Kvaratskhelia, el ídolo del Napolés tras la guerra de Ucrania

Kvaratskhelia, el ídolo del Napolés tras la guerra de Ucrania

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Su aspecto es el de alguien aparentemente patoso, juega con las medias bajas y tiene un regate exquisito. Cualquiera diría que Khvicha Kvaratskhelia (Tiflis, Georgia, 12 de febrero de 2001) es un jugador de otra época. Mezclar un concepto así con el Nápoles lleva a una imagen mental inevitable: Diego Armando Maradona. La gran estrella argentina, fallecida en 2020, dejó una huella imborrable. Tanto que a día de hoy no sólo da nombre al estadio conocido no tan antiguamente como San Paolo, sino que aún pueden encontrarse en la ciudad incontables retratos y referencias a su figura. Esa fue una historia de amor (así lo decían los cánticos) a la que durante muchos años se le buscó una continuación que, aparentemente, llegó en julio de 2022.

Fue entonces cuando Kvaratskhelia, quien llegó a Nápoles por unos 10 millones de euros procedente del Dinamo de Batumi georgiano, club en el que buscó refugio tras dejar el Rubin Kazan de la liga rusa por una serie de amenazas contra su persona y su familia que habrían aflorado tras la guerra de Ucrania, empezó a convertirse en una suerte de nuevo Maradona para los napolitanos. Muy pronto encontraron en su forma de regatear algo que recordaba a aquellas acciones que una y otra vez firmó el genial argentino. Un guiño reforzado con algo tan trivial como una canción. En la típica broma para los nuevos jugadores de subirse a una silla y cantar una canción, la que le tocó fue aquella Live is life, de Opus, que el Pelusa inmortalizó para todo fanático del fútbol en el calentamiento previo al partido de vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA de 1988/89 ante el Bayern.

Desde entonces, empezaron a llamarle Kvaradona. Y, poco a poco, comenzó a ganarse el corazón de los aficionados del Nápoles. Hasta tal punto que su rostro ha ido apareciendo también en las paredes de la ciudad. E, incluso, se venden ya tantas figuras con su efigie como calcetines con su dorsal, el 77, al lado del mítico 10 de Maradona. Sus buenas actuaciones tanto en Italia, con una primera temporada fulgurante (con 14 goles y 17 asistencias en 43 partidos y el título de MVP de la competición), como en Europa (actualmente es el futbolista que suma más regates en la vigente edición de la Champions, con un total de 52) no tardaron demasiado en catapultarle a las listas del Balón de Oro y en llamar la atención de varios equipos de la Premier. Y, también, tanto del propio Barcelona , equipo al que se enfrenta esta noche, como del Real Madrid. Un club este último que, en principio, tendría ventaja si ambos coincidieran en la carrera. No en vano, según ha confesado el propio delantero, cuando era niño tenía como ídolos a Guti y a Cristiano Ronaldo.

Guti, su ídolo

En marzo del año pasado se viralizó un vídeo en el que destacaba al que fuera número 14 del Real Madrid como su gran inspiración. Y la respuesta de Guti estuvo a la altura: le hizo llegar una camiseta dedicada. Algo que para el joven delantero fue, literalmente, ver cumplido un sueño de la infancia.

La Liga española, antes de convertirse en jugador del Nápoles, podría haber sido su destino. Hubo contactos con el Valencia, donde milita su compatriota Giorgio Mamardashvili, con quien mantiene una relación excelente. El club valencianista, no obstante, acabó por descartar esa posibilidad, según explicó el intermediario Antonio López en su momento a Radio Marca.

En el Barça, desde luego, lo tienen muy en cuenta, aunque ahora sea integrante de un equipo rival. «Es un jugador de máximo nivel, marca diferencias para el equipo, tiene gol, tiene pase y habrá que tenerlo muy en cuenta», advirtió ayer el azulgrana Frenkie de Jong.

Por su parte, Xavi señaló que parar tanto al georgiano como a Politano e incluso Osimhen, si está finalmente para jugar, será especialmente complicado. El técnico aseguró que no podría conformarse con el empate, pese a tener el partido de vuelta en casa. «Para mí, empatar no es un buen resultado. Me han criado así. Luego, ya veremos las circunstancias», señaló el preparador barcelonista, que también apuntó que, en su opinión, la eliminatoria está «al 50%».

Lo que está claro es que ambos conjuntos no pasan precisamente por un buen momento. Para el presidente del equipo italiano, Aurelio de Laurentiis, sólo vale ganar. Tanto, que no dudó en destituir al técnico Walter Mazzarri el pasado lunes. Francesco Calzona, actual seleccionador eslovaco, ha tomado el relevo y compaginará ambos cargos hasta el próximo junio.

kpd