Joselu: “Yo con cuatro años me creía Zidane”

Joselu: "Yo con cuatro años me creía Zidane"

Eurocopa 2024


Entrevista

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Su historia es la historia de alguien que siempre creyó. De alguien que, en la recta final de su carrera, toca el cielo de forma inesperada. Sabe de sobra que hay quien no le ve con nivel suficiente para estar donde está. «¡Qué les voy a decir!».

Joselu Mato, durante la entrevista.PABLO GARCÍARFEF

Cuando se le pregunta a Joselu Mato (Stuttgart, 33 años) por qué es tan feliz, responde que disfruta muchísimo viendo a sus hijos poder quedar con sus primos, y con sus abuelos, pues ellos, sus hijos, Leo y Lucas, seis y tres años, no sabían lo que era tener la familia cerca. Luego sí, claro, luego Joselu habla de lo que es jugar en el Madrid, y en la selección, y haber llegado a ambos sitios, haber hecho cumbre, a los 32 años. «Todo tiene que estar en armonía», resuelve quien se marchó de casa para ser futbolista con 11 años, al Celta, y después, con 19, a la cantera del Madrid, y después, con 22, a Alemania, y después, con 25, a Inglaterra, y después, con 29, regresó a España, y después…

Y después, pasada la treintena, a Joselu, un tío normal, un buen tío, le llamó la selección absoluta por primera vez (en marzo) y el Madrid lo recuperó 11 años después de haberlo dejado marchar. No es tonto, sabe lo que se dice y se escribe de él. Pero se encoge de hombros y pregunta: «¡Qué les voy a decir!».

¿Por qué cree que los jóvenes tienen tanta devoción por usted? ¿Qué les da a los chavales?
No lo sé. Supongo que ven que puedo ser un ejemplo para ellos, ven que me fui de aquí con 20 años y que la oportunidad de volver siempre está. Un ejemplo de no rendirse y de que todo trabajo tiene su fruto. A esas edades los chavales se van dando cuenta de lo que quieren ser, y cuando me preguntan siempre digo que a base de trabajo y sacrificio, los sueños se pueden cumplir.
Es un mensaje bueno para la juventud. No sé si esa cultura del esfuerzo la tienen asumida los chicos de hoy.
Es lo que intento transmitir no sólo a niños, sino también igual a jugadores que con 20 años están en Segunda. No es una opción rendirse nada más empezar. Nunca sabes cuándo te llegará la oportunidad. Yo he trabajado, lo he pasado mal, pero jamás me he rendido, y pensaba: “¿Por qué no?”. Y mira, estoy en el Madrid.

Para saber más

Pero, con 27-28 años, ¿nunca pensó que ya no lo conseguiría?
No. Hombre, si me hubieses dicho que con 33 años me fichaba el Madrid, te hubiese dicho: “No te creo”. Pero no porque yo no lo fuese a intentar. Eso siempre lo he tenido en la cabeza. Siempre he creído que algo bueno me iba a llegar. He dado alguna vez un paso atrás para dar dos adelante, y la opción de jugar en la selección y en el Madrid me ha llegado con 33, pero lo estoy disfrutando como si tuviese 25 otra vez.
¿Quién le ha ayudado más en este camino tan largo?
Sobre todo mi mujer, ella ha sido un pilar fundamental. Ha sido la que me ha acompañado desde que debuté en Primera. Ella es la que me ha guiado, la que se ha comido todos los marrones, la que siempre ha estado ahí. Ahora estamos disfrutando, pero por el camino ha habido momentos muy duros.
¿Recuerda algún día de esos duros?
Son momentos que se convierten en algo muy personal. Para mí el fútbol no es un deporte, es mi vida entera, y los momentos malos son muy difíciles, pero he tenido la suerte de que ella me supo guiar y redirigir. He hecho varias veces reset en mi vida y me ha venido muy bien.
¿Cómo le ha cambiado la vida?
Jugar en el Madrid y ser internacional es lo máximo que hay. Claro que la vida te cambia para bien. La familia por parte de mi mujer es de Madrid, tengo la familia muy cerca, mis hijos están con sus primos, con sus abuelos. El mayor tiene seis años y nunca lo había vivido, y eso te da un plus, ver que tu familia está tranquila es la leche. Estar en el Madrid es el sueño de mi vida entera.
¿La madurez es referirse a los hijos cuando habla de felicidad?
. Es que para mí, mi familia, mi mujer, mis hijos, es lo más importante. Para ser feliz todo tiene que estar en armonía y nosotros la hemos encontrado este año.

Mi madre dice que parezco un delincuente por los tatuajes

¿El Madrid es tan grande como parece desde fuera?
Mucho más. Y se nota en todo. Lo que se siente cuando te pones esa camiseta, y pisas ese estadio… Hay gente que se deja un sueldo para poder ir a ver al Real Madrid. No eres consciente hasta que estás dentro y sabes que estás en el equipo más grande del mundo.
¿Qué aprendió de todo lo que pasó con Rubiales?
Son episodios que han pasado, en su día hicimos un comunicado y con eso zanjamos lo que pasó.
A ver cómo le pregunto esto. No sé si es consciente de que hay gente que piensa: ‘Joselu, con 33 años, no se cree ni él dónde está, en el Real Madrid y en la selección española’.
Sí, claro que soy consciente.
¿Y qué les dice?
¡Qué les voy a decir! Es gente que no valora lo que una persona hace durante toda una carrera. Intento abstraerme un poco de los comentarios negativos. No le doy importancia. Estoy disfrutando muchísimo.
Parece usted un tipo normal, excepto por los tatuajes, si me lo permite.
Eso dice mi madre, que parezco un delincuente.
¿Y qué le dice a su madre?
Cada vez que me dice eso, le digo: “Me voy a hacer otro” [se ríe]. Tengo los dos brazos enteros, la pierna izquierda entera tatuada…
¿Y sus hijos qué le dicen?
Los niños han participado en la elección de algunos.
¿Y qué hará cuando ellos quieran hacerse uno con 14 o 15 años?
No no, con 15 años no.
Joselu, delantero del Madrid y de la selección.PABLO GARCÍARFEF

Pero si no pasa nada, ¿no?
Ya, pero con 15 años no.
¿Con cuántos se hizo usted el primero?
Paso palabra [ríe a carcajadas].
¿Qué es lo mejor de ser futbolista?
Poder disfrutar de una profesión que me ha gustado desde que nací. Poder vivir de esto.
¿Y lo peor?
Quizá cuando no eres capaz de aguantar la presión o no poder hacer vida normal. Pero a mí no me pasa nada de eso. Intento disfrutar al máximo porque va a llegar un momento en que se va a acabar.
A veces da la sensación de que los futbolistas viven ajenos a todo, en su burbuja.
Depende del jugador. Es que a veces es difícil, porque hay jugadores que no pueden salir a la calle. Vinicius, Bellingham… ellos no pueden salir a la calle, no son personas normales en ese sentido, y mentalmente hay que ser muy fuerte.
¿Quién es la persona más crítica con usted?
La gente que me conoce, cuando salgo cabreado de un partido, si yo no llamo o pregunto, saben que es mejor no preguntar. Si me pego dos días sin hablar con alguien, con mis padres por ejemplo, la siguiente pregunta es: “¿Qué tal los niños?”

Intento disfrutar al máximo porque va a llegar un momento en que se va a acabar. He hecho varias veces ‘reset’ en mi vida, y me ha venido muy bien

¿Ha pensado qué hará cuando se termine el fútbol?
No, porque no tengo pensado retirarme. Me lo preguntan bastante, y me da rabia, porque digo: “¡Joe, estos cabrones ya quieren que me retire!”
¿Qué cree que hubiese sido de no haber sido futbolista?
Un cafre [risas]. No, no lo sé. Yo me fui con 11 años de casa para la cantera del Celta porque ya me sentía futbolista y no me gustaba mucho estudiar. Yo me considero futbolista desde los cuatro años. ¿Que sabía que iba a vivir del fútbol? Pues evidentemente no, pero yo con cuatro años me creía Zidane, es decir, me encantaba tanto el fútbol que de verdad ya creía que era futbolista.

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