tiene las intenciones pero no la forma de sostenerlas, por lo que en el segundo tiempo volvió a verse metido en su campo por el empuje del Madrid, ya con Joselu en el terreno de juego, y bajo el temblor de otro larguero, de Tchoauméni, tercero de los blancos y cuarto del partido. Ancelotti sentó a Bellingham. Xavi, por su parte, entró en un carrusel de cambios en el que incluyó a Fermín López. El joven de Huelva, de 20 años, que le pegó a la pelota con el alma en cuanto pudo, como si reclamara su lugar en el sol, y la acarició para que Ferran Torres cerrara este clasiquito de la hamburguesa. Para Fermín López, el clásico de su vida. Por ahora.

kpd